Abstract
“Todos tenemos, como el dios romano Jano, dos o más caras en nuestras relaciones sociales y comunicativas, tanto al nivel del lenguaje verbal como al nivel del lenguaje corporal”.
La primera versión de esta conferencia se impartió en el año 1980.
Sociolingüística, Sociolinguistics, Социолингвистика, Soziolinguistik, Sociolinguistique, Sociolinguistica, Sociolinguística, 社会言語学 , 社会语言学 , 사회언어학 , لسانيات اجتماعية
Pidgin, Пиджин, 洋涇浜 , بدجنية , पिजिन
La sociolingüística generalmente se define como la parte de la lingüística que estudia las constantes según las cuales los factores sociales determinan diferencias en la lengua o en el uso de la lengua por los hablantes; o también como la rama de la lingüística que estudia las leyes del desarrollo y existencia de la lengua que están definidas, determinadas, por condiciones sociales particulares de la vida de la sociedad.
Todos conocemos la importancia que tienen los lenguajes verbales y los lenguajes corporales: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/la-comunicación-verbal-y-la/19j6x763f3uf8/49# […] Los lenguajes corporales: http://knol.google.com/k/lenguaje-corporal-o-lenguajes-corporales-o-comunicación-no-verbal-o-cnv-o# son imprescindibles en la vida de los animales, incluyendo al hombre. ¡Y son tantos los lenguajes verbales y los lenguajes corporales de los seres humanos, de los “animales humanos”! […] ¿Y dónde están los límites, las fronteras, de lo verbal y lo no verbal? http://knol.google.com/k/qu%C3%A9-es-en-realidad-la-comunicaci%C3%B3n-no-verbal# […] ¿Y de qué es capaz el ser humano, el animal humano? […] ¿Qué sabemos y qué no sabemos acerca de este animal llamado ser humano? http://knol.google.com/k/percepci%C3%B3n-instintos-y-estereotipos# […] ¿Qué sabemos “realmente” acerca de su vida y su conducta, de su vida grupal y de su vida individual, de su conducta individual y de su conducta grupal, en sociedad y en intimidad? http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/abramos-los-ojos-de-una-vez-es/19j6x763f3uf8/183# , http://knol.google.com/k/sexo-y-g%C3%A9nero-o-sexos-y-g%C3%A9neros# , http://knol.google.com/k/por-qu%C3%A9-la-gente-no-se-acepta-y-se-rechaza-con-tanta-frecuencia-y-si-se-acepta# […] Más bien aquí tendríamos que preguntar ¿de qué no es capaz el ser humano, el animal humano? http://knol.google.com/k/imagolog%C3%ADa-americana-los-sacrificios-humanos-la-antropofagia-y-el-canibalismo# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/endofagia-y-endocanibalismo-modernos/19j6x763f3uf8/179# , http://knol.google.com/k/migrantes-o-espaldasmojadas-o-wet-back-o-indocumentados-o-sinpapeles-o-balseros# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/sexo-pederastia-paidofilia-pedofilia/19j6x763f3uf8/22# […] El zoólogo, etólogo e imagólogo inglés Desmond Morris nos muestra un amplio panorama de los alcances de la actividad y del poder humanos: http://www.youtube.com/watch?v=btyIlYrEyUc&feature=related , http://www.youtube.com/watch?v=Y_xNleh49js&feature=related […]
En el caso del lenguaje verbal, recordemos que éste es un hecho social –hablamos porque vivimos en sociedad– relevante en la vida y el comportamiento de los seres humanos, en sus relaciones entre sí y en sus relación con otros animales […] Ahora, claro que en la medida en que los sistemas lingüísticos, las lenguas, los idiomas, los dialectos, son más grandes, más amplios, son más extendidos, es decir que abarcan un territorio mayor, que son hablados por grandes cantidades de hablantes y en diversos lugares y en situaciones culturales o educacionales tan diversas http://knol.google.com/k/analfabetismo-funcional-analfabetismo-de-segundo-grado-o-analfabetismo-de-grado# […] pues entonces aparecen los problemas de las variaciones idiomáticas, habladas y escritas […] eso pasa por ejemplo con el idioma español http://knol.google.com/k/panorama-imagol%C3%B3gico-del-sistema-ling%C3%BC%C3%ADstico-espa%C3%B1ol-o-imagolog%C3%ADa-de-la-lengua# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/qu%C3%A9-es-lexicolog%C3%ADa/19j6x763f3uf8/178# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/la-lexicograf%C3%ADa-el-arte-de-hacer/19j6x763f3uf8/176# […] El origen y evolución de los lenguajes verbo-corporales tiene una larga historia:
En los principios del nacimiento de la especie humana, la dieta, los alimentos, la necesidad de comer, los hábitos alimenticios y las estrategias o formas para conseguir alimentos, definieron la historia triunfal del hombre:
[…] su antigua dieta del bosque no se componía únicamente de frutos y nueces. Indudablemente, las proteínas animales tenían gran importancia para él. A fin de cuentas, su remoto origen se hallaba entre unos enseres básicamente insectívoros, y su reciente morada arbórea había sido siempre rica en insectos. Jugosos escarabajos, huevos, jóvenes e indefensos polluelos, ranas arbóreas y pequeños reptiles debieron de abastecer su despensa. Mejor aún, no presentaban grandes problemas a su sistema digestivo, bastante generalizado. Al bajar al suelo, no le faltó en absoluto este abastecimiento de comida, y nada podía impedirle el aumento de esta parte de su dieta. Al principio, no podía compararse con el asesino profesional del mundo carnívoro. Incluso una pequeña mangosta, y no hablemos de un gato grande, era superior a él en el arte de matar. Pero animalitos de todas clases, indefensos o enfermos, se ofrecían a su rapiña, y este primer paso en el camino de comer carne resultó sumamente fácil. En cambio, las piezas realmente grandes disponían de largas y zancudas piernas, y estaban apercibidas para, a la primera alarma, huir a velocidades completamente inigualables. Los ungulados [mamíferos cuya extremidad termina en pezuña, como el camello, el caballo, el rinoceronte, el elefante, la oveja, el tapir, etc.] cargados de proteínas estaban fuera de su alcance […] (Morris, 1996: 21-22).
Y había que lograr conseguir aquellos alimentos tan ricos y decisivos para la vida del individuo en particular y del grupo en general; pero también para cazar aquellos animales había que pasar algunos trabajos: emboscarlos, capturarlos, matarlos, para luego consumirlos primero sin preparar, sin fuego, y después, ¡otro logro del animal humano!, preparados, con fuego.
Ahora bien, este asunto de adquirir aquellos “alimentos vivos” no era tan fácil; queda claro que para atrapar animales tan grandes, fuertes y veloces era necesario corregir algunas formas del cuerpo y algunas formas de la vida en sociedad, especialmente entre los machos, y entre los machos y las hembras –las hembras estaban generalmente ocupadas en el cuidado de la cría–, entre los adultos y los pequeños, entre los sanos y los enfermos, entre los aptos y los ineptos. Por ejemplo, había que mejorar la orientación espacial o geográfica, definir territorios, saber en dónde estaban ubicados ciertos lugares importantes y decisivos para la vida, la protección y la subsistencia, para la cacería; había que reconocer terrenos, espacios, cotos de vida, de poder y de caza marcados por señales de otros grupos de animales, de otras especies, y de animales de la misma especie; había que entrenar al cuerpo para decodificar las señales, ya fueran verbales –gritos y ruidos realizados por individuos con la boca, ya fueran de su grupo o no– y no verbales –ruidos, sonidos y absolutamente todo lo que no estuviera relacionado con la producción verbal, es decir señales corporales de animales de su misma especie o no, de su mismo grupo o no, como por ejemplo los olores, tipos y texturas de los fluidos corporales: excrementos y eses fecales y también las señales del medio circundante como los ruidos y el fuego de los volcanes, las nubes, los temblores, la lluvia, los terrenos secos, las turbulencias y fenómenos marítimos, las corrientes y crecidas de los ríos, las granizadas, el verdor de las plantas que indica presencia o cercanía de agua potable, etc.–. Para subsistir en situaciones tan complejas había que agudizar los sentidos: vista, oído, olfato, gusto, tacto; había que adaptar el cuerpo para correr, para perseguir y para huir; había que emplear herramientas y crear herramientas; había que crear técnicas de caza; había que definir bien quiénes apoyaban en ciertas actividades y quiénes eran los apoyados; había que establecer status y roles (Ruano, 2003c): diferenciar aún más el papel de los sexos, los fuertes mandan y los débiles obedecen, los hombres a la cacería y las batallas y las mujeres en el hogar o cuevas o cavernas; había que aprender a compartir los alimentos y aquí cuentan las cantidades de alimentos por individuo; había que colaborar socialmente, había que organizar mejor socialmente y laboralmente al grupo, es decir “trabajar en equipo”, algo que al parecer se logró en aquel entonces incivilizado y presocial; pero que hoy, en nuestro mundo civilizado (?) y social (?) sigue siendo un gran problema (Ruano, 2005; Ruano, 2003a; Ruano y Rendón, 1997); había que mejorar y precisar la comunicatividad de las expresiones faciales, es decir el lenguaje corporal, y de las variantes de vocalización, es decir el lenguaje verbal. Pero también, además, luego de adquirir los alimentos hubo que crear “despensas”, es decir guardar y conservar alimentos, etc. Por eso, en la evolución del hombre y su relación con el consumo de alimentos vemos no solamente un “desarrollo del cuerpo humano en todos los sentidos”, sino también un “desarrollo cultural y técnico”, “un desarrollo en su sistema de vida” (Ruano, 2003: 374-375).
A los hombres siempre les ha preocupado el origen y la función de las lenguas, de los idiomas, de los dialectos, el acto del habla, la capacidad de hablar en los humanos, de los gestos que se producen con la comunicación verbal. Recordemos, por ejemplo, el macabro experimento llevado a cabo por el emperador germánico Federico II (1194-1250) para buscar la respuesta en torno a cuál sería el lenguaje primitivo de los hombres. Según nos relata el monje y cronista italiano Salimbene de Parma (1221-1287), este monarca ordenó que se pusiera un cierto número de recién nacidos bajo los cuidados de nodrizas a las que se les dio la orden estricta de atender con esmero a los niños, de modo que nada les faltara, pero cuidando mucho de no dirigirles la palabra ni hablar con otros en su presencia. Mediante la aplicación de este vacío lingüístico esperaba Federico poder comprobar si los niños comenzaban a hablar espontáneamente griego, latín o hebreo. Lamentablemente, el experimento no llevó a ninguna conclusión. En palabras del mismo Salimbene, “fue un esfuerzo inútil, porque todos los niños murieron.” Este mismo experimento se llevó a cabo a finales de los años setenta en Estados Unidos con monos jóvenes con el objetivo de investigar la importancia del lenguaje corporal animal, del contacto físico entre los animales. Aquí lo que produjo la muerte de los monitos fue el vacío físico, el vacío corporal, la falta de contacto físico con sus semejantes y con otros objetos.
Comunicación es condición de lo existente. O dicho de otra forma: no habría noción de realidad sin comunicación. El mundo de la comunicación examina las relaciones prescindiendo de los objetos. En el mundo comunicacional los objetos son pertinentes en la medida que constituyen mensajes o información. En el mundo de la percepción el pensamiento no cabe en los objetos, sino sólo las ideas, los mensajes, las relaciones entre dichos objetos. La realidad o validez de estos mensajes depende de la confianza que se tenga de ellos. En términos comunicacionales toda afirmación acerca de la realidad es válida, debido a que independientemente de que empíricamente sea real, siempre conlleva un valor de mensaje. La comunicación es entonces una actividad simbólica que se basa en convenciones sociales. Y, de acuerdo a lo expuesto, visto esto así, la realidad es en última instancia un producto de la comunicación.
Todos los que investigan, trabajan, o tratan de cualquier manera el estudio de los grupos sociales –periodistas, médicos; niños de escuelas primarias, niños de escuelas especiales (por cuestiones de conducta, defectos innatos, problemas de niveles de asimilación), grupos universitarios, maestros, científicos, técnicos, militares, grupos indígenas de diferentes etnias, grupos tribales, amas de casa, reclusos, drogadictos, alcohólicos, mineros, etc.– saben que el conocimiento del lenguaje verbal, además del lenguaje mímico-gestual, es una de las condiciones básicas de sus investigaciones y uno de los medios esenciales de que disponen para llevar a bien su tarea, para ahondar en los datos o verificar los resultados. La lengua acompaña al hombre en cada paso de su vida. En sus actos, en sus pensamientos, en el conocimiento del mundo, en sus relaciones con otros hombres y en su vida, no podría conducirse sin la lengua. Por medio de la lengua el hombre posee la experiencia de las generaciones anteriores, obtiene los conocimientos científicos, la información de lo que ocurre en el mundo, planifica su trabajo y lo lleva a cabo junto a otros, crea obras literarias artísticas –poesías, cuentos, novelas, novelas cortas, dramas, ensayos– y científicas –artículos para revistas especializadas, manuales de estudio, monografías, diccionarios técnicos y científicos, diccionarios políglotas, etc.– y los materiales periodísticos. Está más que claro que los idiomas existen para que los hombres se comuniquen entre sí, que existen las normas lingüísticas según sean los grupos de locutores, las reglas que tienen que observar los hablantes si quieren ser entendidos y si se quieren dar a entender, pero también está muy claro que cada persona fabrica su propio mundo y puede tener rasgos comunicativos distintivos. Es por ello que queda claro la aspiración, el deseo, la necesidad, de los individuos no sólo de conocer de manera práctica su lengua materna y también otras lenguas, de dominar su lengua y perfeccionarla, sino también de entender la misma esencia de la lengua, su naturaleza, la relación del idioma con la sociedad humana, su estructura y las fuerzas motrices de su desarrollo. Todo este grupo de cuestiones generales, relacionadas con cualquier lengua, ocupa la rama teórica de la lingüística, y es lo que ha venido a llamarse lingüística general. Las tareas que se presentan ante la lingüística general son muy complejas y su solución posee gran significación cognoscitiva. Prácticamente el hombre, en condiciones normales de vida, conoce minuciosamente su lengua materna –o dialecto: una de las formas que adopta la lengua entre los hablantes–. Y por esto puede expresar con claridad que esa lengua, lo que es su esencia, es difícil no sólo para cualquier persona sino incluso para un lingüista calificado. Cualquiera puede decir, sin pensarlo mucho, que la lengua es el medio perfecto de comunicación entre los hombres, lo que no quiere decir que en los estudios de lingüística, especialmente en sociolingüística, no se consideren otros medios o tipos de lenguajes humanos, en vista de que, por ejemplo, se considera que siempre toda forma de expresión verbal va acompañada de cierto modo o manera de expresión corporal, gestual o mímica, lo cual, por supuesto, debe también ser considerado a la hora de valorar cualquier información emitida por los diferentes tipos de emisores, al igual que cuando se considera la reacción que se produce en el receptor cuando recibe la información mediante el canal audiovisual.[1] Esto de los lenguajes no verbales ha llegado a ser tan importante en el estudio de los medios de comunicación y en lingüística que se han considerado disciplinas especiales para el estudio de estos tipos de sistemas de comunicación. De tal manera, podemos mencionar la zoosemiótica, que es la disciplina que estudia los sistemas de comunicación, a menudo de gran complejidad y con un alto grado de organización, usados en el reino animal; la antroposemiótica, que es la disciplina que toca el lenguaje humano y su relación con los sistemas secundarios propios de la comunicación humana que impliquen infraestructuras verbales –uno de los especialistas más destacados en la antroposemiótica es T. A. Sebeok–; la cibernética, que estudia la comunicación de las máquinas, y la biónica, que se dedica al análisis de la comunicación de las células vivas.
Todos sabemos que las lenguas, los sistemas de signos verbales, se diferencian de otros medios de comunicación, de otros sistemas de signos, como, por ejemplo, de los sistemas de signos no verbales –matemáticos, químicos, físicos, computacionales, etc.– o de los diferentes sistemas de signalización[2] –del tráfico vehicular, aéreo, ferroviario, marítimo, espacial, o indicaciones generales en las vías– (Sebeok,1996). Como ha sido establecido ya por sicólogos y lingüistas, la diferencia entre estos sistemas radica en que, en primer lugar, los hombres emplean la lengua no sólo en el proceso de la comunicación, sino también cuando piensan en ellos; la lengua es el medio esencial del pensamiento. En segundo lugar, por medio de la lengua el hombre no solamente expresa sus sensaciones, sino que también actúa, influye, en las sensaciones de los otros. Así tenemos como ejemplo a los oradores y poetas, a la gente en su vida cotidiana. Está claro que a través de su discurso, del lenguaje verbal, se puede producir en el hombre un estado de ánimo mejor, impulsarlo a la nobleza del alma, elevar su autoestima, ultrajarle, crearle indignación. En tercer lugar, el lenguaje verbal posee particularidades estéticas. Esto lo vemos claro en la poesía, y en el habla coloquial se encuentran frases hechas, de cariño, exactas, que nos causan agrado. Pero también existen otras rudas, crudas, desagradables, que nos producen efectos contrarios. Es decir, del carácter estético del lenguaje dependerá la fuerza de su influencia.[3] En mayor grado las posibilidades estéticas del lenguaje aparecen en la poesía, y la fuerza de su influencia sobre los hombres muestra que esta función del lenguaje posee una gran importancia social (Jakobson, 1981: 347-395; Marinello, 1989: 13-16). Por consiguiente, desde el punto de vista de su función la lengua es un fenómeno multilateral.
Para cumplir la tan gran cantidad de importantísimas y variadas funciones en la sociedad, la lengua debe poseer una estructura muy compleja, en vista de que en el pensamiento de los hombres se refleja toda la realidad, todo un mundo infinito. Incluso más, todo el mundo de sus sensaciones y aspiraciones el hombre tiene que expresarlo mediante la lengua. Para esto necesita de una gran cantidad de palabras, con particularidades muy variadas, con diferentes significaciones, con posibilidades de conexión en las cadenas oracionales, con un complejo fondo en cada significación, y esto, a su vez, crea la necesidad de poseer un adecuado sistema para la formación de palabras o lexicogenesia.[4]
Para relacionar las palabras entre sí en el habla y formar los enunciados, es necesario todo un conjunto de medios de relación, que expresen atamentos lógicos entre las significaciones de las palabras en la oración, en la cadena oracional, en la unidad o lexía; la relación de la oración con la realidad extralingüística y también otras relaciones, incluyendo la emocional. Estos medios son de diferentes tipos: entonación, cadencia, forma de relación de las palabras, elementos de enlace, etc.
Por otro lado, la naturaleza de la lengua es tan específica que los hombres, independientemente de que sean los mismos que crean las lenguas, no pueden configurarlas de manera racional y hacer sencilla su estructura. Es de esa manera que una lengua con valor completo, que sea capaz de satisfacer las necesidades de los hombres en todas las esferas de la comunicación, no puede ser creada artificialmente.[5] Ella es creada por el pueblo en el proceso de desarrollo, en base a su práctica y a la sicología y relaciones con los diferentes elementos del mundo circundante. Por eso decimos que la lengua refleja todas las particularidades de la conciencia de su pueblo; pero, al desarrollarse espontáneamente, por determinadas leyes objetivas, no puede alcanzar la total racionalidad y dejar a un lado faltas y defectos en su estructura.
Los hombres introducen las variaciones en la lengua en correspondencia con las necesidades que crean las condiciones de su vida.[6] Los nuevos fenómenos en la vida y la conciencia de los hombres crean la necesidad de medios correspondientes de expresión, y los hombres de una manera u otra los crean. Como resultado de esto varían poco a poco la composición léxica de la lengua,[7] la fraseología,[8] algunas construcciones sintácticas, y en algunos decenios todo esto se refleja en la construcción gramatical de la lengua. Todos los nuevos fenómenos en la vida y la conciencia de los hombres están condicionados por el desarrollo de la sociedad, por la historia del pueblo. Por consiguiente, el desarrollo de la lengua también está condicionado por la historia del pueblo.[9] Pero, junto a esto, muchos procesos que se producen en la lengua no ocurren por deseos expresos de los hombres y no se relacionan con el desarrollo de la sociedad. Tales son algunos cambios fonéticos y morfológicos. Todo esto evidencia la gran complejidad de la lengua tanto en relación con sus funciones como en relación con la estructura y el desarrollo. Son muchos los factores que inciden en las particularidades y las evoluciones de las lenguas o idiomas y de los dialectos geográficos y los dialectos sociales. Así, por ejemplo, las religiones y creencias: http://knol.google.com/k/las-creencias-las-religiones-los-cultos-y-los-mitos-y-su-relación-con-las# […] los sexos y los géneros: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/sexo-y-género-o-sexos-y-géneros/19j6x763f3uf8/17# […] los gobiernos, las polítcas, las leyes: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/sexo-y-género-o-sexos-y-géneros/19j6x763f3uf8/17# […] los deportes: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/mil-felicidades-a-brasil-río-de-janeiro/19j6x763f3uf8/42# […] el desarrollo cultural, la alfabetización, el analfabetismo y el analfabetismo funcional, etc.: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/analfabetismo-funcional-analfabetismo/19j6x763f3uf8/6# […] las ciencias y las técnicas: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/a-qué-llamamos-literatura-científica-y/19j6x763f3uf8/28# […] los protocolos y las etiquetas: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/protocolo-y-etiqueta-o-protocolos-y/19j6x763f3uf8/12# […] las percepciones, los estereotipos y los instintos: http://knol.google.com/k/percepción-instintos-y-estereotipos# […] deciden, y mucho, los caminos que siguen los idiomas o lenguas y los dialectos […]
También resulta complejo el problema de la correlación de lo material y lo ideal en la lengua. El proceso del habla se produce por medio de los signos fónicos;[10] es decir, de los movimientos materiales –movimientos de los órganos articulatorios del hombre y las oscilaciones fónicas producidas por el aire–; pero la lengua no solamente es un sistema de signos fónicos. Una parte inseparable de ella es el sistema de significaciones en la cual se personifica al pensamiento. Esto ya es un fenómeno ideal. Incluso la parte sígnica, exterior de la lengua, no siempre está compuesta de movimientos materiales. Cuando el hombre piensa en sí mismo, él piensa con palabras, pero no trae, no produce las oscilaciones fónicas del aire y sus conceptos e ideas los relaciona con modelos de complejos fónicos.
Los problemas acerca de la esencia de la lengua, de sus funciones, estructura y desarrollo son muy complejos, y, además, poseen una gran significación debido a que la lengua es una condición indispensable del pensamiento, la existencia y el desarrollo de la sociedad, y, a través de su conocimiento se encuentra la vía para el conocimiento del hombre como ser social. No por casualidad estos problemas interesan no solamente a los lingüistas, sino también a los filósofos, sicólogos, sociólogos, informatólogos y traductólogos. Con estos problemas se relacionan también algunas cuestiones de lógica y poética. Los problemas acerca del papel de la lengua en el proceso de conocimiento y acerca de la esencia de los valores lingüísticos se discuten ampliamente en la moderna teoría del conocimiento, y en algunas tendencias filosóficas constituye la base de la teoría del conocimiento. El problema del lenguaje interior ocupa un importante lugar dentro de la sicología, y en estos últimos períodos esta ciencia ha comenzado a interesarse por determinados problemas de la lingüística y ha expuesto su rama particular del conocimiento, que es la sicolingüística. Por otro lado, la semiótica o semiología, es decir, la ciencia de los signos en general, también estudia las variadas relaciones sígnicas.[11] El problema de las significaciones lingüísticas ocupa un importante lugar en la lógica simbólica, la cual analiza la estructura lógica del pensamiento mediante el sistema de designaciones convencionales. Y los problemas de la polisemia de la palabra, la estilística, el carácter emotivo y metafórico del lenguaje, siempre han tenido un lugar destacado en la poética, todo lo cual es de carácter imprescindible para la labor de la traducción en los campos concretos y variados de la literatura artística.
En general se plantea que la sociolingüística es una parte de la lingüística, cuyo dominio coincide parcialmente con los de la etnolingüística y la antropolingüística –ciencias que agrupan todo un conjunto de disciplinas dedicadas al estudio de una lengua, o de varias lenguas, de pueblos que no poseen escritura y las relaciones entre esos lenguajes, la cultura y la sociedad en términos generales–. También la sociolingüística coincide a veces con los estudios de sociología, de dialectología, de geografía lingüística, de neurolingüística[12] y de paisología.
La sociolingüística tiene como tarea mostrar, en la medida de lo posible, la covariación de los fenómenos lingüísticos y los fenómenos sociales y, eventualmente, establecer una relación de causa efecto. Por ejemplo, si quisiéramos hacer un análisis de por qué en la lengua española que se habla en México hay una gran influencia del inglés de Estados Unidos, tendríamos que considerar la cercanía geográfica, la incidencia de Estados Unidos en la vida social, política, económica y científica de los mexicanos, los problemas empresariales y monetarios en México, los problemas del campo, migraciones, etc. Posteriormente veríamos los puntos de influencia y las particularidades que han permitido esa penetración foránea. Los resultados, entonces, podrían ser plasmados a nivel de investigación sociolingüística. Esto mismo ocurre con todas las otras sociedades, grupos o lenguas en contacto –sea en Europa, Asia, África o América– en los diferentes estratos posibles. Es más, hasta podría realizarse un análisis sociolingüístico a partir de la sencilla relación de los miembros de una familia frente a un televisor.[13] En sociolingüística se llama contacto lingüístico a la situación en la que conviven más una comunidad con lenguas diferentes y los fenómenos que, consecuentemente, ello comporta: interferencia, creación de nuevas variedades lingüísticas.[14]
El contacto lingüístico puede dar lugar a una koiné –coiné– o a mezclas lingüísticas tales como pidgins, criollos y sabires. La koiné es un dialecto o lengua común que se superpone a un conjunto de dialectos o lenguas en una determinada área geográfica. Koiné funciona como sinónimo de lengua franca –lingua franca–, de sabir. Consideremos que la koiné es una lengua auxiliar de relación empleada por grupos que poseen lenguas maternas diferentes. Se llama lengua franca porque en oriente se le llamaba francos a los europeos. Así, a partir de la época de las cruzadas. La lengua franca del mediterráneo, hasta fines del siglo XIX, se basaba principalmente en el italiano, pero comprendía un número variable, según las épocas y los lugares, de vocablos provenzales, catalanes, castellanos, griegos, turcos y árabes.
Se llama pidgin a la lengua que nace por el contacto, asimétrico y no profundo, entre poblaciones de lenguas diferentes y limitada a dominios de uso circunscrito. La pidginización –del ing. pidginization– es el proceso mediante el cual una lengua es adquirida por aloglotas –hablantes de la variedad subsistémica– en situaciones de contacto, no en su real variedad de uso sino en una variedad nueva, transformada y simplificada en la sintaxis, en el léxico y en la fonética. Dado que las tendencias generales del proceso pueden ser consideradas universales, los resultados concretos de la pidginización, los pidgin, presentan todos, sean cuales sean los diferentes orígenes historiográficos, afinidades sustanciales (Cardona, 1991: 216). Al decir de López Morales, el pidgin es una variedad lingüística creada a partir de dos o más lenguas existentes con el fin de satisfacer inminentes necesidades de comunicación entre individuos –y grupos de individuos– que no poseen ninguna variedad en común; cuando el pidgin se desarrolla, se enriquece y comienza a hablarse como lengua materna en una comunidad, se criolliza, es decir, se convierte en una lengua criolla (López Morales, 1989: 143-144). Todas las definiciones que suelen hacerse de pidgin incluyen los siguientes rasgos:
1. Lengua suplementaria para propósitos especiales de comunicación.
2. Estructura muy simplificada.
3. De carácter mixto, mezcla de dos o más lenguas.
4. De elementos léxicos procedentes de la lengua del grupo dominante.
Aunque se ha llegado a identificar a los pidgins como lenguas de comercio, esto no es cierto: ni todos los pidgins son lenguas de comercio, ni viceversa. Existen pidgins incipientes: ha sido creado para satisfacer exclusivamente las necesidades de los usuarios en una actividad específica –compraventa de ganado, por ejemplo–, de aquí que su léxico girará en torno a tales temas y su sintaxis será la mínima necesaria para encuadrar esos lexemas; no se utiliza en cualquier tipo de contexto, pues carece de otra terminología y de los recursos lingüísticos necesarios para ello. Los pidgins elaborados, por el contrario, poseen una estructura determinada, simplificada sí –suele carecer de morfología flexional–, pero sistemática, regulada; ello obedece a que, a medida en que aumenta el poder referencial y no referencial de las lenguas, sus contenidos deben estar más estructurados, quedando atrás la fase inicial en la que el pidgin no pasaba de estar integrado por listas de frases, sin gramática subyacente alguna, y de lexemas aislados. La mayoría de las mezclas se producen en el léxico. Con frecuencia sucede que no se puede determinar cuáles son los orígenes idiomáticos de las palabras que conforman un pidgin (Mühlhäusler, 1986). Mühlhäusler (López Morales, 1989: 147) ha esquematizado el nacimiento y desarrollo de los pidgins de la siguiente manera:
JERGA
↓
PIDGIN ESTABLE
↓
PIDGIN EXPANDIDO
↓
CRIOLLO
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Ruano Faxas
Pidgin, Пиджин, 洋涇浜 , بدجنية , पिजिन
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Las definiciones acerca del criollo no están exentas de dificultades. La palabra criollo viene del portugués crioulo, que significa ‘blanco nativo de las colonias’, con origen en criado ‘esclavo nacido en casa’. Se llama así al idioma mixto nacido a raíz de la adaptación de una lengua, generalmente europea, al medio social, cultural, económico, etc. de una colonia y que, al cabo de algunas generaciones, se convierte en una lengua compleja. Es un pidgin que se convierte en lengua materna de una comunidad (Cardona, 1991: 67). El tratamiento del criollo o lenguas criollas se realiza fundamentalmente en tres vertientes o grupos:
1. Lenguas mixtas, relacionadas con mezcla de culturas y hasta de razas.
2. Lenguas pidgins, es decir, segundas lenguas convertidas en lengua materna.
3. Reflejos de un bioprograma natural en las lenguas humanas, activado en caso de transmisión imperfecta de una lengua (Bickerton, 1981).
Muchos son los lingüistas que avalan el factor “mezcla cultural y racial” como motor impulsor de pidgins y criollos. Sin embargo, estudios sociológicos recientes han demostrado que las diferencias entre variedades –el pidgin o criollo y las lenguas de las que deriva, sobre todo la más prestigiosa, como el afrikaans y el holandés en África del Sur– surgen de las barreras y del distanciamiento entre hablantes y variedades; el mestizaje, sobre todo el ocurrido en gran escala, no produce el nacimiento de pidgins. Hay una división bastante dicotómica entre los países colonizados por España, en los que no existieron pidgins ni existen criollos, y los que estuvieron bajo la sujeción de Inglaterra, de Francia y de Holanda. La razón de tal contraste está en que en las grandes Antillas –Cuba, dos terceras partes de La Española y Puerto Rico– se siguió una política muy diferente, desconocida en las otras islas. España trató a sus colonias como provincias del Reino; las demás potencias coloniales, como auténticas factorías. Concepciones tan disímiles como éstas produjeron, como era de esperar, diferentes patrones de contacto y mezcla de razas, intenso en unas, nulo prácticamente en otras.
La palabra sabir deriva del español saber y se denomina así un tipo de pidgin con base románica, hablado ampliamente en todo el Mediterráneo, sobre todo en los puertos y a bordo de los barcos con tripulaciones pluriétnicas. El nombre deriva seguramente de expresiones como mi sabir, ‘sé’, mi no sabir, ‘no lo sé’ (Cardona, 1991: 249).
La cuestión no radica en que la sociolingüística tenga como finalidad señalar las repercusiones lingüísticas en las diferentes estratificaciones sociales. La cuestión radica en que la sociolingüística debe proceder a realizar descripciones paralelas independientes unas de otras: por un lado tenemos estructuras sociológicas, por otro lado estructuras lingüísticas, y sólo una vez terminadas estas descripciones previas podemos confrontar los hechos de estos dos órdenes.
La sociolingüística puede tomar en consideración como dato social el estado del emisor –origen étnico, profesión, nivel de vida, edad, sexo, etc.– y vincular a este estado el modelo de actuación obtenido. También podemos situarnos desde el punto de vista del destinatario y considerar que siempre el tipo de discurso empleado estará en función de los individuos a quien se dirige. A veces las nociones expresadas –el contenido de los enunciados– son las que son sociales. Nos hallamos así ante la sociolingüística que se ocupa del vocabulario político, técnico, científico, etc., cuestión de carácter esencial en el trabajo de los periodistas.
Insistimos en que siempre en las investigaciones sociolingüísticas es muy importante la cuestión de las condiciones sociales de la comunicación. Por ejemplo, el grupo humano formado por el enfermo y su médico se puede considerar como un grupo social –inestable– de un cierto tipo. Se estima que este grupo se diferencia de los demás por ciertas maneras de hablar; el modo de enunciación del doctor no es el del enfermo, ni tampoco es el del doctor en otras condiciones sociales. Se llega así a definir una serie de tipos de discurso sin los cuales sería difícil la variación del lenguaje. Los métodos más fructíferos en este terreno utilizan el análisis del discurso y el estudio del modo de enunciación.
También basta con que el investigador se proponga simplemente estudiar tal o cual cuestión en una ciencia humana diferente de la lingüística, acudiendo a la lengua como fuente de información. En este caso se habla también de una sociología del lenguaje, o utilización de hechos lingüísticos para ilustrar uno u otro dato histórico.
El estudio de los juicios hechos sobre el comportamiento verbal de los individuos también entra en el dominio de la sociolingüística. Los juicios sobre los niveles de lengua, sobre todo las declaraciones del tipo es correcto/es incorrecto merecen estudiarse. Lo mismo cabría decir de la actitud del hablante frente al enunciado, que se caracteriza según la distancia o la modalización.
El examen de las variaciones geográficas de la lengua y de los dialectos sólo es un caso particular de la sociolingüística, aunque se suelan nombrar estos trabajos con denominaciones especiales: dialectología, geografía lingüística, paisología. Queda claro que “el idioma une a los pueblos”, que “las lenguas en la medida en que tienen mayor cercanía genética, en la medida en que están más emparentadas, deben permitir, en promedio, una mayor comunicación y entendimiento entre sus usuarios”, que “entre los dialectos de una lengua, por lo menos de las lenguas occidentales, europeas, por mucha que sea la diferencia, siempre habrá una gran posibilidad comunicativa entre sus hablantes”, etc. Pero, existe otra cara de la moneda:
Tendemos a considerar el idioma exclusivamente como un medio de comunicación, pero es algo más que eso. Si no lo fuera, todos estaríamos hablando la misma lengua. Volviendo la vista hacia atrás a través de la historia supertribal resulta fácil ver cómo la función de anticomunicación del idioma [relacionado esto directamente con el aspecto geográfico de las lenguas] ha sido casi tan importante como su función de comunicación. Ha erigido enormes barreras entre grupos con más eficacia que ninguna costumbre social. Ha identificado con más eficacia que ninguna otra cosa, al individuo como miembro de una determinada supertribu y puesto obstáculos en el camino de su deserción hacia otro grupo. Así como las supertribus han crecido y se han fundido unas con otras, también los idiomas locales se han difundido, o sumergido, y se está reduciendo el número total de ellos existente en el mundo (Morris, 1993: 33).
Debemos destacar aquí que existe una llamada sociolingüística aplicada, la cual se ocupa de los problemas de la planificación lingüística. Por ejemplo, en los países en vía de desarrollo y sin unidad lingüística, se han podido elaborar, partiendo del examen de los diferentes dialectos, lenguas de unión propuestas como lenguas oficiales. Asimismo, el planificador puede ocuparse de controlar o frenar las variaciones de la lengua sin preocuparse por la belleza o corrección del lenguaje o la tradición y prescindiendo del punto de vista normativo tradicional.
Hablar de sociolingüística, considerando los fundamentos propiamente lingüísticos o sociológicos de manera general, es algo un tanto común entre los especialistas de las ramas humanísticas y más concretamente entre los de la esfera lingüística, en vista de que ello no contrae grandes complicaciones interpretativas. Pero cuando se trata de análisis específicos sociolingüísticos conectados a determinadas investigaciones o ramas, como puede ser el periodismo, la traducción o la interpretación, entonces sí se producen ciertas complicaciones en el asunto, dado que habría que tomar en cuenta, por un lado, los fundamentos lingüísticos, y, por otro lado, los fundamentos, el bagaje, la amplitud o limitación en cuanto al conocimiento de este asunto y, finalmente, la conexión de estas dos caras de la moneda.
Es de esa manera que podemos hablar, por ejemplo, de: “El lenguaje del periódico como un aspecto sociolingüístico”, “Lengua y sociedad en los países en vía de desarrollo”, “Fundamentos sociolingüísticos de la teoría de la traducción”, “Sociolingüística y política”, “El léxico socio-político como un problema sociolingüístico”, “Análisis sociolingüístico de la literatura antillana”, “El negro en la literatura latinoamericana. Un estudio sociolingüístico”, “Las literaturas orales africanas y su análisis sociolingüístico” y de muchos otros temas más. Pero, tal y como es de imaginar, el investigador, para poder llevar a buen fin su trabajo, deber poseer conocimientos adecuados y a nivel tanto en el campo de la sociolingüística como en el campo de la rama concreta relacionada dada.
Como hemos visto, es necesario tener muy bien definido para esto ciertos criterios como son el de cultura, situación social, ideología, interacciones o relaciones sociales, económicas, políticas, religiosas, grupales, seccionales, individuales y de delimitaciones geográficas según sea el caso.
Hay que tener en cuenta aspectos como el de transición, o fenómeno mediante el cual una etapa pasa o puede pasar a otra; el de inserción, que es cuando un elemento se ubica en un período más o menos destacado y el de valoración, en el caso en que un elemento determinado cuestionado sea aceptado o no a nivel de comunidad, grupo, clase, etc.
En la sociolingüística se pueden establecer dos niveles fundamentales de análisis: uno macrosociológico –o macrosociolingüístico–, que se refiere al análisis de los sistemas lingüísticos en una comunidad de hablantes. La escala de este nivel es toda la comunidad social. Aquí entran amplias relaciones de estructuras lingüísticas y estructuras sociales. Es un análisis global. Por el contrario, el microsociológico –o microsociolingüístico– trata grupos, subgrupos o áreas muy definidas, unidades limitadas, reducidas.
No se debe dejar de tomar en cuenta, si tal fuera el caso, la cuestión de las variedades geográficas en las investigaciones sociolingüísticas. Esto esta relacionado con la distribución geográfica de los hablantes. Y recuérdese que esto implica el considerar a las lenguas regionales, los dialectos, las hablas locales, los idiolectos, las tecnojergas, que se caracterizan tanto al nivel fonológico –más destacado– como al nivel morfosintáctico y al nivel léxico.
Las variedades sociales son un punto de gran apoyo para el tratamiento sociolingüístico. Así podemos hablar de lenguajes comunes, populares, literarios, científicos y técnicos, cultos, vulgares, jergas, argots, variedades habladas por grupos étnicos particulares, lenguajes artificiales, etc.
El contacto de lenguas o lenguas en contacto es otro marco del tratamiento sociolingüístico sumamente operativo porque:
1. Permite tomar en consideración, paralelamente, el contacto de lenguas y el correspondiente contacto de culturas.
2. El contacto entre sistemas lingüísticos diferentes da lugar a interferencias cuya consideración es indispensable para explicar el comportamiento lingüístico entre los sistemas lingüísticos involucrados.
En general, la heterogeneidad –la diversidad lingüística– coexiste con la diversidad, que es la heterogeneidad social. Es raro que en una comunidad socialmente heterogénea haya homogeneidad lingüística, así como que es raro que en una comunidad lingüísticamente heterogénea haya homogeneidad social. El estadista norteamericano James Madison (1751-1836) decía que “ninguna sociedad, aun la más pequeña, jamás ha estado compuesta por una masa de ciudadanos homogéneos.”[15]
Pero para el comportamiento lingüístico de los individuos se consideran, ante todo, cinco factores importantes de diferenciación. Tres son de carácter natural:
1. Edad –jóvenes innovadores, viejos conservadores.
2. Sexo.
3. Grupo étnico.
Dos son de carácter social:
1. Clase socioeconómica.
2. Nivel de instrucción.
En lo tocante al “sexo”, hay que destacar la correlación sexo-voz y las llamadas “pistas vocálicas”, todo lo cual explico más detalladamente en mi libro El lenguaje corporal humano.
Existen pistas vocálicas que ayudan mucho a descifrar los mensajes corporales, entre otras cosas. Así, por ejemplo, hay que tomar en cuenta:
· Voz alta.
· Voz baja.
· Expresión rápida.
· Expresión lenta.
· Vacilaciones.
· Tono. Puede ser lo mismo que entonación. Los tonos son agudos y graves –debido a la altura relativa.
· Entonación. Sirve para diferenciar frases. Puede ser ascendente o descendente. La ascendente cumple la función de continuidad, indicando que la frase no ha llegado a su fin. La descendente tiene una función conclusiva.
· Énfasis. Recurso expresivo por el que se destaca una parte del enunciado para concentrar sobre ella la atención del receptor.
· Acentos. Conjunto de hábitos articulatorios procedentes de otra lengua o de una variante dialectal geográfica o social. Formas distintivas de pronunciar los sonidos de un lenguaje, asociadas a la pertenencia a un grupo social particular definido con referencia a una región o una clase social.
· Murmullos.
· Voz ronca.
· Voz entrecortada.
· Voz quejumbrosa.
· Voz afectada.
· Voz monótona e indiferente.
Las pistas vocálicas, de la misma manera que el uso de determinados idiomas en general y de determinados dialectos en particular –palabras, significados de palabras, frases, albures, giros lingüísticos, etc.– en determinadas situaciones de uso idiomático, son “armas” que emplean los seres humanos a partir de los “prejuicios lingüísticos” para evaluarse unos a otros. Ciertos individuos, grupos y pueblos prefieren emitir y recibir “unas determinas variantes lingüísticas” que ellos consideran como adecuadas, como mejores, como buenas, como ideales. Cuando esas determinadas variantes lingüísticas, que pueden inclusive ser muy amplias, no son las esperadas, entonces se produce la conocida alteración de los receptores de las variantes, de los oyentes o lectores. Por tal motivo, tenemos que ser cuidadosos a la hora de emitir ciertas señales lingüísticas y sociolingüísticas, especialmente en situaciones de mezclas grupales y mundialización, especialmente cuando nos insertamos en un grupo sociolingüístico o sociolaboral al que no estamos acostumbrados, que desconocemos, un grupo al que nunca hemos pertenecido:
Hay una gran cantidad de evidencia que indica que la gente utiliza el lenguaje con la finalidad de situarse en un espacio social multidimensional. Desde el punto de vista del hablante, es ésta una forma de comunicar información acerca de sí mismo: acerca de la clase de persona que es (o que quería ser) y su posición en la sociedad. En correspondencia, el oyente puede sacar sus conclusiones acerca de de las características del hablante y de su ubicación en la sociedad. Si nadie prestara atención a las señales sociales que los hablantes emiten, no habría ninguna razón para emitirlas, pero, como todo el mundo sabe, la gente presta una enorme atención a tales señales, y a este hábito de utilizar las señales sociales como fuente de información lo denominaremos PREJUICIO LINGÜÍSTICO. El término ‘prejuicio’ puede parecer injustificado si se trata de preguntas neutras, como dónde se crió el hablante, pero los juicios basados en el habla suelen ser comúnmente evaluativos, de modo que parecería justificable el llamarlos muestras de prejuicio, enteramente comparables a los juicios favorables o desfavorables en los que la gente se basa en factores observables tales como el vestido […]
No resulta difícil de comprender el por qué la gente utiliza el habla como fuente de información acerca de las características sociales del hablante. La necesidad de tal información se plantea en el encuentro de un extraño cuando uno tiene que relacionarse con él o calcular su credibilidad (como en el discurso de un político). En ambos casos, es importante el conocer algo acerca de la otra persona con el fin de planificar el propio comportamiento. Al hablar con él ¿qué clase de información es la que puede darse por supuesta? ¿Cómo pueden ser sus valores, y en qué medida pueden influir en lo que está diciendo y en sus reacciones respecto a lo que digan los demás? Y así, sucesivamente. Esta necesidad básica de información sobre la otra persona se ha denominado INCERTIDUMBRE COGNOSCITIVA […]
[Por eso es que empleamos en nuestras comunicaciones los] prototipos[16] […]. Una de las razones por las que los humanos muestran esta inclinación a hacer uso de los prototipos es la de que necesitan con rapidez una información que de otro modo les sería inaccesible, de modo que puedan utilizarla para planificar su comportamiento. Por ejemplo, cuando a una persona se le da un plato de comida para que coma, salta a una gran cantidad de conclusiones acerca de las características de los diversos objetos del plato sin mayor evidencia que su experiencia de que los objetos que poseen propiedades observables y relaciones con sus entornos normalmente resultan tener diversas otras propiedades. Las cosas que parecen patatas por lo general saben a patata y tienen la consistencia esperada de una patata, y así sucesivamente. De modo que si en el plato hay algo que parece una patata, y las demás circunstancias son compatibles con que lo sea (cuando se trata del plato fuerte y no del postre), entonces uno puede imaginar con seguridad qué hacer con ella (partirla con el cuchillo, aplastarla con el tenedor, etc.) y qué gusto va a tener. Esta suposición podría ser falsa –la cocinera podría haber dado forma de patata a un huevo– y pudiera ser gravemente inadecuado el darlo por verdadero, aunque merece la pena correr ese riesgo en la vida de cada día. La alternativa sería la de comprobar cada hipótesis antes de actuar sobre ella, aunque es difícil de ver cómo podría ser esto útil, ya que el comprobar la hipótesis es un riesgo en sí mismo (¿cómo saber, por ejemplo, que la supuesta patata sabe a lo que debe saber?). La necesidad de reducir la incertidumbre cognoscitiva en la interacción social tiene exactamente la misma clase de explicación, y hay un paralelo exacto entre la forma en que la gente acumula información sobre patatas prototípicas y sus planos, y la forma en que elaboran el cuadro de las características del usuario prototípico de una forma lingüística determinada (Hudson, 1981: 207-208).
En países donde se observa una clara pluralidad de lenguas y culturas, incluyendo aquí al “racismo” en todas sus formas: http://knol.google.com/k/una-blanca-para-casarse-una-negra-para-la-cocina-y-una-mulata-para-la-cama# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/racismo-en-méxico/19j6x763f3uf8/102# , como es el caso de la inmensa cantidad de los pueblos del mundo, debido sobre todo a las migraciones controladas y descontroladas, legales e ilegales: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/migrantes-o-espaldasmojadas-o-wet-back/19j6x763f3uf8/134# […] como es por ejemplo el caso de México, el análisis sociolingüístico puede aportar contribuciones sustanciosas a los problemas políticos y sociales […]
Los problemas relativos a la política lingüística y a la planificación correspondiente tienen distintos aspectos en los países llamados desarrollados, por un lado, y, por otro lado, en los países supuestamente subdesarrollados o en vías de desarrollo o tercermundistas o cuartomundistas. En los primeros, es decir en los países desarrollados, se trata esencialmente de asegurar el progreso de culturas ya institucionalizadas –por lo menos en parte–, y el proceso de evolución cultural es paralelo al cambio social; en los segundos, es decir en los países tercermundistas y cuartomundistas, se trata de proporcionar ante todo un instrumento de comunicación suficiente a grupos con un elevado porcentaje de gente que no sabe leer ni escribir, analfabetos y analfabetos funcionales con marcado deterioro cultural, y que, en ocasiones, habla lenguas muy distintas. En el primer caso lo que cuenta en términos esenciales es el mantenimiento de lenguas y culturas minoritarias; en el segundo caso prevalece, en cambio, la exigencia de tener un código común, más allá de las diferencias entre los grupos.
Finalmente, debemos mencionar que dentro de la sociolingüística no existe ni una unidad teórica ni una uniformidad metodológica; es decir, no están establecidos los parámetros, las leyes, las reglas, las vías definitivas, ni exclusivas, ni únicas, que se deban seguir para una investigación de tipo sociolingüística –las ciencias del lenguaje y cualquiera de sus ramas, acerca de las cuales ya hemos hablado anteriormente, no suelen presentar estas cualidades–. Además, no sólo a través de la sociolingüística se pueden obtener datos relevantes sobre los hombres y las lenguas: como sabemos perfectamente “hay toda una oferta de ‘ciencias’ que proporcionan informaciones sobre ese ser viviente llamado hombre”.[17] Se podría decir entonces que la sociolingüística, al analizar la influencia del entorno social en la adquisición, tratamiento y desarrollo de una lengua, al analizar las interacciones entre los individuos en la sociedad, al describir las costumbres que refuerzan u organizan la comunicación entre los miembros de una tribu cualquiera –mexicana, amazónica, africana, asiática, etc.–, al estudiar las vinculaciones existentes entre el aumento del número de los hablantes de una lengua, una sociedad multilingüe y las transformaciones sociales que ello implica, al analizar la interrelación entre lenguas modernas, muy ligadas o no, de áreas grandes o no, emparentadas o no, tiene ante sí un inmenso campo de investigación […]
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ANEXOS
Signos internacionales, según Miranda Bruce-Mitford.
Fonemas de la lengua española, según Quilis y Fernández.
Sonidos de la lengua española, según Quilis y Fernández.
Philologist and Image Consultant Fernando Antonio Ruano Faxas
Филолог и консультант Фернандо Антонио Руано Факсас
ЯRConsultores de Imagen Social®
Hacia la calidad integral sin fronteras
http://openlibrary.org/a/OL807084A
http://openlibrary.org/search?q=ruano+faxas
http://openlibrary.org/search?q=ruano+faxas&offset=20
http://openlibrary.org/a/OL6500100A/Ruano-Faxas%2C-Fernando-Antonio-y-Paulina-Rend%C3%B3n-Aguilar
[1] Respecto de la comunicación no verbal, mímico-gestual, nos dice Lair Ribeiro que “la comunicación no sólo se establece con palabras. En realidad, la palabra representa apenas un 7 por ciento de la capacidad de influir en los demás. Para comunicarse correctamente se necesita, antes de pronunciar cualquier palabra, formar una estructura que dé más poder a la comunicación. Según las investigaciones neurolingüísticas, el tono de voz y el lenguaje corporal, es decir, la postura de los interlocutores, representan un 38 por ciento y un 55 por ciento de este poder, respectivamente.” Lair Ribeiro (1994). La comunicación eficaz. España, Urano, 13-14. Otros materiales que pueden ser consultados para tratar el lenguaje corporal son: Desmont Morris, Op. Cit.; Flora Davis, Op. Cit.; Pierre Guiraud, Op. Cit., 107-126; Vilém Flusser, Op. Cit.; Gastón Fernández de la Torriente, Op. Cit., 43-50; Otl Aicher y Martin Krampen, Op. Cit., 12-13.
[2] Véase en los anexos los sistemas internacionales de signalización.
[3] Para considerar la función estética del lenguaje véase, por ejemplo: Mirta Aguirre (1979). Los caminos poéticos del lenguaje. La Habana, Letras Cubanas; Mirta Aguirre (1979). En torno a la expresión poética. La Habana, Letras Cubanas; Roman Jakobson (1981). “Lingüística y poética”. En Ensayos de lingüística general. Barcelona, Seix Barral; M. Batjin (1982). Estética de la creación verbal. México, Siglo XXI; María Laura Pardo (1996). “Lingüística y poesía”, en Anales del Instituto de Lingüística. Universidad Nacional de Cuyo.
[4] Al respecto consúltese: Soledad Varela (1993). La formación de palabras. Madrid, Taurus; Hernán Hurrutia Cárdenas (1978). Lengua y discurso en la creación léxica. Madrid. Universidad de Deusto.
[5] Considérense aquí las diferencias entre las lenguas naturales y las artificiales.
[6] Tómense en cuenta las inmensas diferencias entre, por ejemplo, el español de España y el español de América; el inglés de Gran Bretaña y el inglés de Australia o Estados Unidos; el ruso de Europa y el ruso de Eurasia, etc.
[7] Por tal motivo han aparecido los conocidos diccionarios de regionalismos o provincialismos. En el caso de México es célebre el de Francisco Santamaría, Diccionario de mejicanismos.
[8] Para considerar los problemas de la fraseología en lengua española, consúltense, entre otros materiales: Zoila V. Carneado Moré (1985). La fraseología en los diccionarios cubanos. La Habana, Ciencias Sociales; Károly Morvay (1980). “La fraseología en la enseñanza del español a nivel universitario”, en Actas del Congreso Internacional de la Asociación de Profesores de Español. Budapest, Academia Kiado, 283-288; Antonia María Tristá (1980). “Algunos modos de formación de fraseologismos en español”, en Colección de artículos de lingüística. La Habana, Ciencias Sociales, 134-140.
[9] La relación de la historia con los cambios lingüísticos se refleja, por ejemplo, en los diccionarios etimológicos. Recomendamos ver para este punto: Joan Corominas. Diccionario etimológico de la lengua española, y a Martínez… Consúltese, además, la obra de Francisco J. Santamaría y Rafael Domínguez: Ensayos críticos de lenguaje. Véanse también los textos de Ruano Faxas registrados en la bibliografía de esta conferencia.
[10] Véanse en los anexos las tablas de variantes fónicas del español, es decir las variantes de fonemas y sonidos de la lengua española.
[11] Considérense, entre otros trabajos: Adrian Frutiger (1985). Signos, símbolos, marcas, señales. Barcelona, Gustavo Gili; Otl Aicher y Martin Krampen (1991). Sistemas de signos en la comunicación visual. México, Gustavo Gili; Miranda Bruce-Mitford (1996). Signos y símbolos. México, Diana.
[12] En cuanto a la planeación neurolingüística, se ha llegado a decir que: “La PNL es el arte y la ciencia de la excelencia personal. Es un arte, porque hay un método y un proceso para descubrir los modelos empleados por individuos sobresalientes. Este proceso se llama modelar, y los modelos, habilidades y técnicas descubiertas tienen un uso cada vez mayor en el campo de la educación, asesoramiento y negocios para conseguir una comunicación más efectiva, tener un mayor desarrollo personal y acelerar el aprendizaje.” Joseph O’Connor y John Seymour (1995). Introducción a la PNL. España, Urano. Véase, además: Lair Ribeiro (1994). La comunicación eficaz. España, Urano. La PNL tiene sus inicios en los años setenta como resultado de la colaboración entre John Grinder –lingüista– y Richard Bandler –sicólogo.
[13] Muchas han sido las investigaciones sociológicas de audiencia. El televisor ubicado en el hogar transforma las relaciones comunicativas familiares. La distribución de los muebles se hace para que las miradas de la audiencia converjan en él, como en épocas anteriores se situaban en torno a la chimenea. Se interpone en las conversaciones, en unas ocasiones para silenciarlas, en otras para fomentarlas y en las más para integrarse como parte de la familia o para generar diversos ruidos entre unas expresiones orales y otras. No se puede asegurar que la única función sociolingüística del televisor sea la de la incomunicación verbal entre los miembros de la familia. Por otro lado, recordemos que el conductor le da un toque de su personalidad a las noticias y deja ver su lado humano sin dar su versión personal. Pocas veces muestra alegría o tristeza. Debe transmitir por medio de sus ojos, sus gestos y todo su cuerpo la vivencia del hecho que comunica. El vestuario y el peinado son muy importantes en el conductor. Tal vez los problemas de la imagen de los políticos en las televisoras sea un asunto fatal o dichoso en las elecciones. En relación con los problemas sociolingüísticos en las televisoras, recomendamos ver: Mariano Cebrián Herrero (1998). Información televisiva. Madrid, Síntesis; Lorenzo Vilches (1989). Manipulación de la información televisiva. Barcelona, Paidós; Llorenc Soler (1996). La televisión: una metodología para su aprendizaje. México, Gustavo Gili.
[14] El término contacto comienza a usarse con gran fortuna a partir de la publicación de Languages in contact, del lingüista norteamericano Uriel Weinreich –de origen judeo-alemán, 1926-1967– (Raimondo, 61-62). U. Weinreich se dedicó a la dialectología, a los problemas de bilingüismo y a la estructura semántica de las lenguas. Trabajó con W. Labow y M. Herzog.
[15] Apud Ikram Antaki (2000). El manual del ciudadano contemporáneo. México, Ariel, 99.
[16] Cualquier tratamiento de los “prototipos” y las “prototipicidades” en los procesos cognitivos y comunicativos implica el análisis de los trabajos de Eleanor Rosh y los de George Lakoff, entre muchas otras investigaciones al respecto. ¿Cómo se produce este proceso mediante el cual las culturas globalizadas, los grupos globalizados, las personas globalizadas, recopilan y cuantifican juicios para establecer los grados de prototipicidad?, ¿cómo se emplean y cuáles son los efectos del empleo de la prototipicidad en situaciones de culturas en contacto y culturas globalizadas; en situaciones de países pluriétnicos, plurilingüísticos; en situaciones de países y grupos con marcadas diferencias culturales y económicas?, ¿qué importancia comunicativa y qué consecuencias comunicativas tienen las prototipicidades y las prototipizaciones de las fisonomías humanas, los géneros humanos y los comportamientos verbales y no verbales en situaciones de globalización? Para considerar estos temas relacionados con los prototipos y las prototicidades, recomiendo consultar: “Tipos cognitivos y contenido nuclear”, en Umberto Eco (1999). Kant y el ornitorrinco. España, Lumen, 143-258.
[17] Martin Haidegger, Op. Cit., 123-124.