Abstract
“Nos rodean las falsificaciones, las mentiras. Más aún, la historia de la humanidad es una sucesión de falsificaciones, como el panfleto de los Ancianos de Sión o los viajes de Marco Polo o, más recientemente, las mentiras para invadir Irak” (Umberto Eco)
http://knol.google.com/k/c%C3%B3mo-hablan-y-qu%C3%A9-hablan-los-pol%C3%ADticos-de-am%C3%A9rica#
Todos estos “secretos”, “misterios”, “falsedades”, “locuras”, “ocultismos” y “mentiras” tienen gran impacto –generalmente negativo– en la vida y las creencias de los seres humanos, en especial en los grupos y los individuos con ciertas limitaciones culturales y ciertos tabúes. ¿Por qué? Porque a veces no se sabe dónde está la falsedad y cómo actúa:
La falsedad [es decir la mentira y el secreto], esa chapucera, siempre se cuela sin invitación a la fiesta de la ciencia [de las personas ilustradas, capacitadas, comprometidas, honestas, de buena voluntad…]. Como en un baile de máscaras, podemos estar bailando con ella, seguir sus pasos al compás de la música, caer en los encantos de su perfume sin saber que es nuestra enemiga. Hay falsedades maravillosas que alientan a la imaginación y embriagan el espíritu. Falsedades que mueven el músculo incontrolable del deseo indómito y nos llevan a navegar por océanos que siempre hemos soñado conquistar y de cuya belleza prometida hemos tenido noticias.
Las falsedades no son casas del horror; por el contrario, son doncellas muy atractivas, de allí su peligrosidad. Es muy fácil caer en sus embrujos y, no finjamos, con frecuencia alientan la vida. Imaginar, por ejemplo, una sociedad igualitaria, sin Estado, donde la producción de los bienes que requerimos es ya un asunto menor gracias a una producción armoniosamente organizada, un territorio en el cual los conflictos de clase se han desvanecido y todos podemos dedicar más tiempo a la creación, al arte, a la vida familiar, a lo que nos venga en gana, fue un ejercicio fascinante que cautivó a millones, a decenas de millones, durante un largo periodo. Todo ello a pesar de que no existía una sola referencia histórica en el pasado o un hecho presente que confirmaran que nos aproximábamos a tal paraíso. El problema de este baile de máscaras es que fácilmente caemos atrapados por una vana ilusión de pensar que puede haber cierto contenido de verdad en ellas. En el engaño está el problema, no en la imaginación (Reyes-Heroles, 2003: 66-67).
Y una de las grandes falsedades –que tantos problemas, tragedias, desastres, tristezas y dolores le ha traído y le sigue trayendo a la Humanidad– es la “fe falsa” o “falsa fe”, que también podría interpretarse como “fe irracional”, “fe confundida”, “fe descontrolada”, “fe ciega”, “fe dogmática”… ¿Hasta dónde puede llegar este tipo de fe? ¡Hasta las últimas consecuencias…! Una persona sin fe, es decir una persona que no tiene creencias, que no tiene confianza, en algo, en lo que sea, en cualquiera cosa, es un alma errante, es un individuo sin rumbo, sin brújula, que no sabe a dónde va, un zombi… Pero un individuo con una falsa fe, con una fe irracional o dogmática, con una fe sólo de fachada y no una fe interna o fe verdadera, tampoco tiene brújula, salvo la brújula del extremismo, del fanatismo, y de la segregación: destruir a todo el que no sea como él; eliminar, liquidar, por el medio que sea, a todo el que no piense como él… ¿¡Ejemplos!?: recuerde la historia y mire a su alrededor, y no vaya muy lejos, haga sus análisis aquí, en América, en su país, en su región, en su colonia o reparto, en estos mismos años, y verá todo lo que salta a la vista, si es que realmente usted quiere “ver” y no es “ciego” o no “se hace el ciego”…
Por eso Durán le reprocha a aquellos que, como Diego de Landa o Juan de Zumárraga, primer obispo de México, quemaron los libros antiguos, el haber dificultado todavía más el trabajo de evangelización. “Y sí erraron mucho los que, con buen celo, pero no con mucha prudencia, quemaron y destruyeron al principio todas las pinturas de antiguallas que tenían, pues nos dejaron tan sin luz, que delante de nuestros ojos idolatran y no los entendemos: en los ‘mitotes’, en los mercados, en los baños y en los cantares que cantan, lamentando sus dioses y sus señores antiguos, en las comidas y en los banquetes” (I, “Prólogo”) […]
Es muy probable que Durán proviniese de una familia de judíos conversos […]
[Y busca el origen de los indígenas de América a través de las raíces judías] Durán no aguanta mucho la tensión de la duda y, en la época en que escribe su libro de historia [Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme], es decir 1580-1581, ya ha tomado una decisión: los aztecas no son sino una de las tribus perdidas de Israel. El primer capítulo de su historia se inicia con esta afirmación: “…podríamos ultimadamente afirmar ser naturalmente judíos y gente hebrea. Y creo no incurriría en capital error el que lo afirmase, si considerado su modo de vivir, sus ceremonias, sus ritos y supersticiones, sus agüeros e hipocresías, tan emparentadas y propias a las de los judíos, que en ninguna cosa difieren” (III, 1) […]
Mucho le hubiera agradado [a Durán] encontrar pruebas del paso del evangelizar [es decir que el imaginaba que el predicador Santo Tomás habría podido estar en América] un poco más tangibles que esas analogías; a veces le parece que les sigue la pista, pero en el último momento se le van de entre las manos. Le hablan de una cruz grabada en la montaña; por desgracia ya no saben dónde se encuentra. También oye decir que los indios de cierta aldea habían tenido un libro escrito con caracteres que no comprendían; corre a buscarlo, pero sólo averigua que el libro fue quemado hace unos años. “Lo cual me dio pena, porque quizá nos diera satisfacción de nuestra duda, que podría ser el sagrado evangelio en lengua hebrea” (I, 1) […]
Debido a que la vida está llena de secretos, por eso los lenguajes, cualquiera que sean éstos –animales o no, verbales o corporales…–, están llenos también de secretos, ya sea para unos o para otros, en unos tiempos o en otros:
En nuestro lenguaje diario hay un grupo de palabras prohibidas, secretas, sin contenido claro, y a cuya mágica ambigüedad confiamos la expresión de las brutales o sutiles de nuestras emociones y reacciones. Palabras malditas, que sólo pronunciamos en voz alta cuando no somos dueños de nosotros mismos. Confusamente reflejan nuestra intimidad: las explosiones de nuestra vitalidad las iluminan y las depresiones de nuestro ánimo las obscurecen. Lenguaje sagrado, como el de los niños, la poesía y las sectas. Cada letra y cada sílaba están animadas de una vida doble, al mismo tiempo luminosa y obscura, que nos revela y oculta. Palabras que no dicen nada y dicen todo […] (Paz, 2000: 77-78).
Una buena cantidad de los secretos de la vida de la Humanidad, se van develando poco a poco, gracias a la mundialización de las comunicaciones, gracias al progreso, gracias a la democracia, y gracias al esfuerzo de cientos y miles de hombres y mujeres, científicos y técnicos, que todos los días, de manera multidisciplinaria, van armando el gran rompecabezas de los silencios y de los acertijos. Otros secretos nunca se sabrán, porque se fueron, por múltiples razones y para siempre, con los hombres, los grupos y los pueblos que los crearon.
En este sentido, tenemos que recordar que los leguajes religiosos, especialmente de las religiones muy antiguas, han atravesado en la historia, en general, por las diferentes etapas de la creación y formación –y deformación (?)– de los lenguajes, lo que habitualmente se relaciona con la misma creación o aparición de un idioma en concreto, de un idioma en particular, y de sus dialectos, y también, además, con la creación del mismo lenguaje religioso, en un dialecto determinado, con toda una serie de particularidades sociales, léxicas, semánticas, sintácticas, morfológicas, lexicogésicas, estilísticas, metafóricas, tropológicas, traslaticias, figurativas, crípticas, secretas, etc. (Ruano, 2003a). Pero, por si esto fuera poco –algo ya de por sí extremadamente complejo en el ámbito sociolingüístico e imagológico–, los lenguajes religiosos, con el paso del tiempo y según la trascendencia, los intereses y la difusión de éstos, se van sometiendo a las etapas de recreaciones, traducciones, interpretaciones o adaptaciones, relecturas, etc., todo lo cual puede tener un final más o menos feliz, en dependencia de la competencia lingüística y cultural de la persona o las personas que hagan esos trabajos de recreación y de las fuentes “mejores” o “peores”, desinformadas o informadas, actualizadas adecuadamente, que consulten en el transcurso de esas recreaciones:
El Nuevo Testamento, al que pertenece el Evangelio de Mateo con su Tu es Petrus, lo constituyen los veintisiete textos escritos en griego que el Tercer Concilio de Cartago del año 397 decidió que fueron inspirados por Dios. Los escogió dentro de un centenar de evangelios, hechos de apóstoles y apocalipsis y millares de epístolas o cartas provenientes del cristianismo que lo precedió. De los veintisiete textos canonizados, así como de toda esa literatura cristiana primitiva, en su mayoría también escrita en griego, no nos quedan copias anteriores al año 200. Los veintisiete textos que escogió el Tercer Concilio de Cartago son los siguientes: los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan o evangelios “canónicos” como se les designa para distinguirlos de los evangelios “apócrifos” que no se consideran inspirados por Dios; más los hechos de los apóstoles, el Apocalipsis y veintiuna epístolas o cartas de las cuales catorce se atribuyen a Pablo, tres a Juan, dos a Pedro, una a Judas y una a Jacobo […] Tratan de […] Cristo […] [que] que habló en arameo, y sin embargo los veintisiete están escritos en griego. ¿No estarán traicionando de entrada a su personaje los venerables autores con el simple hecho de traducir su pensamiento a una lengua tan distinta como es el griego? El arameo es un idioma semítico y el griego es indoeuropeo. Los evangelios, es cierto, tienen aquí o allá unas cuantas palabras arameas, pero son de dar risa. Parecen toque de color local, como cuando las novelas gringas que pasan en México ponen señorita al referirse a una muchacha: “Give me, please, unos tacos, señorita, por favor” […] A mí las citas arameas y hebreas en el texto griego de los evangelios se me hacen como moscas en la sopa. Cada quien es su idioma […] Las palabras cambian en sus sonidos y en sus significados y se van transformando en otras y los idiomas en otros y muchas cosas que se pueden decir en el náhuatl de Nezahualcóyotl no se pueden decir en el griego de Platón y viceversa […] (Vallejo, 2007: 68-70).
Dios hizo muy mal en dejarnos su palabra sujeta a las incertidumbres humanas […] La verdad es que no sabemos quiénes escribieron los evangelios, ni cuándo, ni dónde. Para empezar, los cuatro evangelios canónicos (y todos los apócrifos y todos los demás textos del Nuevo Testamento) son pseudoepigráficos, palabra con que designamos los escritos anónimos que se atribuyen a alguien. No sabemos quiénes son Mateo, Marcos, Lucas ni Juan. A lo mejor estos nombres designan grupos o escuelas cristianas y no individuos […] Además, como no nos ha quedado el original de ningún evangelio ni ninguna de sus primeras copias, no podemos afirmar que tal evangelio fue escrito por un solo autor y no por una serie de autores que sucesivamente lo fueron modificando y aumentando, como se cree que ocurrió con todos los libros de la Biblia hebrea o Antiguo Testamento, que se consideran la obra de varias generaciones […] [la Iglesia] no tiene forma de fijar los textos. Acabó adoptando la Vulgata o traducción al latín del Antiguo Testamento hebreo y del Nuevo Testamento griego que emprendió Jerónimo […] en el año 382 y que terminó en el 405. En tiempos de Jerónimo el latín era una lengua viva. Para el siglo XVI de la Reforma protestante ya era una lengua muerta. Una de las causas de la Reforma fue justamente que Lutero tradujera la Vulgata al alemán, desafiando la prohibición de la [Iglesia] de traducirla a las lenguas vivas de la época. Pensaría la [Iglesia] que con eso protegería de los cambios la palabra de Dios, como cuando un río se congela. Sólo que un río congelado es un río muerto. Por lo demás hacía bien la [Iglesia] en limitar la lectura de las Sagradas Escrituras a sus lacayos o clérigos […] No bien lo pudieron leer libremente los protestantes en los idiomas vernáculos y de inmediato empezaron a cuestionar sus contradicciones […] Del cuestionamiento pasaron a la burla. Hoy los protestantes son los grandes especialistas en tomarle el pelo a la Biblia. Nosotros los católicos no, la respetamos mucho. Tanto que no sólo no la leemos sino que ¡ni la tocamos! […]
Una vez que la [Iglesia] decidió el canon bien que mal congeló sus textos y aquí los tenemos, con sus incontables variantes que se arrastran desde su más lejano pasado, para que tratemos de descubrir qué fue en últimas lo que nos quiso decir Dios. El que quiera acceder al agua límpida de la palabra divina que aprenda primero hebreo bíblico y griego de la koiné, y una vez dominadas estas lenguas que pase a establecer el texto auténtico cotejando, de aperitivo, los más viejos papiros y pergaminos que con tanto amor he enumerado arriba, y de plato fuerte el medio millar de copias antiguas que les siguen […]
Establecido que no sabemos quiénes escribieron los evangelios, pasemos a considerar el asunto de dónde fueron escritos. ¿En Roma? ¿En Alejandría? ¿En Antioquía? Lo único seguro es que no fueron escritos en Palestina, donde nació y por donde anduvo Cristo, pues sus autores no conocen su geografía. No son de ahí, jamás pusieron un pie en Tierra Santa […] (Vallejo, 2007: 84-89).
[…] Hoy en día, en muchos lugares encontramos un fenómeno que no es nuevo. Encontramos «relecturas» del Evangelio que son producto de especulaciones teóricas más que de una auténtica meditación sobre la palabra de Dios y un genuino compromiso evangélico. Esas relecturas causan confusión en cuanto a que se apartan de los criterios centrales de la fe de la Iglesia, y algunas personas tienen la temeridad de trasmitirlas como catequesis a comunidades cristianas […] Hay personas que pretenden describir a Jesús como un activista político, como un luchador contra la dominación romana y las autoridades, e incluso como alguien implicado en la lucha de clases. Esta concepción de Cristo como figura política, como revolucionario, como el subversivo de Nazaret, no concuerda con el catecismo de la Iglesia […] (Juan Pablo II, según Yallop, 2008a:74-75) [Y sí, tiene razón Juan Pablo II con respecto a esas “relecturas”… Pero sucede que estamos de acuerdo en que “justamente eso mismo” piensan las otras cientos y miles de religiones y sectas y tendencias y grupos religiosos, y judíos y árabes y griegos y turcos y armenios y alemanes y rusos…, y filósofos y exégetas y paleógrafos y culturólogos y filólogos e imagólogos y traductólogos y antropólogos y etnólogos, etc., etc., etc., es decir que las “relecturas” del Evangelio que han hecho los católicos romanos a través de la historia de más de 20 siglos pueden ser, o son de hecho, las erradas, las equivocadas, las confundidas, las chafas, las malinterpretadas, las inadecuadas, las manipuladoras, las especuladoras, y que en nada tienen que ver con la verdadera “palabra” del Señor, de Cristo, de Jesús, de Dios…, “palabra” que a su vez “fue recogida” no por su autor, es decir Jesús, sino por muy variadas otras personas, en muy variados contextos, en muy variados tiempos y en muy variados idiomas y dialectos… ¿o usted qué cree? Afortunadamente, como vemos, Juan Pablo II no está descubriendo aquí nada nuevo, sino exponiendo, una vez más, “la gran controversia de todos” (y no solamente de los católicos romanos) en torno al Evangelio].
Quienes hemos trabajado con textos religiosos, con discursos religiosos, conocemos muy bien las grandes limitaciones informativas que existen en torno a estos tipos de discursos, hablados y escritos, y las severas limitaciones de expresión en estos ámbitos, los tabúes discursivos. Los lenguajes con limitaciones expresivas verbo-corporales son, sencillamente, lenguajes crípticos, ambiguos, dobles… Sólo la libertad de expresión puede permitirnos entender los discursos especializados, y, como todos sabemos, justamente la “libertad de expresión” está altamente condicionada en una buena parte del mundo de las religiones, especialmente al nivel de la Iglesia católica (Maza, 2006), que mayoritariamente rige, de una u otra manera, la vida espiritual de los pueblos latinoamericanos. Los lenguajes religiosos, hablados y escritos, en su paso por el tiempo y la geografía, se han sometido a “interpretaciones y traducciones” y también a “selecciones“ –por ejemplo, los evangelios “aceptados” y los “evangelios no aceptados”, los “apócrifos”, “los que amenazan la tradición” (Antaki, 1997: 27-56), los evangelios sinópticos o evangelios con afinidades, etc.–,[20] a “compromisos”, debido a que, finalmente, los textos reciben “una versión” que se atiene a las “conveniencias particulares de un grupo”, independientemente de lo bueno (?) o malo (?) que haya resultado traductológicamente el texto de llegada. Las traducciones y las interpretaciones de los discursos, de los textos, religiosos, de la misma manera que las traducciones y las interpretaciones de los discursos, de los textos, artísticos, filosóficos, humanísticos, políticos e históricos, siempre han estado rodeadas por “las sombras de la traición” (Frost, 1992; Kundera, 1994) y las “reformulaciones de las mentiras”, en todos los sentidos, de esas mentiras que están presentes desde el inicio en esos discursos (Rodríguez, 1997), antes de ser traducidos e interpretados, en sus lenguas y dialectos originales, en sus lenguas y dialectos de partida. Además, las apariciones de nuevos textos religiosos antiguos, del tipo del “Evangelio de Judas”, un papiro de veintiséis páginas hallado en Egipto en 1978, cuya autenticidad se dio a conocer por los especialistas –no sacerdotes– al mundo en abril de 2006, ponen al descubierto muchas realidades de la antigüedad y echan por tierra muchos mitos, mitoides y mitotes, falsedades y mentiras que habitualmente se le han hecho creer a los devotos o creyentes y al mundo en general. Además, todos sabemos que en las bibliotecas estrictamente privadas del Cristianismo –ya sea al nivel de las instituciones como el Vaticano, las iglesias, los conventos, personas en particular, etc.– se guardan materiales con información histórica valiosísima –¿y comprometedora?– de todos los tiempos, relacionados con todos y cada uno de los sucesos y testimonios de la historia y la actualidad de la Humanidad, algunos de los cuales constituyen verdaderos escándalos (González González, 2006: 37-38; González Gonzáles, 2009). Así fue antes y así sigue siendo. Entre supuestas secrecías (?) y confidencialidades (?), según el aparato dirigente del catolicismo romano, una gran cantidad de materiales comprometedores nunca verán la luz, ¡por ahora! Refiriéndose al gran escándalo de la pederastia católica romana, se expone lo siguiente –que, sobre todo, nos hace recordar el término “pornocracia”[21] o “gobierno romano de las cortesanas”, es decir el “total despapaye en el ejercicio religioso católico”, creado en el siglo XVI por el cardenal César Boronio:
Hasta el momento la diócesis [de Los Ángeles, en Estados Unidos de América, un país metido hasta el cuello en este tipo de delito grave,[22] sancionado por las leyes de los hombres y, supuestamente, por las leyes de Dios] ha mantenido como confidencial la mayor parte de los expedientes que involucran a sacerdotes pederastas. Estos archivos contienen cartas y quejas de los feligreses, reportes internos, informes policíacos, expedientes médicos y psicológicos, y memorandos que solicitan la transferencia de dichos sacerdotes a otras parroquias, a otras ciudades e incluso a otros países.
“Sabemos que muchos documentos nunca verán la luz del día –dijo Raymond Boucher, el abogado principal de las víctimas [de los curas pederastas]–. Por décadas muchos documentos estuvieron perdidos, fueron destruidos y otros fueron enviados al Vaticano”.
Los abogados del cardenal [Roger] Mahony [para considerar los alcances del involucramiento de este desprestigiado personaje en los escándalos de pederastia dentro de la Iglesia católica, véase, por ejemplo la enciclopedia Wikipedia, en http://en.wikipedia.org/wiki/Roger_Mahony ] dicen que no pueden dar a conocer los expedientes porque eso violaría el derecho a la privacidad de los sacerdotes.
Para las víctimas, en esos documentos está la verdad que no será ventilada ante la justicia. Lo dicen así porque el acuerdo económico entre los abogados de los demandantes y Mohoney evitó que se hicieran públicas las historias de abusos sexuales, la actuación de los sacerdotes pederastas y la complicidad de las autoridades de esas diócesis.
Sin embargo, muchas de las víctimas no callan: cuentan sus casos y señalan a los clérigos que abusaron de ellas […][23]
Muchos de estos archivos “secretos” del mundo religioso católico, guardados celosamente por siglos, fueron tratados o generados en los períodos del Humanismo y el Renacimiento:
Entre los años de 1370 y 1420 se desarrolló el primer período humanista florentino, caracterizado por la ardiente rebusca de manuscritos antiguos y por el ansioso trabajo de investigación e interpretación. La figura más significativa de este período es Caluccio Salutati (1331-1406), canciller de la república florentina, que reunió 800 códices y fue autor de tratados mitológicos, filosóficos y políticos, del poema De fato et fortuna, así como de Epístolas públicas y privadas (325, repartidas en 16 libros). En torno a Caluccio se reunieron otros muchos colaboradores, todos ellos de gran talento (Prampolini, 1956, t. V: 85-86).
Hay que apuntar aquí que al estudio del latín vino a añadirse el del griego, enseñado por auténticos maestros de Bizancio. Entre los italianos más sobresalientes en el estudio de la Grecia clásica, cabe destacar a Manuel Crisolora (1355-1415), iniciador del helenismo en Italia.
Otros dos célebres humanistas italianos fueron: Leonardo Bruni de Arezzo (1396-1444) y Poggio Bracciolini de Terranova (1380-1459), quien fuera descubridor en sus largos viajes por Europa de obras de Quintiliano (Retórico romano. c. 30-c. 100), Valerio Flaco (Poeta épico latino. c. 45-c. 90), Silio Itálico (Poeta latino. c. 25-101), Lucrecio (Poeta latino. c. 98 a. C.-55 a. C.), Plauto (Poeta cómico latino. 254 a. C.-184 a. C.) y Petronio (Escritor latino. † 66 d. C.).
En la región del Adriático se distinguió Pedro Pablo Vergerio el Viejo (1370-1444), quien escribió el breve tratado en forma de carta intitulado De ingenuis moribus ac studiis, que recomienda los estudios liberales como medio único para la formación de la personalidad.
El Humanismo de Roma se orientó hacia los estudios arqueológicos y epigráficos, y alcanzó el máximo esplendor durante el pontificado de los dos papas humanistas: Nicolás V (1397-1455. Papa en 1447-1455) y Pío II (1405-1464. Papa en 1458-1464).
En Nápoles también floreció el Humanismo, gracias al impulso de Alfonso V el Magnánimo (1396-1458. Rey de Nápoles 1442-1458).
En Umbría se destacó Gioviano Pontano (Político y humanista italiano. Umbría 1426-Nápoles 1503), el más grande de los líricos latinos del s. XV, con una abundantísima obra en verso. Para él, el latín no era una lengua muerta, lo dominaba en absoluto y lo plasma y dirige hacia metas prefijadas; tal vez le era más familiar que el lenguaje materno, ya que de éste sólo se posee unas cuantas cartas apresuradas. La abundante prosa de Pontano está redactada en latín ágil y vivo; evidentemente no le pareció que hubiera otro instrumento para la expresión literaria. En este aspecto es Pontano el humanista perfecto.
Mientras en Roma y Nápoles las academias estimulaban los estudios arqueológicos y la literatura pura, Florencia se adornaba en la segunda mitad del s. XV con la Academia Platónica, fundada por Cosme de Médicis el Viejo (Florencia 1389-Careggi 1464), en la que pronto se reunieron hombres como Marcilio Ficino (1433-1499) y Cristóbal Landino (1424-1504). Más tarde, atrajo a Juan Pico de la Mirandola (1463-1494) y tuvo entre sus ilustres miembros a Lorenzo el Magnífico (1449-1492) y a Poliziano (1454-1494), los más grandes triunfadores del llamado Humanismo vulgar. Los poemas de Lorenzo de Médicis derivan del repertorio popular, mientras que las Estancias de Poliziano idealizaban la corte medicea con un arte extremadamente sutil. Por su parte, Pico de la Mirandola fue una prodigiosa inteligencia, ávida de sabiduría universal; conocía el latín, el griego, el árabe, el hebreo y el caldeo. Junto a Lorenzo de Médicis y a Poliziano merecen un lugar dos personalidades insignes, que, sin dedicarse exclusivamente a la literatura, escribieron con vigor de estilo y densidad de pensamiento: Jerónimo Savonarola (1452-1498) y Leonardo da Vinci (Anchiano, cerca de Vinci, corazón de la Toscana, muy cerca de Florencia, Italia, 15 de abril de 1452-Cloux, Francia, 2 de mayo de 1519) (Ruano, 1996b).
[…] Y no me refiero aquí “solamente” a la vida privada o a la vida social de nuestros gobernantes, gobiernos, cuerpos diplomáticos, funcionarios, dependencias gubernamentales, fuerzas y cuerpos de seguridad, fuerzas del orden, etc., y sus constantes escándalos de todo tipo, a nivel mundial, los llamados “trapitos sacados al sol”, como acaba de suceder con el escándalo de WikiLeaks: http://en.wikipedia.org/wiki/WikiLeaks , http://es.wikipedia.org/wiki/WikiLeaks y OpenLeaks: http://en.wikipedia.org/wiki/OpenLeaks […] lo que es más que avergonzante, degradante, humillante, todo un asco, como ya sabíamos: http://mexico.cnn.com/mundo/2010/12/03/wikileaks-mas-alla-de-los-asuntos-de-estado […] y lo que he comparado con la cagazón que hacen los hipopótamos para marcar territorio: cuando el hipopótamo defeca, esparce con el rabo toda esa inmensa cantidad de mierda por un espacio inmenso, amplísimo, lo llena todo de mierda pestilenta, con un hedor insoportable, y eso mismo ha sucedido con toda la “información confidencial y secreta de Estados Unidos” que ha sacado WikiLeaks, la mierda conocida y por conocer se ha distribuido, incluyendo su hediondez, de manera pareja por todo el mundo, aquí todos los países importantes y gobernantes importantes, es decir “la chusma de élite”, están involucrados; pero claro, como siempre, unos con más mierda y hediondez que otros […]
Philologist and Image Consultant Fernando Antonio Ruano Faxas
Филолог и консультант Фернандо Антонио Руано Факсас
ЯRConsultores de Imagen Social®
Hacia la calidad integral sin fronteras
http://openlibrary.org/a/OL807084A
http://openlibrary.org/search?q=ruano+faxas
http://openlibrary.org/search?q=ruano+faxas&offset=20
http://openlibrary.org/a/OL6500100A/Ruano-Faxas%2C-Fernando-Antonio-y-Paulina-Rend%C3%B3n-Aguilar
[1] La vida está llena de traiciones. Claro que para considerar “algunas traiciones” y a “algunos traidores” hay que valorar “versiones”. En otros casos no hay que valorar nada, porque es más que evidente la “traición” del “traidor”, y esas traiciones no las ven o quienes “no quieren” o a quienes “no les conviene” o quienes “no pueden”, y dentro de los que no pueden ver a “ciertas traiciones” y a “ciertos traidores” están los estúpidos, los analfabetos, los disfuncionales, los anormales, los desidiosos, los apáticos…, en fin, los individuos que, en general, presentan trastornos de sincronía interaccional en un mundo civilizado y mundializado (Ruano, 2003a).
[2] Para tratar este tema, dentro de una inmensa y variada bibliografía, pueden consultarse dos libros de Daniel Jonah Goldhagen (1998). Los verdugos voluntarios de Hitler. Madrid, Taurus y (2003). La iglesia católica y el holocausto: una deuda pendiente. Madrid, Punto de Lectura. Véanse también las siguientes páginas en Internet: http://www.ushmm.org/ , http://www.ushmm.org/wlc/sp/?gclid=CKrUiov8jIgCFR4dGAodmVV-_A .
[3] Para tratar el tráfico de niños en América, véase: http://www.cesarsalgado.net/200107/010725c.htm , http://www.eluniversal.com.mx/internacional/54901.html , http://irmageorginagarciauriarte.blogspot.com/2009/11/sin-freno-robo-de-ninos-en-mexico.html , http://www.publimetro.cl/nota/noticias/detenido-medico-mexicano-por-robo-de-ninos/CPIiks!FnCtgEA3fa6xS5OCN82cyg/ , http://www.youtube.com/watch?v=hD6o7puKnGU&feature=PlayList&p=2A8ECE63667728CA&playnext=1&playnext_from=PL&index=1 . Para tratar el secuestro y asesinato de personas, entre ellas niños, concretamente en Perú, para sacarles la grasa corporal y venderla al mejor postor, véase: http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20091120/28/node/233662/todos/12 , http://www.andina.com.pe/Espanol/Noticia.aspx?Id=5qaCZpVWrLw= , http://www.diariolaprimeraperu.com/online/noticia.php?IDnoticia=50878 , etc.
[4] http://en.wikipedia.org/wiki/Edward_Bulwer-Lytton,_1st_Baron_Lytton .
[5] http://es.wikipedia.org/wiki/Blavatsky , http://www.upasika.com/helena_blavatsky.htm .
[6] http://en.wikipedia.org/wiki/The_Black_Hand .
[7] http://en.wikipedia.org/wiki/Vril .
[8] http://es.wikipedia.org/wiki/Bigfoot , http://www.youtube.com/watch?v=R2SuHSyBCek , http://edition.cnn.com/2008/US/08/14/bigfoot.body/index.html?iref=mpstoryview .
[9] Lauwrence Kusche (1977). El misterio del Triángulo de las Bermudas solucionado. Barcelona, Sagitario.
[11] http://es.wikipedia.org/wiki/A%C3%B1o_de_los_tres_Papas .
[12] Los problemas con Benedicto XVI, uno de los 8 papas alemanes, una de las 100 personas más influyentes del mundo actual, hijo del policía, gendarme u oficial de la policía alemana Joseph Ratzinger y de la cocinera María Peinter, no se limitan solamente a esto, a que fue un nazi, activo, de las tropas de infantería y del “Reichsarbeitsdienst”, es decir un servicio de estrategia nazi de las fuerzas de Adolf Hitler Pölzl, sino también al papel que desempeñó y sigue desempeñando en las investigaciones por pederastia, “y otras cosas más”, del cura mexicano Marcial Maciel, fundador de la ya famosa orden religiosa “Legionarios de Cristo”. Pero ahí no termina el cuestionamiento. Más recientemente, el 12 de septiembre de 2006, Benedicto XVI, en su país natal, Alemania, en la Universidad de Ratisbona, de la que fue alguna vez profesor, pronunció un desafortunado discurso en el que trajo a colación como ejemplos positivos ciertos comentarios que hiciera en el pasado, en el siglo XIV, un emperador cristiano bizantino, Manuel II Paleólogo, en contra del mundo musulmán, del Islam, del profeta Mahoma… Como era de esperar, lógico en estos tiempos de tanta tensión internacional, las protestas, al nivel internacional, del mundo árabe, del mundo musulmán, de muchas comunidades cristianas del mundo, y de medios tan importantes como The New York Times no se hicieron esperar, y ahora el asunto está que arde: ya ha habido atentados contra iglesias ubicadas en el mundo musulmán, en donde, hasta ahora, las relaciones entre cristianos y musulmanes habían sido pacíficas y respetuosas; ya dirigentes y analistas musulmanes han calificado este discurso de Benedicto XVI como “desafortunado”, “lamentable”, “irresponsable”, “inexacto”, “oportunista”…; ¡hasta se ha pedido –concretamente Kuwait y Yemen– el retiro de todos los embajadores árabes o musulmanes ante el Vaticano, a menos que Benedicto y el mismo Vaticano “se disculpen” por este hecho…! ¿Eran necesarias estas alusiones, comparaciones, comentarios, en estos momentos tan difíciles para la paz mundial, para el equilibrio mundial, y justamente dichas por un “líder” (?), por un individuo “contratado” por el Cristianismo para buscar la paz, la estabilidad, el amor, el acercamiento entre los humanos…? ¡Claro que no eran necesarias! ¿Es necesario “seguir echando leña al fuego”? ¡A ver qué se desprende de aquí ahora! Bueno, no es difícil imaginar, ya sabemos… Y si alguien tiene alguna duda al respecto, que consulte, entre cientos de comunicaciones, la información dada por Notimex en Berlín, el 20 de septiembre: “Revelen riesgo de posible intento de asesinato contra Benedicto XVI.” Por lo pronto, a los diplomáticos y representantes del Vaticano en los países musulmanes, y en el mundo entero –musulmanes y árabes hay en todo el mundo, y con una fuerza tremenda– les espera una compleja y riesgosa misión: intentar explicar este lapsus (?) –¿lapsus linguae?, ¿lapsus calami?–, resbalón o metedura de pata de Joseph Ratzinger. ¡Ah, cará, qué problema con esos afloramientos de lo reprimido!
Tradicionalmente, en los países latinoamericanos –en algunos más que en otros, por lo ya conocido– siempre hemos estado muy preocupados por las palabras que “se les salen” a nuestros funcionarios, en especial a nuestros presidentes y a nuestros cancilleres o secretarios o ministros de relaciones exteriores, dentro de nuestros mismos países pero, peor aún, cuando salen al extranjero –¡ahí sí que disparan duro!–, lo que ha creado el estado de alejamiento, de enfriamiento, de ruptura, de las relaciones entre muchos de nuestros países: ¡qué capacidad para decir p…! –por favor, entiéndase “palabras”–. Ahora ya sabemos que “ese hábito de decir cosas que no son justamente las que se quieren decir y que los demás, todos, deben entender como quién sabe qué cosa…”, no solamente pertenece a la herencia de la política latinoamericana: la ilustrísima y refinada retórica eclesiástica europea –digo “europea” porque ya sabemos perfectamente cómo anda de civilizada (?) y de clara (?) la retórica eclesiástica en América…–, al parecer, también padece del mismo mal… ¡En tremendo lío nos meten estos santos padres!
[13] Para considerar algunos ejemplos, recordemos que la arquidiócesis de Boston ha pagado ya unos 110 millones de dólares y la arquidiócesis de Los Ángeles unos 660 millones por concepto de estas demandas. Algunos de los violados sexualmente por curas en Estados Unidos podrían recibir hasta 4 millones de dólares, según informó Reuters el día 16 de julio de 2007. Obviamente, ahí en Estados Unidos sí hay que pagarle a las víctimas, y más le vale a la Iglesia, al Vaticano… Pero en América Latina, pobre de los miles y miles de violados por estos asquerosos curas. Como dice un reconocido investigador latinoamericano en uno de sus libros: “¡Qué polvos tan costosos los que se están echando estos curitas norteamericanos! En Colombia cualquier cura marica sale del paso con cien pesos y un caldo Maggi” (Vallejo, 2007: 216).
[14] Acerca de los “años silenciosos o perdidos de Jesús” pueden consultarse, por ejemplo: Levi H. Dowling (1908). Aquarian Gospel of Jesus the Christ (en español, Evangelio de Acuario de Jesús el Cristo) y el famoso libro Неизвестная жизнь Иисуса Христа (en español La vida secreta de Jesús), del aristócrata, cosaco, espía y periodista ruso Nicolai Notovich, escrito en 1894.
[15] El terrorismo está relacionado también, y entre otras muchas cosas degradantes y fatales, con el tráfico de órganos humanos: http://es.wikipedia.org/wiki/Tr%C3%A1fico_de_%C3%B3rganos . El tráfico de órganos es mundial, más que conocido y denunciado, pero ahí sigue, mucho más grande en los países pobres y tercermundistas, en donde “destazan” a los niños robados, inclusive con la complicidad descubierta de los aparatos gubernamentales. Hay casos espeluznantes de terrorismo, robo y tráfico de órganos humanos, como el caso de Israel: http://unmundollenodemundos.blogspot.com/2009/08/israel-y-el-trafico-de-organos.html , http://www.urgente24.com/index.php?id=ver&tx_ttnews%5Btt_news%5D=127957&cHash=dfb3e03c0a , http://www.esmas.com/noticierostelevisa/internacionales/337191.html , http://www.soitu.es/participacion/2009/08/27/u/leila_1251402358.html , http://alfalestin.blogspot.com/2009/09/trafico-de-organos-palestinos-en-israel.html , http://www.youtube.com/watch?v=JODTp2Liw60&feature=related . Por eso, y por más, no nos sorprende que hasta en Estados Unidos, nada más y nada menos que en el Nueva York del 2009, tan supuestamente vigilado y controlado, una mafia, en donde hay hasta rabinos, se dedicara al tráfico de órganos, al lavado de dinero, a la extorsión, etc.: http://www.portalhispano.org/blog/index.php?entry=entry090724-195700 , http://www.clarin.com/diario/2009/07/24/elmundo/i-01964327.htm , http://www.elmundo.es/elmundo/2009/07/23/internacional/1248376205.html , http://www.bbc.co.uk/mundo/internacional/2009/07/090723_arrestos_fbi_np.shtml , http://www.youtube.com/watch?v=hBsAg0v4_ik , http://www.youtube.com/watch?v=Ic_J_R9nD18&feature=related , etc.
[16] Biblioteca Real de Alejandría. Fue creada en el siglo III a.C., por el rey Ptolomeo II Filadelfo –“el que ama a su hermana”, en alusión a su relación amorosa con su hermana Arsínoe II–. En esta biblioteca llegó a haber unos 900 000 ejemplares. Su destrucción se debió a una guerra entre Roma y Egipto, en el año 48 a.C., que creó un incendio que destruyó a la biblioteca. ¡Es incalculable lo que aquí se perdió! Luego, Ptolomeo III creó otra biblioteca, llamada la biblioteca-hija, que en el siglo III d.C. también fue destruida porque el emperador Dioclesiano, extremadamente supersticioso y quien realizara la primera gran persecución de los cristianos, destruyó todo lo relacionado con alquimia, magia y religión. Luego, en el año 391, Teófilo, patriarca de Alejandría, al frente de un grupo de cristianos enardecidos y contrarios al paganismo, también destruye esta biblioteca, y se construye ahí un templo cristiano. En 1996 terminó de construirse en Alejandría una nueva biblioteca, en memoria a la gran Biblioteca de Alejandría.
[17] Biblioteca de Pérgamo. La segunda en importancia en la historia luego de la de Alejandría. Pérgamo está ubicado en Turquía. Esta biblioteca fue fundada un siglo después de la de Alejandría, por el rey Atalo I Sóter, que reinó entre los años 241 y 197 a.C. Esta biblioteca fue varias veces saqueada y finalmente destruida.
[18] Biblioteca de Constantinopla. Creada por el emperador Constantino. Comenzó en el siglo IV d.C. Ésta es otra de las historias de desdichas de una biblioteca, de una cultura. En el año 476 fue incendiada. Luego, en el año 1204, los miembros de la IV Cruzada, religiosos cristianos, también la saquearon. Finalmente, en el año 1453, los turcos tomaron Constantinopla, y así, entre saqueada y robada, desaparece esta biblioteca.
[19] Torquemada es la personificación también de la traición. Digo “traidor” si consideramos que él fue uno de los principales perseguidores de los judíos en España, propulsor de la expulsión de los judíos de España, y él mismo tenía sangre judía. Por otro lado, recordemos que en España cualquier persona mayor de 12 años, en el caso de las hembras, y mayor de 14, en el caso de los varones, ya podía ser sometido por la Inquisición. ¿Con cuánta literatura acabó Torquemada? ¿Quién sabe? Pero el sólo hecho de que él dirigiera las destrucciones y saqueos contra las bibliotecas de los judíos y de los árabes, solamente eso, constituyó el más atroz atentado contra la historia de la Península, contra la historia de España, contra la historia de una buena parte de Europa y hasta de América. Si alguna vez Torquemada aspiró a tener un lugar destacado en la historia de la Humanidad, su sueño se cumplió: ¡Torquemada se encuentra entre los primeros lugares de los seres más sórdidos, repugnantes y despreciados por los hombres de buena voluntad!
[20] Los textos apócrifos se dividen en tres tipos: 1. Los evangelios arcaicos, 2. Los evangelios ficción y 3. Los evangelios gnósticos.
[21] Y a este periodo escandaloso, plagado de actos inmorales y asqueantes de la pederastia católica, cómo se le podrá llamar: “pornocracia qué numero”…, porque han sido tantas estas etapas, que numerar ésta nos daría un número muy elevado…: “¿pornocracia 1, 000, 000?”, “¿pornocracia X?”, ¿pornocracia Y?”…
[23] Según Alejandro Maciel (2007). “Un silencio pecaminoso”, en Proceso, No. 1603: 44.