Abstract
TRABAJO INDEPENDIENTE, INDEPENDENT WORK, САМОСТОЯТЕЛЬНАЯ РАБОТА
CONTINÚA DE LA PARTE VI: http://knol.google.com/k/an%C3%B3nimo/como-trabajar-con-los-estudiantes/19j6x763f3uf8/106#
ÍNDICE: ESENCIA DEL TRABAJO INDEPENDIENTE DE LOS ESTUDIANTES Y PREMISAS PARA SU ORGANIZACIÓN: El trabajo independiente como forma del proceso docente, La personalidad del estudiante y del profesor como premisa para la organización del trabajo independiente, La continuidad en el trabajo independiente de los estudiantes. FORMAS Y TIPOS DE TRABAJO INDEPENDIENTE DE LOS ESTUDIANTES: El trabajo docente independiente y sus tipos, Preparación para los seminarios, Preparación para las evaluaciones en clase en el periodo de exámenes. OBJETIVOS DEL TRABAJO INDEPENDIENTE DE LOS ESTUDIANTES Y SU PLANIFICACIÓN: Papel de la conferencia en la organización del trabajo independiente de los estudiantes, Cómo trabajar con los libros, Recomendaciones metodológicas para el estudio de las obras de los clásicos de las ciencias sociales, Cómo planificar el trabajo independiente de los estudiantes. RECOMENDACIONES PARA MEJORAR LA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO INDEPENDIENTE DE LOS ESTUDIANTES AL NIVEL UNIVERSITARIO.
1. El léxico.
2. El fónico-fonológico.
3. El morfológico.
4. El semántico.
5. El sintáctico.[65]
El estilo: http://knol.google.com/k/an%C3%B3nimo/estilo-o-estilos/19j6x763f3uf8/10# , también es decisivo para que un texto se escriba armónica y correctamente.
En los centros de educación superior son comunes entre los alumnos, y también entre muchos docentes, los problemas de dislexia, de disgrafía, de disortografía, etc.
Un problema bastante frecuente en los textos que se escriben en los CES, tanto por parte de los alumnos como por parte de muchos docentes y el órgano administrativo en general, es la acentuación. Los caminos de la buena acentuación son dos:
1. Aprender a acentuar con la práctica, leyendo buenos libros de autores de lengua española.
2. Aprendiendo de memoria las reglas y excepciones de la ortografía.
Los acentos pueden ser:
1. Prosódico.
2. Ortográfico.
3. Diacrítico.
4. Enfático.
Para su acentuación ortográfica, las palabras se dividen en:
1. Agudas u oxítonas.
2. Graves, llanas o paroxítonas.
3. Esdrújulas o proparoxítonas.
4. Sobresdrújulas.
Generalmente se presentan problemas de acentuación con los monosílabos, las mayúsculas, la interrogación, la admiración, los diptongos y triptongos, los términos y nombres extranjeros, la conjunción o, cuando la misma palabra puede pertenecer a dos categorías gramaticales diferentes: este, como adjetivo, y éste, como pronombre. También pueden presentarse anomalías en la acentuación a la hora de pronunciar y escribir los verbos terminados en –iar. Los problemas de acentuación más comunes con los verbos terminados en –iar, que están a la orden del día en todo tipo de discurso hablado o escrito en México, ya sea vulgar, popular o culto, en los mercados o tianguis o en las escuelas, en escuelas indígenas y en escuelas mestizas, en escuelas rurales y en escuelas urbanas, en escuelas nacionales del gobierno o en escuelas privadas, en la televisión, en la radio, en las universidades, en trabajadores comunes y en maestros, profesores, docentes con categoría de Maestría y Doctorado, en los dueños de las casas o “señores” y en las “chachas” y “maístros”, en los “fresas” y en los “nacos”, en altos ejecutivos, en funcionarios, secretarios o ministros o mandatarios, etc., se registran en los verbos comerciar, conferenciar, diferenciar, distanciar, espaciar, escanciar, financiar, negociar, referenciar, saciar y silenciar. Así, por ejemplo, se pronuncia y se escribe diferencia y no diferencía, negocia y no negocía, referencia y no referencía, etc. Pero la lista de estos verbos terminados en –iar, que deben ser conjugados según el modelo del verbo CAMBIAR, que diptongan en la conjugación y que no se acentúan, es larga: abreviar, acariciar, acopiar, acuciar, afiliar, agenciar, agobiar, agraciar, agraviar, agremiar, ajusticiar, algaciar, aliviar, aneciar, anestesiar, angustiar, anunciar, arreciar, apremiar, apropiar, arpegiar, arreciar, asalariar, asfixiar, asociar, atrofiar, auspiciar, auxiliar, bazofiar, beneficiar, cambiar, circunstanciar, codiciar, colegiar, columpiar, comediar, comerciar, compendiar, conciliar, conferenciar, congeniar, congraciar, contagiar, copiar, custodiar, demediar, denunciar, despreciar, desagraviar, desahuciar, desgraciar, desperdiciar, despreciar, desprestigiar, desquiciar, diligenciar, diluviar, disociar, divorciar, elogiar, encomiar, endemoniar, engraciar, enjuiciar, enlabiar, enmustiar, enrabiar, enranciar, enrubiar, ensuciar, entibiar, entremediar, enturbiar, enunciar, enviciar, envidiar, escanciar, escariar, escoliar, escuriar, espoliar, estudiar, evidenciar, excoriar, exiliar, expoliar, expropiar, fastidiar, feriar, filiar, foliar, fotocopiar, hiperestesiar, hipertrofiar, historiar, incendiar, incordiar, ingeniar, iniciar, injuriar, industriar, insidiar, intermediar, irradiar, licenciar, lidiar, limpiar, lisiar, maleficiar, maliciar, matrimoniar, matriar, mediar, meliar, menospreciar, miniar, mustiar, noticiar, obsequiar, obviar, odiar, oficiar, paliar, parodiar, plagiar, potenciar, preciar, premiar, presagiar, prestigiar, principiar, privilegiar, promediar, pronunciar, propiciar, rabiar, radiar, ranciar, reconciliar, refugiar, remediar, renunciar, repropiar, resabiar, residenciar, reverenciar, rumiar, salariar, salmodiar, sentenciar, seriar, sitiar, sumariar, sustanciar, tapiar, terciar, testimoniar, vanogloriar, vendimiar y viciar.
Otro problema de conjugación y acentuación se presenta con los verbos terminados en –uar. Estos verbos terminados en –uar se dividen en dos grupos: 1. Los que conservan el diptongo y no acentúan la u y 2. Los que forman hiato, y por eso acentúan la u. Los terminados en –cuar y –guar pertenecen al primer grupo de verbos, y por eso no llevan acento. Así, se debe pronunciar y escribir adecua y no adecúa; adecuo y no adecúo, etc. Estos verbos, que en cuanto al acento se deben conjugar según el modelo del verbo AVERIGUAR, son unos cuantos: aciguar, achiguar, adaguar, aguar, alenguar, amenguar, amortiguar, anticuar, antiguar, apaciguar, apropincuar, atreguar, averiguar, colicuar, confraguar, chuguar, empascuar, enmaniguar, evacuar, eyacuar, desaguar, desmenguar, fraguar, licuar, menguar, oblicuar, santiguar, sobreaguar, tameguar.
En México está generalizado el uso de la –s en conjugaciones verbales que no la admiten, en el español moderno, en el español actual, en el español en su variante culta. Así, por ejemplo, es común oír y leer en este país “tu comistes”, “no me dijistes”, “cuándo llegastes”, “¿Hace mucho que vinistes”?, “Oyes, ¿me puedes dar ese lápiz?”… Este grave problema de imagen verbal y de imagen social es tan amplio y complejo que prefiero no abundar aquí en él y remitir al lector interesado a cualquier libro elemental de gramática de la lengua española.
La pluralización de los números es otro problema en México. ¿Por qué pluralizar los números si éstos señalan con exactitud las cantidades? Hay, además de un empleo metalingüístico de los números cardinales –algo que podría oírse no tan “impactante”–: seises, dieces, treces, onces…, y un empleo –¿incorrecto?– de pluralización en expresiones temporales: “los noventas”, “los años noventas”, “los cuarentas días”, etc., un “extremo” en la pluralización: “mi hijo se sacó puros diéceses en las calificaciones y el de Juana sólo seises”.
Es bastante común oír entre nuestros alumnos universitarios frases como: “la ortografía no se me da”, “tengo problemas con la ortografía”, “¿para qué es necesario la ortografía si estoy dando bien la idea?” La parte de la gramática que enseña a escribir correctamente un idioma es la ortografía. También se puede entender que es la manera de escribir las palabras. Decía Pedro Felipe Monlau, reconocido profesor universitario español del siglo XIX, que “El escribir sin cometer faltas de ortografía es el indicio más seguro de una educación bien dirigida y esmerada.” Errores ortográficos comunes entre nuestros educandos aparecen por no distinguir correctamente los siguientes usos:
1. Los usos de B y V.
2. Los usos de C, S, Z y SC.
3. Los usos de S y X.
4. Los usos de Y y LL.
5. Los usos y no usos de la H.
6. Los usos de G y J.
7. Los usos de las contiguas M-P y N-V.
8. La ortografía de las mayúsculas.
Conocemos muy bien los problemas que presentan los grandes sistemas lingüísticos, como es el caso del idioma español o lengua castellana: http://knol.google.com/k/panorama-imagol%C3%B3gico-del-sistema-ling%C3%BC%C3%ADstico-espa%C3%B1ol-o-imagolog%C3%ADa-de-la-lengua .
Respecto del uso del macrodialecto del español de México: http://knol.google.com/k/panorama-de-m%C3%A9xico-en-el-siglo-xxi-los-principales-problemas-de-m%C3%A9xico , http://knol.google.com/k/qui%C3%A9nes-somos-los-mexicanos-por-dentro-y-por-fuera# , del español hablado y escrito en México, del uso culto y del uso popular o vulgar del español de México, de los estilos discursivos en el español de México, del uso racional y lógico del idioma en contraposición con el uso irracional y torpe del idioma, del buen gusto en el uso lingüístico en contraposición al mal gusto en el uso idiomático, de los estilos discursivos pertinentes, etc., acerca de lo que trato en detalle en mi trabajo La semiótica lingüística. Los estudios lingüísticos en México: historia y actualidad. El español hablado y escrito en México, existen anécdotas muy simpáticas, comenzando porque en México, cuando alguien habla y no se le entiende lo que quiere decir, o que se equivoca al hablar, o que tal parece, las demás personas pueden reírse, burlarse y decir la siguiente frase: “lo que (el nombre de la persona) quiso decir fue…”, y en automático todos comienzan en lo que en México se llama “chacoteo”, cosa muy común en las empresas, fiestas, escuelas, universidades, la televisión, la radio, la prensa escrita, etc. Esto, en una parodia muy mexicana, hace referencia a que en el sexenio del presidente mexicano Vicente Fox: http://knol.google.com/k/un-vistazo-muy-por-arriba-y-desde-el-lado-gabacho-o-gringo-al-gobierno-del# , los errores idiomáticos, los lapsus y los problemas de comunicación y entendimiento –al nivel de la comunicación de los mismos miembros del gobierno, entre ellos, y al nivel de la comunicación de miembros del gobierno, el senado y la diputación con gobiernos, funcionarios y periodistas del ámbito internacional– eran muy comunes, eran la nota diaria de todos los medios masivos de comunicación, dentro y fuera de México, y a que había un vocero del presidente que con cierta frecuencia decía “lo que (la persona que fuera) quiso decir fue…” Bastaba media vez que alguien dijera algo para que, a la brevedad, otra persona lo desdijera, dijera lo contrario a lo dicho o se malinterpretara lo dicho. La situación llegó a tal extremo en ese sexenio que hasta las mismas interpretaciones “adecuadas” (?) se volvían a interpretar “por si las dudas”, “por si las moscas”, porque siempre existía el riesgo de que lo dicho o escrito estuviera mal dicho o mal escrito, y de que lo interpretado fuera el resultado de “un malentendido”. Obviamente, en este inmenso océano de “dimes y diretes”, de “decires y desdecires”, de “entenderes y desentenderes”, había unas cinco o seis personas que fueron, sin competencia nacional posible, “los invictos”, “los ganadores”, del premio a la incomprensión.[66] Pero hay más aún, como no es común encontrar fácilmente a “usuarios lingüísticos” de este tipo, a especialistas tan versados en la lexicogenesia del español del Nuevo Mundo, todo el sistema del idioma español tendrá la gran oportunidad de seguir escuchando a algunos de ellos. Varios programas de televisión y radio, de la misma manera que los caricaturistas o moneros, “hicieron su agosto” –es decir ‘obtuvieron ganancias rápidas y fácilmente’– con estas frases idiomáticas e imágenes, en una exposición nacional de lo que en México se llama “albur”, es decir “juego de palabras con doble sentido”.[67] En otra ocasión, una muy respetable y destacada personalidad femenina de México, muy conocida por decir “malas palabras”, al percatarse de que iba a ser cuestionada por unos periodistas, se adelantó a las preguntas de éstos y les dijo: –“¿¡Qué!? ¿Me van decir que alguien dijo que no sé hablar, que no me entienden, que soy estúpida, que soy tonta o que robé…?” Y los periodistas le dijeron: –“No…, lo que dijeron es que usted dice malas palabras….” Y esta brillante y respetada mujer mexicana, les contestó algo así: –“¡Fiuiiiii! ¡Qué alivio…!, es que pensé que ahora tendrían que llamar a “alguien” para que dijera: ‘Lo que (fulana) quiso decir fue…’”
Otro problema que se presenta en los textos escritos al nivel universitario es la puntuación. Se llama puntuación al conjunto de signos que sirven para puntuar, es decir, poner en la escritura los signos ortográficos necesarios para distinguir el valor prosódico de las palabras y el sentido de las oraciones y de cada uno de sus miembros.
Con toda seguridad los escritores tuvieron, hasta el siglo VII, menos preocupaciones formales que cualquier autor actual, pues además de que se ignoraba la puntuación, las palabras se escribían una tras otra, sin separarlas: los problemas eran para los lectores, que debían molestarse un poco en averiguar dónde empezaba un término y dónde el siguiente.
Puntuar correctamente sería algo así como ajustar lo más posible lo escrito a lo pensado, cerrar distancias entre autor y lector, eliminar ambigüedades involuntarias.
Nadie puntúa igual, como nadie tiene las mismas huellas dactilares; pero sí queda claro que existen muchas reglas que podemos tomar en cuenta para la escritura habitual, común, diaria, que no es lo mismo que la escritura artística, periodística, científica, etc.
Los signos ortográficos que se emplean en lengua española son los siguientes:
1. Tilde o acento ortográfico ´
2. Diéresis o crema ¨
3. Punto .
4. Coma ,
5. Punto y coma ;
6. Dos puntos :
7. Puntos suspensivos …
8. Principio de interrogación ¿
9. Fin de interrogación ?
10. Principio de admiración ¡
11. Fin de admiración !
12. Fin de interrogación entre paréntesis (?)
13. Fin de admiración entre paréntesis (!)
14. Paréntesis ( )
15. Corchetes [ ]
16. Comillas
A. Comillas normales o dobles “ “
B. Medias comillas o comillas sencillas ‘ ‘
C. Comillas angulares, bajas, francesas o sargentos « »
17. Guión
A. Guión o guión corto -
B. Guión largo, raya o menos –
18. Llamadas
A. Asterisco *
B. Número dentro de paréntesis (7)
C. Número en voladita, número en forma de exponente bibliografía7
19. Mayúsculas.
De nuevo citamos las palabras de Fernández de Lizardi para ilustrar, de manera general, los problemas de la escritura en lengua española:
Y si esto era por lo tocante a leer, por lo que respecta a escribir ¿qué tal sería? Tantito peor, y no podía ser de otra suerte; porque sobre cimientos falsos no se levantan jamás fábricas firmes.
Es verdad que tenía su tintura en aquella parte de la escritura que se llamaba Caligrafía [arte de escribir con letra correctamente formada], porque sabía lo que eran trazos, finales, perfiles, distancias, proporciones, etcétera; en una palabra pintaba muy bonitas letras; pero en esto de Ortografía no había nada. El adornaba sus escritos con puntos, comas, interrogaciones y demás señales de éstas, mas sin orden, método ni instrucción; con esto salían algunas cosas suyas tan ridículas que mejor le hubiera sido no haberlas puesto ni una coma. El que se mete a hacer lo que no entiende acertará una vez, como el burro que tocó la flauta por casualidad; pero las más ocasiones echará a perder todo lo que haga, como le sucedía a mi maestro en este particular; que donde había de poner dos puntos, ponía coma; en donde ésta tenía lugar, la omitía, y donde debía poner dos puntos, solía poner punto final. Razón clara para conocer desde luego que erraba cuanto escribía; y no hubiera sido lo peor que sólo hubieran resultado disparates ridículos de su maldita puntuación, pero algunas veces salían unas blasfemias escandalosas.
Tenía una hermosa imagen de la Concepción, y le puso al pie una redondilla [estrofa de cuatro versos octosílabos] que desde luego debía decir así:
Pues del Padre Celestial
fue María la hija querida,
¿no había de ser concebida
sin pecado original?
Pero el infeliz hombre erró de medio a medio la colocación de los caracteres ortográficos, según que lo tenía de costumbre, y escribió un desatino endemoniado y digno de una mordaza si lo hubiera hecho con la más leve advertencia, porque puso:
¿Pues del Padre Celestial
fue María la hija querida?
No, había de ser concebida
sin pecado original.
Ya ven ustedes qué expuesto está a escribir mil desatinos el que carece de instrucción en la ortografía, y cuán necesario es que en este punto no os descuidéis con vuestros hijos.
Es una lástima la poca aplicación que se nota sobre este ramo en nuestro reino. No se ven sino mil groseros barbarismos todos los días escritos públicamente en velerías, chocolaterías, estanquillos, papeles de las esquinas y aun en el cartel del Coliseo. Es corriente ver una mayúscula entremetida en la mitad de un nombre o verbo, unas letras por otras, etcétera. Como, verbigracia: chocolaTería famosa; Rial estanquiyo de puros y sigarros; El Barbero de Cebilla; La Horgullosa; El Sebero Dictador y otras impropiedades de este tamaño, que no sólo manifiestan de a legua la ignorancia de los escribientes, sino lo abandonado de la política de la capital en esta parte.
¿Qué juicio tan mezquino no formará un extranjero de nuestra ilustración cuando vea semejantes despilfarros escritos y consentidos públicamente no ya en un pueblo, sino nada menos que en México, en la capital de las Indias Septentrionales, y a la vista y paciencia de tanta respetable autoridad y de un número de sabios tan acreditados en todas facultades? ¿Qué ha de decir ni que concepto ha de formar sino de que el común del pueblo (y eso si piensa con equidad) es de lo más vulgar e ignorante, y que está enteramente desatendido el cuidado de su ilustración por aquellos a quines está confiada?
Sería de desear que no se permitieran escribir estos públicos barbarismos que contribuyen no poco a desacreditarnos.
Pues aún no es eso todo lo malo que hay en el particular, porque es una lástima ver que este defecto de ortografía se extiende a muchas personas de fina educación, de talentos no vulgares, y que tal vez han pasado su juventud en los colegios y universidades; de manera que es muy raro oír un bello discurso a un orador, y notar en este mismo discurso escrito por su mano setenta mil defectos ortográficos. Y a mi me parece que esta falta se debe atribuir a los maestros de primeras letras, que o miran este punto tan principal de la escritura como mera curiosidad o como requisito no necesario, y por eso se descuidan de enseñarlo a sus discípulos, o enteramente lo ignoran, como mi maestro, y así no lo pueden enseñar. Ya hoy se va remediando este abuso mediante la aplicación de nuestros profesores; aunque no son tantos cuantos se han menester en una ciudad como México.[68]
La literatura científica es en gran medida diferente a la literatura periodística y, por supuesto, mucho más diferente que la literatura artística.[69] Con esto no estamos diciendo que no existan particularidades léxicas, semánticas, gramaticales, etc., semejantes entre estos tres tipos de literatura, dado que toda literatura, hablada o escrita, en un final de cuentas requiere del fondo léxico común de la lengua para ser expresada. La diferencia principal está en el estilo, en los subestilos y en la terminología.[70] El trabajo independiente de los estudiantes con la literatura científica implica una participación activa y no pasiva por parte del educando con este tipo de texto, lo que generalmente establece, entre otras cosas:
1. Anotar.
2. Subrayar.
3. Resumir.
4. Sacar esquemas.
Lo ideal es que cada alumno posea su texto particular, su libro, su revista…, para que así pueda hacer sus anotaciones y subrayados. Esto, en la mayoría de las universidades del mundo, es imposible. Una estrategia muy común –aunque, como todos sabemos, cuestionable– es la de fotocopiar los originales. Ya que el educando disponga de su propio material, entonces todo se vale. Es ahí, en su texto particular, y no en el original de la biblioteca, que pertenece a toda la comunidad universitaria, a todos los usuarios, en donde se pueden destacar y subrayar las partes deseadas. Recordemos que la vida en comunidad implica el más amplio respeto al prójimo en todos los sentidos.
La información que se extrae de un texto puede ser recopilada de diferentes formas. No existe ni un único modo para sacar información de los textos ni uno exclusivamente mejor. Existen muchas personas que tienen sus formas particulares de recopilar la información de los textos escritos. Las maneras más comunes para realizar este trabajo son:
1. Uso de fichas o tarjetas.
2. Hojas sueltas.
3. Cuaderno especial destinado exclusivamente para este fin.
4. Grabación en casetes.
5. Uso de la computadora.
Otro problema bastante común entre los estudiantes en el trabajo con las fuentes de la literatura de las ciencias sociales es el de la interpretación de las citas y notas que hacen los autores. En este sentido, el problema fundamental es que muchos de nuestros alumnos no conocen el significado de ciertas abreviaturas que se usan habitualmente en este tipo de texto especializado. Y, cuando nos referimos al desconocimiento del significado de esas abreviaturas, damos por entendido, además, que tampoco las saben usar. Por tal motivo, el profesor de ciencias sociales, desde los primeros cursos de la carrera universitaria, en los seminarios, conferencias y talleres, en las exposiciones orales y los trabajos escritos, debe exigir la correcta interpretación y uso adecuado de tales abreviaturas, las más comunes de las cuales son:
· a. Año.
· A. Autor.
· (a) Alias.
· [A.] Nota del autor.
· AA. Autores.
· a. C. Antes de Cristo.
· A. C. Año de Cristo.
· a/c. A cuenta.
· a D. G. a Dios Gracia.
· a. de J.C. Antes de Jesucristo.
· afma. Afectísima.
· afmo. Afectísimo.
· aJ.C. Antes de Jesucristo.
· ap. Aparte. Apartado. Apéndice.
· art. cit. Artículo citado.
· A. T. Antiguo Testamento.
· B. Beato.
· B. L. M. Besa la mano.
· Bta. Beata.
· Bto. Beato.
· ca. Circa. Alrededor de.
· cap. Capítulo.
· cf. Confer. Imperativo del verbo latino confero, confrontar.
· cfr. Confer. Imperativo del verbo latino confero, confrontar.
· comp. Compilador.
· D. Don.
· Da. Doña.
· d. C. Después de Cristo.
· dic. Diccionario.
· d. J. C. Después de Jesucristo.
· dupdo. Duplicado.
· [E.] Nota del editor.
· e.g. Exempli gratia. Por ejemplo.
· ed. Editor.
· eds. Editores.
· edit. Editado. Editorial. Editor.
· edits. Editores.
· enc. Encuadernación.
· E. P. M. En propia mano.
· et al. Et alii. Y otros.
· et alii. Y otros.
· f. Folio.
· fasc. Fascículo.
· F. de T. Fulano de Tal.
· fec. Fecit. Lo hizo.
· ff. Folios.
· fig. Figura.
· fol. Folio.
· fols. Folios.
· Fr. Fray.
· H. Hermano (en orden religiosa).
· h.e. Esto es.
· hoc est Esto es.
· idem quod Lo mismo que.
· ib. Allí mismo. En el mismo lugar.
· ibid. Allí mismo. En el mismo lugar.
· ibíd. Allí mismo. En el mismo lugar.
· ibídem Allí mismo. En el mismo lugar.
· id. Lo mismo.
· idem Lo mismo.
· ídem Lo mismo.
· id est Esto es.
· i.e. Id est. Esto es.
· I. H. S. Iesus, hominun salvator. Jesús, salvador
de los hombres.
· imp. Imprenta. Imprimátur.
· intr. Introducción.
· i. q. Idem quod. Lo mismo que.
· it. También.
· ít. También.
· item También.
· ítem. También.
· J. C. Jesucristo.
· Jhs. Iesus, hominun salvator. Jesús, salvador de los hombres.
· J. H. S. Iesus, hominun salvator. Jesús, salvador de los hombres.
· l. Línea.
· l. Libro.
· lib. Libro.
· l. c. El lugar citado.
· loc. cit. El lugar citado.
· loco citato El lugar citado.
· locus citatus El lugar citado.
· lám. Lámina.
· M. Madre.
· M. I. Sr. Muy Ilustre Señor.
· MM. Madres.
· m. n. Moneda nacional.
· ms. Manuscrito.
· mss. Manuscritos.
· N. Nota.
· N. B. Nótese bien.
· Nota bene Nótese bien.
· N. del A. Nota del autor.
· N. del comp. Nota del compilador.
· N. del E. Nota del editor.
· N. del T. Nota del traductor.
· N. Recop. Nueva recopilación.
· Nov. Recop. Novísima recopilación.
· N. S. Nuestro Señor.
· o. cit. Obra citada.
· ob. cit. Obra citada.
· op. cit. Obra citada.
· opus citatum Obra citada.
· p. Página.
· P. Padre (en orden religiosa).
· P. Pregunta.
· p. a. Por ausencia. Por autorización.
· P. A. Por ausencia. Por autorización.
· pág. Página.
· págs. Páginas.
· P. D. Posdata.
· p. e. Por ejemplo.
· p. ej. Por ejemplo.
· pp. Páginas.
· PP. Padres (en orden religiosa).
· p.p. Por poder.
· P.P. Por poder. Padres.
· Pral. Principal.
· pról. Prólogo.
· P. S. Post Scriptum. Después de lo escrito.
· pta. Peseta.
· pte. Parte.
· q. v. Quod vide, véase.
· q.e.g.e. Que en gloria esté.
· q.e.p.d. Que en paz descanse.
· quod vide Véase.
· R. Respuesta.
· rev. Revista.
· R.I.P. Requiescat in pace. Descanse en paz.
· rúst. Rústica.
· s. Siguiente.
· S. San.
· s. a. Sin año.
· s. d. Sin data.
· s. e. Sin editor.
· sec. Sección.
· s. f. Sin fecha.
· s. i. Sin imprenta.
· sig. Siguiente.
· sigs. Siguientes.
· s. l. Sin lugar.
· s. l. f. Sin lugar ni fecha.
· s. l. i. Sin lugar de impresión.
· s. l. n. a. Sin lugar ni año.
· Smo. Santísimo.
· Sn. San.
· S. N. Servicio nacional.
· Soc. Sociedad.
· S. P. Servicio público.
· s. p. i. Sin pie de imprenta.
· ss. Siguientes.
· s. s. Seguro servidor.
· S. S. Su Santidad.
· s. s. s. Su seguro servidor.
· s. v. Sub voce. Bajo la voz. En el artículo.
· sub voce En el artículo (se usa en diccionarios).
· t. Tomo.
· [T.] Nota del traductor.
· tít. Título.
· v. Véase. Verso. Versículo.
· vo Verso o vuelto.
· V. B. Visto Bueno.
· Vo Bo Visto Bueno.
· vda. Viuda.
· v. g. Verbi gratia. Por ejemplo.
· v. gr. Verbi gratia. Por ejemplo.
· verbi gratia Por ejemplo.
· vid. Vide. Ve. Véase.
· vol. Volumen.
· vv. Versos. Versículos.
· Xto. Cristo.
CONTINÚA EN LA PARTE VIII: http://knol.google.com/k/anónimo/como-trabajar-con-los-estudiantes/19j6x763f3uf8/108#
OTROS TEXTOS DEL AUTOR FERNANDO ANTONIO RUANO FAXAS PUEDEN ENCONTRARSE EN:
http://knol.google.com/k/anonymous/-/19j6x763f3uf8/0#knols
http://openlibrary.org/a/OL807084A
http://openlibrary.org/search?q=ruano+faxas
http://openlibrary.org/search?q=ruano+faxas&offset=20
http://openlibrary.org/a/OL6500100A/Ruano-Faxas%2C-Fernando-Antonio-y-Paulina-Rend%C3%B3n-Aguilar
[65] Para el tratamiento de los planos de análisis de la lengua recomendamos, en especial, el Esbozo de una nueva gramática de la lengua española, de la Real Academia Española, en cualquiera de sus ediciones recientes, o cualquier texto que verse sobre el tema y que esté reconocido por la SEP.
[66] Para más detalles al respecto, consúltese mi texto El lenguaje corporal humano, y ahí búsquese bajo el término analfabetismo funcional.
[67] Armando Jiménez (1991). Tumbaburro de la picardía mexicana. Diccionario de términos vulgares. México, Diana, 18.
[68] José Joaquín Fernández de Lizardi (1985). El Periquillo Sarniento. México, PROMEXA, 15-16.
[69] M. P. Sienkiévich (1976). Stilístika naúchnoi riéchi i literatúrnoe riedaktírovaniye naúchnyj proizviediénii. Moskvá, R. Ya.; E. S. Troyánskaya (1975). K voprósu o liéksiko-stilistícheskij priemaj v naúchnoi riéchi. Moskvá, R. Ya.; Z. Ya. Turáyeva (1975). K poniátiyu “judóchiésviénnyi tiékst”. Moskvá, R. Ya.; A. N. Baskákov y otros (comps.) (1988). Tieóriya i práktika naúchno-tiejníchieskoi lieksikográfii. Moskvá, R. Ya.
[70] Con respecto a las diferencias que existen entre las literaturas artística, periodística y científico-técnica, recomendamos consultar: Fernando Antonio Ruano Faxas (1992). “Textos artísticos, periodísticos y científico-técnicos. Reflexiones para su traducción.” En Actas de Expolingua Habana 92. Selección de ponencias (1992). La Habana, Academia de Ciencias de Cuba, 446-456.