[…] Las frustraciones humanas desempeñan un papel relevante en la comunicación afectiva verbo-corporal. El tema de las frustraciones lo trato más detalladamente en mi trabajo intitulado “Comunicación y conducta. Reflexiones en torno a los protocolos comunicativos de los mexicanos de nivel culto en las áreas administrativas de empresas transnacionales del Distrito Federal”. Acerca del tema de las frustraciones se ha hablado bastante, desde muchos puntos de vista e interdisciplinariamente, aunque todavía falta mucho que investigar en este sentido, considerando los factores hereditarios, genéticos, raciales y la situación de culturas en contacto según los casos concretos en las áreas concretas de desempeño. Las frustraciones pueden ser de varios tipos y pueden abarcar desde un país o una comunidad completa –José Elías Esteve Moltó (2004). El Tíbet: la frustración de un estado. Valencia, Tirant lo Blanch–, hasta las frustraciones personales y, en situaciones de sociopatías y sicopatías, la frustración de una de las partes del “yo”:
La frustración es un concepto psicoanalítico importante. Se produce cada vez que el sujeto se halla ante un obstáculo que le impide satisfacer un deseo [La frustración está muy relacionada con el “vacío existencial”. Se llama vacío existencial a la sensación de falta de sentido de la vida, al sinsentido de la existencia, al no saber para qué se vive, lo que conduce al aislamiento anormal y patológico. Las personas que padecen este terrible síndrome consideran que el mundo es inhóspito. Todo esto está relacionado con personas que sufren frustraciones continuas y que llevan una vida monótona y monocromática. Queda claro que las personas con un tal estado ejercen una influencia nociva sobre los demás, que son portadores de una elevada toxicidad social y que, generalmente, son rechazadas por los demás individuos]. En la vida diaria, son numerosas las ocasiones de frustración. Por ejemplo, hace usted una cola durante una hora en un cine de estreno y se anuncia que la sala está completa en el momento en que le había llegado a usted el turno de entrar. Todos hemos estado alguna vez en esta situación de frustración y hemos observado también a individuos que se hallaban como nosotros. Nadie queda encantado, por supuesto, pero la reacción de cada cual es diferente. Hay quien monta en cólera e intenta forzar el obstáculo de la taquilla; otro se va tranquilamente limitándose a alzar los hombros; hay quien decide esperar pacientemente a la próxima sesión; otro se echa a sí mismo la culpa y lamenta no haber venido antes; otro acusa a su mujer de haber perdido demasiado tiempo en prepararse. En los países en donde se observan constantes desastres ecosistémicos, temblores, inundaciones, conflictos bélicos, despidos o cesantías masivos de trabajadores, manifestaciones y plantones que afectan el tráfico vial, violaciones a los derechos de los niños, trata de mujeres, violaciones sexuales a infantes, etc., la frustración adquiere los más variados matices. La observación de las reacciones de los individuos ante la frustración es reveladora de la personalidad: sencillamente cuando usted esté conduciendo su coche, en una parada obligatoria en un semáforo, observe por un segundo al conductor de al lado suyo, o mientras espera la salida de su avión observe las caras y las conductas de los demás pasajeros.
[…] Cuando hablamos y gesticulamos, cuando el cuerpo expresa nuestros sentimientos, gustos, deseos, aspiraciones, anhelos y frustraciones, de la misma manera que lo hacen las palabras, siempre tenemos posibilidades de elegir alternativas o variantes estilísticas, que generalmente significan la misma cosa, pero que no la exponen de la misma manera. “La elección entre dos o más formas ‘sinónimas’ estará dictada por consideraciones de expresividad: escogeremos aquella que comporte el grado conveniente de emoción y de énfasis, aquella cuyo tono, ritmo, estructura fonética y registro estilístico sean más adecuados para el propósito de la frase y para la situación en que esta tiene lugar” (Ullmann, 1968: 122-123) […] Y aquí intervienen, por supuesto y decididamente, las actitudes mentales básicas, tan diferentes en tiempo y espacio, tan diferentes según los “contextos situacionales”, tan diferentes según las culturas concretas, y con frecuencia también tan “traicioneras” y “delatadoras” […] Y hay que tomar en cuenta en todo esto la existencia y marca de los 9 tipos de inteligencia: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/qu%C3%A9-te-consideras-inteligente-pero-de/19j6x763f3uf8/166# […]
En el caso de las frustraciones presentes en la comunicación verbo-corporal, nosotros hemos considerado este problema desde varias ópticas, y en especial a partir de la aplicación de los reactivos siguientes: 1. Mi nivel de satisfacción, 2. ¿Cómo conseguir el apoyo de la gente? Personas que me dan ánimo, 3. ¿Cómo conseguir el apoyo de la gente? Personas que me desaniman.
Siempre ha habido frustraciones. La frustración está presente en el mismo nacimiento y evolución de la Humanidad. La Biblia –o mejor dicho las “biblias”: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/por-qu%C3%A9-existen-tantas-versiones-de-la/19j6x763f3uf8/142# – está llena de frustraciones en todos los sentidos (Ruano, 2003e). Dondequiera hay frustraciones; pero en algunos lugares hay más, cuestión de cantidad y hasta de calidad, porque las frustraciones de algunos grupos y personas en particular son, sencillamente, inconcebibles, patológicas, deprimentes, degradantes, enfermizas, criminales […] Imaginemos cómo será la vida (si es que a eso se le puede llamar vida) de aquellas personas que tienen que vivir en países en donde todo, absolutamente todo, anda mal, está mal, y los conflictos de todo tipo y las guerras están a la orden del día: http://knol.google.com/k/la-guerra-perdida-de-m%C3%A9xico-contra-el-narcotr%C3%A1fico-m%C3%A9xico-en-estado-de-colapso# , http://knol.google.com/k/panorama-de-m%C3%A9xico-en-el-siglo-xxi-los-principales-problemas-de-m%C3%A9xico-parte-i# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/un-panorama-ensay%C3%ADstico-acerca-de-los/19j6x763f3uf8/128# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/el-periodismo-y-los-periodistas-en/19j6x763f3uf8/147# […] ¿Cómo es posible que el pueblo de la América Latina, después de tantas décadas de Independencia (?) y Libertad (?), siga observando pasivo-contemplativamente la impartición de justicia –¿injusticia?– en el área? Se suponía que a partir de la Independencia Iberoamericana del yugo peninsular los países latinoamericanos tendrían mejores leyes, mejores aparatos legislativos, mejor impartición de justicia, mejores impartidores de justicia, una verdadera equidad… ¡Nada de eso! Nunca cayó sobre las jurisprudencias americanas, iberoamericanas, más tenebrosas sombras, incertidumbres y oprobios. A casi dos siglos de la Independencia Iberoamericana, salvo exclusivas excepciones, en la inmensa mayoría de los países de la América Latina hay muchas “sombras” en la impartición de justicia. ¿Y las “luces”…?; como se dice en México, “¡Muy bien, gracias!”[50] (Ruano, 2007; Ruano y Rendón, 2007). En algunos países la indignación de ciertos grupos por la impunidad ha llegado a tal punto que han decidido “enterrar” simbólicamente a las instituciones de justicia, con sus impartidores inclusive.[51] ¿Es que acaso tantas frustraciones juntas, repetidas, unas tras otras, no generan agresividad? ¿Es que se nos olvidó, como decía Herbert Spencer, que “todo delito no castigado genera una cadena de delitos”? ¿Ya se nos olvidó a dónde conduce la débil impartición de justicia, en especial en áreas geográficamente claves?: “Para que un país sea atractivo para los traficantes [y delincuentes de todo tipo], tiene que tener una administración de justicia muy débil, unas fuerzas armadas fácilmente comprables, un liderazgo político corrupto y un sistema financiero suficientemente grande y sofisticado como para poder digerir y transferir fondos, así como una buena localización geográfica” (Naím, 2007). ¿No es hora ya que tanto los aparatos gubernamentales, como los aparatos sindicales, como los aparatos jurídicos, como los aparatos castrenses, todos finalmente contratados por el pueblo, pagados por el pueblo, servidores del pueblo, dejen a un lado sus rencillas y competencias por el poder y, por fin, se den el “abrazo de Acatempan”,[52] para servir a quienes tienen que servir realmente, al pueblo? ¡Cuidado, señores y señoras gobernantes de América! ¡Cuidado, señores y señoras impartidores de justicia en América! Ustedes mejor que nadie saben que todo tiene un límite, y que cuando se rompe ese límite, todo, pero absolutamente todo, puede pasar, ¡y de hecho pasa…! […] En algunas áreas continentales, países, grupos etnolingüísticos, sexos, edades, las frustraciones tienen sus particularidades muy concretas […] Las frustraciones, esos estados de vacíos o anhelos insaciados, siempre están presentes en el discurso, cualquiera que sea éste: verbal o no verbal. Pero las frustraciones –y señalamos aquí que hay de “frustraciones” a “FRUSTRACIONES” y de “frustrados” a “FRUSTRADOS”– están presentes mayormente en el diálogo, en el discurso habitual, en la vida pública, en la vida laboral o en la vida íntima, a través de los “gestos”, de las “palabras”, de las “oraciones”, de las “frases”, de las “ideas”, de los “dichos y refranes”, de las “asociaciones de palabras”, de las “formas de ver el mundo” y de las “formas de analizar y evaluar a los demás”. Las frustraciones se observan hasta en la voz –que es un fenómeno de la comunicación no verbal–, en la forma de vestirse, en la imagen física, en las variantes del maquillaje y en las variantes del no-maquillaje, y en las formas de comer y beber. Hay que tener mucho cuidado con la exposición de las frustraciones, con sacar las frustraciones al exterior, con el hecho de que los demás conozcan tus frustraciones […] Es normal que los grupos frustrados, que las personas frustradas, sean rechazados. Las sociedades sanas, los grupos sanos, las personas sanas, alegres, felices, con un elevado sentido de la vida y el disfrute, rechazan a los frustrados y se acercan, con gusto y afecto, a las sociedades e individuos alegres, gratos, simpáticos, carismáticos y con un gran sentido de la vida y el disfrute. Claro que, en teoría, sabemos que en la vida moderna todos los grupos de individuos, que todas las personas, tienen sus problemas, sus limitaciones; pero “esas frustraciones tan marcadas” –y no las pequeñas, sutiles o pasajeras frustraciones, normales en la vida moderna– son las que hacen rechazables a los grupos y a las personas. Claro que las frustraciones no son buenas, en ningún sentido […] ¿Por qué? Bueno, primeramente, porque la persona frustrada, porque el grupo frustrado, expresa con gestos y palabras una “agresividad malsana” –recordemos aquí que no todas las agresividades son malsanas (Huntington y Turner, 1987; Oliver y Mos, 1988)– hacia los demás, lo que se llama reacciones extrapunitivas; pero también hacia sí mismo, lo que se llama reacciones intrapunitivas–, y justamente por eso al frustrado se le considera antisocial y autodestructivo. Claro que también sucede que el frustrado, debido a sus particularidades traumáticas y disociantes, con frecuencia intenta manipular, sin respeto alguno a quien sea, con el objetivo de salirse con la suya, de lograr sus objetivos, generalmente negativos, y de tal manera puede aparentar “conciliar”, y por eso aparece una tercera reacción del traumático llamada reacciones impunitivas. La personalidad del frustrado, generalmente, es inconfundible, y no me refiero a que sea inconfundible solamente para los que hemos trabajado, de cualquier manera, la comunicación y el carácter, es decir los caracterólogos, o para las personas adultas, experimentadas o con un amplio conocimiento de las culturas y los protocolos comunicativos internacionales. Me refiero a que la personalidad del frustrado es tan evidente y rompiente que hasta los niños pueden detectar esos “caracteres especiales”, al decir de algunos frustrados. Conocemos perfectamente al frustrado porque en el discurso hablado,[20] en el diálogo, antes de hablar el frustrado expresa con gestos primero lo que está pensando y que luego dirá con palabras, si es que llega a expresarse verbalmente. El frustrado generalmente habla más con gestos que con palabras; son los gestos los que, ante todo, descubren al frustrado y a las frustraciones. El frustrado emplea todo un sistema de comunicación que se denomina Protocolo de la Frustración (véase Protocolos y Etiquetas en http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/protocolo-y-etiqueta-o-protocolos-y/19j6x763f3uf8/12# ), por eso los frustrados –según las áreas de frustraciones– se buscan, se identifican, se entienden, comparten sus códigos de frustración… Lo ideal sería que no hubiera frustraciones, o por lo menos “esas frustraciones” que hacen rechazables a los frustrados; pero para esto tanto los padres, como la familia, como los gobiernos, como las entidades educativas, y en algunos países las asociaciones religiosas, tendrían que aunar esfuerzos para crear un mundo más civilizado, cultivado, equilibrado y tolerante. ¡Y sabemos que esto es un “sueño guajiro”! […] La familia, la educación, la instrucción, las religiones, desempeñan un papel trascendental en las frustraciones humanas: http://knol.google.com/k/familia-mexicana-familia-educaci%C3%B3n-y-cultura-social-en-el-m%C3%A9xico-contempor%C3%A1neo# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/analfabetismo-funcional-analfabetismo/19j6x763f3uf8/6# […] La religión y las religiones, y sus conflictos y desaciertos, han decidido y siguen decidiendo los futuros de los hombres, de los grupos humanos, de la Humanidad; la religión y las religiones han decidido y siguen decidiendo la vida y la muerte a destiempo, las frustraciones y las infelicidades de grupos, de pueblos, de continentes […] Las frustraciones sexuales son incontables y terribles, penosas, traumáticas: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/sexo-y-g%C3%A9nero-o-sexos-y-g%C3%A9neros/19j6x763f3uf8/17# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/hablemos-un-poco-acerca-de-nuestras/19j6x763f3uf8/77# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/analicemos-un-poco-los-lenguajes-de-la/19j6x763f3uf8/127# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/imagolog%C3%ADa-del-falo-pene-o-pinga-a/19j6x763f3uf8/153# , en especial las frustraciones sexuales de ciertos grupos religiosos, destacándose aquí el clero católico o curas o sacerdotes católicos: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/sexo-pederastia-paidofilia-pedofilia/19j6x763f3uf8/22# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/sexo-pederastia-paidofilia-pedofilia/19j6x763f3uf8/19# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/los-alcances-de-la-depravaci%C3%B3n-del-cura/19j6x763f3uf8/117# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/acaso-alguien-puede-creerle-al-cardenal/19j6x763f3uf8/118# […] Muchos matrimonios conformados por individuos pertenecientes a culturas diferentes en general, y a religiones disímiles en particular, fracasan por no considerar de antemano toda una serie de tradiciones, protocolos, hábitos, ritos, etc., que están muy arraigados en uno de los miembros o en los dos. Claro está que no todos los divorcios se producen por las mismas causas: http://experiencia.indigobrainmedia.com/web/piensa/edicion149/#1/1 . En los matrimonios, con mucha frecuencia, luego de ciertos años, ya inclusive con hijos, llega el cansancio, la molestia, el aburrimiento, los problemas aumentan por muy diversas causas sociales y biológicas: estrés, impedimentos para la sexualidad, factores económicos e inestabilidad en el hogar debido a las crisis económicas regionales y mundiales, etc., y la vida de pareja se hace insoportable. Es recomendable que desde el principio, desde el noviazgo, se consideren cuidadosamente los distintos comportamientos grupales –grupo étnico o grupo sociocultural, grupo socioeconómico…– y personales de la pareja. Ésta es la única manera de intentar evitar las frustraciones y los fracasos de la pareja a corto o largo plazo. Para considerar algunos de los problemas habituales en este tipo de pareja, puede consultarse: Michael Henesy y Rosemary Gallagher (2002). Cómo sobrevivir casado con un/a católico/a. Argentina, Lumen; James Douglas Barron (2002). Ella quiere un anillo y yo no quiero cambiar nada. Todo lo que un hombre debe saber para superar el miedo a comprometerse y casarse. Barcelona, Urano; Rosalba Rodríguez (2003). Hombres, ni machos, ni mensos, ni mansos. México, Grijalbo; Margaret Kent (2007). Cómo casarse con el hombre de sus sueños. México, Aguilar. Un divorcio tiene más implicaciones que la mera ruptura de una pareja si consideramos las afectaciones que trascienden a los hijos. Para considerar la afectación de los divorcios en los hijos véase, por ejemplo: Julia Borbolla de Niño de Rivera (2002). Divorcitis. La epidemia que ataca a los niños. México, Diana […] La belleza y la fealdad marcan a muchas personas y sus frustraciones: http://knol.google.com/k/belleza-y-fealdad# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/complejo-de-adonis-o-vigorexia/19j6x763f3uf8/18# […] Las razas o grupos étnicos o color de la piel o figuras del cuerpo son fuentes de frustraciones: http://knol.google.com/k/belleza-y-fealdad# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/racismo-en-m%C3%A9xico/19j6x763f3uf8/102# […] Existen frustraciones gastronómicas, es decir por lo que no se puede comer y por lo que no se puede beber: http://knol.google.com/k/comida-mexicana-o-gastronom%C3%ADa-mexicana# , debido, principalmente, a las enfermedades, afectaciones, padecimientos, y tabúes o prohibiciones: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/tab%C3%BA-y-tab%C3%BAes/19j6x763f3uf8/149# […] Las migraciones, las personas que migran, los emigrados, los inmigrantes o balseros o espaldasmojadas, tienen también sus múltiples frustraciones: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/migrantes-o-espaldasmojadas-o-wet-back/19j6x763f3uf8/134# […] En el exilio, en el autoexilio, en la migración, siempre hay de todo, como en botica, y hay gente magnífica, gente muy buena, pero la inmensa mayoría está muy dañada por muchas cosas, cosas de todo tipo, ¡son tantas las frustraciones de los exiliados! Y hay algunos ahí que son la personificación viva de la tiña, de la sarna, y eso se pega, entonces, en estos casos, no hay como una buena dosis de profilaxis, o te contaminas, y eso es irreversible, si se te pega ya lo cargas para el resto de tu vida […] Mucha gente de esa, con castrismo o sin castrismo, habría tenido las mismas frustraciones, porque ya traen la frustración en su ADN, son personas genéticamente frustradas, la frustración es su marca […] Los miedos, las fobias, los terrores, son fuentes de frustraciones: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/abordando-el-tema-del-miedo-el-temor-y/19j6x763f3uf8/140# […] ¡Qué frustración, cuáles frustraciones, se supone que no traen consigo los migrantes, documentados o indocumentados, que llegan a aquí, a Estados Unidos de América, procedentes de las más diversas partes de “el mundo en extremo desorden”! […] Cuando ves a los migrantes de Centroamérica, de México, de El Salvador, de Guatemala, de Honduras, de Haití […] cuando hablas con ellos y oyes lo que han vivido en sus países y, peor aún, en su travesía por México para llegar a Estados Unidos, cuando observas sus rostros de espanto y dolor, entonces es que uno mira al cielo, abre los brazos alzándolos, y le dice a Dios, al dios que sea, al dios de preferencia o gusto o de moda: “¡Dios mío, pero qué es esto, qué has hecho!” […] http://knol.google.com/k/migrantes-o-espaldasmojadas-o-wet-back-o-indocumentados-o-sinpapeles-o-balseros# […] ¡Y pobres de los periodistas que tengan que trabajar en países como Pakistán, Iraq (Irak), México, Honduras, Colombia! […] que son los países más peligrosos para el pariodismo, para los periodistas, para los medios de comunicación http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/el-periodismo-y-los-periodistas-en/19j6x763f3uf8/147# […] ¡Qué frustraciones no tienen los periodistas en estos “países cementerios clandestinos”, “países morgues”, “países infiernos” […]
Quisiera detenerme un poco en este tema de la inteligencia interpersonal o social (para considerar las 9 inteligencias humanas, véase: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/qu%C3%A9-te-consideras-inteligente-pero-de/19j6x763f3uf8/166 , http://knol.google.com/k/como-trabajar-con-los-estudiantes-universitarios-de-ciencias-sociales-o-la# ) dada la trascendental importancia que ella presenta en países o áreas donde existe una evidente heterogeneidad étnica, social, cultural, económica, política, religiosa e incluso lingüística, marcadas conductas machistas, marcado síndrome de María, marcado Síndrome del Sapo Cancionero, etc., o, como decimos ahora habitualmente, en “situaciones de globalización”. Aquí la pregunta sería la siguiente: ¿cómo hacerle para “vivir en paz” con los demás, para vivir de alguna manera entre los demás sin crearnos conflictos e irritaciones que sólo nos deparan la amargura de una convivencia forzada, intolerable e hipócrita? Independientemente de que para esto recomendamos la lectura del texto: Fernando Antonio Ruano Faxas y Paulina Rendón Aguilar (2002). Qué entender por calidad y calidad de vida en un mundo globalizado. México, Ediciones ЯR, que está disponible en http://openlibrary.org/search?q=ruano+faxas , en http://openlibrary.org/b/OL22647950M y en http://knol.google.com/k/an%C3%B3nimo/calidad-calidad-de-vida-y-corrupci%C3%B3n/19j6x763f3uf8/23# , la respuesta tiene que partir de ¿cómo preparamos en realidad a nuestros niños para el futuro inmediato? Aquí lo primero que aparece ante nuestros ojos no solamente es la lejanía, la distancia, entre padres e hijos en ese periodo tan importante que es la infancia –no hablemos ya de la “lejanía” de la madre, y del padre, con respecto al feto, en el proceso de gestación: Flora Davis (1995). La comunicación no verbal. España, Alianza Editorial, “Las lecciones del útero”, 183-197–, por las causas que sean, sino, y peor aún, la pésima y desajustada educación e instrucción que se les brinda a nuestros niños y jóvenes en la actualidad, una educación y una instrucción que en promedio nos hacen recordar “educaciones vulgares y maleadas” o “morales y purgadas de las más comunes preocupaciones”, al decir de José Joaquín Fernández de Lizardi: http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Joaqu%C3%ADn_Fern%C3%A1ndez_de_Lizardi , el llamado “Maniático de la educación”, ambas fuera de lugar en un mundo globalizado, en un mundo con tantos y tan variados problemas de toda índole, en un mundo que tiende al desarrollo integral, al paso de una educación e instrucción tercermundistas a una educación e instrucción primermundistas. A hombres y mujeres, a todos, sin distinción de sexo o raza, de religión, hay que instruirlos con fundamento en las exigencias de un mundo moderno. A veces tal pereciera que se mantiene el absurdo y rígido argumento evolucionista de antaño que dice que si dos grupos humanos chocan entre sí y uno extermina al otro, el vencedor es biológicamente más afortunado que el vencido. La vida de diferencias y deslealtades grupales que llevamos hoy los humanos es sencillamente una mezquindad: “Si se hubiera esforzado [el ser humano] en vivir competitiva pero pacíficamente [y también respetuosamente] uno al lado del otro, la especie entera considerada como un todo habría resultado mucho más beneficiada […] ¿Qué diferencia hay entre unos nativos negros que degüellan a un misionero blanco y la chusma blanca que lincha a un negro indefenso?” (Desmond Morris [1993]. El zoo humano. Barcelona, RBA). Por lo menos para la víctima, para el afectado, ninguna en lo absoluto. Es por tal situación que hemos comentado muchas veces algo que ya es viejo: la educación y la instrucción deben ser parejas para todos, “deben ir al fondo de las cosas, penetrar en el sentido de los hechos, y al mismo tiempo que informar y esclarecer, formar la personalidad humana para ejercer rectamente el criterio y cumplir el deber de los hombres asociados para el bien de todos”. “El magisterio [debe ser] es [un proceso] eminentemente moral, inspirado en el respeto a la personalidad humana y enérgicamente incompatible con la violencia, la coacción o el engaño de los políticos oportunistas de todos los tiempos [y de algunas asociaciones, congregaciones o grupos que por conveniencia propia y extrañas manipulaciones morales suman a los hombres en la más profunda ignorancia y la más asquerosa de las vejaciones] (José Martí [2000]. Ismaelillo. La Edad de Oro. Versos sencillos. México, PORRÚA). En este sentido, recomendamos la lectura de la “Introducción…” a La Edad de Oro, de José Martí.
Otras preguntas interesantes serían las siguientes: ¿Cuándo se supone que tanto la hembra como el varón van a conocer los problemas concretos del comportamiento, los hábitos, las conductas del “otro” no familiar, del “otro” que no pertenece a su “tribu”? ¿Cuándo se produce el noviazgo? ¿Cuándo se produce el matrimonio? ¿No sería bueno instruirlos a temprana edad ya en el respeto del “otro” que no pertenece a su grupo inmediato y así evitar, entre otros daños, la desastrosa separación matrimonial que termina en divorcio con las consabidas nefastas repercusiones en los hijos? ¿Acaso está bien que se produzca la educación y la instrucción de varones y hembras en escuelas aisladas, especiales para uno u otro sexo de manera exclusiva, especialmente durante largos períodos? ¿Es así como se puede y se debe conocer respetuosamente “al otro”? Los riesgos son muy grandes… Aquí recomendamos la lectura, entre muchas otras que tocan este tema, de “Grabación y malgrabación”, del libro El zoo humano, de Desmond Morris, que en la edición de Barcelona, RBA, de 1993, está entre las páginas 128 y 147, especialmente la parte concerniente a la homosexualidad y sus formas en prisiones, buques, cuarteles militares, escuelas religiosas, conventos y seminarios religiosos, que en esta misma edición aparece entre las páginas 141 y 147. ¿Nos hemos preguntado por qué a muchos grupos no les conviene que se conozcan las verdaderas estrategias y códigos de las relaciones interpersonales? Para que las cosas sigan “como hasta ahora”, a muchos grupos y personas les conviene que no se conozcan esos códigos especiales de la comunicación interpersonal, que no se hable de eso, que el asunto siga siendo tabú, porque de lo contrario se conocería “la otra cara de la moneda” de las relaciones interpersonales, la parte negativa, el engaño, la mentira y todos sus grados y tipos. Como texto de consulta para este tema recomendamos a Feggy Ostrosky-Solís, op. cit.: “El engaño y cómo identificarlo: el control de la comunicación no verbal”, 233-249 […]
Investigaciones pedagógicas han mostrado que los estudiantes se diferencian entre sí por el grado de adaptación que poseen en el medio que les rodea en el CES (Centro de Educación Superior) o IES (Institución de Educación Superior). Los profesores de la Universidad de Rostov han distinguido tres tipos de actividad y conducta de los estudiantes en la esfera del aprendizaje:
1. El primer tipo se caracteriza por el amplio modo de abordar los objetivos y tareas de la enseñanza en el CES. Los intereses de los estudiantes de este grupo están orientados a un conglomerado de conocimientos más amplios que los que se prevé en el programa –el estudio de las ramas afines del conocimiento, la activa participación en el trabajo científico, etc.–. La labor social de estos estudiantes aparece en todas las múltiples formas de la actividad colectiva.
2. El segundo tipo se diferencia por la estricta orientación hacia una especialización determinada. Aquí la actividad cognoscitiva de los estudiantes se sale de los límites del programa docente; sin embargo, “no fuera de su campo específico”, sino “dentro de su campo específico”. En tales casos, las aspiraciones e intereses culturales de los estudiantes están limitadas por el marco de los intereses “circunprofesionales”.
3. El tercer tipo aparece orientado a la investigación pasiva del volumen y estructura de los conocimientos enmarcados en el programa docente. Los intereses culturales de este grupo de estudiantes no se verifican sobre la base de la actividad creadora y dinámica. Este tipo de actividad es la menos creadora. [11] Es frecuente que los alumnos que prefieren este tipo de actividad entren en conflicto con los estudiantes que prefieren los dos tipos anteriores de actividad, y hasta que entren en conflicto con la misma institución educativa y con los docentes en particular. Algunos de los rasgos que caracterizan a los educandos que prefieren este tipo de actividad son: apatía, indiferencia, frustración social, frustración cultural, frustración intelectual, esquematismo, atraso cultural, analfabetismo funcional, falta de iniciativa, falta de vocación, carencia de liderazgo positivo, presencia de liderazgo negativo, núcleos familiares con marcada disfunción cultural, traumas y frustraciones afectivo-amoroso-sexuales… Hay investigaciones que demuestran que en algunos países, y en determinados grupos sociales en concreto, ésta es la actividad docente-educativa no solamente que prevalece, sino que, por un motivo u otro, es la preferida. Algunos docentes se identifican con este tipo de actividad contraproducente porque manifiestan que establecer programas y actividades educativos más complejos podrían crear descontento en la masa estudiantil, lo que se vería reflejado de alguna manera en las evaluaciones docentes personales, que deciden su permanencia como profesores en las instituciones educativas. Esto no es un secreto para nadie, al contrario. Basta consultar las estadísticas internacionales acerca de la educación, la ciencia, la técnica y la cultura, al alcance de todos en Internet, en e.book o libro digital o libro electrónico o audiolibro y otros medios semejantes, [12] y de ahí salen las conclusiones […]
La “conducta irresponsable y negligente” de gobiernos –especialmente a través de las secretarías y ministerios del trabajo y del aparato de procuración de justicia laboral–, de sindicatos, de empresas y de directivos en el ámbito laboral y de Recursos Humanos, en resumidas cuentas, lo único que hace es fortalecer la corrupción y agregar aún más frustraciones a la vida cotidiana –que ya está llena de frustraciones por múltiples motivos, pero en especial por algo que se llama “impotencia”– del trabajador promedio y de su familia, lo que, de manera cíclica, se reflejará, en un momento u otro, en el mismo destino, en la misma vida –¿y muerte?– de gobernantes, funcionarios y directivos de sindicatos y empresas. La historia ha demostrado y sigue demostrando, penosamente, que las frustraciones de los pueblos y los trabajadores traen consecuencias nefastas, a la corta o a la larga, cuestión de tiempo […]
Con las frustraciones humanas están relacionados los PROTOCOLOS DEL DESPRECIO: La ideología del desprecio y el discurso del desprecio siempre se han manifestado, en todos los tiempos y en todas las culturas, en todos los lenguajes: verbales y no verbales. Tanto la ideología del desprecio como el discurso verbo-corporal del desprecio tienen dos variantes: 1. lo que piensa, siente, dice y hace “el despreciador” y 2. lo que piensa, siente, dice y hace “el despreciado”. Los protocolos, los códigos, las señales, los signos, los significados, que se producen en la comunicación entre despreciadores y despreciados, al nivel público, al nivel laboral y al nivel íntimo, han sido múltiples y variados a través de la historia. En el mundo actual los protocolos del desprecio varían según los continentes, los países, los grupos sociolingüísticos, las instituciones, los sexos, las categorías, las profesiones, etc. Algunos de los protocolos del desprecio son tan sutiles que la mayoría de las personas no los detectan e interpretan en su verdadera y real magnitud. Este tipo de discurso nació con la misma creación del ser humano: “¡hay que agredir al otro que no es como yo y que no piensa como yo!”, “¡el que no es como yo y no piensa y actúa como yo, que no se ve como yo, es, sencillamente, una amenaza para mí y para los míos, y por eso tiene que ser destruido!” En los mamíferos no humanos, especialmente en los primates, también se observa este tipo de pensamiento y discurso del desprecio, en donde la agresión es el rasgo principal. Lo preocupante aquí es que en pleno siglo XXI la ideología del desprecio y el discurso verbo-corporal del desprecio siguen estando presentes con todo su esplendor barbárico entre los grupos humanos “supuestamente civilizados”, y, lo que es peor, están marcadamente presentes en grandes potencias y organizaciones mundiales que deciden total y absolutamente el presente y el futuro, la vida y la muerte, del planeta y de todas sus comunidades, desde las más civilizadas y sofisticadas hasta las más tribales –de “tribu”– y hordales –de “horda”–, algo que puede comprobarse claramente en las conductas internas y externas, en las políticas nacionales y exteriores, en las relaciones nacionales y las relaciones exteriores, de países como Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, España, Italia, China, Bolivia, México, Brasil, Cuba, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Guatemala, El Salvador, Haití, Israel, Líbano, Afganistán, Iraq, Irán, Egipto, India, Pakistán y muchos otros. La ideología del desprecio y el discurso verbo-corporal del desprecio se producen toda vez que alguna persona, organización, entidad, comunidad, país, estado, continente, etc., de la forma que sea, encubierta o abiertamente, daña, agrede, afecta, escisiona, segrega, humilla, mutila, discrimina, manipula, extirpa, no toma en cuenta, al otro, a los otros, y a sus necesidades, intereses y valores. Sin duda alguna, en la actualidad tanto la ideología del desprecio como el discurso verbo-corporal del desprecio son conductas que habitualmente están presentes en organizaciones, instituciones y personas con fuertes traumatismos psico-sociales, con elevados niveles de frustraciones de todo tipo, con fuertes complejos, todo lo cual, en estas supuestas situaciones de civilidad humana, sólo podrían considerarse como “imágenes fuchi”, imágenes degradantes, imágenes asqueantes, imágenes rústicas. Las ideologías del desprecio y los discursos verbo-corporales del desprecio, según los contextos, están cargados de una muy variada plurisignificación. Desgraciadamente, debido a la ignorancia y la incultura, debido al analfabetismo y al analfabetismo funcional, debido al desconocimiento de los más elementales protocolos de convivencia social y pacífica, muchos grupos sociales, muchos grupos humanos, muchas élites, inclusive “cultas” (?), no conocen, y de ahí que no puedan decodificar o interpretar, leer, los claros o sutiles discursos e ideologías del desprecio. En las ideologías y los discursos del desprecio lo más triste y penoso es ver cómo los mismos blancos desprecian a su mismo grupo blanco, los mismos negros desprecian a su mismo grupo negro, los mismos indios desprecian a su mismo grupo indio, los mismos religiosos de un mismo grupo desprecian a los religiosos de su mismo grupo, los mismos políticos de un determinado partido desprecian a los políticos de su mismo partido o grupo, etc., en donde el desprecio se transforma en un comportamiento masivo de todos contra todos. Claro que aquí podríamos añadir que sería bueno preguntarnos que en una tal situación de “todos contra todos” a dónde se supone que nos conducimos, a dónde se supone que queremos llegar, si no es al caos y a otro de los tantos “apocalipsis”… ¿No sería bueno y “prudente” que los líderes y estrategas de las ideologías del desprecio, sus “ilustres y calificados asesores” (?) y los grupos humanos (?) confundidos se replantearan estas ideologías antisociales y conflictuantes? ¿Acaso ya no tienen suficientes lecciones en la historia y la actualidad? ¡Cuidado!: cuando “los despreciados” toman el poder, la suerte de “los despreciadores” se transforma en una verdadera pesadilla… ¡Cuidado!: los despreciados pueden transformarse en despreciadores. “Se supone” que cualquier persona del mundo moderno y globalizado actual puede entender el mundo que le rodea, por lo menos su “mundo inmediato”, que puede oír y ver las noticias en cualquiera de los tantos medios masivos de comunicación…; pero no está de más “alertar”, por si el caso fuera otro. Miremos lo que está pasando en América en Estados Unidos, en México, en Cuba, en Chile, en Venezuela, en Ecuador, en Argentina, en Nicaragua, en Brasil… Para considerar en alguna medida las ideologías del desprecio y los discursos verbales y no verbales del desprecio, recomiendo ver, entre cientos de filmes, la película estadounidense, de corte multicultural,
Babel, del director mexicano Alejandro González Iñárritu […]
http://www.youtube.com/watch?v=vJIec2Lp_3o
Filólogo e imagólogo Fernando Antonio Ruano Faxas
Philologist and Image Consultant Fernando Antonio Ruano Faxas
Филолог и консультант Фернандо Антонио Руано Факсас
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