Abstract
IMAGOLOGÍA DE LA MÚSICA EN AMÉRICA / IMAGOLOGY OF MUSIC IN AMERICA
MÚSICA MEXICANA, MEXICAN MUSIC, МЕКСИКАНСКАЯ МУЗЫКА, MUSIQUE MEXICAINE
[…] Es un verdadero deleite, e inclusive en algunos casos una gran envidia, pero envidia de la buena, ver cómo los mexicanos bailan la música cubana, el danzón, el chachachá, el mambo, sobre todo en lugares como el precioso estado de Veracruz, que tanto se parece a Cuba, y al que sencillamente adoro; pero los mexicanos, generalmente, no saben bailar bien la salsa y los ritmos afro-antillanos que tanto les gustan, y esto lo he comprobado cuando los he visto bailar salsa allá en México y aquí en Estados Unidos de América […] Esto se hace más evidente en el cine, la televisión y los espectáculos artísticos mexicanos: en los casi 20 años que he vivido la realidad de este país sólo he visto a una cantante y actriz mexicana, viva, bailar y cantar perfectamente los ritmos caribeños: la encantadora, versátil y sensual veracruzana Yuridia Valenzuela Canseco, más conocida como Yuri. Los demás cantantes y bailarines mexicanos actuales, mujeres u hombres, vivos, que han intentado y que intentan incursionar desesperadamente en los ritmos caribeños cantando (?) y bailando (?), sólo hacen “intentos”, y de ahí no pasa […]
[…] ¿Quién no ha oído hablar a los mexicanos? ¿Quién no ha leído la literatura mexicana? ¿Habrá alguien en este mundo conocido que no haya oído alguna vez música mexicana? Hasta en China se lee literatura mexicana; hasta en China se oye hablar a los mexicanos; hasta en China se escucha la música mexicana. Los rusos conocen y cantan música mexicana… ¡Es tan grande el alcance de la televisión y el cine…! ¿Quién, en el mundo civilizado, no sabe que México tiene al MARIACHI como PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE LA HUMANIDAD o PATRIMONIO CULTURAL INTANGIBLE DE LA HUMANIDAD? […] entre otras cosas http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Patrimonio_de_la_Humanidad_en_M%C3%A9xico , como también lo es la maravillosa y riquísima GASTRONOMÍA MEXICANA o COMIDA MEXICANA http://knol.google.com/k/comida-mexicana-o-gastronom%C3%ADa-mexicana […]
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EL MACRODIALECTO DEL ESPAÑOL DE MÉXICO
DIALECTOS GEOGRÁFICOS (GEOLECTOS) Y DIALECTOS SOCIALES (SOCIOLECTOS) EN MÉXICO
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http://knol.google.com/k/m%C3%A9xico-y-los-mexicanos-vistos-y-analizados-a-trav%C3%A9s-de-la-%C3%B3ptica-de-algunos# […]
En cuanto a la enseñanza de la música en el México prehispánico y en los primeros momentos de la Conquista, tenemos algunas referencias un poco desconcertantes. El célebre filósofo, historiador, teólogo y políglota mexicano Francisco Javier Clavijero (jesuita, Puerto de Veracruz 1731-Bolonia, Italia, 1787), tal vez la primera gran figura de la conciencia americana, uno de los mejores historiadores de América, nos dice:
[…] Aún más imperfecta que su poesía era su música. No tenían instrumento alguno de cuerdas; toda su música se reducía del huéhuetl, al teponaztli, a bocinas, a caracoles marinos y a ciertas flautillas que más servían para silbar que para otra cosa. […] Al son de estos instrumentos […] entonaban los mexicanos sus cánticos; el canto era duro y molesto a los oídos europeos, pero ellos percibirían tanto placer, que pasaban a veces en sus fiestas cantando todo el día.
[1][…]Felizmente este gran autor, si bien se refiere en tales términos a la música prehispánica mexicana, ensalza a la danza: “Sin embargo de ser tan imperfecta su música, eran bellísimas sus danzas.”
[2] ¡Se salvó la danza! ¡Magnífico!Es posible que Clavijero no tomara en cuenta que un indio canta para acompañar una danza, y la danza es parte de un rito mágico o semi-religioso; el indio canta para celebrar una acción, para narrar una leyenda, para festejar un regocijo familiar o social. Los cantos populares de los indios jamás han pretendido un fin artístico. El canto mágico de las fórmulas de encantamiento es originado por el instinto de conservación; los cantos religiosos de los indios -de la misma manera que los spirituals de los negros- tienen una intención puramente religiosa. Es tan bella la polifonía refinada de Debussy como la pureza monódica del primitivo; tan musical el instrumento de éste, como los del mejor artista europeo. La polifonía de los conjuntos primitivos no es imperfecta, obedece a una sensibilidad distinta, quizás más refinada que la de los hombres “de cultura”. El dominico español Diego Durán (Sevilla 1537-1588) nos habla acerca de la capacidad que poseían los nativos mexicanos para coordinar el poema, el canto y la danza: “El baile no solamente se rige por el son, empero también por los altos y bajos que el canto hace, cantando y bailando juntamente, para los cuales cantares había entre ellos poetas que los componían, dando a cada canto y baile diferente sonada, como nosotros lo usamos con nuestros cantos, dando al soneto y a la octava rima y al terceto sus diferentes sonadas para cantallos, y así de los demás.”
La enseñanza musical y de la danza estaba sistematizada, así como la construcción y los cuidados de los instrumentos musicales, pues así lo exigía el profuso calendario ceremonial. Estas actividades estaban controladas en Tenochtitlan por el Cuicacalli, donde se preparaban cantos y bailes, y el Mixcoacalli, donde se guardaban los instrumentos. En estas actividades las personas guías -pero no las más importantes- eran el cuicapicque o compositor de cantos, el ometochtli o director de los ejecutantes, y el tlapizcatzin o constructor de instrumentos. He comentado que estas personas eran los guías, pero no las más importantes, debido a que aquí lo que parecía importar era que hubiera producción, que existiera el producto artístico, que hubiera música, que hubiera baile, que hubiera algo que fuera bueno, satisfactorio. No importaba si el autor era éste o aquél. Esto nos hace recordar a Grecia. Después de la gran Grecia, ya en el período Greco-Romano, fue cuando aparecieron los celos y las envidias entre los artistas, fue cuando el nombre del autor fue lo trascendental. Eso mismo sucede hoy.
A juzgar por lo que se conoce, la rítmica de la música indígena precortesiana era de una energía y variedad insospechada; la intervocálica, en ocasiones sorpresiva… La polirritmia parece desempeñar un papel equivalente al que las otras culturas del mundo han correspondido a la armonía o al contrapunto, producto muchas veces de los cambios y acentos impuestos por la prosodia de los poemas que la originan.
La música en las culturas precortesianas tenía diferentes connotaciones, según los ámbitos en que se desarrollaba, como estético, religioso, terapéutico, lúdico, entre otros. Diversos testimonios arqueológicos demuestran inclinación por el sonido y la música en las culturas precortesianas desde 10 000 años a. C.
Son muchos los trabajos -informes y crónicas- de los conquistadores en los que se refleja la variedad de instrumentos musicales en las culturas precortesianas. Ya en el siglo XX son muchos los investigadores que han tocado este tema desde muchos ángulos.
[3]Los instrumentos musicales prehispánicos se pueden clasificar, según Juan Guillermo Contreras Arias (1988). Atlas cultural de México. Música. México, SEP-INAH-PLANETA, en:
I. IDIÓFONOS
1. Idiófonos de percusión: las vibraciones se generan por golpes dados por otro objeto o su impacto contra algo, como el suelo. Por la configuración y materiales empleados en su manufactura se clasifican en:
· Litófonos. Algún tipo de piedra constituye su emisor.
· Concha de tortuga.
· Xilófono de lengüeta.
· Xilófono de ranura.
· Metalófono.
· Xilófono de bastón o lanza.
· Xilófono de ludimiento.
2. Idiófonos de sacudimiento.
· Sartales. Idiófonos a partir del ensarte de objetos, de manera que produzcan sonido al chocar entre sí.
· Cascabeles.
· Sonaja.
· Maraca.
3. Idiófonos de ludimento. Conocidos como raspadura o raspadores.
· De hueso.
· De barro.
· De piedra.
II. MEMBRANÓFONOS
[4]1. De marco.
2. Tubulares.
3. Bimembranófonos.
4. Tubulares de reloj.
5. Membranófonos de copa.
7. Membranófonos globulares.
8. Membranófonos por simpatía.
III. CORDÓFONOS
[5]IV. AERÓFONOS[6]
· Aerófonos de cámara tubular.
· Aerófonos de embocadura con cámara globular.
2. Aerófonos de doble diafragma.
3. Aerófonos de boquilla.
4. Aerófonos aspirados.
5. Aerófonos insuflados.
6. Aerófonos de caracol.
7. Aerófonos rectos.
[…] Con respecto al movimiento artístico del cuerpo, al lenguaje corporal artístico danzario en México,
[17] a la música en este país, es necesario comentar algunas cuestiones. Independientemente de que “no vendré a bailar en la casa del trompo”, es decir, que no vendré a hacer una historia que ya ustedes conocen perfectamente, sí creo necesario recordar que no podemos conocer los pueblos sin tomar en cuenta, entre otras cosas, por lo menos algo de su historia lingüística y de su historia musical. Esta reflexión tenemos que hacerla ahora, especialmente después del espectáculo maravilloso que vio todo el mundo cuando Juan Pablo II visitó últimamente este país, dentro y fuera de la Basílica, en la que sí es verdad que vimos a nuestros indígenas bailar sus hermosas danzas, pero en muchos casos no sabíamos cómo explicar esto desde una óptica especializada, como especialistas en el tratamiento de la imagen, como imagólogos, como asesores de imagen, como ingenieros en imagen pública […] y cuando me refiero a explicar bien todo esto por supuesto que no considero como explicación “el cantinfleo” y la divagación habituales que emplean ciertos asesores de imagen para explicar o supuestamente explicar o intentar explicar todas las cosas que desconocen, todo lo que no saben […] Y aquí repito lo que dije anteriormente, si la semiótica nos ayuda a estudiar la personalidad o las personalidades de los pueblos, de los individuos, el comportamiento en general de los grupos […] entonces no podemos olvidar que entre las manifestaciones que denotan la personalidad de una cultura están la lengua, la música, los mismos instrumentos musicales, la danza y las manifestaciones circenses, es decir el circo, sobre todo las primeras expresiones circenses de cada región, de cada país, de cada pueblo. La música no sólo es el arte de combinar los sonidos en una sucesión temporal. Las historias de la humanidad, las particularidades sociológicas y psicológicas de los pueblos, el comportamiento habitual de las personas, aparecen ampliamente expresados en la tradición musical.[18] Así, “en México, la música indígena, que todavía se practica, la mestiza de diversas regiones y épocas, los ‘corridos’ de las revoluciones y las guerras y aún la música importada y desfigurada, materializan íntegramente la vida de México [en todos los sentidos] sintetizando nuestra vida nacional.”[19] En México hay de todo, como en botica. En cuanto a la música y el baile en este país, podemos encontrar desde los matices armónicos más finos, delicados, íntimos, sensibles, y los bailes más mesurados, hasta los matices armónicos más rápidos, fuertes, como en el Caribe. Tal es el caso del zapateado tabasqueño, que tiene una:[…] música alegre, bullanguera, sugestiva y arrebatadora, con atractiva riqueza rítmica que invita, aún no sabiendo, a mover los pies y comunica su alegría retozona a quien lo escucha […] Además del ritmo que se lleva con el golpear de los zapatos, acompáñase el baile con golpes de las manos, que alternan con los de los pies, sujetándose en todo al compás de la danza […] Los movimientos del cuerpo no son tan marcados como en otros bailes que se usan por las mismas regiones tropicales, y el ritmo lo llevan con toda seguridad los pies que ejecutan a la vez variadas filigranas. El varón baila con las manos cogidas por detrás guardando respetuosa distancia, mientras la mujer lleva las manos libres o se coge con gracia la falda de sus enaguas […] Los que bailan el zapateado gustan de hacerlo en muchas ocasiones, quizás por el calor, al aire libre; bajo enramadas cuando se hacen en las casas, o en la placita del pueblo cuando los bailes son de carácter público […] Como buenos mexicanos, aunque de apartadas latitudes, se suelen también armar alborotos que terminan en forma trágica. Bajo los humos del alcohol, basta cualquier insignificancia, como una palabra o mirada mal interpretada; una bomba malhiriente contra alguna Dulcinea, para que se arme la más descomunal frasca, saliendo a relucir los machetes que buena cuenta dan de supuestos agravios. Común es oír decir que en tal baile llegaron a las manos los valientes del barrio o del pueblo y que resultaron algunos macheteados.
[20]Por tal motivo es que hemos resuelto reflexionar acerca del panorama musical y danzario de “la Grecia de América”, como le llamara alguna vez y en un cierto sentido José Martí a México (y también a Perú) […]
Al consumarse la Conquista se produjo un cambio radical en todos los aspectos de la vida de los pueblos mesoamericanos. En lo tocante a la poesía, es necesario destacar que hubo puntos de contacto entre ambas culturas: la indígena y la europea; en la música, por el contrario, ocurrió un rompimiento casi total. La primer escuela de música que hubo en México, llegados ya los españoles, fue establecida por fray Pedro de Gante en 1524. Pronto salieron de ella músicos indígenas preparados para servir en las iglesias. Motolinía – http://es.wikipedia.org/wiki/Motolin%C3%ADa_%28Toribio_de_Paredes,_o_de_Benavente%29 –nos comenta el tema en los siguientes términos:
Fue cosa de maravilla que al principio ninguna cosa entendían; en poco tiempo le entendieron de tal manera, que no sólo salieron con el canto llano, mas también con el canto de órgano, é agora hay muchas capillas e muchos cantores, de ellos diestros, que las rijen y entonan; y como son de vivo ingenio y gran memoria, los más de los que cantan saben de coro, tanto, que si estando cantando vuelven dos o tres hojas, como acontece muchas veces, o se les cae el libro, no dejan por eso el canto, mas van diciendo de coro con su compás hasta que levantan el libro […] Algunos macebos de estos que digo, han ya puesto en canto de órgano villancicos a cuatro voces, y los villancicos en su lengua, y esto parece señal de grande habilidad, porque aún no los han enseñado a componer, ni contrapunto, y lo que ha puesto en admiración a los españoles cantores, es que un indio de estos cantores, vecino de esta ciudad de Tlaxcallan, ha compuesto una misa entera por puro ingenio […] Hay muchos niños de hasta once o doce años que saben leer y escribir, cantar canto llano y canto de órgano, y aún apuntar para sí algunos cantos. En lugar de órganos tienen música de flautas concertadas, que parecen propiamente órganos de palo, porque son muchas flautas.
Hay que destacar que los primeros compositores locales de la Nueva España recibieron, por conducto de los españoles, la influencia de los italianos. El propio Gante, el primer maestro músico novohispano, había estudiado en la Universidad de Lovaina, por lo que traía los frescos conocimientos del desarrollo musical de la Europa de esta época. El centro musical de la Nueva España fue casi hasta finales del s. XVIII la catedral de México, de donde tomaban ejemplo las de provincia. Entre ellas las más notables por su actividad musical fueron las de Puebla, Oaxaca, Morelia, Durango y Guadalajara. El primer libro de música que se publicó en América se hizo aquí en México, se imprimió en 1556, y llevaba por título Ordinarium misae. También debemos destacar la importantísima función que tiene en estos tiempos el teatro musical –autos sacramentales, misterios y pastorelas–, que sirvió en un principio en el trabajo de conversión de los nativos.
Ya en la segunda mitad del s. XVII, aparece la magistral figura de una de las divas de la historia mundial, la más grande diva de la literatura de todos los tiempos: Sor Juana Inés de la Cruz, a quien mataron la Iglesia y España, lenta y terriblemente, como he explicado ya en http://knol.google.com/k/literaturas-escritores-y-traductores-vistos-por-delante-y-por-detrás# […] Esta brillante mujer no sólo reflexionó acerca de todos los aspectos que circundan la vida del hombre. Recordemos que dentro de sus labores estuvo la de impartir música en el Convento de San Jerónimo de la ciudad de México. Sabemos que escribió un Tratado de armonía, obra que ella misma menciona en un romance dedicado a la condesa Paredes. En este mismo siglo inicia su lenta decadencia la música de género religioso, para ceder paulatinamente su preeminencia a la música profana. Ignacio Jerusalem, de origen italiano, maestro de capilla de 1750 a 1760, y su compatriota Mateo Tollis della Rocca contribuyeron en gran medida al desarrollo de la música profana y al ocaso de la época de oro de la religiosa. Durante el periodo de la Colonia en México se crearon bailes que “son la expresión de diversos sentimientos, como el coqueteo, la provocación, el recato, el deseo, la alegría. Algunos de estos sentimientos se notan en el zapateado, pero, como en todos los sones de tierra caliente de nuestra patria, puede notarse aquí la parte insinuante del hombre, pero sin olvidar el respeto que a la compañera debe: la mujer tiene finos coqueteos y baila llena de rubores sin dejar ver el más pequeño atrevimiento.”[23]
A partir del s. XIX la práctica de la música se inclinó definitivamente hacia la ópera, usando francamente los procedimientos del romanticismo italiano, fenómeno que se extendió a toda Iberoamérica. De modo simultáneo y como producto directo de la Independencia, se generalizaron los intentos por utilizar la música local –sonecitos y bailables– en el teatro –zarzuela y ópera– y poco más tarde en algunas piezas de salón y de concierto. Varios ejecutantes y compositores extranjeros se radicaron en México para esta época o vivieron en el país largas temporadas. La labor más consistente, aglutinante y renovadora en la música mexicana, la realizó Carlos Cháve (1899-1978) cuando en 1928 el Sindicato de Músicos le confirió la tarea de organizar la Orquesta Sinfónica Mexicana. El prestigio de esta Sinfónica fue internacional […]
La asociación entre la música y la plástica de la danza rendiría posteriores frutos y contribuiría a la expresión más representativa del nacionalismo musical en el s. XX. Tan sólo por el número de obras musicales para ballet encargadas en este período puede colegirse el esplendor que alcanzó la danza mexicana, al que también contribuyeron los decorados y las escenografías de los pintores y escenógrafos más connotados.
El cuerpo responde de manera especial a determinados estímulos musicales http://knol.google.com/k/el-lenguaje-corporal-humano-y-su-relaci%C3%B3n-con-la-m%C3%BAsica-y-la-danza-panorama-de# […] Aquí cuenta la inteligencia, o más bien las inteligencias http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/qu%C3%A9-te-consideras-inteligente-pero-de/19j6x763f3uf8/166# […] Así, por ejemplo, cuando estamos en fiestas, eventos, reuniones sociales, restaurantes, cafés, bares, carnavales, teatros, cines, circos, carpas, etc., y oímos un tipo especial de música, nuestro cuerpo se dispone a reaccionar de manera positiva o negativa para el consumo de ciertos alimentos y bebidas. Según resultados de investigaciones dados a conocer en octubre de 2003 en Gran Bretaña, la música clásica en restaurantes, bares y cafés estimula el consumo de determinados platos y, en especial, de vinos, postres y café.
Respecto de la comunicación no verbal en los circos, los gestos en los circos, las formas que ha adoptado el cuerpo en los circos para la “comunicación especializada” y la creación de “ciertos mensajes plurisignificantes”, tengo a bien recordar aquí la gran importancia del circo[24] en la historia de la Humanidad. Y en América es el circo mexicano el que, desde tiempos prehispánicos, ha marcado los orígenes de este arte en el Continente (Revolledo, 2005), como muestra la siguiente imagen […]
Philologist and Image Consultant Fernando Antonio Ruano Faxas
Филолог и консультант Фернандо Антонио Руано Факсас
ЯRConsultores de Imagen Social®
Hacia la calidad integral sin fronteras
http://openlibrary.org/a/OL807084A
http://openlibrary.org/search?q=ruano+faxas
http://openlibrary.org/search?q=ruano+faxas&offset=20
http://openlibrary.org/a/OL6500100A/Ruano-Faxas%2C-Fernando-Antonio-y-Paulina-Rend%C3%B3n-Aguilar
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[1] Francisco Javier Clavijero (1987). Historia antigua de México. México, PORRÚA, 243.
[2] Ibid., 243-244.
[3] En torno al tratamiento de la música y los instrumentos musicales prehispánicos pueden consultarse los trabajos de los mexicanos Javier Romero, Vicente I. Mendoza, Samuel Martí, Pablo Castellanos, Daniel Castañeda, Rubén M. Campos, Gabriel Saldívar, Arturo Chamorro, Felipe Flores, José Luis Franco, Martha Carmona, José Antonio Guzmán, Raúl G. Guerrero y otros. Entre los extranjeros aparecen Charles Boilés, Louis Captain, Herman Beyer, Peter Crossley-Holland, Leo Frobenius, Claes Geinjertam, Auguste Génin, R. Harcout, J. Kollman, Hugo Kunike, Linda O’Brien, Marshal Saville, Edward Seler, Frederick Starr, Karl Gustav Izikowitz y otros.
[4] Véase mapa en los anexos.
[5] Véase mapa en los anexos.
[6] Véase mapa en los anexos.