Abstract
“Desde niños nos educan para decir ‘sí’ cuando pensamos ‘no’, nos enseñan a besarnos en la mejilla y a apuñalarnos en la espalda” (Dresser y Volpi, 2006)
[…] ¿Y podemos hablar de Calidad sin abordar los problemas terribles de la CORRUPCIÓN? La corrupción tiene muchas caras, y es muy común, de muy diversas maneras y en muy variados estilos. Y quien sabe de los actos de corrupción y no los denuncia, entonces también es cómplice de la corrupción […] Sólo los corruptos niegan la corrupción […] La corrupción está ligada directamente con la pobreza y el atraso cultural, con la marginación y el fanatismo […] No pueden existir “corruptos” sin “corruptores”, y justamente es con estos últimos con los que hay que acabar. Solamente eliminando de una buena vez a los corruptores, se acabará con los corruptos, y por consecuencia con la corrupción […]
[…] En Corea del Norte fusilaron a un funcionario, a un ministro, por “haber llevado a la ruina la economía del país” […] ¿se imaginan ustedes qué pasaría si medidas como éstas se aplicaran aquí en nuestros países de América para todos los funcionarios que llevan a nuestros pueblos a la ruina económica, para todos los funcionarios, directivos y ejecutivos que crean las grandes crisis económicas? ¡Nos quedaríamos sin ejecutivos, sin directivos, sin gobernantes, sin funcionarios, sin banqueros, sin líderes…! […]
El tratar de definir este concepto de calidad de vida en el trabajo es tan complejo como el definir la misma vida, dado el amplio espectro de ideas que se pueden incorporar en ese afán. Hay muchas personas que entienden por “mejorar la calidad de vida” el incrementar los ingresos para poder disfrutar de una gran cantidad de comodidades presentes en el mundo moderno como son: casa, auto, ropa, televisor, celular, viajes, etc. Es decir, según esto, el trabajador que tenga la mayor cantidad de satisfactores materiales tendrá una mejor calidad de vida. Tal criterio es, por supuesto, contradictorio, ya que si ese fuera el caso ¿por qué en algunos países desarrollados donde la mayoría de sus habitantes tienen cubiertos esos aspectos hay un índice tan alto de suicidios, de estrés, de depresión, de delitos, o recurren a las drogas o el alcoholismo
[45] para alejarse de su realidad cotidiana? Esto nos revela que la calidad de vida está basada más en aspectos subjetivos que en la posesión de una serie de bienes materiales. Al trabajador o empleado no sólo debe importarle un “buen salario”[46] y la obligatoria educación, capacitación y recapacitación que debe brindarle la empresa,[47] sino también que se conjuguen satisfactores materiales y satisfactores sicológicos dentro del panorama de calidad de vida. Y, por otro lado, ¿qué tan importante realmente es un salario alto cuando se trabaja en una empresa que realmente no respeta a sus empleados y que constantemente está creando en ellos, en sus tan diferentes y variados contextos laborales, todo tipo de estresores negativos, todo tipo de factores estresantes negativos, todo tipo de estreses negativos? Existen muchos países, muchas empresas y muchos grupos de trabajadores que “creen” que tienen unos trabajos maravillosos, lo mejor del mundo; pero que cuando hacemos el más sencillo análisis de los contextos situacionales laborales de esas empresas nos percatamos, sin tanto trabajo, de que realmente esas empresas no son otra cosa que focos de traumatismos laborales de todo tipo, es decir un área de explotación, humillación, turbulencias y afectación para la salud del trabajador. En este sentido, hay muchas circunstancias para tomar en cuenta y analizar según sean las áreas de trabajo y los contextos espacio-temporales de las empresas o áreas de trabajo y de los trabajadores. Y aquí lo primero que cuenta es que el trabajador tenga por lo menos aunque sea una idea mínima de lo que es “autorrespeto”, “autoestima”, “autovaloración”. Si no empezamos por autorrespetarnos, nadie entonces nos respetará, así de sencillo. Si autorrespetándonos, siempre hay empresas y “jefes” que “se lanzan” para ver qué pasa, para “reconocer” el terreno de las valoraciones humanas, entonces imaginemos si la empresa y los jefes comprueban fácilmente que no nos autorrespetamos, que no nos valoramos, que no nos autoestimamos y que pueden hacer de nosotros lo que realmente se les pegue en ganas. Si en países del llamado “primer mundo”, como Estados Unidos o Francia o Alemania o Gran Bretaña o Japón, por ejemplo, todos los días se comprueba a través de los medios masivos de comunicación que muchas empresas e instituciones, como es el caso de los bancos, las instituciones financieras, el mercado financiero, etc., hacen de las personas, sus propiedades, sus bienes, sus recursos y finalmente de sus suertes y sus vidas lo que les da la gana, y una y otra vez, y una y otra vez, así, seguidito, sin que los gobiernos y las organizaciones internacionales hagan nada que valga realmente la pena para evitar estos terribles y cuantiosos daños con repercusiones internacionales, imaginemos entonces lo que pasa en el llamado “tercer mundo” y “cuarto mundo”, “tierra de nadie”, en donde impera y campea la llamada y conocida “Ley de Herodes”, es decir la corrupción y la impunidad en su máxima expresión: http://en.wikipedia.org/wiki/Financial_crisis_of_2007%E2%80%932009 […] Al respecto hay historias que no solamente dan pena, tristeza, lástima, sino también asco, mucho asco, y asco y mucho asco por los gobiernos cómplices, por las organizaciones cómplices, que han permitido y solapado toda la corrupción mundial en múltiples y variadísimos sentidos. Este asunto ya lo he tratado en otras partes […][…] En los países de América Latina, “salvo muy contadas excepciones”, es más que evidente la “visión 0” de sus gobiernos en el presente en todos los sentidos, menos en el fraude, la corrupción, la impunidad, la injusticia, el arribismo y los malos manejos… ¡No hablemos ya de una “visión a futuro”! Si en Estado Unidos de América, un país que vive entre extrema riqueza y extrema pobreza: http://actualidad.rt.com/tiempolibre/sociedad/issue_23439.html ,
durante años se alertó acerca de los fraudes económicos del tipo de los generados por Bernard Madoff y Scott W. Rothstein y de los desastres económicos del tipo de la Crisis Económica Mundial 2008-2009 creada aquí mismo en Estados Unidos, y a nadie le importó esto, nadie prestó la atención adecuada a esto, porque esos desastres llegaron y se llevaron con ellos a decenas de países, a millones de personas en el mundo entero. Esto ha sido aquí en Estados Unidos terrible, inconcebible, ¡pobre gente!, y las nefastas consecuencias todavía las seguimos viendo aquí día a día: “La Organización Internacional del Trabajo (OIT), señaló […] que la crisis económica en el mundo ocasionó la pérdida laboral de unas 16 millones de personas de los que más del cincuenta por ciento pertenecen a países desarrollados”, según http://www.telesurtv.net/noticias/secciones/nota/68742/crisis-mundial-genero-perdida-de-16-millones-de-empleos-segun-oit/ […] Entonces imaginemos lo que puede pasar en esos lugares de América Latina a los que también se les llama irónicamente “países” (?). ¿Qué no pasará en lugares como Haití, Honduras, El Salvador, México y muchos otros lugares del área? ¡Ahí, en estos desastres de países, en estos pueblos policolapsados, en estos países-morgues, pasa todo! A esta pobre gente le caen arriba todos los desastre habidos y por haber; parece que no son suficientes las inundaciones, las sequías, los terremotos o sismos, las enfermedades de todo tipo, las plagas, las infecciones, el hambre y los terribles analfabetismo e ignorancia, sino que también les caen arriba, para acabar de componer todo este infierno humano, los golpes de estado. ¿Y a quién le importa esto? ¿Y quién ve esto? Yo no sé quién ve esto. ¿Usted sí sabe? Si “realmente” esto le importara a alguien no habríamos llegado a lo que hemos llegado, esos países no habrían llegado a la infrahumana situación que tienen hoy. Han sido siglos y siglos y siglos de apatía y valemadrismo, y eso se paga caro […]Cómo esperar que a través de la opinión pública se pueda prever un comportamiento sensato y positivo si, además de la agnosis, padecemos de amnesia. Cualquier cosa nos confunde, a unos más y a otros menos, pero nos confunde. Si en Estados Unidos de América –con todo su desarrollo económico, científico, sus grandes universidades, sus medios masivos de comunicación tan sofisticados, etc.– dos de cada cinco estadounidenses no saben qué partido –y sólo hay dos partidos– controla su parlamento, ni saben dónde están los países del mundo (Robert S. Erikson y otros [1988]. American Public Opinion. Nueva York, Macmillan) –tal vez sí tengan una noción geográfica de aquéllos países a los que han atacado y a los que van a atacar–, y las mentiras y los crímenes internacionales de su partido gobernante y de su presidente, George Bush, así como los desastres económicos, las terribles crisis financieras, de alcances internacionales y la recesión, creados por ambos, es decir gobierno y presidente, son de dominio público (Greenspan, 2007; McClellan, 2007; Krugman, 2004; Krugman, 2008; Navalón, 2009), y ahí están los fraudes, los robos, las “transas”, las “metidas de mano”, los “tifiteos”, más grandes de la actualidad, creados en Estados Unidos de América por estadounidenses de origen judío: 1. El caso de la incalculable estafa o fraude de Bernard Madoff: más de 50 mil millones de dólares:
http://en.wikipedia.org/wiki/Bernard_Madoff , 2. El caso de la inmensa estafa o fraude de Scott W. Rothstein: más de mil millones de dólares: http://en.wikipedia.org/wiki/Scott_Rothstein , etc., ¡y eso es sólo una mirada por arribita, eso es sólo lo que sabemos…! […] ¿Y todo lo que ha hecho el llamado Banco del Vaticano?: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/sexo-pederastia-paidofilia-pedofilia/19j6x763f3uf8/19# , http://knol.google.com/k/hablemos-un-poco-acerca-de-nuestras-sociedades-y-de-sexo-y-sexualidad-tambi%C3%A9n# […] ¿Y lo que han hecho Marcial Maciel Degollado, los Legionarios de Cristo y sus cómplices “a todos los niveles”?: http://knol.google.com/k/los-alcances-de-la-depravaci%C3%B3n-del-cura-mexicano-violador-de-ni%C3%B1os-marcial# , http://knol.google.com/k/acaso-alguien-puede-creerle-al-cardenal-mexicano-norberto-rivera-carrera# […] En Corea del Norte fusilaron a un funcionario, a un ministro, por “haber llevado a la ruina la economía del país” […] y en China también se hace lo mismo con los funcionarios bandoleros, ladrones, corruptos http://www.publimetro.com.mx/x-files/por-corrupta-funcionaria-china-es-ejecutada-por-el-gobierno/mkkj!qvmJyGEXO5BY/ […] ¿se imaginan ustedes qué pasaría si medidas como éstas se aplicaran aquí en nuestros países de América para todos los funcionarios que llevan a nuestros pueblos a la ruina económica, para todos los funcionarios, directivos y ejecutivos que crean las grandes crisis económicas? ¡Nos quedaríamos sin ejecutivos, sin directivos, sin gobernantes, sin funcionarios, sin banqueros, sin líderes…!: http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=495261 , http://www.abc.com.py/abc/nota/90959-En-Norcorea-fusilan-a-un-ministro-por-no-contener-la-inflación/ , http://elcomercio.pe/noticia/448837/corea-norte-ejecuto-al-encargado-revaluar-su-moneda […] y en España, todavía hoy, en el siglo XXI, los criterios, incluso de las clases ‘culturalmente altas’ (?), que se tienen generalmente acerca de América Latina y de otros pueblos, sus dirigentes, sus religiones, sus capacidades bélicas, sus estrategias y tácticas, que se tienen acerca de los protocolos y las etiquetas más elementales, en verdad dan risa (Ruano, 2007b)…, ¿o pena?: http://knol.google.com/k/la-xvii-cumbre-iberoamericana-en-chile-8-9-y-10-de-noviembre-de-2007-el-caso […] Entonces imaginemos cómo andan las opiniones (?) por acá por Iberoamérica […]
[…] no olvidemos que el Catolicismo o Cristianismo salió del Judaísmo, que es una religión asiática, de Israel, y que Israel está ubicado en el continente Asiático, de ahí de Israel y de Asia era Jesús o Cristo, Jesús o Cristo era asiático, y no europeo […] y les repito, después de haber visto con mis propios ojos, de haber experimento por mí mismo, el nivel tan alto de analfabetismo que tiene América, inclusive en las universidades, inclusive al nivel de postgrado:
http://knol.google.com/k/anónimo/analfabetismo-funcional-analfabetismo/19j6x763f3uf8/6# , les aseguro que son cientos los que ahí, por la “extensa Viña del Señor”, piensan que Cristo era europeo o blanco o “güerito” o “galleguito” o “gachupincito” o “rayadillito” […] de ojos azules, como lo ponen en muchas imágenes, o que la virgen María era una “bella e inmaculada dama” italiana o francesa o quién sabe de dónde […] No señores, toda esta gente de la Biblia, todos estos santos y santas y dioses y diosas de la Biblia, eran asiáticos, “ASIÁTICOS”, de un lugar, de un continente, que se llama Asia, que es el más grande y poblado, y en donde “por cierto” están los chinos, que andan triunfando en todo tipo de mercados en el mundo entero, aquí inclusive en América, mientras nuestros “diz que” gobernantes y “diz que” empresarios y “diz que” estrategas y súper geniezazos de la administración pública siguen “arañando” y mintiéndose y robándose entre ellos y robándole a un pueblo al que por lo que estamos viendo ya no hay qué robarle […] Pero como vemos Israel no sólo dio religiones importantísimas, como el Judaísmo y el Cristianismo […] también dio una sangre buena para los negocios, porque los judíos son muy buenos para los negocios, algo muchísimo más que evidente […] e inclusive buenísimos para los “negocios” (?) a la máxima expresión, por llamar de alguna manera a los timos o robos o engaños o hurtos o estafas más grandes de la historia moderna […] ¿quiénes son, por ejemplo, Bernard Madoff: http://en.wikipedia.org/wiki/Bernard_Madoff y Scott W. Rothstein: http://en.wikipedia.org/wiki/Scott_W._Rothstein ? […] Es terrible cuando uno ve que un pueblo como el judío, a un país como Israel, que ha sufrido tanto todo tipo de humillaciones y vejaciones, todo tipo de segregación y masacres, holocaustos, a través de los siglos, en todos los continentes, tiene miembros tan repugnantes en todos los niveles. Claro que esto sucede en cualquier lugar, en cualquier país, en cualquier cultura, pero “se suponía” que la experiencia, y sobre todo en pueblos “diz que” tan religiosos, conservadores y tradicionalistas, nos ayuda a no cometer “ciertos pecados terribles” […] Ya en otras conferencias me han pedido que abunde sobre este asunto de la corrupción internacional, a todos los niveles, en todos los continentes, y el tráfico de órganos humanos. En http://knol.google.com/k/as%C3%AD-andamos-entre-secretos-falsedades-mentiras-y-medias-verdades-pero-tiempo-al# he dicho:Y en http://knol.google.com/k/como-trabajar-con-los-estudiantes-universitarios-de-ciencias-sociales-o-la# he tratado este tema de la educación, de la instrucción, de la siguiente manera:
[…] Claro que en cuestión de educación, de cultura, de ciencia, de técnica, de investigaciones, no podemos confiar en cualquier estadística, en cualquier cifra, en cualquier institución u organización, porque muchas de de estas fuentes, por globalizadas y reconocidas que estén, no incluyen, “a discreción” (?), a algunos países, a algunos centros educativos, a algunos CES, de indudable prestigio internacionalmente: basta consultar, por ejemplo, el IDH presentado por las Naciones Unidas para ver las discrepancias. No obstante, para tener una idea de “lo mejor”, de “lo regular” y de “lo peor”, educativamente hablando, instruccionalmente hablando, podemos consultar, de partida, los materiales de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO. También podemos consultar algunas encuestas y resultados de investigaciones en torno a los centros de educación superior, CES, más destacados del mundo, o por países, disponibles en páginas de Internet como
www.careerjournal.com , o materiales impresos del tipo de “Índice Guía Universitaria 2006”, en este caso para México, publicado por Reader’s Digest, en su Año 4, No. 4. Hoy se clasifican a las universidades y centros o instituciones de educación a partir de muy variados criterios, como se muestra, por ejemplo, en http://es.wikipedia.org/wiki/Clasificaci%C3%B3n_acad%C3%A9mica_de_universidades , y, por supuesto, según estos “rankings” o clasificaciones, los mejores centros de educación superior están en Estados Unidos de América y Europa…; pero resulta que a la hora de resolver una inmensa cantidad de grandes y terribles problemas de orden internacional, como por ejemplo la Crisis Económica de 2008 y años posteriores – http://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_econ%C3%B3mica_de_2008 –, la gran estafa del estadounidense de origen judío Bernard Leon Madoff – http://es.wikipedia.org/wiki/Bernard_Madoff – y el caso Robert Allen Stanford – http://en.wikipedia.org/wiki/Robert_Stanford –, estos “famosos” centros de educación superior “valen para un comino”, no aparecen…, y ya que el problemototote está creado y ha impactado a todo el orbe, entonces salen a argumentar sus “informes científicos y técnicos de última hora”… Claro que aquí decimos lo que reza el dicho popular: “Ya que está el niño ahogado, entonces tapamos el pozo”, o por lo menos intentamos taparlo. Entonces, ¿para qué sirve realmente una inmensa cantidad de estas “famosas” instituciones de educación superior…? Y si este “despiste” ocurre con esas tan renombradas instituciones educativas, ¿se imagina usted cómo andará la preparación universitaria en nuestras universidades tercermundistas, cuartomundistas, y “patitos” (como se le dice en México a lo chafa, a lo fraudulento)?: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/la-educaci%C3%B3n-y-la-instrucci%C3%B3n-en-m%C3%A9xico/19j6x763f3uf8/165# […] ¿y en dónde están nuestros “especialistas de verdad”, nuestra gente preparada de verdad, toda esa inmensa cantidad de universitarios que se han doctorado, que son doctores?, ¿fuga de cerebros?, ¿fuga de talentos?, ¿fuga de todo el o la que pueda fugarse “mientras esté con vida”?: http://knol.google.com/k/educaci%C3%B3n-cultura-ciencia-t%C3%A9cnica-y-fuga-de-cerebros-en-am%C3%A9rica-y-concretamente# , ¿esos grandes científicos e intelectuales de verdad siguen en nuestros países o ya también “volaron”, como lo hace el medio millón de mexicanos que cada año huye de México hacia Estados Unidos, esos “indocumentados” que se van a “corretear la chuleta”, en busca del “sueño americano”, para no morirse en sus países latinoamericanos de pobreza, de hambre o masacrados por el crimen organizado “oficial” o el crimen organizado “clandestino”?: http://knol.google.com/k/un-panorama-ensay%C3%ADstico-acerca-de-los-secuestros-o-plagios-o-levantones-en# , http://knol.google.com/k/un-panorama-ensay%C3%ADstico-acerca-de-los-secuestros-o-plagios-o-levantones-en# , http://knol.google.com/k/la-guerra-perdida-de-m%C3%A9xico-contra-el-narcotr%C3%A1fico-m%C3%A9xico-en-estado-de-colapso# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/el-periodismo-y-los-periodistas-en/19j6x763f3uf8/147# […]
Si consideramos la relación calidad de vida-trabajador, entonces tenemos que partir del reconocimiento de la dignidad y la capacidad que tiene éste como ser humano; no se trata solamente de pagarle un salario justo al trabajador –no obstante quedar claro que se tiene que pagar más al mejor, al más productivo, porque “no todo el mundo hace el mismo el trabajo, y debe haber justicia. Una parte del salario debe ser atribuida en función del mérito, y la promoción debe depender, en parte, de los resultados” (Antaki, 2000: 184)–, sino de propiciar que éste desarrolle todo su potencial físico e intelectual. Es decir, la calidad de vida del trabajador estará íntimamente ligada a su ambiente de trabajo, a la correlación armoniosa de los entornos naturales y artificiales,[48] no sólo en cuanto a cuestiones materiales sino también a aspectos intangibles. Aquí el punto a lograr es mejorar consistentemente los factores objetivos y subjetivos que determinan la calidad de vida en el lugar de trabajo, lo que está en dependencia no solamente de las estrategias concretas de mejoramiento de la vida del trabajador que diseñe una u otra empresa, sino también del mismo tamaño de la empresa, del número de trabajadores de la empresa y de las posibilidades reales que tienen gobiernos, empresas, funcionarios, gerentes y ejecutivos para echar a andar este proceso de mejoras. No es lo mismo establecer programas de mejoras en cualquiera de nuestras empresas, pequeñas en promedio, que en, por ejemplo, la empresa ferrocarrilera de la India, la empresa que tiene la mayor cantidad de trabajadores en todo el mundo: un millón de trabajadores.
En una empresa se hace frecuentemente referencia a la responsabilidad a distintos niveles; a nivel personal, a nivel departamental, y a nivel empresarial. La empresa y sus empleados tienen también responsabilidad a nivel de la comunidad.
Responsabilidad impuesta, otorgada o elegida
Una responsabilidad puede ser impuesta como exigencia. También puede otorgarse a modo de voto de confianza. O bien puede ser algo que una persona ha elegido.
Responsabilidad legal/moral
Una responsabilidad puede ser legal o moral. Es la responsabilidad moral la que tiene mayor interés en la relación empresarial, en la relación institucional.
Responsabilidad hacia uno mismo y para con otras personas
Es posible asumir la responsabilidad hacia uno mismo tanto por la situación actual como por su desarrollo; y también puede dejarse esa responsabilidad en manos de la comunidad.
Del mismo modo, se puede asumir un mayor grado de responsabilidad de la que concierne a uno mismo. En este sentido, creemos conveniente recordar que el trabajo, las actividades laborales diarias, las responsabilidades normales, habituales, pueden llegar a convertirse en una obsesión, sencillamente porque se pretende evadir “otras realidades”, “otras responsabilidades”, “otras obligaciones”. Y aquí, en este caso, el “adicto a las responsabilidades que no le competen” encuentra en su área laboral los éxitos que no ha sido capaz de alcanzar en otras áreas de su vida, en especial con su familia en general, con su matrimonio, y sus amigos. Claro que esto no está bien. Aquí hay un desajuste que tiene que ser tratado por un especialista, por un sicólogo o un siquiatra. Esta alteración de la conducta laboral, y social en general, que es más común entre los hombres, se llama adicción al trabajo y afecta en mucho la salud del individuo, del trabajador, aparte de que tiene su incidencia negativa en las relaciones sociales, familiares y laborales, dado que “ese adicto” puede aparecer ante los ojos de los altos ejecutivos, de la dirección, como un “trabajador ejemplar y dedicado”, cuando en realidad es un “trabajador anormal”, es un “trabajador enfermo”. Este tipo de trabajador se caracteriza generalmente por:
· Carácter impaciente.
· Irritabilidad.
· Complejo de inferioridad.
· Se ofende con facilidad.
· Realiza grandes esfuerzos para relacionarse afectivamente con su familia y amigos.
· Disposición al agotamiento crónico.
· Disposición a contraer úlceras estomacales.
· Disposición a contraer bronquitis.
· Alta disposición a las enfermedades cardiovasculares.
· Abuso de fármacos y, en algunos casos, de fármacos y alcohol o alguna otra droga, con el objetivo de mantenerse despierto y activo.
Esta afectación es más común en los países desarrollados, y es aquí donde, en promedio, y entre otras cosas debido a esto, los hombres viven siete años menos que las mujeres.
Responsabilidad de una parte o de la totalidad
Uno puede responsabilizarse sólo de una parte o de la totalidad. Si la responsabilidad se ejerce con excesiva rigidez, sin sentido común y sin pensar en el interés de todo el conjunto, la burocracia prevalece. La responsabilidad puede ser interpretada bajo un contexto negativo o bajo un contexto positivo.
Interpretación negativa de la responsabilidad
En su interpretación negativa, la responsabilidad es algo que inspira temor, que se prefiere evitar, se rehúye, e incluso se intenta pasar a otras personas. La responsabilidad puede contemplarse como una carta extra, una molestia o un penoso deber. Una responsabilidad puede sernos impuesta y, por ello, podemos ser criticados, declarados culpables en caso de perjuicios o castigados de cualquier otra manera por no haber cumplido con nuestras obligaciones.
Interpretación positiva de la responsabilidad
En su interpretación positiva, la responsabilidad se asume de forma voluntaria, es algo deseable, una fuente de satisfacción y, en definitiva, algo que vale la pena de conseguir. La responsabilidad nos ayuda a desarrollarnos, a conseguir bienestar y a progresar. La responsabilidad en su interpretación positiva es esencial para el desarrollo de una empresa, de una institución. Dar responsabilidad a su personal es una de las mejores armas que tiene la dirección para movilizar la energía humana, los talentos y la creatividad, en beneficio de la empresa y sus propietarios. Para el empleado, asumir responsabilidad es una de las mejores maneras de desarrollarse personalmente y crearse una vida que tenga sentido (Møller, 1993: 41).
La “conducta irresponsable y negligente” de gobiernos –especialmente a través de las secretarías y ministerios del trabajo y del aparato de procuración de justicia laboral–, de sindicatos, de empresas y de directivos en el ámbito laboral y de Recursos Humanos, en resumidas cuentas, lo único que hace es fortalecer la corrupción y agregar aún más frustraciones a la vida cotidiana –que ya está llena de frustraciones por múltiples motivos, pero en especial por algo que se llama “impotencia”– del trabajador promedio y de su familia, lo que, de manera cíclica, se reflejará, en un momento u otro, en el mismo destino, en la misma vida –¿y muerte?– de gobernantes, funcionarios y directivos de sindicatos y empresas. La historia ha demostrado y sigue demostrando, penosamente, que las frustraciones de los pueblos y los trabajadores traen consecuencias nefastas, a la corta o a la larga, cuestión de tiempo:
El tema de las frustraciones lo trato más detalladamente en mi trabajo intitulado “Comunicación y conducta. Reflexiones en torno a los protocolos comunicativos de los mexicanos de nivel culto en las áreas administrativas de empresas transnacionales del Distrito Federal”. Acerca del tema de las frustraciones se ha hablado bastante, desde muchos puntos de vista e interdisciplinariamente, aunque todavía falta mucho que investigar en este sentido, considerando los factores hereditarios, genéticos, raciales y la situación de culturas en contacto según los casos concretos en las áreas concretas de desempeño. Las frustraciones pueden ser de varios tipos y pueden abarcar desde un país o una comunidad completa –José Elías Esteve Moltó (2004). El Tíbet: la frustración de un estado. Valencia, Tirant lo Blanch– hasta las frustraciones personales y, en situaciones de sociopatías y sicopatías, la frustración de una de las partes del “yo”:
La frustración es un concepto psicoanalítico importante. Se produce cada vez que el sujeto se halla ante un obstáculo que le impide satisfacer un deseo. En la vida diaria, son numerosas las ocasiones de frustración. Por ejemplo, hace usted una cola durante una hora en un cine de estreno y se anuncia que la sala está completa en el momento en que le había llegado a usted el turno de entrar. Todos hemos estado alguna vez en esta situación de frustración y hemos observado también a individuos que se hallaban como nosotros. Nadie queda encantado, por supuesto, pero la reacción de cada cual es diferente. Hay quien monta en cólera e intenta forzar el obstáculo de la taquilla; otro se va tranquilamente limitándose a alzar los hombros; hay quien decide esperar pacientemente a la próxima sesión; otro se echa a sí mismo la culpa y lamenta no haber venido antes; otro acusa a su mujer de haber perdido demasiado tiempo en prepararse. La observación de las reacciones de los individuos ante la frustración es reveladora de la personalidad (Gauquelin, 2001: 213)
En el caso de las frustraciones presentes en la comunicación verbo-corporal, nosotros hemos considerado este problema desde varias ópticas, y en especial a partir de la aplicación de los reactivos siguientes: 1. Mi nivel de satisfacción, 2. ¿Cómo conseguir el apoyo de la gente? Personas que me dan ánimo, 3. ¿Cómo conseguir el apoyo de la gente? Personas que me desaniman. La mayoría de los resultados obtenidos en estos reactivos, aplicados por lo menos en 5 situaciones culturales disímiles: 1. Unión Soviética, 2. CAME, 3. Cuba, 4. México y 5. Estados Unidos, aparecen reflejados en los siguientes trabajos: Fernando Antonio Ruano Faxas y Adam Makoviétsky (1984). Las ciencias sociales y el trabajo independiente de los estudiantes. Cuba, Ministerio de Educación Superior-CAME; Fernando Antonio Ruano Faxas (1989). El lenguaje corporal humano. Apuntes para el curso. Cuba, MES; Fernando Antonio Ruano Faxas y Paulina Rendón Aguilar (1997). “Reflexiones en torno a la calidad y a la calidad de vida en el trabajo”, en Segundo Seminario Internacional sobre formación ambiental, valores y corrupción. México, UNAM, 232-235; Fernando Antonio Ruano Faxas (1993). “En torno al tabú. Lo bueno y lo malo en lexicología y terminología, y sus ideas afines”. Ponencia presentada en el X Congreso Internacional de la Asociación de Lingüística y Filología de la América Latina. México, Veracruz, Universidad Cristóbal Colón; Fernando Antonio Ruano Faxas (2000). Cómo trabajar con los estudiantes universitarios de Ciencias Sociales. Apuntes para profesores y educandos. México, Ediciones ЯR; Fernando Antonio Ruano Faxas (2003). ¿Qué entender por calidad y calidad de vida en el trabajo en un mundo globalizado? México, Ediciones ЯR, y Fernando Antonio Ruano Faxas (2005). Movilizar las energías de todos para triunfar. Seminario para el área empresarial. México, Ediciones ЯR.
Siempre ha habido frustraciones. La frustración está presente en el mismo nacimiento y evolución de la Humanidad. La Biblia –o mejor dicho las “biblias”– está llena de frustraciones en todos los sentidos (Ruano, 2003e). Dondequiera hay frustraciones; pero en algunos lugares hay más, cuestión de cantidad y hasta de calidad, porque las frustraciones de algunos grupos y personas en particular son, sencillamente, inconcebibles, patológicas, deprimentes, degradantes, enfermizas, criminales… En algunas áreas continentales, países, grupos etnolingüísticos, sexos, edades, las frustraciones tienen sus particularidades muy concretas… Las frustraciones, esos estados de vacíos o anhelos insaciados, siempre están presentes en el discurso, cualquiera que sea éste: verbal o no verbal. Pero las frustraciones –y señalamos aquí que hay de “frustraciones” a “FRUSTRACIONES” y de “frustrados” a “FRUSTRADOS”– están presentes mayormente en el diálogo, en el discurso habitual, en la vida pública, en la vida laboral o en la vida íntima, a través de los “gestos”, de las “palabras”, de las “oraciones”, de las “frases”, de las “ideas”, de los “dichos y refranes”, de las “asociaciones de palabras”, de las “formas de ver el mundo” y de las “formas de analizar y evaluar a los demás”. Las frustraciones se observan hasta en la voz –que es un fenómeno de la comunicación no verbal–, en la forma de vestirse, en la imagen física, en las variantes del maquillaje y en las variantes del no-maquillaje, y en las formas de comer y beber. Hay que tener mucho cuidado con la exposición de las frustraciones, con sacar las frustraciones al exterior, con el hecho de que los demás conozcan tus frustraciones… Es normal que los grupos frustrados, que las personas frustradas, sean rechazados. Las sociedades sanas, los grupos sanos, las personas sanas, alegres, felices, con un elevado sentido de la vida y el disfrute, rechazan a los frustrados y se acercan, con gusto y afecto, a las sociedades e individuos alegres, gratos, simpáticos, carismáticos y con un gran sentido de la vida y el disfrute. Claro que, en teoría, sabemos que en la vida moderna todos los grupos de individuos, que todas las personas, tienen sus problemas, sus limitaciones; pero “esas frustraciones tan marcadas” –y no las pequeñas, sutiles o pasajeras frustraciones, normales en la vida moderna– son las que hacen rechazables a los grupos y a las personas. Claro que las frustraciones no son buenas, en ningún sentido… ¿Por qué? Bueno, primeramente, porque la persona frustrada, porque el grupo frustrado, expresa con gestos y palabras una “agresividad malsana” –recordamos aquí que no todas las agresividades son malsanas (Huntington y Turner, 1987; Oliver y Mos, 1988)– hacia los demás, lo que se llama reacciones extrapunitivas; pero también hacia sí mismo, lo que se llama reacciones intrapunitivas–, y justamente por eso al frustrado se le considera antisocial y autodestructivo. Claro que también sucede que el frustrado, debido a sus particularidades traumáticas y disociantes, con frecuencia intenta manipular, sin respeto alguno a quien sea, con el objetivo de salirse con la suya, de lograr sus objetivos, generalmente negativos, y de tal manera puede aparentar “conciliar”, y por eso aparece una tercera reacción del traumático llamada reacciones impunitivas. La personalidad del frustrado, generalmente, es inconfundible, y no me refiero a que sea inconfundible solamente para los que hemos trabajado, de cualquier manera, la comunicación y el carácter, es decir los caracterólogos, o para las personas adultas, experimentadas o con un amplio conocimiento de las culturas y los protocolos comunicativos internacionales. Me refiero a que la personalidad del frustrado es tan evidente y rompiente que hasta los niños pueden detectar esos “caracteres especiales”, al decir de algunos frustrados. Conocemos perfectamente al frustrado porque en el discurso hablado, en el diálogo, antes de hablar el frustrado expresa con gestos primero lo que está pensando y que luego dirá con palabras, si es que llega a expresarse verbalmente. El frustrado generalmente habla más con gestos que con palabras; son los gestos los que, ante todo, descubren al frustrado y a las frustraciones. El frustrado emplea todo un sistema de comunicación que se denomina Protocolo de la Frustración, por eso los frustrados –según las áreas de frustraciones– se buscan, se identifican, se entienden, comparten sus códigos de frustración… Lo ideal sería que no hubiera frustraciones, o por lo menos “esas frustraciones” que hacen rechazables a los frustrados; pero para esto tanto los padres, como la familia, como los gobiernos, como las entidades educativas, y en algunos países las asociaciones religiosas, tendrían que aunar esfuerzos para crear un mundo más civilizado, cultivado, equilibrado y tolerante. ¡Y sabemos que esto es un “sueño guajiro”!
Para tratar la frustración, recomiendo consultar, por ejemplo: S. Rosenzweig (1972). Test de frustración. Buenos Aires, PAIDÓS; A. J. Yates (1975). Frustración y conflicto. Madrid, Taller de Ediciones; Laura Moreno Ángel, José Manuel Hernández, Óscar García Leal y José Santacreau (2000). “Un test informatizado para la evaluación de la tolerancia a la frustración”, en Anales de psicología, V. 16, No. 2:143-155 (Ruano, 2002a).
La clave para iniciar el movimiento de implantación de CVT consiste en que la alta dirección
[63] se atreva a dar el primer paso hacia la búsqueda de la mejora constante en la calidad de vida del resto de sus compañeros, partiendo de la autoevaluación, de que primero, antes de juzgar a los demás, debemos juzgarnos a nosotros mismos, enfocarnos hacia uno mismo (Møller, 1993: 81), y no vivir enfocando [y valorando] inadecuadamente a los demás, no “convertir a personas, organizaciones, políticos, gobiernos, sociedades, [maestros], [alumnos], etc., en el foco de nuestras críticas” (Møller, 1993: 80), debido a que:[…] Es bueno y saludable que nos formulemos demandas unos y otros y que nos juzguemos mutuamente. Ello puede contribuir a incrementar la calidad de los productos y servicios. Puede ayudar a combatir la injusticia, la ilegalidad, el abuso de poder, la opresión, los comportamientos carentes de ética, los sistemas y métodos inapropiados, etc.
Cuando se usa correctamente y de forma constructiva, el juicio crítico constituye uno de los pilares de la democracia y puede ayudar a crear una sociedad mejor.
Sin embargo, un juicio crítico no siempre sirve a un propósito justo. Algunas veces es usado deliberadamente para perjudicar a otras personas y/o para “traer agua a su molino”.
Cuando una persona apunta críticamente hacia los demás, puede tratarse de un intento de eludir su responsabilidad.
Puede ser también una forma de conseguir una coartada para evitar tener que hacer algo para mejorar las circunstancias. Y puede ser una oportunidad para evitar que ese foco de crítica se centre sobre uno mismo […] (Møller, 1993: 80).
La alta dirección también tiene que actuar como un buen estratega: proceder con visión de largo alcance, preparar las operaciones con tiempo, no precipitarse a tomar iniciativas sin haber preparado debidamente el terreno, saber esperar a que las medidas tomadas den su fruto, en beneficio, por supuesto, de la comunidad, del grupo;
[64] saber, en resumidas cuentas, pronosticar.[65]Para evaluar la calidad de vida de los trabajadores un buen ejercicio sería el tratar de verlos como clientes, y así cada día cuando cruzan la puerta al salir de la empresa o institución la gerencia debería de preguntarse si esos trabajadores han satisfecho las expectativas que tuvieron al entrar. En esa medida, conforme transitamos a una sociedad mejor capacitada e informada, por lógica tendremos un umbral más alto de calidad cada día. Sobre estas bases, para poder desarrollar el concepto de CVT se debe de incorporar un amplio número de tópicos a nuestro panorama de trabajo y vida laboral como son:
· Efectividad industrial o institucional.
· Desarrollo de los recursos humanos.
· Liderazgo eficaz.
· Efectividad organizacional.
· Reestructuración del trabajo.
· Enriquecimiento del trabajo.
· Reestructuración organizacional.
· Sistemas sociotécnicos.
· Humanización del trabajo.
· Trabajo en equipo.
· Cooperación entre el personal y la empresa.
· Involucramiento del trabajador en los problemas empresariales.
· Sistemas de compensación.
· Planes de carrera.
· Sistemas de evaluación y reconocimiento.
· Actividades culturales, sociales, deportivas, etc.
La efectividad de todos estos aspectos se reflejará en el clima laboral. Para poder llevar a cabo este proceso de implantación de CVT en la empresa, es necesario que se realice una evaluación de la situación que vive la empresa en el momento concreto que se cuestiona; así se podrá determinar el grado de satisfacción de los empleados respecto a su trabajo, su empresa, su lugar de actividades, sus compañeros, sus jefes, sus subordinados. Esto brindará la pauta que servirá para determinar aquellos aspectos en los que la empresa está débil y que, a su vez, son claves si se pretende elevar la CVT.
Esta filosofía se basa en la premisa de ganar-ganar y no de que la ganancia de una de las partes sea por necesidad la pérdida de la otra. Lamentablemente, muchas veces se tiene la idea de que hablar de CVT implica quitarle algo a la empresa para dárselo al empleado, razón por la que con frecuencia se tiende a dilatar su implantación. En realidad lo que sucede es todo lo contrario: la calidad de vida debe incluir la efectividad del trabajo de todos los miembros de la organización, lo que hará más sana la situación productiva y financiera de ésta.
La calidad de vida en el trabajo es parte constitutiva de la calidad total. Para que una empresa o institución sea de calidad sus trabajadores tienen que ser gente de calidad. Para que haya calidad de vida en el trabajo tiene que haber calidad personal. La calidad personal es el resultado del acumulamiento de calidades, lo cual parte de la misma instrucción del individuo en los primeros años de vida, en la casa, en la sociedad, en la escuela, en la universidad (Ziglar, 1992). Cuando una persona adquiere valores de calidad en su formación temprana –o ya de adulto, aunque no sea lo ideal– sus actos, automáticamente, tienden a ser de calidad dentro y fuera de la empresa. La calidad personal, lo que se traduce en poder satisfacer las grandes y pequeñas demandas y expectativas de uno mismo y las de los demás, es la base de todos los otros tipos de calidad. La calidad personal está dada por áreas específicas del desarrollo humano, acerca de lo cual habla detalladamente Zig Ziglar (1993) en su teoría de la “Rueda de la Vida”. Según este autor, los grandes ejes de la “Rueda de la Vida” son: educación, espiritualidad, familia, autoestima, esfera social, condición física y emotividad. Desarrollar uno o dos ejes de esa rueda y descuidar los demás ocasiona que esa “Rueda de la Vida” pierda su forma circular y gire con sobresaltos y dificultad y avance más despacio, por lo que habrá irremediablemente pérdida de la calidad personal –algo por demás evidente, notable, a los ojos de los demás miembros de la comunidad conocedora, portadora, de calidad personal […]
DIPLOMADO EN IMAGOLOGÍA EMPRESARIAL
¿De qué depende la calidad empresarial?
Diapositiva 104
Estados Unidos de América ruanofaxas@gmail.com
LA CALIDAD.
•Aquí no solamente nos referimos a la calidad del servicio. La calidad se refiere a:
Calidad personal, que tiene que ver con la comunicación no verbal, la comunicación verbal y la imagen física.
Calidad departamental.
Calidad del producto.
Calidad del servicio.
Calidad de la compañía o empresa o institución.
Philologist and Image Consultant Fernando Antonio Ruano Faxas
Филолог и консультант Фернандо Антонио Руано Факсас
ЯRConsultores de Imagen Social®
Hacia la calidad integral sin fronteras
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[44] Para considerar algunos de los proyectos y programas que buscan mejoras en la actividad empresarial y económica de México, consúltese COFEMER, Comisión Federal de Mejora Regulatoria: http://www.cofemer.gob
[45] En México, según cifras registradas en el 2002, existen unos ¿3 millones? de consumidores de drogas prohibidas –cocaína, heroína, marihuana, etc.–, y es alarmante el hecho de que hasta hace poco no se consumían en el país determinadas drogas y hoy ya se encuentran al alcance de cualquiera en cualquier lugar, ¡hasta en las escuelas primarias! En este sentido es necesario señalar que los mexicanos que van a trabajar a Estados Unidos no solamente traen dólares al país, sino también, entre otras cosas, adicciones, pues drogas que hasta hace algunos años se consumían sólo en la frontera norte del área, como la heroína y la cocaína, ahora se usan con mayor frecuencia dentro de México. Las entidades expulsoras de trabajadores a Estados Unidos, como San Luís Potosí, Zacatecas, Guanajuato, Michoacán y Aguascalientes, registran un aumento en el consumo de drogas prohibidas. En México, ¿32? de cada mil adolescentes presentan dependencia al alcohol, en muchos casos por la falta de control familiar y la venta de bebidas embriagantes en lugares públicos. América Latina y el Caribe presentan los mayores índices de consumo de alcohol en el mundo, con 4.5 por ciento del total de la población, comparado con 1.3 por ciento en las naciones desarrolladas. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones de 1998, en México el cinco por ciento de los hombres adultos son bebedores consuetudinarios. Se considera que en este país existen al menos 2.6 millones de alcohólicos, sobre todo en edad productiva. Otra cifra nos dice que ya en el 2002 son 6 millones los adictos al alcohol en esta área y 13.5 millones los adictos al tabaco. Además, una de cada 100 mujeres adulta también presenta esta dependencia, es decir, hay cerca de 280 mil alcohólicas. La ingesta de alcohol se asocia directamente con 5 de las 10 principales causas de mortalidad en el territorio nacional, encabezadas por la cirrosis hepática, que anualmente provoca la muerte de l3 mil personas, sobre todo varones entre los 35 y 45 años de edad. La mujer bebedora es más susceptible de padecer enfermedades del hígado y a desarrollar cáncer mamario, además de que el consumo elevado de alcohol durante el embarazo puede producir síndrome del feto alcohólico, incrementando debido a esto las posibilidades de aborto, así como bajo peso y riesgo de malformaciones congénitas en el feto. Entre el 18 y 25 por ciento de los ausentismos tiene que ver con esa causa, lo cual, si se suma a los accidentes, discapacidades y a la gran cantidad de personas que por alguna causa relacionada con el alcohol están en los reclusorios, representa un alto costo social.
[46] Según datos de diciembre del año 2002, las comparaciones entre los salarios de, por ejemplo, un alto funcionario latinoamericano, específicamente de México y Venezuela, y el salario promedio de los trabajadores de estos países, pueden llegar a 50 veces de diferencia. Y, en Alemania, Francia, Japón, Singapur o Taiwán, por mencionar solamente algunos países importantes en este sentido, la diferencia oscila entre 15 y 13 veces. Visto así este asunto, lo primero que tendríamos que considerar aquí es qué se supone que es un “buen salario” en situaciones de globalización, en situaciones de un “supuesto desarrollo socioeconómico”, y “dónde y cuáles son los trabajadores que se sienten respetados en el plano laboral”. Según estas informaciones, a nivel internacional, es en Sudáfrica donde se registran las mayores diferencias salariales, que superan las 50 veces de diferencia. En México, según datos de marzo de 2005, los salarios más bajos del país se registran en las esferas de la educación y la enseñanza, la bibliotecología, el arte y la música y la salud pública. Es ilógico pensar que en las situaciones actuales de alta competitividad internacional, los países que tienen una tal situación salarial desventajosa en estas áreas tan relevantes de la vida y el desarrollo puedan aspirar a ocupar lugares destacados en el mundo, en el mercado, en los derechos humanos, en la ciencia y la técnica, en el deporte, en la política, en la vida empresarial, etc. Todo lo contrario. A los países que presentan hoy cifras de este tipo sólo les espera el fracaso, un fracaso todavía mayor al que muestran en la actualidad.
[47] La educación, la capacitación y la recapacitación deben preparar a los empleados para los cambios en sus cargos actuales en relación con los procedimientos, los materiales, las máquinas, las técnicas, las características de calidad y las definiciones operacionales. Desde los gerentes y administradores hasta los trabajadores por horas, todos los cargos tendrán cambios para incorporar el uso de los métodos estadísticos. Es preciso ofrecer capacitación para que el proceso de transformación se lleve a cabo sin contratiempos (Gitlow y Gitlow, 1994: 233-244). Por otro lado, no podemos dejar de tomar en cuenta el desarrollo cultural, científico, la capacitación, que están recibiendo hoy muchos ciudadanos de países que a veces no se consideran en las “competencias” de ciertas áreas globalizadas, por cuestiones de cultura, idiomas, distancias geográficas, etc. En este sentido, los gobiernos de América Latina, África, Asia, y hasta los mismos países como Estados Unidos, Canadá y Alemania, deberían reconsiderar sus parámetros competitivos. Hoy, a principios del siglo XXI, en China están estudiando en las universidades de ese país más de 140 millones de chinos, con un alto nivel de capacitación y competitividad, mientras que en México solamente tenemos 2 millones 250 mil, en situaciones educativas complejas, dudosas y en lo absoluto competitivas. Hoy, a principios del siglo XXI, en China hay más de 300 millones de personas que pertenecen a la clase media, a una “verdadera clase media” –no a una “clase media de ficción”–, altamente instruida y capacitada en todos los sentidos: culturalmente, técnicamente, científicamente, socioconfesionalmente, ¡y esto va in crechendo! ¿Ya hemos pensado en esto? ¿Ya hemos considerado lo que sucederá a corto plazo, en unos diez años? ¿Ya hemos pensado en que el futuro económico del mundo estará marcado especialmente por China, India y Brasil? Cómo no comparar dos situaciones totalmente opuestas: mientras la clase media latinoamericana, y muy especialmente la de algunos países como México, se deteriora cada vez más, India, por ejemplo, cada año suma a su clase media nada más y nada menos que la cantidad de 30 millones de personas… ¿Ya hemos tomado en cuenta que la presencia China en, por ejemplo, América en este siglo XXI es inmedible, inconmensurable, tanto al nivel de las relaciones y vínculos económicos y de colaboración legales como, y todavía mucho más, al nivel de las relaciones y vínculos ilegales, fraudulentos, chuecos, piratas, etc.? ¿Alguien sabe, realmente, cuál es el verdadero alcance de las relaciones y los vínculos de China con, por ejemplo, México, Brasil, Venezuela, Cuba, concretamente y entre otros muchos rubros en el ámbito del petróleo y sus derivados? ¡Claro que nadie, ni los mismos Estados Unidos! ¡Es tanta la confusión y la corrupción…! La tarea de saneamiento social, económico y político que les espera a las nuevas generaciones de América es compleja y difícil. No podemos dejar en las manos de gobiernos ineptos el futuro de nuestras nuevas generaciones: “¿Cuál nueva superpotencia podría aparecer en el siglo XXI? China, sin duda; en un futuro próximo […] China es ante todo una potencia territorial. India […] India dispone de una ventaja: una auténtica originalidad en los campos de la tecnología y de la investigación intelectual. El gran problema de la India se sitúa en la debilidad de sus estructuras y de las capacidades administrativas de su estado, y en la fragilidad de su sistema político” (Antaki, 2001: 101). China, en síntesis, es hoy –luego de una meticulosa y muy bien calculada y diseñada estrategia económica y de crecimiento (Arrighi, 2007) y con unas relaciones diplomáticas y mercantiles basadas en los más estudiados, exquisitos, estratégicos, tácticos y pirotécnicos protocolos (Ríos, 2005; China, 2007)– una gigantesca sombra devoradora de mercados que amenaza y bloquea a países que a través de los tiempos modernos han sido incapaces de establecer sólidas y eficaces relaciones comerciales, que carecen de estrategias de competitividad logística y que sustentan sus actividades políticas, sociales, económicas y sus relaciones internacionales con falsos diagnósticos basados en irrealidades, corrupciones, manipulaciones y mundos míticos y mitóticos (Fernández, 2006; Navarrete, 2007; Dussel y Trápaga, 2008; Proceso. Edición Especial No. 22 del 2008). ¡Pobre América…, como siempre…! ¡Pobre América Latina (Jenkins, Dussel y Mesquita, 2006; Devlin, Estevadeordal y Rodríguez, 2007), siempre saqueada, por los de afuera, por los de adentro, y por los de afuera “que pasan por ser de dentro”!
[48] La preocupación por la correlación armoniosa, equilibrada, entre los entornos naturales y artificiales en el ámbito de la vida y de la “calidad de vida” de la sociedad en la civilización occidental es muy antigua. Ya en el siglo I a.C. el famoso arquitecto romano Marcus Vitruvius (Vitrubio) Pollio reflexionaba y hacía amplias recomendaciones sobre temas tales como emplazamiento, habitabilidad, orientación e iluminación natural.
[49] El proceso de toma de decisiones ya hace mucho tiempo que se ha convertido en un extenso campo de estudio aplicado a múltiples áreas, en especial en los momentos actuales de globalización, como lo demuestran los siguientes trabajos: P. Slovic, B. Fischoff y S. Lichtenstein (1977). “Behavioral Decision Theory”. En Annual Review of Psychology, 28: 1-39; H. Einhorn y R. M. Hogart (1981). “Behavioral Decision Theory Processes of Judgment and Choice”. En Annual Review of Psychology, 32: 53-88; P. H. Lindsay y D. A. Norman (1983). Introducción a la Psicología Cognitiva. Madrid, TECNOS. Es más, se han llegado a proponer estrategias para “decidir cómo decidir”. R. Bhaskar, J. A. Herstein y J. R. Hayes (1983). “How to decide how to decide”. En Instructional Science, 12: 267-277. Pero esto no es nada nuevo. Ya en 1954 encontramos los estudios de W. Edwards (1954). “A theory of decisión making”. En Psychological Bulletin, 51: 380-417; y posteriormente aparece una nueva revisión de estudios sobre las decisiones, del mismo autor, (1961). “Behavioral Decisión Theory”. En Annual Review of Psychology, 12: 473-498.
[50] Muchas instituciones, empresas, organizaciones, tal parece que estimulan conscientemente la carencia o la pérdida de orgullo del trabajador por su labor y por la misma organización. Para considerar la aparición o la pérdida del orgullo por la empresa y la labor que se desempeña, véase: Howard Gitlow y Shelly Gitlow, op. cit., 219-231.
[51] Tenemos que diferenciar entre “jefe” y “líder”, de la misma manera que tenemos que diferenciar entre “mandador” y “dirigente”. El jefe “manda”, pero el líder “motiva”. En donde hay “jefes” se tiende a una estructura jerárquica de tipo militar: “yo mando, y tú cumples”. En donde hay “líderes” se tiende a una estructura tipo orquesta, armónica, con una “filosofía de vuelo de ganso”, en equipo: “yo doy el ejemplo, motivo, propongo, pero tú también” y “tú me sigues, pero yo también te puedo seguir, te oigo y reflexiono”. Respecto de la diferenciación que hago en torno a “mandador” y “dirigente”, expongo aquí lo que aparece en mis libros El lenguaje corporal humano…: http://openlibrary.org/b/OL21783353M/El-lenguaje-corporal-humano.-Un-enfoque-imagol%C3%B3gico-en-base-a-criterios-verbales-y-no-verbales , en ¿Por qué las personas a veces no se entienden bien? Las cosas que hacen que la comunicación verbal y la comunicación no verbal sean un problema, disponible en http://openlibrary.org/b/OL23665469M/%C2%BFPor-qu%C3%A9-las-personas-a-veces-no-se-entienden-bien%3F-Las-cosas-que-hacen-que-la-comunicaci%C3%B3n-verbal-y-la-comunicaci%C3%B3n-no-verbal-sean-un-problema?-Las-cosas-que-hacen-que-la-comunicaci%C3%B3n-verbal-y-la-comunicaci%C3%B3n-no-verbal-sean-un-problema , y en Parafernalia de la mentira en América. El arte de la mentira en el discurso verbal y corporal en Iberoamérica, en http://openlibrary.org/b/OL22647949M/Parafernalia-de-la-mentira-en-Am%C3%A9rica :
[…] ¿¡Credibilidad en la política de América!? ¡Pero ni de chiste! ¿¡Creer en “los que mandan” en América!? ¡Pero ni de chiste! (Imaz, 1964). ¿¡Creer en “eso” que llaman “democracia” (?) en América!? ¡Pero ni de chiste! (Meyer, 2007). Hace mucho tiempo ya que la mentira es componente idiosincrático de la historia político-gubernamental-administrativa en toda América, empezando por Estados Unidos –de la misma manera que, a su vez, la mentira es un rasgo bastante común, por el motivo que sea, de los latinoamericanos–. Aquí no me refiero exclusivamente a la mentira que se dice con las palabras, sino también a la mentira que se dice con los gestos, con gestos que desmienten lo que se dice con palabras (James, 2002: 72-73). Con frecuencia podemos detectar a través del rostro, de los gestos, de las muecas, las mentiras que se están pensando, que todavía no se han dicho, que se van a decir. Sucede a veces que los gestos que desmienten al discurso verbal son constantes, tanto en personas en particular como en grupos humanos en general, lo que quiere decir, entre otras cosas que tanto la persona como el grupo están afectadas por la inseguridad, por el temor, por la dismorfobia, por la baja autoestima y por otras patología y síndromes. Queda claro que no es normal que en un mundo civilizado, que en un mundo globalizado, una persona, grupo o pueblo constantemente esté reflejando una tal disociación entre discurso verbal y discurso corporal: palabras por un lado y gestos por otro lado; las palabras dicen una cosa y los gestos dicen otra… Entre palabras y gestos tiene que haber, en situaciones discursivas normales, una armonía discursiva, una congruencia. Si no es así, entonces algo anda mal […]
Insisto en que hay que diferenciar, en todos los ámbitos –la vida pública, la vida laboral o profesional y la vida íntima o familiar–, entre “los que mandan” y “los que dirigen”. En el mundo moderno, globalizado y civilizado “dirigir” implica conceptos desconocidos en la “historia occidental” de América. “Dirigir” implicaría muchas nociones e ideas afines que los pueblos atrasados, tercermundistas, analfabetos y analfabetos funcionales, reprimidos, inhibidos, tabuizados, dismorfóbicos, hipócritas, socioconfesionalmente fanáticos y altamente tóxicos desconocen. En América se ha mandado y se manda. Desgraciadamente, hasta el concepto de “mandar” en un supuesto mundo civilizado y globalizado está “chueco” –alterado, torcido, al revés, virado…–. Lo más triste de todo esto es que este matrimonio disfuncional, morboso, enfermizo, entre “mandadores” –mas no mandatarios, claro está– y “mandados” funciona como una maquinaria casi perfecta, más tarde o más temprano. De repente aparece un destello de luz que podría indicar un posible cambio; pero enseguida, y no tarde, los mismos “mandados” y por supuesto los “mandadores” se encargan de apagarlo. ¡Ésa, y no otra, ha sido y sigue siendo la verdadera realidad de América! ¿Qué usted ve esto de manera diferente? Bueno, en tal caso, o se cambia usted los ojos, o, tal vez, me los tenga que cambiar yo… ¿O el cerebro? ¿Pero es que acaso no es evidente la abismal diferencia entre la conducta verbo-corporal de los “mandadores” y de los “mandados”, por un lado, y la conducta verbo-corporal de los “dirigentes” y de los “dirigidos”, por otro lado? […]
En muchas instituciones y empresas el estímulo directo pertinente que llega al colectivo de trabajadores para que mantengan su conducta positiva o modifiquen su conducta negativa no proviene del alto funcionario, del director, por muchas causas. Este estímulo puede venir de cualquier subalterno a través del llamado liderazgo lateral (Fisher y Sharp, 1999). Ya a finales de los años 40 el sicólogo Kurt Lewin había creado una clasificación de los estilos de liderazgo que inclusive hoy se emplea ampliamente en los textos de dirección de empresas. De manera general se pueden distinguir ocho tipos de líder: 1. Líder autocrático o autoritario: es aquél consciente de la necesidad de mantener las distancias entre él y sus seguidores para que se reconozca su autoridad. Espera que sus órdenes sean obedecidas. No ve la necesidad de consultar sino que considera como parte de su liderazgo tomar decisiones y asegurarse de que se realizan. Supervisará de cerca a sus seguidores para asegurarse de que cumplen las órdenes y considerará su deber censurar a quienes no las cumplan de forma efectiva. Un líder de tal tipo suele estar orientado hacia la tarea a realizar; más preocupado de que el trabajo se realice que de los sentimientos de los componentes del grupo. Este tipo de liderazgo puede producir seguidores que no trabajan a menos que estén supervisados férreamente, que no quieren o tienen miedo de presentar ideas, que llegan a estar resentidos por la falta de consulta, o que esperan instrucciones pasivamente en lugar de actuar por propia iniciativa. Cuando el líder está ausente el grupo es incapaz de funcionar efectivamente. 2. Líder democrático o corporativo: intentará crear el sentimiento de relación entre él y sus seguidores. Querrá que los seguidores participen en la toma de decisiones y discutirá los planes y buscará el acuerdo sobre ellos antes de que se hagan efectivos. Estos líderes están orientados a la moral, pues se preocupan de crear un buen espíritu de equipo, cooperación, solidaridad y cohesión dentro de su grupo y consideran que las tareas realizadas en tales condiciones se hacen de forma más efectiva y entusiasta. Con jefes de este tipo los trabajos pueden realizarse más despacio, pues se pasa tiempo en consultas y discusiones. Si el líder está ausente, el grupo es capaz de funcionar efectivamente y está preparado para hacer el trabajo bien sin necesidad de una supervisión constante y cercana. El grupo puede también encontrar placer en el trabajo, porque se siente personalmente implicado. 3. Líder burocrático: es el que obtiene su autoridad de “seguir las normas”. Los grupos que han de operar bajo esta forma de liderazgo se encontrarán cercados por restricciones y tendrán que prestar considerable atención a hacer las cosas de la forma “correcta”, más que de una forma nueva o de la forma más productiva. 4. Líder laissez-faire (política de no interferir o intervenir). No es tanto una forma de liderazgo como la ausencia de él. Un líder laissez-faire simplemente deja que las cosas sucedan; ni reúne al grupo para consultar ni impone su autoridad. Si el grupo sigue adelante y realiza las cosas, ¡estupendo! Si no es así, este tipo de líder es incapaz de impulsar a la acción y el grupo sentirá que no tiene jefe. Cuando esto ocurre, otros individuos dentro del grupo pueden asumir el papel de líder, y habrá tensiones generalizadas y luchas de poder dentro del grupo como consecuencia de la falta de liderazgo. También se ha llegado a hablar del 5. Líder oculto: aquél que no parece ejercer de líder o imponer sus puntos de vista, pero que es capaz de manipular al grupo para que haga lo que él quiere. 6. Líder personal: aquél que se apoya en la popularidad y simpatía de su personalidad para persuadir a los otros para que le sigan. 7. Líder de apoyo: aquél que está tan atento a las necesidades del personal de su grupo que éstos sienten que sería poco amable hacer otra cosa que no sea apoyarle a su vez. 8. Líder desvalido: aquél que apela al instinto protector del grupo y consigue las cosas porque el grupo no quiere verle metido en problemas. Al respecto pueden consultarse: K. Lewin (1948). Resolving social conflicts. EE. UU., Harper & Row; (1988). La teoría del campo en la ciencia social. Barcelona, PAIDÓS; C. Handy (1978). The gods of management. EE. UU., Souvenir Press; J. W. Pfeiffer y L. D. Goodstein (1984). The 1984 annual: developing human resources. EE. UU., University Associates Inc.
[52] En México conocemos muy bien los rostros de la manipulación. Uno de los hombres más ilustres del pensamiento mundial, Octavio Paz, aborda el tema con gran profundidad. Al respecto véase, por ejemplo: Octavio Paz, “El desarrollo y otros espejismos”, op. cit., 230-259, especialmente en 232-233. Las formas de la manipulación son: 1. Intimidación, 2. Provocación, 3. Tentación y 4. Seducción.
[53] Alfonso López Quintás (1987). El secuestro del lenguaje. Tácticas de manipulación del hombre. España, Asociación para el Progreso de las Ciencias Humanas, 19.
[54] Los habitantes de América, por ejemplo, conocemos muy bien la corrupción porque, sencillamente, es parte de nuestra vida diaria, desde que nacemos y hasta que morimos, es parte de nuestros hábitos y protocolos diarios. Es inconcebible la vida del latinoamericano sin algún acto en donde no esté involucrada la corrupción, por el motivo que sea y en el nivel que sea. Sólo los corruptos niegan la corrupción. Obviamente, en algunos países la corrupción presenta niveles más elevados, abismales y hasta indescriptibles e inconcebibles para un individuo “civilizado y honesto de verdad”. La corrupción está ligada directamente con la pobreza y el atraso cultural, con la marginación y el fanatismo: “Sigue patente una fuerte correlación entre corrupción y pobreza. El cuarenta por ciento de los países con puntaje inferior a 3, señal de que la corrupción es percibida como desenfrenada, son clasificados por el Banco Mundial como países de bajos ingresos. Somalia y Myanmar comparten el puntaje más bajo: 1,4; mientras que Dinamarca logró ascender a la puntuación más alta de 9,4, que comparte con Finlandia y Nueva Zelanda, tradicionalmente entre los primeros de la lista (Transparencia Internacional, 2007).
“¿Qué es lo que ha fallado entre nosotros?, ¿la corrupción?, ¿la injusticia social? […] Todo. La corrupción no es privativa [ni] de México [ni de un partido en especial], pero, como cualquier cosa, es asunto de cantidades: aquí hay más [como muestra la mayoría de las estadísticas y encuestas confiables nacionales e internacionales]. [Cualquier partido que aspire al poder, que organice una campaña presidencial, que tome el poder, aquí en América Latina, en los mismos primeros momentos de su dirección, de su administración, muestra alguna de las tantas caras de la corrupción; sólo hay que esperar muy poco tiempo para que alguien, o algún grupo o alguna familia, y justamente de “los grandes”, “se salga del guacal”, “muestre el cobre”, “se cague fuera del cajón”, y así aparezca toda una explosión de fetidez política, un borbotonazo de hediondez política…] En algunas partes del mundo hablan de “mexicanización” cuando crecen las corrupciones” (Antaki, 2000: 259). No pueden existir “corruptos” sin “corruptores”, y justamente es con estos últimos con los que hay que acabar. Solamente eliminando de una buena vez a los corruptores, se acabará con los corruptos, y por consecuencia con la corrupción. ¿Puede América Latina acabar con los corruptos? ¡Claro que no! La corrupción en América Latina es enfermedad letal, grave, mortal… Cualquier vistazo a la historia actual de cualquiera de los países de América Latina así lo demuestra. En Cuba, en donde la corrupción y los corruptos pagan muy caro estos delitos, inclusive hasta con la pena capital, y en donde hay una vigilancia total y absoluta de toda la actividad humana que se desarrolla dentro del país, tanto al nivel del pueblo como al nivel del gobierno y de las autoridades, hay corrupción y el estado cubano no ha podido acabar con los ilícitos que tanto daño causan al país. Por decirlo de alguna manera, la ingeniosidad del cubano para la corrupción es sencillamente sorprendente. En Cuba la corrupción está en todos lados, en los más bajos estratos poblaciones y también en la más elevada cúspide gubernamental; pero una vez detectados los corruptos y los ilícitos, la sanción es ejemplar, sin duda alguna.
Creemos necesario destacar que en América hay casos de corrupción y corruptos que son más que inconcebibles, inexplicables, que son asqueantes. Y uno de estos casos de alta corrupción en los últimos tiempos de la historia de América se asocia con el Perú y con Alan G. L. García Pérez, quien, tras ocupar la presidencia del Perú entre 1985 y 1990 y postularse otra vez en 2001, pero ser derrotado por Alejandro Toledo, aparece de nuevo ya como “otra vez” presidente del Perú en el 2006. ¿Necesitamos explicar esto? ¡Claro que no! ¿Cómo entender la conducta, la cultura, la preparación y los valores cívicos, morales y políticos de un pueblo que, primero, valora a Alan García como el presidente que sumió al Perú en la crisis económica más severa que vivió el país hasta esos momentos, con un saldo de miles de ultrajados y asesinados y decenas de actos de represión, no obstante, después, ahora, lo elige en 2006, otra vez, como presidente? ¡Inconcebible para el mundo civilizado!; pero concebible para América Latina, para una América Latina que es el resultado, nada más y nada menos, que de los bajísimos índices de educación y los altísimos índices de atraso, tercermundismo y corrupción que arrojan todas las estadísticas internacionales! Aquí, en América, ya está demostrado, todo puede pasar y en grandes dosis. Hay que aclarar muchas cosas en este sentido de la corrupción en América. Una cosa es que los gobiernos y las autoridades “no sean eficaces” en la lucha contra la corrupción y otra cosa es, mucho peor aún, nefasto, terrible, que las organizaciones internacionales, que los gobiernos –tanto de los países como de los estados, provincias, comarcas, entidades, alcaldías, etc.–, autoridades, ejércitos, policías, partidos, sindicatos, congresos, cuerpos legislativos, asambleas legislativas o gubernamentales, congresistas, asambleístas, senadores, diputados, funcionarios y servidores públicos, grupos y pueblos completos, centros educativos, organizaciones religiosas, etc., sean los “promotores de la corrupción”, “promuevan la corrupción”. Datos al respecto es lo que sobra, y a la mano de todo el que quiera, como muestra, por ejemplo, Transparencia Internacional –Transparency International–, cuya página en Internet es http://www.transparency.org/ y Transparencia Mexicana, con la página http://www.transparenciamexicana.org.mx/
La corrupción y la estafa han llegado a tal nivel, que existen manuales que instruyen acerca de cómo detectar y tratar a los corruptos y estafadores, como, por ejemplo: Frank W. Abagnale (2003). El arte de la estafa. México, Diana.
Un tipo de corrupción muy común en México es la corrupción deportiva. México, uno de los países más grandes del mundo, hoy con unos 105 millones de habitantes –ocupa al nivel mundial el lugar número 14 por su superficie, y el lugar número 11 por su población–, tiene muy pocos logros en el deporte. Por ejemplo, en los últimos Juegos Olímpicos Atenas 2004, México obtuvo 4 medallas, ninguna de oro, tres de plata y una de bronce, en atletismo, ciclismo y Tae-Kwon-Do. De los países latinoamericanos participantes en estos juegos, por cantidad de medallas obtenidas, México quedó en cuarto lugar, por debajo de Cuba (27 medallas), Brasil (10 medallas), Argentina (6 medallas).
En los últimos Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003, México obtuvo 79 medallas: 20 de oro, 27 de plata y 32 de bronce, quedando por debajo de países como Estados Unidos (270 medallas), Cuba (150 medallas), Canadá (128 medallas), Brasil (123 medallas). ¿Por qué? ¿A qué se debe esto? Muy sencillo, el deporte, como la educación y la cultura, son un reflejo de la situación de los gobiernos. A gobiernos desastrosos, inciertos y corruptos, deportes, educaciones y culturas desastrosas, inciertas y corruptas.
Afortunadamente, logramos tres medallas de plata y una de bronce en los Juegos Olímpicos. Afortunadamente, nuestros deportistas Ana Guevara, Belem Guerrero y los hermanos Óscar Salazar Blanco e Iridia Salazar Blanco, desempeñaron un excelente papel; afortunadamente estos deportistas habían sido entrenados por los excelentes entrenadores cubanos Raúl Barreda, de atletismo y Óscar Echevarría, de ciclismo, y el excelente entrenador mexicano, y padre de Óscar e Iridia, Reinaldo Salazar.
El gran desastre del deporte mexicano es el fútbol: ¡ya ni nada qué decir al respecto! La situación de la corrupción futbolística mexicana –de la misma manera que sucede en otras partes del mundo– no se relaciona solamente con los tantos equipos de fútbol que tiene el país, sino con todo el aparato de la FIFA, la Federación Mexicana de Fútbol y el gobierno mexicano, incapaces de poner fin a toda esta red de corruptela y desorden. Esta Copa Mundial de Fútbol 2006 ha vuelto a demostrar lo que se repite cada 4 años: ¡corrupción de todo tipo! ¿De qué se alimenta el alma de los pueblos en donde la economía está mal, la política está mal, la impartición de justicia está mal, la cultura está mal, la educación está mal, el arte está mal, la ciencia está mal, la técnica está mal, la salud pública está mal, la imagen física está mal –considerando, sencillamente, los elevados índices de obesidad, raquitismo, bulimia, anorexia, ortorexia y dismorfobia (Ruano, 2002a)–, y encima de todo esto el deporte, y especialmente el deporte nacional, no puede estar peor? Bueno…, tal vez un alimento posible para estos casos sean los mitos y las religiones… (Dresser y Volpi, 2006).
La corrupción en la Iglesia católica del continente americano es otro asqueroso caso de alcances sorprendentes. Obviamente, en este sentido, entre los escándalos más grandes del área, con alcances internacionales, se encuentran los casos de pederastia y violaciones sexuales en general producidos por altísimos miembros del clero en Estados Unidos y México. El caso del cura pederasta Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, que hoy dirigen toda una red de centros educativos, en especial la Universidad Anáhuac, ha concluido con una ejemplar sanción por parte del Vaticano. Veamos la siguiente información, registrada en Fernando Antonio Ruano Faxas (2006): Algunos recursos para valorar la comunicación a través del lenguaje oral, del lenguaje escrito y del lenguaje corporal: 1. El área geográfica y los climas; 2. Esferas socioculturales; 3. Los estilos; 4 La edad; 5. El sexo; 6. El tabú; 7. La Comunicación no verbal. México, Ediciones ЯR:
Miguel Ángel Granados Chapa (2006). “Degradación del padre Maciel”, en Proceso, 1542: 72-74. Desde el año 1956 el sacerdote Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, es investigado por violador de niños…, y ahora, al parecer, también es acusado de asesinar con cianuro a su tío abuelo Rafael Guízar y Valencia, quien fue obispo de Veracruz, y que próximamente será canonizado por el Papa Benedicto XVI, según relata Rodrigo Vera en su trabajo “Trama asesina”, en Proceso, 1544: 64, a partir de la información que el exlegionario de Cristo Alejandro Espinosa le suministró, y que aparecerá próximamente en un libro de este último intitulado El prodigioso ilusionista. Tuvieron que pasar más de 50 años para que este pederasta recibiera una “supuesta” sanción por parte del Vaticano –expuesta públicamente el viernes 19 de mayo de 2006–, ante el escándalo público debido al inconcebible suceso de diciembre de 1994, que anota este mismo autor: “[había gente que estaba escandalizada] porque en diciembre anterior se había dado profusa publicidad en México a una carta del papa Juan Pablo II en que llamaba al fundador de los Legionarios ‘guía eficaz de la juventud’ que ‘ha querido poner a Cristo… como criterio, centro y modelo de toda su vida y labor sacerdotal’ […]
Acerca de Marcial Maciel, llamado “El Depredador” y “El Chabelo”, “…por darle trato preferencial a algunos chiquillos…” (Dresser y Volpi, 2006: 168), cuyo caso de pederastia –¿y ahora, además, acusado de asesinato de un posible santo mexicano?– ha enfrentado a la Iglesia Católica Romana –Irene Sabio (2006). “El caso Maciel enfrentó a la Iglesia”, en Proceso, 1544: 62-65–, dice Sanjuana Martínez en su texto “Maciel, el depredador”, que aparece en proceso.com.mx del día 23 de mayo de 2006:
Dicen que la justicia llega tarde, pero llega. Es el caso de Marcial Maciel Degollado, fundador de Los Legionarios de Cristo, a quien el Vaticano a decidido castigar por cometer abusos sexuales durante años.
La noticia es alentadora, porque pone fin a medias, a un ciclo de impunidad en el que la Santa Sede se ha visto envuelta, debido a la protección que ha ofrecido a los curas pederastas.
No obstante, el Papa Ratzinger se muestra benevolente con él y afirma que debido a su avanzada edad (86) no sea sometido a proceso canónico. El comunicado del Vaticano reconoce que desde 1998 el actual papa que entonces presidía la Congregación para la Doctrina de la Fe, investigaba al sacerdote mexicano.
En el año 2002, según la Santa Sede, Maciel negó públicamente las acusaciones de abuso sexual, pero la investigación siguió con Ratzinger y después de la muerte de Juan Pablo II con el actual prefecto, el cardenal William Nevada.
El Vaticano castiga a Maciel únicamente retirándole todo tipo de ejercicio ministerial público y le conmina a una vida privada de “rezos y penitencia”. Una penitencia que sus víctimas esperaban fuera algo más.
¿Es así como castiga el Vaticano la pederastia? ¿Por qué la Santa Sede no colabora con la justicia para que a este delincuente común como Marcial Maciel le juzguen a través de la ley de los hombres? ¿Qué son para el Papa Ratzinger los pederastas?
El actual papa lleva años protegiendo a Maciel. Como perfecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe fue informado en 1999 por el obispo Carlos Talavera del testimonio del padre Alberto Athié con respecto a los abusos sexuales, Ratzinger se negó a reabrir ese caso argumentando que Maciel “era una persona muy querida para Juan Pablo II”.
Es verdad, Wojtyla fue el principal protector de Maciel. Antes de morir, el papa polaco organizó un multitudinario homenaje al líder de los Legionarios por “promover los valores de la familia y de la persona humana, los centros universitarios de estudio y de formación”.
Fueron los periodistas estadounidenses Jason Berry y Gerald Renner los que documentaron en su libro “Vows of silence. The abuse of power in the Papacy of John Paul II” (Votos de silencio. El abuso de poder durante el papado de Juan Pablo II) los que se encargaron de decírselo nuevamente a Ratzinger para que actuara.
“En el caso del padre Maciel, nos enfrentamos a un encubrimiento papal. Su carrera es un caso de estudio sobre la desinformación: la distorsión de la verdad para alcanzar el poder y fabricarse una imagen virtuosa a partir de un comportamiento patológico. Sin embargo, al no investigar cargos serios, el Vaticano ayudó a que se diera este proceso durante años”, dicen los autores, quienes consideran que la protección que la Santa Sede dio a Maciel se debe a que el líder de los Legionarios ofrece una aportación económica importante al Vaticano.
De hecho, Ratzinger al llegar al solio pontificio le dio “carpetazo” al asunto, según se desprende de las declaraciones en mayo del año pasado, del padre Ciro Benedettini, portavoz del Vaticano: “No se está llevando a cabo ninguna investigación y no se prevé que haya una en el futuro”.
En entrevistas con las víctimas de los abusos sexuales de Marcial Maciel desarrolladas a lo largo de los últimos años, puede verse claramente el patrón de conducta católico del líder de los Legionarios. ¿Hasta donde se ven afectados Los Legionarios de Cristo, luego de aceptarse oficialmente que tienen un líder pederasta?
Maciel se vio acosado por las decenas de denuncias en su contra. De hecho, decidió adelantar su sucesión el 23 de enero del año pasado y colocar en su puesto a uno de sus más fieles pupilos: Álvaro Corcuera.
José Barba-Martín, quien abandonó la orden a los veinticinco años, luego de sufrir abusos sexuales de Maciel, asegura en entrevista que en la orden esta extendida la pederastia: “Los hábitos de los Legionarios de Cristo seguirán con el doble juego de aparentar un sometimiento real a la Iglesia y por dentro seguir la corriente poderosa de manera mucho más exacerbada de una lealtad a ultranza, casi mística, al desaparecer el líder.”
Juan José Vaca, expresidente de los Legionarios de Cristo en Estados Unidos es otra de las víctimas de Maciel y afirma en entrevista que los abusos sexuales en los Legionarios son comunes:
“No ha sido solamente Maciel el criminal que cometió esos delitos; sino que según los datos que vamos teniendo ya se puede hablar de una corrupción de la institución como tal. Ya hay víctimas nuevas, de segunda y tercera generación. A los que abusó Maciel de niños ahora son superiores, esos superiores ya han abusado de otros. Solamente el año pasado detectamos tres nuevas víctimas: una de Irlanda, otra de España y la tercera de Chile. También tenemos otro caso en Colombia. Donde los Legionarios tienen instituciones Maciel ha puesto gente como él que piensa como él y que está integrado en ese sistema como él. Y todos ellos han sido víctimas de él y luego victimarios”.
Vaca asegura que hasta el año 76 cuando él salió de los Legionarios fue testigo ocular de otras 25 víctimas de abuso sexual de Maciel. Él fue víctima durante más de diez años. Comenta que el líder de los Legionarios intentaba tranquilizarlo, luego de someterlo a las vejaciones sexuales: “No te preocupes si tienes remordimiento de conciencia, yo te doy la absolución”. Maciel es un depredador, hoy con la imagen de “abuelo.”
Según se desprende de los testimonio de las víctimas de Maciel, utilizaba un patrón de conducta similar con los niños o adolescentes internos. Cuentan que los elegía bonitos; que los mandaba llamar a su habitación para pedirles que le dieran un masaje y que al conseguir que le masturbaran sencillamente se justificaba diciendo que tenía “dispensa papal” porque estaba sumamente enfermo. “Lo que has hecho es un acto de caridad”, era la frase que utilizaba con algunos para terminar el siniestro ritual.
Las víctimas de Maciel presentaron ante el Vaticano sus testimonios. Esperaron durante años pacientemente a tener un dictamen de reivindicación, una señal de consuelo y apoyo por parte de la Santa Sede. Eso nunca llegó. Y el anuncio del “castigo” a medias impuesto contra el líder de los legionarios puede ser también un consuelo a medias.
Las vidas de esos niños o adolescentes hoy convertidos en adultos, se vieron seriamente afectadas por el trauma irreparable de sufrir de manos de su líder espiritual, abusos deshonestos.
Presuntamente Maciel tomó la noticia con “total serenidad y tranquilidad de conciencia”. ¿Puede un depredador sexual tener la conciencia tranquila? Tal vez su profunda patología se lo permita, pero habrá algún limite moral en su cabeza que le diga lo contrario y algún día se obre el milagro y se arrepienta, pidiéndole perdón a sus víctimas.
Por lo pronto, la figura decrepita y desautorizada de Marcial Maciel no es lo más importante en este momento. Su estado físico y mental difícilmente le permitirá seguir cometiendo fechorías.
La cuestión más urgente es saber hasta qué punto el cáncer de la pederastia ha afectado a la orden de los Legionarios de Cristo. Miles de niños y adolescentes pueden estar en peligro.
[55] Alfonso López Quintás (1987). Vértigo y éxtasis. Bases para una vida creativa. España, Asociación para el progreso de las Ciencias Humanas, 52.
[56] Octavio Paz, op. cit., 223. Los corchetes son nuestros.
[57] Sabemos perfectamente que en el autoritarismo la forma de comunicación por excelencia es el monólogo, y el aparato directivo, en estos casos, desgraciadamente, no siente la necesidad de escuchar y comprender los puntos de vista del personal. Por esto, una situación tal en la empresa conduce a intimidaciones, amenazas y sanciones inclusive a excelentes trabajadores; de ahí que, justamente porque la dirección autoritaria imposibilita el desarrollo de una cultura employeeship, muchos trabajadores independientes y emprendedores, líderes, abandonan la empresa.
[58] La misoginia es una aversión, que puede ser patológica, a las mujeres; y puede aparecer tanto en hombres como en mujeres. Misoginia y machismo –entre otras tendencias– van de la mano, son tendencias y patrones de conducta comunes en las sociedades en donde la mujer se subordina al hombre, dadas la preeminencia y la mayor credibilidad de los hombres. Para considerar a la mujer y los problemas de su sexo, recomendamos consultar: Martha C. Nussbaum y Amartya Sen, op. cit., 363-434, y Magda Oranich (1976). Qué es el feminismo. Barcelona, La Gaya Ciencia.
[59] La ausencia de confianza de los grupos en sus líderes en el mundo moderno es un gran problema. Lo más difícil para el ser humano es reconstruir la confianza una vez perdida ésta. La confianza y la desconfianza de los grupos sociales están relacionadas con los procesos democráticos:
Los gobiernos democráticos suscitan la confianza de los ciudadanos porque de ellos provienen, a ellos informan regular y verazmente, y a ellos protegen, por lo menos en un grado mínimo.
Correlativamente, los gobiernos autoritarios suscitan la desconfianza porque, no debiendo a los ciudadanos su poder, les ocultan decisiones y hechos, no defienden sus intereses sino los del grupo gobernante y de sus aliados, y son, generalmente, temidos.
La confianza de los gobernados en los gobernantes implica, entre otras cosas, una mínima similitud de intereses y de valores entre ambos grupos. En las sociedades democráticas, la confianza de los gobernados se sustenta, entre otras cosas, en esa similitud. En las sociedades con gobiernos autoritarios, en cambio, el grupo gobernante defiende principalmente sus intereses y los de sus aliados, y sólo secundariamente los de los gobernados. El valor esencial y común de los gobiernos autoritarios es su permanencia en el poder, mientras el valor común de los gobernados es que el gobierno dure sólo mientras gobierne para los ciudadanos. Esta contradicción entre intereses y valores origina, naturalmente, la desconfianza de parte de los gobernados.
[…] Además de las similitudes de intereses y valores, la confianza implica que los gobernados supongan, sepan o crean que el gobierno cumple eficiente y honestamente sus tareas. Si los gobernados suponen, saben o creen que el gobierno lo hace así, confían en él, por lo menos en un grado mínimo. Es natural confiar en alguien que no sólo tiene los mismos valores e intereses que uno, sino que también busca el bien de uno de una manera sincera, eficiente y honesta. Lo correlativo, por lo tanto, también es verdad: nadie confía en alguien que no sólo no tiene los intereses y los valores de uno, sino que también hace mal y deshonestamente lo que se supone que hace por uno.
El nivel de credibilidad gubernamental es otra variable que explica el nivel de confianza. Ésta es directamente proporcional a aquél: a mayor credibilidad gubernamental, mayor confianza ciudadana, y viceversa. La razón de esta relación es clara: cuando el gobierno miente, engaña u oculta información repetida y regularmente, el gobierno no sólo pierde credibilidad sino genera desconfianza. Correlativamente, cuando el gobierno informa oportuna y verazmente, por lo menos en grado mínimo, merece no sólo credibilidad sino confianza.
Es probable, finalmente, que un sistema electoral que garantice elecciones limpias con resultados razonablemente fuera de duda propicie la confianza de los ciudadanos en sus gobiernos, y, correlativamente, que un sistema electoral que no lo haga propicie la desconfianza.
Los mexicanos confían en sus instituciones políticas menos que los canadienses y los estadounidenses porque han padecido gobiernos autoritarios, desde la época colonial hasta nuestros días. Como he razonado antes, la confianza en las democracias y la desconfianza en los sistemas autoritarios se deriva de la lógica de ambos sistemas políticos, y se ha confirmado con estudios empíricos.
Las instituciones políticas mexicanas son vistas por sus ciudadanos como poco eficaces y poco honestas, es decir como incompetentes. Los mexicanos han estado alejados o enemistados con sus autoridades y con sus policías […]
La corrupción generalizada […] es uno de los factores que más influyen en la desconfianza atávica de los mexicanos (Zavala, 2001: 94-98).
[60] En torno a los matices que presenta la “intimidación” y los roles que desempeñan intimidadores e intimidados, se puede consultar a: Rudolph W. Giuliani (2002). Liderazgo. Barcelona, Plaza y Janés, especialmente el capítulo “No te dejes intimidar”, 311-331.
[61] Las negritas son nuestras.
[62] Ikram Antaki, 2000, op. cit., 11. Véase, además, Claus Møller, 1993, op. cit., 35-50.
[63] Al hablar de “dirección” de la empresa o institución moderna y de liderazgo, nos referimos, claro está, a la “buena dirección”, a una “dirección con employeeship”: “un buen director es una persona que tiene ciertas actitudes, habilidades y comportamientos. Un buen director es capaz de delegar, motivar, inspirar, fijar objetivos, distribuir el tiempo, poner en marcha actividades, definir prioridades, efectuar un seguimiento, resolver conflictos, organizar, informar, tener visión de futuro, mantenerse en forma y conseguir el equilibrio entre vida privada y vida laboral, etc.”; en contraposición a la “mala dirección”: un mal director es una “persona que retiene información, no se fía de su personal, emite órdenes detalladas, amenaza a la gente con sanciones, se niega a delegar responsabilidades, sufre estrés, le falta visión general, está constantemente “apagando fuegos”, resulta difícil de contactar, siempre está ocupado, etc.” (Claus Møller, 1993: 37).
[64] Alfonso López Quintás (1987). El secuestro del lenguaje. Tácticas de manipulación del hombre. España, Asociación para el Progreso de las Ciencias Humanas, 25.
[65] Para considerar la importancia del pronóstico en la empresa moderna, en la sociedad moderna, véase, por ejemplo, a Fernando Antonio Ruano Faxas, 2001, op. cit., 31-32.