Abstract
Religión, Religion, Религия, Religião, دين , 宗教 , 종교 , धर्म
IMAGOLOGÍA CLERICAL / CLERICAL IMAGOLOGY / КЛЕРИКАЛЬНАЯ ИМАГОЛОГИЯ
PROSTITUTION OF CHILDREN, PROSTITUCIÓN INFANTIL, PROSTITUIÇÃO INFANTILE, ДЕТСКАЯ ПРОСТИТУЦИЯ
[…] Al principio de la imposición de una nueva religión hay desconfianzas, recelos, temores, terrores, pánicos…; pero en cuanto se comprueba que “los dioses”, que “el dios”, que “los demonios”, que “el diablo”, no actúan, que no pasa nada, que no hay castigo, entonces las cosas, las situaciones y los estados nuevos, se aceptan tal y como están, considerando que es mejor aceptar la religión impuesta por el “nuevo amo”, por el “nuevo dueño”, por el “nuevo señor o señora”, que tiene en sus manos el poder y las armas “que matan”. Pero entre ese principio de la imposición y ese final de la aceptación está la mitad, el medio, el “nepantla”, en donde ambas religiones son aceptadas, en donde ambas prácticas religiosas se alternan según las circunstancias y las conveniencias […]
1. ¿En qué creen, “sinceramente”, los que dicen que no creen?
2. ¿En qué creen, “sinceramente”, los que dicen que creen? […]
1. ¿En qué creen, “sinceramente”, los que dicen que no creen?
2. ¿En qué creen, “sinceramente”, los que dicen que creen? […]
[Cuando se extienden las religiones a regiones diferentes aparece] un problema complejo, el de la propagación de la fe: una religión singular llega a un lugar lleno de voces: el judaísmo, los cultos iraníes, el paganismo. Se producen las mezclas, los préstamos, y luego surge el problema de los medios de comunicación. La extensión y la comprensión siempre han sido hermanas enemigas, ¿cómo conciliar las dos exigencias: la fidelidad doctrinal y la ampliación del campo misionero? Si la palabra sólo cuida su pureza, se encierra sobre una élite; si viaja, se sustrae a la autoridad fundadora. Y, como no llega a un desierto, sino a un cantón sobrepoblado, las voces se hacen múltiples. Además, los apóstoles se repartieron la tierra habitada en zonas de influencia. Tomás se fue con los partos, Juan se dirigió a Asia, Pedro a Roma, Andrés a Scytia, Felipe a Frigia. La ley se desarrolla, la persecución desata fenómenos de intolerancia, los primeros cristianos tienden a encerrarse, algunos fabrican su evangelio: los apócrifos expresan este regionalismo espiritual. Son pequeños vinos locales. Lástima que la Iglesia sólo admite en su misa el Chateauneuf du Pape, apelación controlada (Antaki, 1997: 38).
¿Y qué pasa cuando una religión es impuesta a un grupo que ya tenía otra religión? ¿Qué pasa cuando una religión se traslada de un lugar a otro, se traslada a otro lugar en donde hay valores, creencias, usos y costumbres profundamente arraigados por siglos de tradición y extremo respeto? ¿Qué pasa cuando una religión se extiende y es impuesta “obligatoriamente” a un grupo, inclusive de sacerdotes católicos por ejemplo, que cree en otras cosas, en otros dioses, en otros valores, a un grupo que se desarrolla en unas ciertas circunstancias ecosistémicas, contextuales, socioculturales y socioeconómicas diferentes, etc.? Al principio hay confusión, desconocimiento, temor, incertidumbre, terror, pánico…; y ya que se impone esa religión, entonces aparece el sincretismo religioso, el mestizaje religioso, en mayor o menor medida, con unos y otros revestimientos verbales y no verbales: “creo en esto nuevo, acepto esto nuevo; pero también creo en aquello viejo y sigo aceptando aquello viejo”. Veamos un ejemplo en donde se pretende acabar con el sincretismo y ciertas prácticas religiosas, resultados de la unión de culturas y tradiciones religiosas diferentes en México, en el Estado de Puebla, concretamente en Tehuacán –del náhuatl “teo” = Dios, “hua” = posesivo, “can” = lugar, es decir que su significado es “lugar de dioses”–, cuando se le pidió al cardenal de México, Norberto Rivera Carrera, “acabar con el seminario” (Santiago, 2008:60):
[…] Poco antes, en una visita al seminario de Tehuacán el nuncio [Girolamo Prigione] supo que ahí se formaban curas en la Teología de la Liberación, y que dos de sus asesores eran enemigos de la ortodoxia: el filósofo argentino Enrique Dussel y el dominico Miguel Concha Malo.
Prigione no iba a ensuciar sus manos con una labor que alertaría a los medios. El delegado de la Santa Sede pidió a Rivera acabar con el seminario, una misión con la que el nuevo obispo podía justificar su salto jerárquico.
En principio Rivera prohibió los libros del peruano Gustavo Gutiérrez Merino y del brasileño Leonardo Boff, ideólogos de la Teología de la Liberación. Ambos –que se cuestionaban qué era ser cristiano en una región lacerada por la injusticia– habían sido condenados por Joseph Ratzinger, hoy Papa y en ese momento prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe […]
A Rivera le sobraban razones para pulverizar el gran semillero sacerdotal del sur del país. Por ejemplo, los maestros se desviaban de la ortodoxia al honrar valores culturales purépechas, mixtecos, zapotecos, nahuatlacos, pueblos de donde venían muchos de los 105 seminaristas. «No faltó que un alumno colgara al “Che” en su cuarto junto a Cristo. Pero el detalle fue que se impartía filosofía marxista. Esa información llegó a Roma», dice el cura de Zapotitlán, Mario Ordiano, entonces profesor de Historia de la Iglesia.
En 1987 [Norberto] Rivera [Carrera] recibió un oficio basado en el decreto Optatam Totius sobre la formación sacerdotal. El Vaticano le ordenó disolver la dirección del seminario, que inducía una “formación doctrinal confusa”. Uno a uno, los maestros iban cayendo.
Los curas de la institución solían verse en la Sierra Negra para definir sus acciones de respuesta. Rivera irrumpió en una reunión que se realizó en el templo de Santa Ana Coapan en la Pascua de 1989.
–Se juntan a hablar mal del obispo y mis comunicados los meten al bóiler, les reclamó.
–Pero lo que usted está haciendo en el seminario es inhumano, se defendió el padre Anastasio Hidalgo, coordinador de Pastoral Social en la diócesis.
Rivera, sin alterarse, sacó de su maletín un papel que leyó al presbiterio: el seminario, aseguró, era un carnaval; los alumnos ingerían alcohol y salían de las instalaciones para irse de fiesta.
Pero había más. «Cuando nos dijo que en el seminario había homosexualidad –recuerda el sacerdote–, le respondí: “Obispo, si no lo prueba aquí, usted es un mentiroso.» Días más tarde, la diócesis entregó al cura Anastasio la carta de su cese, tras siete años en su cargo.
Abatido, el rector Jesús Mendoza decidió renunciar. Norberto ocupó su puesto. La protesta final de alumnos y maestros fue una jornada de oración en la Catedral de Tehuacán.
Luego el seminario se vació: los jóvenes debían volver a su tierra (Santiago, 2008:60).
Al principio de la imposición de una nueva religión hay desconfianzas, recelos, temores, terrores, pánicos…; pero en cuanto se comprueba que “los dioses”, que “el dios”, que “los demonios”, que “el diablo”, no actúan, que no pasa nada, que no hay castigo, entonces las cosas, las situaciones y los estados nuevos, se aceptan tal y como están, considerando que es mejor aceptar la religión impuesta por el “nuevo amo”, por el “nuevo dueño”, por el “nuevo señor o señora”, que tiene en sus manos el poder y las armas “que matan”. Pero entre ese principio de la imposición y ese final de la aceptación está la mitad, el medio, el “nepantla”, en donde ambas religiones son aceptadas, en donde ambas prácticas religiosas se alternan según las circunstancias y las conveniencias:
[Fray Diego] Durán cuenta cómo había descubierto que un indio perseveraba en sus prácticas paganas. “Y así, riñéndole el mal que había hecho, me respondió: –Padre, no te espantes, pues todavía estamos nepantla, y como entendiese lo que quería decir por aquel vocablo y metáfora, que quiere decir ‘estar en medio’, torné a insistir me dijese qué medio era aquel en que estaban. Me dijo que, como no estaban aún bien arraigados en la fe, que no me espantase; de manera que aún estaban neutros, que ni bien acudían a la una ley, ni a la otra, o por mejor decir, que creían en Dios y que juntamente acudían a sus costumbres antiguas y ritos del demonio” (II, 3) (Todorov, 1999:221).
Aquí la cuestión radica en que si los dioses viejos no actuaron a su debido tiempo, para evitar la imposición de nuevas religiones y nuevos dioses, y que así ellos fueron destronados, desplazados, marginados…, eso quiere decir que, al parecer, no son tan fuertes, tan poderosos, tan importantes, y, si se impuso el dios nuevo, si se impusieron los dioses nuevos, con demonios y diablos y angelitos asexuados y todo, por ejemplo, entonces es porque, al parecer, estos nuevos son más fuertes e importantes que los otros viejos. Esto por un lado, y, por otro lado, si el dios y los dioses viejos no actuaron, “el hombre” y “los ejércitos” que imponen la nueva religión sí pueden actuar, y torturar, y perseguir, y matar, por lo que es mejor “reflexionar” a tiempo que tener que lamentar. Así pasó en América con la imposición del Catolicismo:
Hernán Cortés decidió destruir las enormes figuras pétreas de los dioses aztecas como parte de la conquista espiritual de México y todos los aborígenes corrieron despavoridos creyendo que caería sobre ellos una maldición divina, una venganza sanguinaria de Huitzilopochtli por haber permitido ese atentado. Cuando las estatuas en forma de serpiente y otras tantas fueron despedazadas a marrazos en plena plaza pública y no aconteció nada ni se abrió el cielo ni se produjo un terremoto ni surgió una gran inundación ni una plaga mató a cientos de miles de indígenas y, en cambio, se instaló una cruz en lo alto de los templos sin mayores represalias divinas, entonces Cortés adquirió un respeto reverencial, el poder y la autoridad imprescindibles para intimidar y alcanzar así sus objetivos políticos y militares (Martín, 2006: 38).[44]
SEMINARIO: IMAGOLOGÍA SOCIOCONFESIONAL
DIAPOSITIVA 101
Estados Unidos de América
ruanofaxas@gmail.com
La alquimia, es decir la “creación” y la “recreación de cosas”, siempre ha estado presente en la historia del hombre.
¿Podemos asegurar que en la actualidad no hay alquimistas, “alquimistas modernos”, es decir gente que siempre anda inventando cosas, inventando hasta lo no inventable? Los temas que afectan la política y la religión, por ejemplo, parece que reafirman la presencia de muchos “alquimistas modernos”.
¿No hemos visto cómo anda la imagen de la gente en la calle, en las entrevistas, en la televisión, en los trabajos, en las religiones, en las escuelas…, en la política de América Latina, en el Derecho y la procuración de justicia en América Latina? Bueno, ésos son los “alquimistas modernos”… ¡Algunos “alquimistas modernos”, que se dedican a la “alquimia negra”, viven inventando, “pa’ ver si es chicle y pega”! Nada más que de sus búsquedas alquímicas con bastante frecuencia no sale ni oro ni plata, obviamente tampoco chicle, sino “cosas raras”…
Pero también está la alquimia buena, la “alquimia blanca”. Esoterismo, religión, astrología, magia, brujería, ocultismo, alquimia…, son temas que gustan mucho en América Latina, en especial entre los jóvenes y los niños. Es parte de nuestra herencia… ¿Acaso se puede ser un niño latino o un niño occidental o un niño de cualquier lugar del mundo sin los cuentos de magos, demonios, hadas, brujas, “merlines y morganas”, ogros, demonios, dragones, duendes, monstruos, fantasmas, gigantes, enanos y gnomos…? ¿Sin Nennius y Geoffrey de Monmouth –El Rey Arturo, y aquí los personajes de Merlín y Morgana–, Perrault, los Hermanos Grimm, Hans Christian Andersen, José Martí, Lewis Carrol, Jonathan Swift, Howard Pyle y ahora Joanne Kathleen Rowling y William Steig, se puede ser un niño “normal” en el mundo occidental? ¿Cómo ser un niño normal sin magia, sin hadas, sin fantasmas, sin gnomos, sin brujería y sin alquimia? ¿En este mundo tan complejo y diverso, tan lleno de conflictos de todo tipo, pero principalmente bélicos, saturado de frustraciones y esperanzas, qué ser humano “normal”, que niño “normal”, no ha tenido en su infancia, en su adolescencia, y en algunas culturas hasta en la juventud y en la vejez, su mundo de El laberinto del fauno?[47] ¡Y todos esos libros como se venden! ¡Y todas estas películas como se ven: una y otra vez, una y otra vez…, y otra vez más, por si quedaron dudas, detalles…! Lees el libro…, ves la película…, aquel primer y viejo libro…, aquella primera y vieja película…, y luego las nuevas versiones literarias, las adaptaciones nuevas, los remakes con todos los adelantos de la cinematografía…, y lo haces de chico, pero después lo vuelves a hacer, ya de adulto, cuando aparecen los hijos, los pequeñitos de la familia… Y aparece aquí el gusto, y la nostalgia, y se mezclan los dos, y se sabe porque hasta puede aparecer por ahí una lágrima confundida, un suspiro delatador de los múltiples maravillosos recuerdos… ¡Qué triste debe ser que en la biblioteca de una casa no estén esos libros! ¡Qué triste debe ser que en la videoteca de un niño no estén esas películas! ¡Qué triste debe ser que los niños del mundo moderno no puedan leer esos libros y ver esas películas!
Bueno, veamos… Partamos de que la imaginación y la fantasía son rasgos muy adecuados y pertinentes del pensamiento científico superior. Creo que hoy, con todos los problemas de imagen que tienen nuestras sociedades, nuestros grupos, nuestras instituciones y organizaciones, nosotros mismos, el trabajo del consultor de imagen social, del consultor de imagen pública, del asesor de imagen, es algo así como el trabajo de un “consultor-alquimista”, es decir, el trabajo de un individuo capaz de transformar a un individuo u objeto o empresa u organización, desde su interior, en alguien o algo que valga oro, que se vea bien, que se vea bonito; y no solamente “que se vea”, sino que además “esté realmente bien”. Y en esta transformación todo puede pasar: oro, plata… El problema radica en que así como el “alquimista” buscaba, entre otras cosas, el “oro”, también buscaba la “plata”… Y sucede que en nuestro trabajo como consultores de imagen social, de imagen pública, de imagen física, de imagen institucional, de imagen política –y aquí tenemos que diferenciar entre “consultor de imagen” y “comecuandohay”–, con mucha frecuencia, luego de grandes esfuerzos, pues ni oro –crisopeya– ni plata –argiropeya–[48]…
¡Afortunadamente, para que no nos traumaticemos, esto de muchos términos para designar cosas semejantes y lo mismo, esta “confusión en el uso de palabras y muchas ideas en torno a algo, no solamente sucede en las ciencias sociales y humanísticas, en la Filología, en la Traductología, en la Comparatística, en la Imagología, en los estudios acerca de las religiones del mundo, en la Antropología, en la Etnología…, sino también en otras muchas ciencias, en muchas otras profesiones!
En la historia de la Humanidad la alquimia ha sido tratada de diversas formas, y enfocada y valorada de múltiples maneras. La alquimia, por supuesto, ha desempeñado un papel tan trascendental, tan decisivo, en la vida y el desarrollo de la Humanidad, que siempre fue considerada por la mayoría de los “pensantes” como una ciencia…, específicamente hasta más o menos el siglo XVIII, y a regañadientes, justamente por la persecución que tuvo esta práctica. Y también recuerda que la alquimia no solamente buscaba “oro” o “plata”, o metales preciosos. La alquimia, la “química-filosófica”, a través de un resultado llamado “piedra filosofal” o “elixir” también buscaba obtener “conocimientos y productos” milagrosos que ayudaran a curar las enfermedades y dolencias de los seres humanos, y en especial una medicina que lo curaba todo que se llamó “panacea universal”… Pero el “conocimiento”, el conocimiento de lo que fuera y en especial el “conocimiento científico”, y más concretamente el conocimiento masificado, al nivel del pueblo, de la gente común, no convenía en aquellos tiempos de las tinieblas, la época medieval, a ciertos grupos, porque, como dice el dicho, “enseña a pensar a los hombres y los harás libres…”: ¡malo! La alquimia buscaba la “creación de la vida humana”, algo así como lo que sucedió con Frankestein, ¡hasta se buscaba la “inmortalidad”!
La alquimia está directamente relacionada, de manera triste y cruel, con la Inquisición, ese largo –creada en 1184, al sur de Francia, y ¿ya terminó la Inquisición? ¿Sabemos realmente lo que significa “inquisición” y para qué fue creada, cómo funcionó?– y oscuro periodo de la historia de la Humanidad que tanto nos ha abochornado, bueno…, más bien que tanto ha abochornado a los “hombres de buena voluntad”. La alquimia está relacionada también con las “profesiones liberales” de los judíos en España, especialmente con la medicina y la farmacopea, es decir profesiones que tenían que desempeñar obligatoriamente los judíos en ciertas partes de Europa, en España, porque no podían tener tierras, porque se les prohibía tener tierras, y debido a estas profesiones liberales tenían que hacer experimentos, investigaciones, que eran vistos por los “supersticiosos” e “ignorantes” como brujería, magia o alquimia.
¿¡Qué la vida eterna es un cuento!? ¡Claro que no! Para los gustos se han hecho los colores. ¡Al parecer…! Unos mueren para llegar a un Paraíso y estar a todo dar… Otros quieren llegar al Paraíso, pero tendrán que hacer su escala en el Purgatorio –¡esa fila es grande y se amplía…!–… Otros hasta aceleran la muerte para “gozar” en el Paraíso, inclusive con “70 vírgenes”… Otros, de plano, como los criogenizados, no se quieren ir de aquí… ¿Por qué no se querrán ir?
Recordemos que hay personas que están hoy congeladas, en lugares especiales, esperando la “resurrección”, las “curas milagrosas” y su Paraíso pero terrenal…
No podemos olvidar que hay muchas ciencias y ramas científicas que hoy buscan clonar, crear vida a través de células… ¿Por dónde andan algunas ciencias como la Ingeniería Genética y la Genómica? Por eso también la alquimia y en particular la piedra filosofal –que se decía estaba en el mango de la espada llamada Excalibur– se han asociado, desde La Edad Media, con el “Grial” o “Santo Grial”. Claro que todas estas cosas tienen mil interpretaciones, y de todos estos símbolos alquímicos podemos crear un verdadero “caldero de colores”… ¡Es normal el disentimiento en las ciencias que tratan estos problemas! Por otro lado, quiero que recuerden las ciencias o las protociencias que aparecen en los principios de la química, de la medicina, de la metalurgia, etc. ¿Que ha habido y hay alquimistas charlatanes? ¡Pero claro! ¿Y por qué no habría de haberlos si ésta es la Viña del Señor, si también ha habido y hay políticos charlatanes, funcionarios charlatanes, religiosos charlatanes, matemáticos charlatanes, historiadores charlatanes, economistas charlatanes, administradores charlatanes, filólogos charlatanes, imagólogos charlatanes, antropólogos charlatanes, artistas charlatanes, médicos charlatanes, siquiatras charlatanes, sicólogos charlatanes, sociólogos charlatanes, y hasta consultores de imagen charlatanes…? ¿Que la alquimia ha sido el origen, entre otros orígenes, de la creación de cuentos famosos, de historias famosas, de libros y películas geniales como Harry Potter y The Tales of Beedle the Bard o, en español, Los cuentos de Beedle el Bardo? ¡Claro! Pero estos maravillosos cuentos y películas de ciencia-ficción, de magia, salidos de la imaginería popular, de cerebros exclusivos, de mentes exclusivas, de la historia de la Humanidad, no son nada comparados con los relatos y espectáculos comediescos –históricos y actuales–, y de mal gusto, de muchos –generalmente los protagonistas de doble moral y hasta triple y cuádruple moral; basta leer, ver y oír las noticias, informarse– que critican y que se han opuesto a, por ejemplo, los libros y películas del tipo de Harry Potter.[49] ¿Por qué será? ¿Qué habrá en esos libros y películas que “asusta” a unos cuantos? ¿Por qué no quieren que “ese” pasado de la historia aparezca ante los ojos de la Humanidad? ¿Qué verán de “malo” en ello? ¿No será que, entre otras cosas, esos “asustados” saben que ellos o muchos de ellos son las múltiples y vivas imágenes del malvado Lord Voldemort o, en francés, “Vol de Mort”, es decir “Vuelo de la Muerte”, unos “sangre sucia”?
Y así, dando saltos de un tema a otro, acortando por el tiempo y disfrutando de la divagación, ¿no fue en Gran Bretaña en donde nació la Masonería, que ha estado asociada, entre otras cosas, a historias y mitos que aterran a la Iglesia católica romana? Recordemos que la Masonería ha estado asociada a los Caballeros Templarios, y por lo mismo a ritos y conductas mágico-orgiástico-religiosas… El paso de nuestros “Lord Voldemort” por nuestros países deja mucho más que el paso de Lord Voldemort por la historia de Harry Potter y en Los cuentos de Beedle el Bardo. En nuestros países estos personajes encarnan la ignorancia, el atraso, la corrupción, los robos, el dolor, el hambre, los raptos, la muerte, las violaciones sexuales a menores, la pederastia… ¿Será por eso que no quieren ver “sus” películas nuestros actuales Lord Voldemort? ¿Qué habrá en la magia, en la brujería, en la alquimia, que los asusta? ¿Qué datos históricos se querrán borrar de la mente de la Humanidad? ¿Qué imágenes, signos y símbolos aparecen en libros y películas como Harry Potter –a la manera del libro y la película Código da Vinci, de Dan Brown– que han desatado críticas tan duras, desesperadas y absurdas por parte de ciertos grupos religiosos –que lo único que hacen, como siempre, es elevar las ventas de esos libros y la asistencia a las salas de cine para ver estas películas o las rentas de estos filmes: ¡eso es lo que se llama “todo un programa de marketing especializado gratuito”!, ¡prohíbe algo, y verás cómo actúa la gente!–? ¡Qué terrible esta cuestión de que unos vean moros con tranchetes en donde otros, la mayoría, la gente normal y corriente, los niños y jóvenes, sólo ven diversión, alegría, regocijo, fantasía, pasatiempo…! ¡Harry Potter, ese alquimista, mago y brujo, en cualquiera de sus versiones, tiene récords de venta, de aceptación! ¡Y su autora…, multimillonaria! http://www.youtube.com/watch?v=dus57ksoTg0
[…] ¿Y dónde me dejan a Angry Birds, en cualquiera de sus versiones? http://en.wikipedia.org/wiki/Angry_Birds […] En http://www.publimetro.com.mx/tecno/angry-birds-space-supera-los-diez-millones-de-descargas-en-tres-dias/mlcz!Qs4HpwjFyXKcQ/ , por ejemplo, se dice:
[…] Angry Birds Space, la versión espacial del popular videojuego desarrollado por la compañía finlandesa Rovio, superó los diez millones de descargas en menos de tres días tras su lanzamiento el pasado jueves, informó hoy la empresa en su cuenta de Twitter.
La nueva versión de Angry Birds, la aplicación de pago más descargada de la historia […] http://www.youtube.com/watch?v=D8f4EnDrNwU&feature=related
[…] Es muy interesante analizar la vida de las mujeres alquimistas. Fueron muchas, cientos. Pero siempre hay alguien “más importante en todo”. Y aquí aparece la primer mujer alquimista de la historia, María la Judía, a la que se le conoce también como “La Eva de la Alquimia”. ¡Tremenda mujer! Y también qué bueno que nació en Alejandría, para el siglo II d.C., de Nuestra Era. ¡De lo que se salvó! De lo contrario, ¡también la habrían quemado por alquimista, por bruja!
Muchos frailes también fueron alquimistas; muchos de ellos lo fueron a escondidas, y gracias a sus trabajos se conocieron, entre otras muchas cosas, los alcoholes que ayudaban a extraer la “quintaesencia” de las plantas, ese quinto elemento que se suponía existía en todos los cuerpos, lo que se podía aplicar en múltiples fórmulas y para muchos efectos. Los alquimistas, perseguidos y relegados, aislados, sin autoridad científica, desaparecieron ya en el siglo XIX. ¡Pero aparecieron con mucho poder hoy, en nuestros días, y ahí están en las librerías y las salas cinematográficas con Harry Potter y otras cintas y programas infantiles, como Los Pitufos, esos seres azules que viven en las setas, perseguidos siempre por el brujo y alquimista Gargamel, y Asterix, con más de 50 años deleitándonos a todos, con sus variados personajes y aquí el druida, el sabio, el mago Panorámix! Cuando vemos estos cómics, estos libros de muñequitos, estas películas, ¡y su aceptación en las grandes masas!, entonces podemos asegurar que la desaparición y muerte en la hoguera y las cárceles de tantos alquimistas han sido reivindicadas. ¿Será que reencarnaron esos “espíritus sedientos” en la joven escritora británica Joanne Kathleen Rowling, con tan sólo 40 años, y con tanto dinero y fama hasta en China, Japón y la India, y relaciones y tiempo por delante para seguir escribiendo acerca de magia y alquimia? ¡Es un alcance universal, algo casi nunca visto! ¿Y habrá más libros de alquimia y magia y brujería? ¿Y ahora sobre qué temas tratará esta autora y otros autores que ya “se inspiraron”? ¿Y ahora qué secretos saldrán a la luz? Bueno…, esperemos… ¡Somos cientos de millones, en el mundo entero, los que esperamos ávidos! (Ruano, 2004a).
Las religiones, las sectas, las creencias, tienen una marcada presencia en las esferas socioculturales –y obviamente en las esferas políticas y económicas–, en las formas no verbales, corporales y verbales a través de las cuales se expresan los usuarios de los diferentes lenguajes. Y, como sabemos ya, debido a nuestras mismas vida y experiencia práctica en estas sociedades tan variadas, tan desiguales, tan globalizadas, no siempre sabemos cuáles son los “verdaderos significados” de determinados lenguajes no verbales, corporales y verbales en religiones con las que convivimos diariamente o que profesamos devotamente, no siempre conocemos el verdadero significado de muchos signos religiosos de nuestra propia religión o de nuestras propias religiones, el verdadero significado de las palabras y los gestos de alabanzas religiosas, de las tradiciones y los ritos religiosos de nuestras culturas.[16] Pero peor aún, desconocemos cómo se manifiesta la “fe” de manera concreta y práctica, cuáles son sus rasgos en las diferentes religiones, cómo pueden reaccionar los grupos religiosos –y los no religiosos– en determinadas situaciones (Eco y Martini, 1999), especialmente cuando se sienten amenazados por una u otra razón. ¡Y las amenazas pueden ser múltiples y variadas! ¡Y las reacciones pueden ser muy diversas! ¡Y esas reacciones pueden ser extremas y crear conflictos seculares y sangrientos! Esto es algo que, a estas alturas del siglo XXI, parece que el mundo moderno todavía no ha aprendido bien. ¿Cuánta sangre se necesita derramar todavía para acabar de entender esto? ¿Cuántos desastres humanos y materiales todavía son necesarios para que la Humanidad escarmiente? ¿Es que acaso hay “grupos” interesados en que estos conflictos religiosos no terminen? Si fuera así, entonces que esos “grupos” anden con mucho cuidado y, finalmente, que se atengan a las consecuencias de sus decisiones y sus actos.
La religión y las religiones, y sus conflictos y desaciertos, han decidido y siguen decidiendo los futuros de los hombres, de los grupos humanos, de la Humanidad; la religión y las religiones han decidido y siguen decidiendo la vida y la muerte a destiempo, las frustraciones y las infelicidades de grupos, de pueblos, de continentes (López, 2003; Greenfield, 1979; Deschner, 1990; Pereira, 1969; Clark y otros, 1981; García, 1993; Guerra, 1993; Meyer, 2005; Reboul, 1981; Rodríguez, 1985; Rodríguez, 1992; Montero, 1961; Martín, 2006; Vallejo, 2007; Verbitsky, 2005). Quien tenga alguna duda al respecto que recuerde: 1. La función de las religiones en la historia y la actualidad, y los sacrificios humanos de diversos tipos, y aquí, entre otras cosas, la antropofagia y el canibalismo; 2. Los conflictos, las persecuciones, los pogromos, los crímenes, los criterios poblacionales de pueblos, de países, de regiones, de continentes, y los exterminios masivos en nombre de “religiones”, “dioses” y “creencias”: las matanzas de nativos, y concretamente de indígenas americanos, en todo periodo de conquista y colonia; las Cruzadas, la Inquisición, las guerras entre católicos romanos y católicos ortodoxos, entre católicos romanos y protestantes, entre católicos y musulmanes, entre católicos y otros grupos sectarios, entre católicos y todo lo que no sea católico, la persecución de judíos y otras culturas, en la historia y en la actualidad, la Cristiada… Las cifras de muertos que arrojan los conflictos religiosos han sido y siguen siendo alarmantes en cualquier continente: ¡aquí nadie se salva! A las elevadas cifras de muertos ya conocidas por estos motivos religiosos se suman las recientes, en varias zonas del mundo, pero en especial en este siglo XXI en Irak: en este país –o más bien, lo que queda de “país morgue”– cada día hay 30 muertos o más, cada mes hay 1000 muertos, o más…, solamente en un día, el 16 de agosto de 2007, en una sola ciudad, Sinyar, al norte, en la provincia de Ninive, murieron unas 500 personas por atentados terroristas relacionados con conflictos religiosos. ¿Qué es esto? ¿Qué estamos haciendo? ¿Es que no vemos hacia dónde vamos? Tiempo al tiempo…
No olvidemos que dioses y ritos, que las mitologías, han sobrevivido al paso del tiempo y han sido asimilados por el lenguaje, por los lenguajes, ya sea de una manera clara o de una manera obscura o encubierta. Las mitologías, las creencias, los dioses, etc., aparecen en las literaturas orales y escritas, en la arquitectura, en la escultura, en la pintura, en el cine, en la música, en la danza… Desgraciadamente, en la mayoría de los casos ignoramos, por el motivo que sea –ceguera intelectual o ceguera sicológica–, el verdadero sentido de determinados lenguajes verbales religiosos de religiones que nos son familiares, ignoramos qué matices religiosos, misterios y secretos yacen en esos discursos. En otros casos, la ignorancia que en promedio tienen los grupos en este sentido es extrema, en especial cuando las religiones son impuestas a los individuos y a los grupos por presión y en situación de analfabetismo o analfabetismo funcional.[17] Aquí nadie entiende, pero tampoco nadie pregunta, nadie cuestiona, aquí el silencio se manifiesta en sus tres tipos (Ruano y Rendón, 2006). ¿Y si cuestionas y te tachan de “réprobo peligroso”?
Algunos presidentes mexicanos y actuales dirigentes políticos como Beatriz Paredes, el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, o el ministro de Seguridad, Genaro García Luna, recurren a la magia, a los brujos o chamanes para lograr poder político, dijo este viernes a Efe el escritor y periodista José Gil Olmos.En su nuevo Libro “Los brujos del poder 2” (Random House Mondadori, 2009), Gil desveló las costumbres de los políticos que apelan al esoterismo y a fuerzas sobrenaturales para despejar su camino de adversarios y enemigos, así como lograr sus metas personales “cueste lo que cueste”.En su primer libro “Los brujos del poder 1”, Gil describió las andanzas y peripecias con brujos, hechicerías y pócimas de Marta Sahagún, esposa del ex presidente Vicente Fox, así como de Elba Esther Gordillo, líder vitalicia del sindicato de maestros de México, la mayor organización sindical latinoamericana.Gil indicó que en este segundo libro relata cómo la actual presidenta del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Beatriz Paredes, recurrió al brujo Wenceslao Flores Xala, conocido como “El Gato Negro”, para que con un hechizo pudiera superar “las malas vibras” y recuperar el poder político.El autor contó cómo el brujo que atendió a Paredes la llevó a un “lugar sagrado” en un bosque cercano a Catemaco, en el estado de Veracruz (en el Golfo de México), donde realizó un hechizo de magia negra e invocó a los “espíritus de los grandes hombres” para que le ayudaran a alcanzar el poder que tanto deseaba.Asimismo, Flores Xala afirmó al autor que rezó a la Santa Muerte para reforzar los planes políticos de la actual líder nacional del PRI.“La llevé a mi templo y ahí realizamos el rito; sacrifiqué una gallina negra y lancé los conjuros necesarios”, dijo el brujo a José Gil.El hechicero explicó que los conjuros se prolongaron por nueve días seguidos para que Beatriz Paredes tuviera poder y para hacer a un lado a sus enemigos.El brujo consideró que el cargo actual y el poder que ostenta Paredes es resultado de la intervención de su magia.Gil destaca que el libro muestra que la clase política “es muy inculta, y en momentos de crisis como éste tiene mucho más auge el misticismo y esoterismo”.Entre otros personajes que desfilan por el libro está el actual ministro de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, quien, afirmó Gil, cada vez que sale a alguna misión se encomienda al “Ángel de la muerte”, una figura que, según el autor, tiene en un altar instalado en su oficina junto con otra de la Santa Muerte.Un personaje que se perfila como fuerte contendiente para las elecciones presidenciales de 2012 es el actual gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, quien, según el autor, confía en una profecía de una vidente que predijo hace varias décadas que un miembro de la agrupación Atlacomulco, a la que él pertenece, se convertiría en presidente.Entre los acérrimos creyentes en el ocultismo y los brujos está el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, quien fue asesorado por dos brujos durante la crisis política en su estado en 2006 por el movimiento de la Asociación Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), que mantuvo cercado el centro de la capital durante casi seis meses.Una de las poblaciones más conocidas como sede de chamanes es Catemaco, en el estado de Veracruz, sitio al que han asistido la mayoría de los políticos y funcionarios de diversas posiciones ideológicas como Carlos Salinas de Gortari, José Córdoba Montoya, Pedro Aspe, Beatriz Paredes, Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador.El autor destaca que en todo México existe un auge del misticismo, de la creencia en los brujos, en la magia, debido al influjo de las religiones que mantienen un parte mística y la creencia en el más allá y en la existencia de lo sobrenatural.Por este motivo los políticos y la población en general son creyentes y fácil presa de chamanes, hechiceros, espiritistas, masones, neurolingüistas, brujos y curanderos.
[…] La luz de ÁfricaLa Maestra [Elba Esther Gordillo, Presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de México, desde hace ya 20 años, para la pena y el bochorno de absolutamente toda la educación en este país y en el Continente Americano] tomó sus providencias. Consultó con sus asesores, con sus colaboradores magisteriales, y dada su afición por la brujería, el esoterismo, la santería y otras prácticas de magia negra, acudió también a cartomancianas, videntes, mediums y consejeros espirituales, quienes le aconsejaron hacer una carta astral del mandatario [Ernesto Zedillo] “para saber exactamente lo que se necesitaba y calmar sus ánimos, había que diagnosticar su aura, sus fijaciones, todo lo que le gusta y disgusta. Para eso se tomaron fotos… para ver sus demonios, vicios y debilidades”, escribe Gil Olmos.Las consultas se prolongaron durante un año, hasta que decidió viajar al continente africano en busca de brujos y magos que le ayudaran a “ahuyentar las amenazas presidenciales”. El reportero recogió las declaraciones de gente cercana a la dirigente magisterial, testimonios de primera mano, para trazar la instantánea de Elba Esther cuando se sintió acorralada.En su itinerario, La Maestra tocó Marruecos, donde visitó a un “lector” de caracoles, quien le reveló que tenía que ir a otro país: Nigeria. Ahí participó en un ritual donde el brujo de ese país le preguntó simplemente, dice uno de los entrevistados, “si el color de los ojos del jefe de nuestra tribu era café. Eso fue todo”. Cuando la maestra le contestó, el brujo dijo, a través del intérprete, que iba a cazar un león para desollarlo y transportar toda la energía del animal a Elba Esther Gordillo.Ahí terminó la sesión. Al día siguiente el felino había sido sacrificado, agrega uno de los testigos de esa ceremonia. Un grupo de 10 personas comenzaron a despellejar al animal y recolectaron su sangre.Relata el testigo: “Metieron a la maestra en una choza de paja y barro. Sin quitarle ni la blusa ni los shorts, le empezaron a untar los testículos del animal, las vísceras y la sangre, le amarraron la piel de la fiera y con las pezuñas le dibujaron signos, todo esto en medio de muchos cánticos…“La colocaron junto a la pared y la levantaron, poniéndola en una especie de pedestal donde no tocaba el piso. Debajo de sus pies pusieron diversas figuras de barro negro y hierbas. Le pidieron que agarrara fuerte una de las fotos del presidente Zedillo, que la abrazara y que dijera siete veces lo que deseaba.”La ceremonia duró cuatro horas. Al final, La Maestra pagó 45 mil dólares. El brujo le dijo, riendo, que ella no tenía idea de lo que le iba a costar esto, que no se trataba de dinero, sino que iba a pagar con lo que más le iba a doler, con lo más querido. Poco después, ya de regreso en México, Francisco, su nieto preferido, se desnucó mientras jugaba con otros niños en el elevador del departamento en el que vivía.“Mas allá de lo increíble que pueda parecer esta historia –escribe Gil Olmos–, lo cierto es que el poder de la maestra Gordillo no se terminó con el sexenio de Zedillo. A partir de entonces éste aumentó hasta alcanzar niveles cada vez más y más altos, primero con Vicente Fox, cuando hizo amistad con Marta Sahagún y operó desde la Cámara de Diputados las propuestas de reformas constitucionales, y luego con Felipe Calderón, a quien, incluso antes que su partido, el PAN, le levantó la mano como ganador de la campaña presidencial de julio de 2006.”[33] […]
Con frecuencia se ha hablado acerca del embrujo de Mahoma: “el judío Lucaide embrujó a Mahoma, haciendo nueve nudos en una cuerda que luego habría guardado en un pozo. El profeta Mahoma cayó enfermo pero fue salvado por el ángel Gabriel que le reveló donde estaba guardada la cuerda de los nueve nudos”. “El judío había hecho once nudos en un hilo que suspendió en un pozo; el ángel Gabriel reveló entonces a Mahoma el secreto del embrujamiento y los dos suras (CXIII, XCIV). A cada lectura de estos suras se deshacía un nudo, y Mahoma sanó”, según El Corán, en la traducción de Joaquín García-Bravo, 1982, México, Editorial Época.
En el Corán, capítulo 113: El Alba, SÛRAT AL-FÁLAQ, se dice:
El ser humano es muy impresionable, y la sugestión hace mella en él. Las supersticiones y la magia son medios que se han utilizado para dominar el ánimo de las personas. El Corán ordena a los musulmanes buscar refugio en Allah wa min shárri n-naffâzâti fî l-‘úqad, contra el mal de las que soplan en los nudos. Las que soplan (naffâzât, plural de naffâza, sopladora) en los nudos (‘úqad, plural de ‘uqda, nudo) son las brujas.
Hacer un nudo expresa en árabe la idea de tomar una decisión. Las brujas hacían nudos y soplaban en ellos, deshaciéndolos, mientras pensaban en alguien, y con ello pretendían quebrar la fuerza del individuo que tenían en mente y debilitarlo o someterlo a su voluntad. La efectividad de estos hechizos sólo Allah la sabe, y en cualquier caso es Él el que en todo momento protagoniza los acontecimientos. Volverse hacia Él es desear que nada de esto afecte de un modo u otro el ánimo del que recuerda a su Señor y se confía a Él.
Siempre se trata de lo mismo. Lo que atemoriza al ser humano es lo que desconoce, lo que no puede controlar. El supuesto poder de su enemigo, sea éste real o ficticio, le produce dudas que debe vencer. Retrotraerse es algo que el Islam censura constantemente y ofrece al musulmán fórmulas que le permitan sobreponerse.
La palabra [magia] deriva del antiguo término “mago”, que significa sabio [La magia] ha existido desde siempre en la mente humana, como una alternativa […] no exige pruebas, sino eficacia […] Se proyecta a la sociedad a través de mitos, ritos, cultos y supersticiones; pero en contraste con la religión, no origina santorales ni martirologios […] (Álvarez, 1987, t. VIII:4892).
Tomada la gran Tenochtitlan (1521), durante los tres siglos siguientes se hizo “la mezcla de las mezclas”. Sobre las bases esotéricas prehispánicas se sobrepuso la magia española, mezcla a su vez de las celtas, ibera y romana, de la brujería medieval, del oscurantismo oriental llevado por los árabes durante la larga ocupación de la Península, del esoterismo judío –especialmente la Cábala– y de los sistemas de adivinación y astrología desarrollados en algunas cortes, como la de Alfonso el Sabio; todo esto atemperado por la Iglesia católica, por medio de la Inquisición. Después se añadió la magia africana introducida por los esclavos negros y, por último, la del siglo XVIII, que aportó nuevos métodos en la alquimia, la medicina, la física y la astrología, una interpretación distinta de la demonología y de la Cábala, y la organización de sociedades secretas político-esotéricas.
Del Cercano y Lejano Oriente procedieron las prácticas adivinatorias más comunes, como la interpretación del vuelo de las aves y de las entrañas de los animales, la hepatoscopía, los oráculos, el gnosticismo, la rabdomancia, la numerología, la interpretación de los sueños y de los fenómenos de la naturaleza (granizos, rayos, centellas, cometas), los pases para el control de las influencias ajenas, el poder del verbo (la palabra), la invocación, el concepto de la otra vida y el principio de las sociedades secretas. Esto se unió a las costumbres de las ordalías, al culto de los espíritus y del cráneo, a los sacrificios de ahorcamiento para propiciar la tierra, a los amuletos y talismanes, y a la preparación de los elíxires, todo lo cual practicaban los bárbaros […]
Estas prácticas fueron fácilmente asimiladas por los indígenas [mexicanos] conquistados […]
A principios del siglo XVII, cuando empezaban a llegar los esclavos negros [a México] procedentes de las costas del golfo de Guinea, se advirtió, por acusaciones del Santo Oficio, la presencia de nuevas formas de brujería […] Los negros se consideraban rodeados por los espíritus de sus antepasados, quienes hacían bien o mal según se comportaban los hombres, propiciándolos u olvidándolos. La forma más común de propiciarlos era permitirles la posesión [o monta]. Ésta se manifiesta con convulsiones y estados de epilepsia, individual o colectiva, lograda a base de danzas frenéticas y semioscuridad. El punto culminante de la ceremonia (vodú o vudú) es el éxtasis del mago o de la persona que desea curarse […] En el siglo XVII los inmigrantes negros se vieron obligados a cambiar sus dioses por santos católicos: así, Shangó se convirtió en Santa Bárbara, o en San Cosme, o en San Patricio, según la intención de belicosidad, medicina o defensa que tuviera. Sus altares se impregnaron de papel indígena mexicano; sus ofrendas fueron el aguardiente, el pan o las flores, y entre las representaciones de animales (a veces los animales mismos) abundaban el cocodrilo y la serpiente. Para los sacrificios, que siempre formaron parte de las ceremonias, usaron desde un principio el gallo negro y el chivo [también la gallina, el pollo y la paloma]. La idea del muerto que trabaja (zombie) no prosperó en México, pero sí en el sur de América y las Antillas.
Los oscurantismos indígena, español y africano, mezclados en el siglo XVII, constituyeron complejos mosaicos en el XVIII. Se guardaron, sin embargo, las distancias de clase y casta: los peninsulares y criollos se manifestaban reacios a la magia y aparecían como verdaderos cristianos, aunque en la intimidad de sus hogares manejaban laboratorios alquimistas, o sus altares estuvieran penetrados de significados mágicos (palmas [o yarey], agua y pan bendito, y flores de cempasúchitl para el culto a los muertos [y magueyes o tunas atravesadas por cuchillos o lanzas para el mal de ojo]). Los mestizos –las incipientes clases medias– practicaban formas de brujería sincretizada. Y los indios y negros conservaban sus religiones antiguas, consideradas diabólicas por los misioneros españoles. Estas diferencias se acentuaban en la aplicación de la medicina (advertencia de Aguirre Beltrán): los peninsulares conservaban sus tradiciones, que impusieron a los criollos; los mestizos y los indios usaban la medicina prehispánica, y los negros guardaban la suya, cien por ciento mágica. Los médicos españoles aportaron las técnicas de sangría, lavados intestinales y elíxires de plantas europeas; los indígenas, las propiciaciones, sahumerios, brebajes, ungüentos, ofrendas, conjuros, cortes de pelo, cataplasmas y magia homeopática; y los negros el llamado del alma, la búsqueda del espíritu que está enfermando, y el uso de restos humanos y de tierra de camposanto.
Siglo XIX. Un criterio hermético, que forma parte de la mentalidad mágica, presidió la formación de las sociedades secretas, basadas en ideas esotéricas de la antigüedad, sobre todo del helenismo y en relación con el culto a Hermes […] En el siglo XVIII proliferaron las agrupaciones herméticas, entre ellas los rosacruces y los masones o francmasones. Su principal acción consistió en enfrentarse a la Iglesia católica y a los poderes hereditarios. Se formaron con las nuevas clases burguesas y con aristócratas de segunda línea. Sus raíces mágicas se nutrieron en la alquimia, la gnosis, la numerología, la geometría, la Cábala y otros métodos de adivinación.
En la segunda mitad del siglo XIX se desarrollaron el hipnotismo, la telepatía, nuevas formas de adivinación, amuletos y talismanes, y sobre todo el espiritismo […] La clase media adoptó nuevas formas de adivinación: las cartas españolas; la lectura de los restos del café en las tazas; la quiromancia a la llegada de los gitanos españoles y de la Europa Oriental; la astrología y la formación de horóscopos, aunque en pequeña escala; las bolas de cristal, usadas por los profesionales; la grafología y la rabdomancia, o búsqueda de agua con una vara. Los sueños, los presentimientos, los muertos aparecidos y las voces siguieron siendo cuadros muy frecuentes. Por ello se acudía también a la magia costumbrista: limpias con hierbas [despojos] o con huevos, o forzar el amor y el odio con brebajes y objetos portables. La Iglesia disimulaba el carácter de los escapularios de tela como amuletos, lo mismo que las medallas con efigies de santos, y el agua bendita continuó con sus efectos apotropaicos y el pan y las palmas [o yareyes] siguieron como talismanes. Las masas populares, a su vez, conservaron sus formas de pensamiento sobrenatural.
Siglo XX. Coincidiendo con una época de inseguridad, a los primeros 30 años corresponden los charlatanes, videntes, médicos mágicos, adivinos e iluminados […]
Hacia 1920 apareció en México el espiritualismo, que no concibe a las deidades ni a los santos en el cielo, sino alrededor de los hombres […]
Con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, las clases altas han adoptado de preferencia formas de magia oriental: el éxtasis, las filosofías yogas, los horóscopos hechos por astrólogos, la adivinación por el Tarot y el I Ching, la portación de fetiches y amuletos exóticos, y la consulta a grandes adivinos preparados en el esoterismo de la India y de Egipto. Muchos de estos practicantes han cambiado el cristianismo por el hinduismo y el budismo. Las drogas alucinantes no les son tampoco desconocidas. En virtud de las oportunidades de viajar, han abandonado casi definitivamente la tradicional magia popular mexicana y han buscado más amplias respuestas en el ocultismo extranjero. La clase media también ha incorporado a su mentalidad mágica nuevas técnicas: amuletos con signos del zodiaco, plantas para la buena suerte, cruces de Caravaca, el espiritismo, el espiritualismo, la lectura del iris del ojo, la tabla güija y los caracoles de la santería.
La prensa, la radio y la televisión [así como Internet] le proporcionan a diario los horóscopos. El pueblo en general ha aumentado, asimismo, sus formas de protección mágica: los mercados expenden toda clase de remedios herbolarios, hasta dar la apariencia de producción industrial, por las preparaciones y el empaque […] La superstición colonial sobrevive […]
Entre los grupos indígenas actuales son notables las supervivencias prehispánicas […] (Álvarez, 1987, t. IX:4892).
[…] Pobreza imaginativa, decía Unamuno, es aprenderse códigos de memoria [como hacen muchos religiosos con sus textos, con sus discursos, y no esa imaginación inconmensurable del mundo mágico-fantástico-maravilloso; pobreza imaginativa es la educación que se les da, en pleno siglo XXI y de “globalización competitiva” a la inmensa mayoría de los pueblos de América y del mundo, marcada por ese estúpido, arcaico, frustrante e inservible memorismo] […] Para empezar, la sensación de lo maravilloso presupone una fe. Los que no creen en santos no pueden curarse con milagros de santos, ni los que no son Quijotes pueden meterse, en cuerpo, alma y bienes, en el mundo de Amadís de Gaula o Tirante el Blanco. Prodigiosamente fidedignas resultan ciertas frases de Rutilio en Los trabajos de Persiles y Segismunda, acerca de hombres transformados en lobos, porque en tiempo de Cervantes se creía en gentes aquejadas de manía lupina. Asimismo el viaje del personaje, desde Toscana a Noruega, sobre el manto de la bruja. Marco Polo admitía que ciertas aves volaran llevando elefantes entre las garras, y Lutero vio de frente al demonio a cuya cabeza arrojó un tintero. Víctor Hugo, tan explotado por los tenedores de libros de lo maravilloso, creía en aparecidos, porque estaba seguro de haber hablado, en Guernesey, con el fantasma de Leopoldina. A Van Gogh bastaba con tener fe en el Girasol, para fijar su revelación en una tela. De ahí que lo maravilloso invocado en el descreimiento –como hicieron los surrealistas durante tantos años– nunca fue sino una artimaña literaria, tan aburrida, al prolongarse, como cierta literatura onírica «arreglada», ciertos elogios de la locura, de los que estamos muy de vuelta. No por ello va a darse la razón, desde luego, a determinados partidarios de un regreso a lo real –término que cobra, entonces, un significado gregariamente político–, que no hacen sino sustituir los trucos del prestidigitador por los lugares comunes del literato «enrolado» o el escatológico regodeo de ciertos existencialistas […] Esto se me hizo particularmente evidente durante mi permanencia en Haití, al hallarme en contacto cotidiano con algo que podríamos llamar lo real maravilloso. Pisaba yo una tierra donde millares de hombres ansiosos de libertad creyeron en los poderes licantrópicos de Mackandal, a punto de que esa fe colectiva produjera un milagro el día de su ejecución. Conocía ya la historia prodigiosa de Boukman, el iniciado jamaiquino. Había estado en la ciudadela La Ferrière, obra sin antecedentes arquitectónicos, únicamente anunciada por las Prisiones Imaginarias del Piranesi. Había respirado la atmósfera creada por Henri Christophe, monarca de increíbles empeños, mucho más sorprendente que todos los reyes crueles inventados por sus surrealistas, muy afectos a tiranías imaginarias, aunque no padecidas. A cada paso hallaba lo real maravilloso. Pero pensaba, además, que esa presencia y vigencia de lo real maravilloso no era privilegio único de Haití, sino patrimonio de la América entera, donde todavía no se terminado de establecer, por ejemplo, un recuento de cosmogonías. Lo real maravilloso se encuentra a cada paso en las vidas de hombres que inscribieron fechas en la historia del Continente y dejaron apellidos aún llevados: desde los buscadores de la Fuente de la Eterna Juventud, la áurea ciudad de Manoa, hasta ciertos rebeldes de la primera hora o ciertos héroes modernos de nuestras guerras de independencia de tan mitológica traza como la coronela Juana de Azurduy. Siempre me ha parecido significativo el hecho de que, en 1780, unos cuerdos españoles, salidos de Angostura, se lanzaran todavía a la busca de El Dorado, y que, en días de la Revolución Francesa –¡vivan la Razón y el Ser Supremo!–, el compostelano Francisco Menéndez anduviera por tierras de Patagonia buscando la Ciudad Encantada de los Césares. Enfocando otro aspecto de la cuestión, veríamos que, así como en Europa occidental el folklore danzario, por ejemplo, ha perdido todo carácter mágico o invocatorio, rara es la danza colectiva, en América, que no encierre un hondo sentido ritual, creándose en torno a él todo un proceso iniciado: tal los bailes de la santería cubana, o la prodigiosa versión negroide de la fiesta de Corpus, que aún puede verse en el pueblo de San Francisco de Yare, en Venezuela.
Hay un momento, en el sexto canto de Maldoror, en que el héroe, perseguido por toda la policía del mundo, escapa a «un ejército de agentes y espías» adoptando el aspecto de animales diversos y haciendo uso de su don de transportarse instantáneamente a Pekín, Madrid o San Petersburgo. Esto es «literatura maravillosa» en pleno. Pero en América, donde no se ha escrito nada semejante, existió un Mackandal dotado de los mismos poderes de la fe de sus contemporáneos, y que alentó, con esa magia, una de las sublevaciones más dramáticas y extrañas de la Historia. Maldoror –lo confiesa el mismo Ducasse– no pasaba de ser un «poético Rocambole». De él sólo quedó una escuela literaria de vida efímera. De Mackandal el americano, en cambio, ha quedado toda una mitología, acompañada de himnos mágicos, conservados por todo un pueblo, que aún se cantan en las ceremonias del Vaudou. (Hay, por otra parte, una rara casualidad en el hecho de que Isidoro Ducasse, hombre que tuvo un excepcional instinto de lo fantástico-poético, hubiera nacido en América y se jactara tan enfáticamente, al final de uno de sus cantos, de ser «Le Montevidéen».) Y es que, por la virginidad del paisaje, por la formación, por la ontología, por la presencia fáustica del indio y el negro, por la Revolución que constituyó su reciente descubrimiento, por los fecundos mestizajes que propició, América está muy lejos de haber agotado su caudal de mitologías […] (Carpentier, 1949).
Del inmenso y críptico mundo de las religiones, del ocultismo, no se sabe mucho, si tomamos en cuenta que los lenguajes religiosos son “verbales” y “no verbales”, y que ambos lenguajes están marcados por el tiempo, por la “historia selectiva”:
[…] la historia la escriben siempre los vencedores. Cuando se produce un choque entre dos culturas, el perdedor es erradicado y el vencedor escribe [o pinta o dibuja] los libros de historia, libros que cantan las glorias de sus causas y denigran al enemigo conquistado. Como dijo Napoleón en cierta ocasión, «¿Qué es la historia sino una fábula consensuada?» […] Dada su naturaleza misma, la historia es siempre un elato unilateral de los hechos […]
[…] al final, escoger con qué lado de la historia nos quedamos se convierte en una cuestión de fe y de exploración personal, pero al menos la información ha sobrevivido (Brown, 2003: 317-318).
y por la “geografía”. En este sentido señalamos que lo verbal ha recibido amplia atención –pero por supuesto no la necesaria, no la adecuada– por parte de los investigadores de las diferentes disciplinas que se relacionan con las religiones, mientras que lo no verbal –signos, símbolos y en general variantes corporales del ámbito religioso, liturgia, protocolos, etiquetas–, en especial lo relacionado con los actos litúrgicos según los contextos en los que se producen, todavía sigue siendo, en la mayoría de los casos, tema de controversia, de investigación, de reflexión y hasta de tabú y secrecía (Gutiérrez y Arocena, 2007; Dumas, 2003; Escalera, 2005; Vera, 2007). En cualquier tipo de discurso es importante investigar no solamente “lo verbal” o “lo no verbal”, por separado, sino investigar ambas esferas en su correlación y, de ser posible, en los actos prácticos y verdaderos. ¿Por qué? Muy sencillo: porque, entre otras cosas, sabemos que hay grupos y personas en particular que pueden discursar durante horas, que pueden dar discursos verbo-corporales “bonitos” (?), pero atendiendo a las formas y no a los contenidos, es decir, hablar y gesticular mucho, pero no decir nada o muy poco. Y esto es un gran problema en los discursos, en cualquier discurso en el mundo civilizado […]
Las religiones tienen, como todo organismo vivo, una muerte natural que se debe a una lenta disolución de las creencias por medio de la crítica intelectual, que las encuentra inconciliables con un nuevo sentido de la vida. Cuando el sentimiento religioso se ha enfriado, las prácticas y ceremonias externas del culto se continúan por inercia social, como gestos mecánicos sin valor expresivo […] (Ramos, 1934).
[Qué, sino la religión, en este caso el “vudú haitiano”, una mezcla de religiones y creencias africanas con la religión católica apostólica y romana, que terminó en un marcadísimo y particular sincretismo religioso, fue el arranque de la Primera Gran Revolución de Independencia de América Latina: Haití, en 1769 http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/pobre-hait%C3%AD-pobre-pueblo-haitiano-los/19j6x763f3uf8/161# […] La mezcla de religiones en América aparece en absolutamente todos los pueblos del área, en todas las capas sociales del área, de una manera u otra. Inclusive los individuos que intentan aparentar enmascaradamente una fiel devoción al catolicismo, al cristianismo, al judaísmo, tc., en América practican los llamados “cultos alternativos” o “ritos alternativos”, como he comentado ya en: http://openlibrary.org/b/OL22647223M/Algunos_recursos_para_valorar_la_comunicación_a_través_del_lenguaje_oral_del_lenguaje_escrito_y_del_lenguaje_corporal_El_área_geográfica_y_los_climas_Esferas_socioculturales_Los_estilos_La_edad_El_sexo_El_tabú_y_la_Comunicación_no_verbal y http://openlibrary.org/b/OL23576608M/La_traducción_y_la_interpretación_de_la_Biblia._Una_disquisición_filológico -lingüística : “Claro está que con una práctica religiosa católica tan sincrética, claro está que con una práctica religiosa fundamentada en los cultos alternativos y en idolatría, las autoridades religiosas católicas desconfíen hasta del sueño de los sincréticos, del sueño de los que, a la vista pública, tienen diferentes religiones y rinden cultos a variados dioses, diosas, santos y santas […] Que no se nos olvide que en cuestión de religión y religiones ‘los secretos’ y ‘las máscaras’ aumentan mucho más en aquellos grupos que ‘simulando’ tener ‘una sola religión’ es evidente, inclusive ante los ojos de los más ignorantes e indiferentes, e inclusive a los ojos de los más tontos, que profesan ‘cultos alternativos’ (Río, 1992; Río, 2006; Gil, 2008). ¡Y justamente ésta es una característica histórica en América!, debido, ante todo, a la presencia y mezcla de grupos étnicos y socioculturales diferentes: amerindios, europeos, asiáticos, africanos…, con religiones muy diferentes, con sincretismos religiosos varios –y, claro está, también sincretismos lingüísticos, gestuales, protocolares (Escalera, 2005)–, incluyendo al mismo sincretismo cristiano, católico –el Cristianismo aparece en Asia, en un contexto semítico, en Israel, con dioses asiáticos, semitas: Yahvé, Astoret o Asera, Adam, Lilit, Eva, Jesús, María…–, que se produce en el Catolicismo, al ser ‘interpretado’ en ‘Europa’, en una cultura greco-latina, que ya desde finales del III milenio a.C. comenzó a ser semitizada a través de Jonia o Grecia asiática, a través de los jonios, que son un pueblo de origen griego, al ser interpretado ese cristianismo por católicos, ortodoxos, protestantes, variantes sectarias, cultos relacionados, cultos alternativos, cultos sincréticos… Es muy necesario recordar aquí que, por un lado, la Iglesia católica nunca ha sido ni homogénea ni monolítica, ni en Asia, ni en Europa, ni en África, ni en América, ni en Oceanía, ni en ningún lugar…, ni lo será nunca: si hay variedad de gente, entonces hay variedad de ecosistemas, variedad de lenguajes verbo-corporales, de pensamientos, de ideas, de criterios, de interpretaciones, de protocolos…; si hay revoluciones, conflictos, disturbios y mezclas interculturales, por las vías que sean y por los motivos que sean y en las condiciones que sean, entonces hay también revoluciones del pensamiento, revoluciones lingüísticas y revoluciones de la conducta…; y, por otro lado, una cosa es creer en un sólo dios, en una sola cosa, ‘SOLA COSA’, y eso, entonces, es monoteísmo. Queda más que claro que el Judaísmo y que el Islam son religiones monoteístas; ¿¡pero el Cristianismo, el Catolicismo, monoteísta con su concepto de Trinidad…!? ¡Por favor…! ¡Será triteísmo, será triteísta, será triteístas! Eso de que ‘monoteísmo’ puede ser el creer en tres cosas que son una misma al mismo tiempo es un cuento tan grande como el de el lobo que se tragó viva a la abuelita de caperucita. O se cree en uno o se cree en dos o se cree en tres o se cree en muchos, y según sea el caso es ‘monoteísmo’, ‘biteísmo o dualismo’, ‘triteísmo’ y ‘politeísmo’… Lo demás es cuento, embuste, alteración, manipulación, imposición, chantaje, ignorancia, bobería…, o como se le quiera llamar, al gusto del consumidor…, ah, y dicen que también puede ser fe…, ¡y allá el que se lo crea!, en fin que para los gustos se han hecho los colores… Esto puede no quedar claro para los que no quieren entender o para los que no pueden entender… Y ambos casos constituyen un gran problema de desarrollo social, de cultura, de civilidad, de evolución…: ‘Por cuanto a los cristianos [católicos] se refiere, no son monoteístas sino triteístas pues creen en la Santísima Trinidad’ (Vallejo, 2007: 316). Las herencias culturales, las tradiciones, los idiomas, los mitos y mitoides de cada lugar, los estados del desarrollo sociocultural y socioeconómico, las políticas, los gobiernos, etc., ‘condicionan’, ‘revisten’, ‘alquimizan’, ‘enmascaran’ las creencias, las religiones, los pensamientos socioconfesionales. Eso es viejo y ha pasado y pasa en todos los lugares del mundo; eso todo el mundo lo ha sabido siempre; siempre ha sido así, y así siempre será”] El 14 de agosto de 1769 se habría producido en Bois-Cayman una ceremonia del sacerdote vudú Boukman que es considerada como el punto de partida de la Revolución Haitiana. El largo proceso emancipador tiene por protagonista a François Dominique Toussaint-Louverture quien entre 1793 y 1802 dirige la revolución haitiana con sagacidad y enfrentando a españoles, ingleses y franceses, hasta su captura, destierro y muerte en Francia.[4] Vudú y revolución […] Lo dieron el 14 de agosto de 1791, y dejaron marcado para siempre en la historia uno de los episodios más dramáticos que jamás fuera escenificado. Los esclavos de Saint Domingue se levantaron, derrotaron a los dos ejércitos europeos más poderosos de la época, el británico y el napoleónico, y constituyeron la primera nación libre de América Latina […] Todo comenzó en Bois Caïman, en aquella época un tupido bosque en la región norteña de Morne Rouge, al suroeste de Cap Français. Un cimarrón, descrito por los contemporáneos como un ser gigantesco, poderoso, grotesco, con un rostro más parecido a una talla de un dios africano que a la de un ser humano, feroz y temible, era un líder inspirador para los esclavos. Su gran influencia sobre los esclavos del Norte se proyectaba también de su profundo dominio de las dimensiones espirituales del vudú, del cual era un reconocido sacerdote. Su nombre era Dutty Boukman, conocido por Zamba Boukman por sus seguidores. (Dice la tradición que su nombre se deriva del inglés de sus amos originales en Jamaica, quienes en reconocimiento de su dominio de la lectura le llamaban “Bookman”.) Esa noche retumbaron los tambores en el bosque del caimán. Los esclavos y cimarrones bailaron con frenesí. La sacerdotiza vudú, Cécile Fatiman, invocó a todos los espíritus que vinieran en auxilio de sus hijos africanos. En el momento culminante de la ceremonia, Boukman clavó un puñal en la garganta de un cerdo, y bebió de su sangre caliente, mientras levantaba el cántico de:
“Eh! Eh! Bomba! Heu! Heu!
Traducido libremente al castellano:
Juramos destruir a todos los blancos
Filólogo e imagólogo Fernando Antonio Ruano Faxas
Philologist and Image Consultant Fernando Antonio Ruano Faxas
Филолог и консультант Фернандо Антонио Руано Факсас