Abstract
LIBRO, BOOK, LIVRO, КНИГА, 書
LECTURA, READING, LEITURA, ЧТЕНИЕ, 閱讀
“Por otra parte, mi maestro carecía de toda la habilidad que se requiere para desempeñar este título. Sabía leer y escribir, cuando más para entender y darse a entender; pero no para enseñar. No todos los que leen saben leer. Hay muchos modos de leer, según son los estilos de las escrituras. No se han de leer las oraciones de Cicerón como los Anales de Tácito, ni el panegírico de Plinio como las comedias de Moreto. Quiero decir que el que lee debe saber distinguir los estilos en que escribe, para animar con su tono la lectura, y entonces manifestará que entiende lo que lee y que sabe leer. Muchos creen que leer bien consiste en leer aprisa, con tal método hablan mil disparates. Otros piensan (y son los más) que en leyendo conforme la ortografía con que se escribe quedan perfectamente. Otros leen así, pero escuchándose y con tal pausa que molestan a los que los atienden. Otros, por fin, leen todo género de escritos con mucha afectación, pero con cierta monotonía o igualdad de tono que fastidia. Estos son los modos más comunes de leer, y vosotros iréis experimentando mi verdad y veréis que no son los buenos lectores tan comunes como parece” (José Joaquín Fernández de Lizardi, escritor y pensador mexicano. Libro: El Periquillo Sarniento).
Con esto queda demostrado lo que vemos a diario en nuestros centros de educación, a todos los niveles: la gran cantidad de “maestros Quiñones y Ciruela”, la gran cantidad de “escueleros” y de “siñores maistros y siñoras maistras”, “maestros y maestras de la legua”, recordando aquí los tradicionales refranes y motes: “El maestro Quiñones, que no sabía leer y daba lecciones”, “El maestro Ciruela, que no sabía leer y puso escuela”, y “los escueleros”, que ya han expresado en sus libros y artículos José Joaquín Fernández de Lizardi[46] y José María Rivera.[47]
Cómo trabajar con los estudiantes universitarios de Ciencias Sociales. Apuntes para profesores y educandos:
http://openlibrary.org/works/OL13464022W/C%C3%B3mo_trabajar_con_los_estudiantes_universitarios_de_Ciencias_Sociales._Apuntes_para_profesores_y_educandosCÓMO TRABAJAR CON LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS DE CIENCIAS SOCIALES O LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS SOCIALES:
¿CÓMO HABLAR CORRECTAMENTE EN PÚBLICO? LINGÜÍSTICA E IMAGOLOGÍA DEL DISCURSO HABLADO: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/c%C3%B3mo-hablar-correctamente-en-p%C3%BAblico/19j6x763f3uf8/43#
ORTOGRAFÍA DEL ESPAÑOL MEXICANO O, LO QUE ES LO MISMO, CUÁLES SON LOS PROBLEMAS MÁS COMUNES EN LA LENGUA ESPAÑOLA HABLADA Y ESCRITA EN MÉXICO: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/ortograf%C3%ADa-del-espa%C3%B1ol-mexicano-o-lo/19j6x763f3uf8/100#
¿Cuándo y quiénes destruyeron la inmensa mayoría de la historia escrita de la Humanidad?: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/cu%C3%A1ndo-y-qui%C3%A9nes-destruyeron-la-inmensa/19j6x763f3uf8/121#
Decía el gran escritor ruso Liev Nikoláievich Tolstoi que a través del libro entrábamos en contacto con el mundo, y nuestro querido poeta nicaragüense Rubén Darío pensaba que “El libro es fuerza, es valor, es poder, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor.”
El libro es una fuente de conocimientos: “En los libros siempre se aprende cómo vivir mejor”, al decir de Cri-Cri. Al libro le corresponde un papel decisivo en la educación intelectual del hombre. El escritor francés Denis Diderot comentaba que los hombres dejaban de pensar cuando dejaban de leer. El célebre escritor ruso Alexander Serguéievich Púshkin, dirigiendo su mirada al librero, expresó alguna vez: “¡Adiós, amigos!”. A la pregunta ¿cuál es su ocupación preferida?, respondió Carlos Marx: “Rebuscar en los libros”. Sor Juana Inés de la Cruz, en su famosa Respuesta a Sor Filotea de la Cruz, comenta lo siguiente: “Volví (mal dije, pues nunca cesé); proseguí, digo, a la estudiosa tarea (que para mí era descanso en todos los ratos que sobraban a mi obligación) de leer y más leer, de estudiar y más estudiar, sin más maestro que los mismos libros.”
[…] Algunos secretos pueden ser develados; otros no, porque las fuentes que podrían revelarlos ya fueron exterminadas: la destrucción de libros en el mundo entero, a través de los siglos, ha sido el atentado más grande contra la historia y la evolución de la Humanidad. Y en América sabemos muy bien hasta dónde pueden llegar estos crímenes contra la Humanidad. El ejemplo más terrible que tenemos en la historia de la destrucción de libros, de bibliotecas, en este continente de América es el de la destrucción de la inmensa y selecta biblioteca de la escritora más célebre de la historia de este planeta Tierra: Sor Juana Inés de la Cruz. En este sentido, he comentado en http://knol.google.com/k/literaturas-escritores-y-traductores-vistos-por-delante-y-por-detrás# […] También tempranamente murió Sor Juana, a los 43 años de edad. A estos tres escritores los mataron […] A Sor Juana la mató la Iglesia Católica, el clero envidioso, misógino, criminal, corrupto, ladrón, pederasta, tétrico y frustrado, que ya la había matado en vida, a Sor Juana la mató la Inquisición y esa España retrógrada, viciosa y corrupta, contrarreformista, fanática, inquisidora, intolerante, misógina, traidora y déspota (Martín, 2009), que decidió los destinos de toda Hispanoamérica desde 1492 hasta 1898, y en este caso de México cuando era la Nueva España, es decir entre 1521 y 1821, a Sor Juana la exterminó esa España que hoy, todavía, no ha podido “cerrar con siete llaves el sepulcro del Cid” (como decía Joaquín Costa: http://es.wikipedia.org/wiki/Joaqu%C3%ADn_Costa ): ahí está gritando, llorando, la historia mora de España, la historia árabe de España, por el ataque a Iraq, un Iraq que es tan árabe como una gran parte de las entrañas de España […] ¿Qué es España sin su historia árabe?, y también, por supuesto, ¿qué es España sin su historia judía? Veamos este asunto en absolutamente todos sus sentidos y recovecos […] a Sor Juana la liquidó esa España que tanto daño ha causado a tantos y tantos y tantos artistas y escritores y científicos y filósofos, hombres y mujeres, aquí en América y allá en España, y conste que no solamente a judíos y árabes y otros grupos humanos “non gratos” para ciertas élites confundidas de España, sino a cristianos, a católicos, no solamente a “extranjeros”, sino a españoles y españolas de la más pura cepa […] A Sor Juana la saquearon en vida y en muerte, y la saquearon espiritualmente y materialmente, y la saquearon españoles y mexicanos […]: “[A Sor Juana] la destruían lentamente y en secreto [principalmente el arzobispo de ese entonces, Francisco de Aguiar Seijas y Ulloa, y el cura Antonio Núñez de Miranda, quien fuera por gran desgracia el confesor de Sor Juana] de la forma más infame y cobarde, de modo que nunca nadie supiera lo acontecido hasta que perdiera la vida de muerte natural […] La mataban. La mataron. La doblegaron. La descoyuntaron […] La mutilación era total. Se ahogaría en sus propias emociones al no poder vaciarlas, describirlas y consagrarlas […] Sor Juana moriría en la asfixia […] [Literalmente hablando, a Sor Juana la desangró la Iglesia, el Catolicismo, el Vaticano, la Inquisición, cuando la obligaron a que con su misma sangre escribiera su “arrepentimiento” (?). ¡Cuánto morbo y perversidad y cobardía hay en esta corrupta, avorazada, gandía, gandida, golosa Iglesia católica!, ¡hasta dónde pueden llegar estos curas antropófagos de monjas ilustres!] Existen muchas formas de matar [y a Sor Juana] la mataron cuando la privaron de sus libros, de sus plumas, de su tinta y de su papel […] Claro que Sor Juana no renunció en forma voluntaria a sus libros, sino que [el arzobispo] Aguiar Seixas se los incautó […] ¡Cuántos volúmenes de Sor Juana aparecieron después en la reducida biblioteca de este bárbaro [ladrón], de este salvaje arzobispo de extracción cerril [Francisco de Aguiar Seijas y Ulloa]! […] la mayoría […] de estos libros fueron a dar [como botín del asqueroso saqueo que le hicieron a esta divina mujer] a la ridícula biblioteca de este prelado tan asesino como ladrón y fanático [por eso nadie recordará nunca a estos dos cerdos piojosos, nigüeros y pulgosos disfrazados con sotana, por eso nadie recordará nunca a Francisco de Aguiar Seijas y Ulloa y a Antonio Núñez de Miranda, los que mataron directamente a Sor Juana, y si se recuerdan alguna vez es para ratificarles sus títulos de] cómplice en el asesinato de Sor Juana Inés de la Cruz [por eso estos dos asesinos de mujeres exclusivamente celebérrimas han ido a parar] a la fosa común de la historia […] Cuatro mil ejemplares [los libros que tenía Sor Juana] hablan de la inagotable curiosidad y talento de esta monja sin par, sin igual y sin comparación alguna… ¿Si los cerdos no comen margaritas, para qué iba a desear Aguiar contar con instrumentos mágicos que estimulasen un intelecto del que él carecía? ¿Libros para un marrano? […] Una gran cantidad de escritos, poemas místicos, ensayos y obras de teatro inacabadas que Juana guardaba y que siguió produciendo, secuestradas por el arzobispo, fueron quemadas en la chimenea de su palacio […] la Iglesia católica [es] la única responsable de este siniestro crimen que enlutó a las letras universales [la Iglesia católica y el arzobispo español Aguiar y Seixas asesinaron lentamente a Sor Juana, lo que constituye] su propia vergüenza y la de la Iglesia católica, esa institución maldita enemiga de los más caros valores del género humano ” (Martín, 2009). No olvidemos que durante 200 años, a partir de la muerte de Sor Juana, esta célebre pensadora y escritora fue borrada de la memoria de la gente […] Toda esta terrible historia de que a Sor Juana se le obligó a escribir su “arrepentimiento por los pecados cometidos” con su propia sangre, como si fuera tinta, me recuerda una canción, una canción del puertorriqueño Benito de Jesús, que la mayoría de la gente piensa que es del ecuatoriano Julio Jaramillo, una famosa y muy triste canción que ha escuchado o que ha cantado todo el mundo, “Nuestro juramento”: http://www.youtube.com/watch?v=IkrHakpw02w&feature=related […] Y esta canción la recuerdo en este caso porque siempre me pregunto: “¿Qué pacto tan terrible hizo Sor Juana Inés de la Cruz con Cristo para que éste haya permitido, y al parecer creado, todos los terribles sacrificios y sufrimientos de esta mujer?” […] Aquí no tengo otra explicación que la más lógica: el ejemplo de los padres siempre es copiado por los hijos, como he comentado ya en http://knol.google.com/k/familia-mexicana-familia-educación-y-cultura-social-en-el-méxico-contemporáneo# . Cristo o Jesús no podía comportarse de otra manera con Sor Juana habiendo tenido como padre a un dios, Yahvé o Jehová, que lo sacrificó, que lo torturó en una cruz y que le hizo tantas heridas. Basta con tomar en cuenta esa crucifixión de Jesús teniendo a un Dios como padre:http://es.wikipedia.org/wiki/Jesús_de_Nazaret . ¡Inconcebible! Y si el padre hizo eso con él, por qué entonces no habría de repetirse la terrible historia, por qué entonces no habría de hacerlo él con una de sus “hijas”, con su hija “la más ilustre de la historia de las mujeres escritoras”. ¿Acaso no dice el dicho popular “hijo de majá sale pinto” o “hijo de tigre pintito” o “de tal palo tal astilla”? Quien oye o lee esto de que la Iglesia, la Inquisición, el Vaticano, un arzobispo, obligaran a una mujer, a Sor Juana, a escribir “con su propia sangre”, podría pensar que esto es mentira, que esto es más bien una historia de terror salida de cuentos de vampiros, de brujos, de ñáñigos, de monstruos, de ataques extraterrestres, etc. Pero quien conoce un poco acerca de la historia de la Biblia: http://es.wikipedia.org/wiki/Biblia , acerca del Dios de la Biblia, es decir Yahveh, Yahweh, Yahvé, Yavé, Jehovah o Jehová: http://es.wikipedia.org/wiki/Jeoba , de la diosa Asherah, tal vez su esposa o mujer: http://en.wikipedia.org/wiki/Asherah , del primer hombre creado por Dios, es decir Adán: http://es.wikipedia.org/wiki/Ad%C3%A1n , de la primer mujer creada por Dios, es decir Lilit o Lilith: http://es.wikipedia.org/wiki/Lilith , de todos los sufrimientos que han pasado los humanos, generación tras generación, según la creación y la historia judeo-cristiana, entonces sabe que en el mundo de la religión judeo-cristiana todo, y mucho más, es posible, y el que lo dude que le pregunte a los judíos […] Por eso siempre he comentado, para que nunca se nos olvide, las atrocidades que en nombre de Dios y de la religión, del Cristianismo, del Catolicismo, han cometido la Inquisición y muchos sacerdotes, el Vaticano, y especialmente en lo tocante a las persecuciones, a los crímenes y a la quema y destrucción de libros, de bibliotecas enteras […] En mi texto http://knol.google.com/k/an%C3%B3nimo/as%C3%AD-andamos-entre-secretos-falsedades/19j6x763f3uf8/64# digo lo siguiente al respecto: […] Dentro de las grandes tragedias de la desaparición de la historia escrita de la Humanidad están: la Biblioteca Real de Alejandría,[16] la Biblioteca de Pérgamo,[17] la Biblioteca de Constantinopla.[18] Claro está que aquí no podemos dejar de mencionar la destrucción de los textos prehispánicos y de algunas otras destrucciones de todo tipo de material que no fuera del agrado o conveniencia del catolicismo europeo del tiempo de la Conquista de América. Claro está que en este sentido fue México el más ultrajado, y con México toda América y el mundo. En lo que respecta a la destrucción de materiales escritos no convenientes a la “fe” católica, ahí aparece en primer lugar el nombre del inquisidor español Tomás de Torquemada (1420-1498). En realidad, yo no tengo palabras para denominar a esta “persona” y las acciones que él realizó en su época. Yo, repito, no tengo palabras para expresarlas aquí, conste que sólo aquí; pero tal vez usted sí las tenga si conoce un poco su historia. Aquí nada más mencionaré que por algo la palabra “torquemada” ha permanecido en la historia como sinónimo de fanatismo y crueldad.[19] […] También se destaca aquí el nombre de un hombre colérico, de un verdadero sociópata, cruel: Gian Pietro Caraffa, quien fuera el Papa Pablo IV: ¿Qué maldad no hizo este hombre indigno? ¿Qué libros no mandó a quemar este engendro? ¿Qué acto vil no cometió este criminal contra cualquier heterodoxo o judío y sus discursos hablados o escritos, contra los libros más avanzados del pensamiento de la época y de la historia de la religión judeo-cristiana? Todo lo malo imaginable y no imaginable se relaciona con el nombre de Pablo IV. Y, finalmente, mencionamos el Index Auctorum et Librorum Prohibitorum o Índice de autores y libros prohibidos o Index Expurgatorius, creado por la Iglesia Católica Romana en 1559 y que existió con carácter regulatorio hasta el año de 1966. Hasta algunos de los curas inquisidores y conquistadores se lamentaron por la brutal quemazón de los libros, códices, pinturas y textos en general prehispánicos, como es el caso de fray Diego Durán (Todorov, 1999:213, 220, 219) […]
1. Lectura de esparcimiento.
2. Lectura de índole cultural.
3. Lectura profesional o de estudio.
Mucho se ha hablado también de:
1. Lectura pasiva. La lectura pasiva o puramente receptiva es aquella en la que el lector va recorriendo los ojos sobre las palabras escritas, sin detenerse a criticar ni a reflexionar. Tal lectura no deja más que resultados memoristas en el mejor de los casos. Este tipo de lectura no es recomendable para el estudiante, dado que para aprender a estudiar como para aprender a investigar es indispensable leer activamente, es necesaria una lectura activa.
2. Lectura activa. La lectura activa incluye, en primer lugar, el conocimiento seguro de cada uno de los vocablos usados por el autor. En este tipo de lectura es imprescindible, es necesario, el uso de diccionarios –generales, enciclopédicos, especializados, regionales, etc.– o la consulta a personas versadas en el asunto que estamos tratando. Cuando se leen textos escritos en el nivel universitario tenemos que conocer la preparación científica del autor que se está consultando y la relación que tiene este autor con el tema; hay que tomar en cuenta las fechas de los libros citados, comparar las fuentes citadas en el escrito para estar seguros de que las citas estén dentro del contexto, esto es, que no haya frases entresacadas más o menos artificiosamente para comprobar una hipótesis. Si tenemos alguna información respecto a autores que hayan tratado esa materia, debemos preguntarnos si los que nosotros conocemos como los más avanzados en ese tema han sido utilizados o no, etc. Otro aspecto de la lectura activa consiste en la revisión de las referencias auxiliares: ilustraciones, fotografías, cuadros, tablas, particularmente datos estadísticos. Puede decirse que hoy día apenas hay un tema en ciencias sociales en que no aparezcan algunos datos estadísticos. Existe el proverbio que dice que “con estadísticas es posible demostrar todo.” Y aunque no hay que dudar en principio de la honestidad de los autores que leemos [especialmente si han sido recomendados por los profesores], tenemos pleno derecho [más bien la obligación, el deber] a examinar si sus datos estadísticos realmente comprueban la tesis o únicamente dan una aproximación de baja probabilidad. La lectura activa incluye también una comparación, al menos mental, con otras publicaciones del mismo tema.[39]
y de las lecturas:
1. Hegemónica dominante. En la lectura hegemónica dominante se acepta el texto sin más, de acuerdo con los supuestos del decodificador.
2. Negociada. La lectura negociada reconoce la legitimidad de los códigos dominantes, pero adapta la interpretación a la condición social específica del lector.
3. De oposición. Con la lectura de oposición se produce una decodificación radicalmente opuesta a la lectura preferencial, porque deriva de un sistema alternativo de oposición.[40]
Con la lectura se persiguen diversos objetivos:
1. Objetivo: Estudiar. El lector estudia un libro o un texto para su curso, examen, para preparar un tema.
2. Objetivo: Criticar. Se refiere al estudio crítico que hace un especialista en la crítica para reseñar o comentar una obra.
3. Objetivo: Determinar históricamente el texto que se lee. Se refiere al trabajo del filólogo, del historiador de la literatura, que se encarga de ubicar ese texto en el tiempo y el espacio adecuado.
4. Objetivo: Placer. Se refiere al lector aficionado que lee por placer.
5. Objetivo: Entretenimiento. Se refiere a la persona que lee porque no tiene otra cosa que hacer, para distraer su aburrimiento o su ocio.
6. Objetivo: Información. Se refiere al lector que busca información en la lectura. Este lector lee aquello que puede ampliar su conocimiento en el área que le interesa.[41]
Aquí trataremos especialmente el punto número uno y el punto número seis, que tienen como objetivos estudiar e informarse, considerando a la lectura como una actividad especialmente intelectual de la que es imposible separar el aprendizaje.
Con mucha razón decía el genial escritor alemán Johan Wolfgang von Goethe: “Estas buenas gentes no sospechan cuánto trabajo y tiempo cuesta aprender a leer. Yo mismo empleé en esto ochenta años y aun así no puedo decir que he alcanzado del todo este objetivo.” El estudiante también debe aprender a leer, aprender a trabajar con los libros. Recordemos que el objetivo principal del trabajo independiente de los estudiantes en las ciencias sociales es el estudio serio, reflexivo y profundo de las fuentes primarias, de las obras de los clásicos de las ciencias sociales, de los clásicos del pensamiento filosófico, de los clásicos del pensamiento económico, etc. Este trabajo debe poseer un carácter sistemático, es decir, que no se realice casualmente, sino que de antemano se trace un plan que se pueda seguir en el transcurso de todo el periodo docente. El estudio, el análisis, de los textos escritos está relacionado directamente con la llamada observación documental, que a su vez establece la presencia de la escritura, de la imprenta y de los modos de comunicación escrita.
Cuando se realiza una lectura, cualquiera que sea, intervienen dos partes, aparecen dos aspectos:
1. Los ojos. La percepción visual, de orden físico –consideración de una buena vista o no, del buen o mal funcionamiento de los ojos–. Hasta los movimientos de los ojos del lector nos pueden decir qué tan eficiente es la lectura que se está realizando.[42]
2. El cerebro. La mente, la comprensión mental de lo leído. Este es un proceso de orden intelectual.
Todos conocemos perfectamente la importancia que reviste la buena lectura, la lectura adecuada, según sea la lengua y según sea el dialecto geográfico y social, la norma culta; especialmente esa lectura que realiza el profesor ante los alumnos, lo que es, por supuesto, un modelo a seguir, en cualquiera de los niveles o cursos de la educación universitaria. ¡Imaginemos entonces las huellas que dejan los patrones de lectura en los educandos de los niveles iniciales de enseñanza en la primaria, en la secundaria, en el bachillerato! Al respecto es interesante recordar lo que ya recogía el “Maniático de la educación”[43] en México, José Joaquín Fernández de Lizardi, en 1816, en su excelente El Periquillo Sarniento, obra que funda la “literatura mexicana” cinco años antes de que México existiera como nación:
Por otra parte, mi maestro carecía de toda la habilidad que se requiere para desempeñar este título. Sabía leer y escribir, cuando más para entender y darse a entender; pero no para enseñar. No todos los que leen saben leer. Hay muchos modos de leer, según son los estilos de las escrituras. No se han de leer las oraciones de Cicerón como los Anales de Tácito, ni el panegírico de Plinio como las comedias de Moreto. Quiero decir que el que lee debe saber distinguir los estilos en que escribe, para animar con su tono la lectura, y entonces manifestará que entiende lo que lee y que sabe leer.
Muchos creen que leer bien consiste en leer aprisa, con tal método hablan mil disparates. Otros piensan (y son los más) que en leyendo conforme la ortografía con que se escribe quedan perfectamente. Otros leen así, pero escuchándose y con tal pausa que molestan a los que los atienden. Otros, por fin, leen todo género de escritos con mucha afectación, pero con cierta monotonía o igualdad de tono que fastidia. Estos son los modos más comunes de leer, y vosotros iréis experimentando mi verdad y veréis que no son los buenos lectores tan comunes como parece.
Cuando oyereis a uno que lee un sermón como quien predica, una historia como quien refiere, una comedia como quien representa, etcétera, de suerte que si cerráis los ojos os parece que estáis oyendo a un orador en el púlpito, a un individuo en un estrado, a un cómico en un teatro, etcétera, decid: éste sí lee bien; mas si escucháis a uno que lee con sonsonete, o mascando las palabras, o atropellando los renglones, o con una misma modulación de voz, de manera que lo mismo lea las Noches de Young que el “Todo fiel cristiano” del Catecismo, decid sin el menor escrúpulo: fulano no sabe leer; como lo digo ahora de mi primer maestro. Ya se ve, era de los que deletreaban c, a, ca; c, e, que; c, i, qui; etcétera: ¿qué se podía esperar?[44]
[…] Ya ustedes verán qué aprendí yo con un maestro tan hábil. Nada seguramente. Un año estuve en su compañía y en él supe leer de corrida, según decía mi cándido preceptor; aunque yo leía hasta galopando; porque como él no reparaba en niñerías de enseñarnos a leer con puntuación, saltábamos los puntos, paréntesis, admiraciones y demás cositas de éstas con más ligereza que un gato; y esto nos celebraban mi maestro y otros sus iguales.[45]
Con esto queda demostrado lo que vemos a diario en nuestros centros de educación, a todos los niveles: la gran cantidad de “maestros Quiñones y Ciruela”, la gran cantidad de “escueleros” y de “siñores maistros y siñoras maistras”, “maestros y maestras de la legua”, recordando aquí los tradicionales refranes y motes: “El maestro Quiñones, que no sabía leer y daba lecciones”, “El maestro Ciruela, que no sabía leer y puso escuela”, y “los escueleros”, que ya han expresado en sus libros y artículos José Joaquín Fernández de Lizardi[46] y José María Rivera.[47]
Por otro lado, es necesario recordar que la lectura adecuada está relacionada directamente con el saber escribir bien, con la capacidad para codificar y decodificar de manera eficaz los textos. La lengua escrita es una modalidad de lengua que no se limita a ser una mera réplica de los enunciados orales. En la historia de la humanidad muchas culturas no han poseído –y algunas no poseen en la actualidad– lengua escrita, ningún tipo de escritura alfabética. En el mejor de los casos lo que han tenido es un tipo de escritura simbólica muy arcaica y difícil de entender, unas escrituras rudimentarias, semejantes a las que tuvieron las actuales civilizaciones hace muchos siglos.
La lengua escrita puede emplear, y de hecho emplea, las mismas palabras de la lengua hablada, pero la sintaxis, las formas que toman las oraciones, no son iguales. Determinadas formas sintácticas sólo se admiten en una o en otra variante de lengua. Además, no todas las formas de expresar la lengua escrita son iguales. Los textos escritos serán diferentes según su género y su estilo, según los destinatarios de la información, según sean las traducciones que de ellos se hacen. Los textos artísticos no son iguales que los textos periodísticos o científicos, lo que no quiere decir que ellos no se interrelacionen. En el mundo moderno podemos ver claramente que los textos artísticos, científicos y periodísticos se interrelacionan con mucha frecuencia. Es el caso de la literatura artística de ficción, el periodismo cultural o literario y el periodismo científico. Los textos destinados a la actividad administrativa, económica, jurídica, etc., tienen sus características especiales, particulares.
La lengua escrita en el uso familiar o social se utiliza en cartas, en notas, etc. En lo tocante a las cartas, por ejemplo, vemos como este tipo de redacción y sus elementos esenciales casi no han cambiado con el tiempo. Esta continuidad se explica por la necesidad de suplir la comunicación oral mediante una fórmula simple que permita mantener la relación con personas físicamente alejadas del que escribe. La carta es el medio más idóneo para comunicar un mensaje a quien no puede escuchar nuestra voz. Claro está que las nuevas tecnologías han contribuido en mucho a los actuales formatos de estas “cartas”. Tal es el caso de las computadores y del correo electrónico, con los cuales se definen formatos, se corrige la ortografía, los márgenes y las sangrías son perfectos, etc., si lo comparamos con las antiguas máquinas de escribir. Ahora bien, tenemos que diferenciar entre las cartas personales y las cartas comerciales.
La lengua alcanza sus más altos niveles de significatividad, de sugerencia, en el lenguaje artístico-literario. Es un dominio que no es fácil alcanzar porque para acceder a él se necesita, así sea en una dosis mínima, de talento verbal. Sin embargo, todos podemos aspirar a hacer una metáfora que, en su precisión y generosa potencia significativa, exprese mejor lo que queremos decir.
La literatura artística, lo que tradicionalmente se ha venido llamando literatura u obras literarias, es una rama inmensa de la creación, y basta considerar la literatura universal, producida en las diversas lenguas, para hacer un recuento de cientos y miles de escritores eminentes que han brindado su aporte al arte de la palabra escrita, donde el mito y el folclor han resultado ser el logro más relevante.
Cada texto literario –poesía, novela, novela corta, relato, cuento, teatro, ensayo, etc.– constituye una determinada información que siempre persigue objetivos prácticos. Cuando hablamos aquí de información no lo hacemos en el sentido en que se emplea el término en el mundo de la prensa y demás medios de comunicación: no se trata de que nos dé muchas noticias, sino de que nos comunique algo nuevo. El escritor de estas obras siempre influirá en el lector, y la fuerza de esta influencia dependerá del grado del carácter artístico de la obra, de su manera de presentar y expresar los hechos y los sentimientos. Esas obras nos podrán entristecer, alegrar, arrebatar, trastornar, nos podrán gustar o no, nos podrán transportar a aquello que está lejano o cercano. Pero esto sólo ocurrirá si les entendemos. Dicho de otra manera, la percepción del texto artístico dependerá total y completamente de la comprensión de la obra. Y entender correctamente el texto artístico es posible solamente en el caso en que hayamos entendido el lenguaje –sobre todo su variante geolectal o sociolectal, o “idiolectal”[48]– en que aparece escrito el original o la versión traductológica, la recreación textual –es por eso que decimos que el lenguaje verbal es el elemento más importante de la literatura escrita–, cuando hayamos conocido todos esos “golpeteos”, todas esas “cadencias” que reflejó el autor en su obra –y que debe reflejar lo más fielmente el traductor en su versión–, que constituyen las más variadas unidades del lenguaje, recogidas en los géneros y en los estilos generales e individuales. Cuando el lector lee un material literario, en su lengua –y dialectos–, a través de la traducción, de la adaptación, etc., se enfrenta a un texto que refleja una época, un medio, una corriente, un sistema, una reacción, un género, un estilo general y un estilo particular, a figuras de dicción: aliteraciones,[49] retruécanos;[50] a problemas de sintaxis: elipsis,[51] hipérbaton;[52] a problemas de semántica: equívoco,[53] oxímoron,[54] sinécdoque,[55] metonimia,[56] metáfora,[57] prosopopeya,[58] paradoja;[59] a problemas de relación signo-referente: ironía,[60] hipérbole,[61] lítote;[62] a cambios;[63] a problemas de substituciones;[64] se enfrentará a las añadiduras y las omisiones; a las unidades fraseológicas o fraseologismos, tan diversas en su estructura y composición léxica, según las áreas de hablantes de los grandes sistemas lingüísticos; a las realidades lingüísticas, etc., todo lo cual es aceptado considerando que en la literatura artística generalmente se emplea un lenguaje especial llamado artístico o poético, que difiere del lenguaje usual, general, puesto que este último cumple solamente una función comunicativa y el poético o artístico cumple una doble función: comunicativa y estética.
Los mensajes periodísticos cumplen tres funciones sociales:
1. Proporcionan informaciones acerca de los acontecimientos y sucesos que pueden afectar a la colectividad.
2. Realizan una labor crítica cuando interpretan los hechos y juzgan y critican las actuaciones sociales y políticas.
3. Ejercen una misión educativa en la medida en que transmiten los valores sociales y culturales.
El periodismo impreso, en especial el informativo, que aparece en periódicos y revistas, debe tener:
1. Un lenguaje objetivo, impersonal y colectivo.
2. Concisión y claridad.
El dominio científico-técnico de la lengua escrita pertenece a los profesionales, a la ciencia, a la técnica. También pertenece a los estudiantes porque en él se escriben los libros académicos, los manuales de estudio, con otro estilo, menos complejo.
Uno de los rasgos que caracterizan nuestra época es el fuerte impulso que han recibido la investigación científica y sus aplicaciones prácticas. No es de extrañar que los profundos cambios experimentados por las mismas hayan acentuado la reflexión sobre el papel del lenguaje en el conocimiento humano: los métodos y la propia concepción de la ciencia se ven afectados por estas preocupaciones.
Por comunicación, texto o material científico y técnico consideramos todo aquello que se agrupa bajo títulos tales como monografías, artículo científico, informe técnico, memoria científica, estudio recapitulativo, patente, obra científica, manual de estudio y otros nombres con los que se intenta integrar el amplio conjunto de escritos producidos por los hombres de ciencia. De todo este inmenso grupo debemos destacar la célula básica de la información científica y técnica. Nos referimos al artículo científico que aparece en las revistas especializadas, en vista de que es a través de éste que se comunican los avances de la ciencia en tiempo récord y con suficientes detalles.
Tal y como ocurre con la literatura artística, no todos los escritos científicos versan sobre el mismo tema, sobre una misma etapa de un procedimiento o una investigación, ni emplean la misma terminología. La función del pensamiento científico es la de hacer comprender el mundo a través de la asimilación lógica. El lenguaje de la ciencia se caracteriza por una supuesta fijación de la forma escrita, por la ausencia de fijación territorial y por la relativamente reducida esfera de difusión en la sociedad, cuestión que no ocurre, o no debe ocurrir, con la literatura artística y el periodismo. Esta obligatoria fijación en la forma escrita crea la posibilidad de existencia de los llamados términos, que son unidades de lenguajes artificiales o naturales, que aparecen en forma de palabras, combinaciones de palabras, abreviaturas o condensaciones, símbolos, combinaciones de palabras y letras símbolos, y combinaciones de palabras y cifras símbolos. Los términos son el resultado de un particular y consciente acuerdo colectivo para lo referente a la significación especializada. La terminología y la terminografía son dos ciencias que están estrechamente ligadas con los textos científicos y técnicos, en especial a la hora de conformar los diccionarios especializados en ciencia y técnica.
Las ciencias han favorecido la creación de medios de expresión apropiados en el sentido de que queda claro que las distintas lenguas del mundo dividen a la Humanidad. Así, podemos distinguir los lenguajes artificiales o formales, que al no depender de las formas de las diversas lenguas pueden ser traducidos a todas ellas, como ocurre, por ejemplo, con los números.
En los regiones tercermundistas, atrasadas y con bajos niveles de competitividad internacional, saturadas de todo tipo de corrupción, este problema de la incompetencia de los educandos –y también, por supuesto, de la incompetencia de algunos educadores y cuadros directivos de instituciones, de secretarías, de ministerios de educación y de gobiernos en general– es, obviamente, todavía peor. En algunos países esta situación es altamente compleja, debido a que la malformación educativa, que comienza con el nivel de primaria y en la misma casa, se extiende hasta el nivel de postgrado. Es muy frecuente ver que algunos estudiantes del nivel de postgrado –diplomados, maestrías y hasta doctorados…– en América Latina mantienen los mismos hábitos inadecuados, en todos los sentidos, de estudio y aprendizaje que tenían en el nivel de primaria o secundaria o bachillerato. Pero todavía peor es ver que ciertos docentes de este nivel de postgrado carecen en lo absoluto de toda estrategia pedagógica civilizada y actualizada. Claro está que esto es debido, entre otras cosas, a los vetustos sistemas pedagógicos –educativos e instructivos– imperantes. Y por supuesto que esta “malformación educativa” afectará a las regiones, a los países, a los grupos, a las empresas, y, en particular, a los individuos, en toda su vida: pública, laboral y familiar; pero sobre todo en la vida laboral, en los trabajos, en especial en estas situaciones de mundialización, de globalización, de competitividad. Los problemas que se observan en las empresas latinoamericanas debido a la malformación educativa e instructiva son en verdad impresionantes. [81] Veamos un ejemplo (acerca de los grandes y terribles problemas de la educación en México me he referido en http://knol.google.com/k/panorama-de-m%C3%A9xico-en-el-siglo-xxi-los-principales-problemas-de-m%C3%A9xico-parte-i#
[…] En México, país más que megadiverso en todos los sentidos (Arizpe, 2009), en lo que va de los siglos XIX, XX y XXI, el primer gran problema es la educación (Ruano, 1984):[17] […] ¿¡Pero cómo no va a haber problemas con la educación en México…!? ¿Han visto quién es, nada más y nada menos, que la “Presidenta Vitalicia” del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en México? Veamos unas muestras de “las capacidades culturales y de lectura (?)” de Elba Esther Gordillo: http://www.youtube.com/watch?v=oQaRcdWjcOY&feature=related , http://www.youtube.com/watch?v=diOZR1ABYww&feature=related […] La pedagogía mexicana se basa en el antiguo sistema francés, cuyo fundamento consiste en el aprendizaje memorizado de conceptos abstractos. Todos los libros de texto se redactan entonces desde ese punto de vista. Los conceptos abstractos se presentan a los alumnos desde los primeros años en la primaria, exigiéndoles su memorización y su repetición textual en los exámenes. En general, el avance en el sistema escolar se mide a través de exámenes y se le da poco peso al trabajo cotidiano en las aulas. Por eso el alumno se orienta casi exclusivamente hacia los exámenes. Conforme los estudiantes abandonan el ciclo secundario y pasan a la universidad siguen aprendiendo de memoria, aunque poco a poco empiezan a comprender algunos conceptos teóricos. Se observará que en tanto que la pedagogía anglosajona se pasa de lo particular a lo general (o, si se prefiere, de lo concreto a lo abstracto), en la pedagogía mexicana se procede a la inversa. El siguiente paso, el consistente en avanzar de lo concreto a la aplicación práctica, casi nunca se da. Como resultado de ello se dificulta enormemente la transición posterior hacia la situación del trabajo práctico.
En términos generales, los alumnos aceptan el rígido conformismo que el sistema escolar exige, debido a que fueron expuestos a una figura de autoridad durante su niñez. Cualquier niño que demuestre tener una mente ágil y una disposición para el cuestionamiento, es controlado hasta que se ajusta a la norma, con lo cual se desalienta el pensamiento original. Esto tiende a crear problemas con los alumnos cuya inteligencia exceda a la normal, mismos que caen en el aburrimiento y la pereza, o se rebelan, convirtiéndose en problemas disciplinarios.
Se le da una enorme importancia la presentación atractiva del trabajo de los alumnos en todos los niveles escolares, llegándose a veces al extremo de que se considera esto como de más importancia que el contenido. Por lo que toca a las materias en sí, se le asigna peso a la adquisición de conocimientos generales de geografía del mundo, historia, sociología, literatura e idiomas. El individuo que posea estos conocimientos, combinados con la adquisición de modales durante la niñez, que es lo común entre las familias de estratos económicos superiores, se considerará “una persona muy culta”, frase que constituye un gran cumplido. Es así como el egresado universitario llega por lo general a la comunidad empresarial con conocimientos generales satisfactorios y con interés en el mundo en el sentido amplio, aunque por otra parte su capacidad para expresar pensamientos originales por escrito, no se haya desarrollado a ningún grado significativo.
Hay otro aspecto del sistema educativo, que afecta el punto de vista ético básico del joven egresado. Este aspecto lo constituye la presencia de prácticas antiéticas dentro de cierto número de escuelas y universidades del país […] [82]
La pedagogía norteamericana es pragmática y concreta a diferencia de la mexicana que es teórica y abstracta. Se le da gran importancia al desarrollo de destrezas analíticas y todos los aspectos se relacionan con situaciones y objetivos concretos. El aprendizaje de memoria se evita hasta donde es posible y en general no se fomenta la acumulación de conocimientos como tales. Casi todos los estudios se centran sobre los Estados Unidos, pero hasta el mismo nivel universitario el alumno sigue adquiriendo muy poco conocimientos de la historia, geografía, literatura o asuntos de actualidad del resto del mundo a menos que esté especializado en algunos de estos campos, lo que generalmente no sucede en los casos de los futuros ejecutivos de las empresas. La tendencia ejecutiva es hacia la especialización a etapa temprana, de modo que los alumnos adquieren grandes conocimientos sobre un área, pero no tienen ocasión de adquirir formación educativa amplia.
En la mayor parte de las escuelas la disciplina es relativamente leve y los alumnos tienen considerable libertad de expresión […] Cualquier violación a la ética por los maestros o por alumnos usualmente da por resultado el despido o la expulsión […] [83]
La finalidad de la educación en México está señalada en el artículo 3o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se indica que tenderá a “desarrollar a un país de agachados y fomentará, a su vez, el amor a la patria tal y como está”. El objetivo es crear un canon nacionalista y revolucionario que le permita a los de arriba gobernar sin la interferencia de los abajo (macheteros, cañeros, microbuseros y anexos). Se trata de lograr que la gente piense lo menos posible, critique lo menos posible, participe lo menos posible y duerma lo menos posible.
Desde niños nos educan para decir “sí” cuando pensamos “no”, nos enseñan a besarnos en la mejilla y apuñalarnos en la espalda […] Nos enseñan a estar orgullosos de nuestros buenos modales y gentileza, que se demuestran no denunciando los fraudes electorales y teniendo fe en la fundación Vamos México.
La historia oficial está diseñada para que nos acostumbremos a que “así es México”, a vivir la anormalidad como algo común y corriente. ¿Qué tiene de malo que 42% de los mexicanos jamás vivirían junto a un extranjero? ¿Qué tiene de raro que más de 48% de la gente no quiera vivir en la misma casa que un homosexual? ¿Acaso es extraordinario que 38% de las personas rechace a quien piense diferente? ¿A poco es alarmante que uno de cada cuatro hombres no crea necesario educar a una mujer porque ésta terminará casándose? [84]
Esta educación quiere que los mexicanos amen feroz y desesperadamente a sus mártires, a sus víctimas, a todos aquellos que han enfrentado la persecución injusta. Allí está Madero, allí está Villa, allí está Zapata, allí está Chespirito. Venerados por pelear contra la injusticia y evidenciarla… pobrecitos, después de sufrir tanto. Ponerles una calle con su nombre es lo mínimo que podíamos hacer.
Los libros gratuitos nos enseñan que en México el poder se conquista con narrativas de injusticia y redención. La reputación se consolida a golpes de machete, para ver quién resiste más y llora menos. También ayuda que el presidente te quiera desaforar porque eso revive la pugna ancestral del pueblo mexicano: los ricos contra los pobres, los buenos contra los malos, los caudillos que han luchado por México y los traidores que lo han saboteado. Hidalgo vs la colonia española; Juárez vs Maximiliano; Madero vs Porfirio Díaz; Cárdenas vs los intereses petroleros. Los mexicanos buenos vs los gringos malos. Gloria Trevi vs el sistema judicial. El rayo de esperanza vs el complot de la cúpula.
Con esta educación, el Estado mexicano tiene un objetivo claro: evitar que los pobres se vuelvan a rebelar, que los campesinos se lancen de nuevo a la bola, que las clases medias rezonguen porque tienen que pagar seguridad privada y, sobre todo, que Paris Hilton ande con el Niño Verde y estropee el linaje de la “raza cósmica”.
La impartición de la educación tiene como elemento principal que la persona adquiera y aprenda valores para “ser mexicano”, vivir en la sociedad (detrás de una cerca electrificada cada vez más alta), rechazar sus deberes y desconocer sus derechos.
[…] La educación ha sido una de las grandes preocupaciones de los gobiernos de México. Claro, todos han querido asegurarse de que los mexicanos no tengan las herramientas con las cuales cuestionarlos. Desde los educadores de la época porfirista hasta nuestros días, se ha buscado promover una educación que se parezca lo menos posible a la realidad. Durante muchos años el concepto de “nación”, por ejemplo, fue aquél que el PRI definió: “Una nación es un grupo de políticos unido por múltiples complicidades a través de fuertes intereses económicos que le dan una identidad y le permiten aprovecharse de los demás grupos que existen”. Como verás, en la historia de México todo es una cuestión semántica. Ahí donde decía “tlatoani” se puso la palabra “presidente”; ahí donde decía “elecciones” se puso la palabra “dedazo”; ahí donde decía “democracia” se puso la palabra “pricracia”. Es decir, se hizo simple y sencilla sustitución de titularidad. La propiedad de la nación seria del presidente y de su familia (los Echeverría, los López Portillo, los Salinas, Los Sahagún).
Dentro de nuestra nación se dice que hay varias culturas. Hay una que gobierna (los blancos), otra que se enriquece (los mestizos) y otra que vive en la miseria (los indios) […] [85]
El más elemental análisis del aparato educativo de cualquiera de los países latinoamericanos arroja, en promedio, que la escuela de enseñanza general aún hoy día influye débilmente en el aseguramiento de la parte metódica de las relaciones sucesivas entre el trabajo independiente del escolar y el trabajo independiente del estudiante de nivel superior. En la educación superior hay que eliminar las lagunas que existan respecto de la preparación de los estudiantes para el trabajo independiente, sobre todo hay que hacer esto en los países en donde, en pleno siglo XXI, se observa un atraso cultural y científico hasta de un siglo o más. [86] No es un secreto que la mayoría de nuestros alumnos entra a la universidad sin conocer los instrumentos elementales de cualquier estudio. En este sentido, los principales problemas que se detectan en los educandos del primer semestre en la universidad son:
1. Vocabulario. El alumno está acostumbrado a leer sin saber qué lee, a escuchar las palabras en la conversación sin conocer su significado. Es verdad que las palabras concretas, las que hacen referencia a las “cosas”, garantizan la comunicación, especialmente cuando ésta se produce entre hablantes de lenguas o dialectos diferentes, pero también sabemos que cuando éste es el vocabulario que en promedio aparece en el discurso de los estudiantes universitarios, estamos en presencia entonces de una limitada o escasa capacidad científico-cognoscitiva, que restringe el conocimiento analítico-científico. Y aquí no hay más que dos vías para solucionar un problema presente en nuestras universidades: A. O estimulamos el cambio, aunando fuerzas, mediante nuestro ejemplo como docentes a través del uso de un discurso amplio, no limitado, que inclusive puede aparecer con un tono familiar, pero variado en el léxico, y rico en matices semánticos o, B. Nos adaptamos a la pobreza léxica de una mayoría que o es analfabeta o es analfabeta funcional: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/analfabetismo-funcional-analfabetismo/19j6x763f3uf8/6# , en la que el cantinfleo, la pomposidad y el alarde de elocuencia es prácticamente norma lingüística: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/qu%C3%A9-significa-cantinflear-y-cantinfleo/19j6x763f3uf8/157# .
2. Lagunas de ignorancia. Son los vacíos de comprensión que el alumno va dejando a lo largo de sus lecturas, de las explicaciones en clase, inclusive en las informaciones escuchadas en la radio y la televisión, en el material consultado en Internet. De tal manera, vemos como en la universidad el educando puede desconocer ciertos nombres de personajes célebres, históricos, nombres geográficos, nombres de escuelas, religiones, movimientos sociales, fechas, lugares, capitales, etc.
3. Memorismo. Es prácticamente la renuncia a tratar de entender lo que en un libro es necesario aprender, para tomar el camino más mecánico y sencillo de fijar en la memoria frases, palabras, elementos de párrafos, cuya trabazón ideológica es perdida de vista por el estudiante. Todo esto implica que, si por algún motivo –cualquiera de los motivos es muy posible– se olvida una sola palabra de lo memorizado, entonces, por ejemplo, se olvida todo o gran parte de lo que hay que decir en un examen oral o un examen escrito.
4. Estudio por medio de recetas. No tomarse el trabajo de tratar de entender el porqué de los procedimientos aprendidos. Tal vez a esto ha contribuido mucho, desgraciadamente, la invasión y el mal uso de los medios electrónicos y, en especial, de Internet. [87]
En ciertos casos, en algunos países, en no pocas universidades, todavía es más cruda la realidad del educando y del profesor de nivel superior:
En algunas clases, y en los primeros ciclos universitarios, la mayoría de los alumnos sólo está presente para dar la prueba experimental de su incapacidad para seguir la currícula. Esta incapacidad es conocida de antemano, pero nadie se atreve a denunciarla, lo que obliga literalmente a los maestros a mostrar desprecio, sea hacia sus alumnos, sea hacia el saber del cual son responsables [no hablemos ya de las críticas a todo el sistema educativo y a la dirección y los programas del mismo CES en particular]; en todo caso, hacia ellos mismos como hombres de cultura y como pedagogos. [88]
El proceso docente en la educación superior se forma, se debe de formar, de tal manera que se pueda dar a los estudiantes no sólo una suma determinada de conocimientos teóricos y prácticos, sino también que se les enseñe a pensar creativamente, a obtener los conocimientos; se les enseñe a los futuros especialistas la habilidad para profundizar y ampliar sus conocimientos, incluso luego de la culminación de sus estudios en el CES; se les adiestre en un ambiente de verdadera conciencia social, transmitida a través del ejemplo y no del sólo discurso impositivo y el conocimiento libresco. Lo más complejo de todo esto es inculcar en los estudiantes los hábitos de empleo de los conocimientos teóricos para solucionar las tareas prácticas, armarlos con los procedimientos y métodos de valoración del análisis de los fenómenos sociales y la generalización científica de la práctica. Por consiguiente, al estudiante se le debe enseñar necesariamente no sólo a analizar, generalizar, clasificar, deducir, sino también, a primera vista, a compendiar, a leer con cierta rapidez, a trabajar con los libros, es decir, enseñarle las situaciones y condiciones necesarias de cualquier tipo de trabajo intelectual. [100]
No obstante a que cada uno de los escolares debe poseer los hábitos y habilidades del dominio independiente de los conocimientos al terminar los estudios correspondientes a un determinado nivel educativo y período docente, nos encontramos con estudiantes de los últimos cursos que no poseen estas características. En este sentido, los hábitos y habilidades elementales son los siguientes:
1. Habilidad para hallar rápida y correctamente el libro, la revista, el artículo, la reseña –conocimiento del sistema de catálogos y los diferentes tipos de índices bibliográficos computarizados o no computarizados, anuarios de libros y revistas–, independientemente del conocimiento y uso de Internet, y de todas las nuevas técnicas y dispositivos altamente sofisticados para la consulta y tratamiento de textos, de libros, a través e.book o eBook o ecolibro o libro-e o libro digital o libro electrónico o audio-video-libro o libro en versión electrónica o libro en versión digital o hipertexto, etc. Aquí ya no solamente tomamos en cuenta el concepto tradicional de “biblioteca” y de “centro de información científico-técnica”, sino también el de “biblioteca en línea”, “dominio público y electrónico de la literatura”, “biblioteca virtual”, “derechos de autor por publicación electrónica”, etc. Desde la década de los 80 se están empleando los llamados “disquetes” o “disquettes”… Ya en la década de los 90 aparecieron para el uso masificado, para el uso al nivel popular, los CD o CD-ROM o Compact Disc-Read Only Memory y los CD-RW o Disco Compacto Reescribible y los DVD o Digital Versatile Disc o Disco Versátil Digital. Desde que aparecieron en los años 80 los disquetes estoy distribuyendo entre mis alumnos y asesorados toda la información posible –en especial debido a los conocidos problemas de la disfuncional educación iberoamericana, al atraso que presenta la educación en América Latina, y principalmente en algunos países del área– incluyendo aquí mis libros, escritos por mí y traducidos por mí, que han sido publicados, editados, y que están registrados en bibliotecas como la del Congreso de los Estados Unidos de América y otras bibliotecas reconocidas del mundo. Y repito aquí, esto lo hago desde que aparecieron los disquetes en los años 80. Han pasado más 20 años y sigo haciendo lo mismo, sólo que ahora, por todo el inmenso tamaño de la información, empleo DVD, y ahí incluyo hasta más de 12 libros y otros programas y conferencias, libros que llegan a tener hasta más de 800 páginas… Pero sucede que el analfabetismo digital –entre otros tipos de analfabetismo– de una cierta cantidad de alumnos universitarios y de postgrado no le permite a ciertos educandos desarrollar su actividad independiente educativa de manera satisfactoria: esos alumnos no solamente “no se han enterado todavía” que existen los libros digitales, los textos digitales, sino que son incapaces de realizar una búsqueda rápida y funcional de ciertos tópicos o temas, no saben cómo trabajar con un texto digitalizado, con un texto computarizado… Esos alumnos todavía no se han enterado de las inmensas ventajas de un libro computarizado, de un ebook o libro digital o libro o texto en red, algo que se comenzó desde la década de los 70… Esos alumnos, a estas alturas del desarrollo científico y técnico, a estas alturas de la era digital, en pleno siglo XXI, no se han enterado que existen páginas en Internet, lugares en Internet, como por ejemplo:
http://www.cervantesvirtual.com/
http://es.wikisource.org/wiki/Portada
http://www.todoebook.com/index.asp
http://www.portalplanetasedna.com.ar/digitales.htm
http://www.e-libro.com/telmex/
http://librosdigitalesgratis.iespana.es/librosdigitalesgratis/clasicos.htm
http://www.planetalibro.com.ar/ebooks/eam/index.php
http://digitalizatxt.com/site/
http://www.papelenblanco.com/categoria/libro-digital
http://www.e-libro.net/trabaje/autor.asp
http://ar.groups.yahoo.com/group/librosgratis/
http://www.biblioteca.clarin.com/pbda/index.html
http://etext.lib.virginia.edu/ebooks/
http://www.e-libro.net/procedimiento/procedimientocompra.asp
http://www.randomhouse.com/category/ebooks/
http://www.cubaliteraria.com/libro/online/index.php
http://www.materialdelectura.unam.mx/
http://cat.inist.fr/?aModele=presentation
http://en.wikipedia.org/wiki/Amazon_Kindle
Cómo es posible que haya personas vinculadas con la actividad docente-educativa, cómo es posible que haya estudiantes universitarios y estudiantes de postgrado, y en especial de áreas supuestamente civilizadas, desarrolladas, que no conozcan y valoren la trascendencia de estos adelantos digitales, la importancia de los textos en red, de los textos en Internet, cuando ya inclusive existen hasta los “libros en red para ciegos”: http://www.tiflolibros.com.ar/ .
2. Conocimiento de la literatura de consulta y habilidad para utilizarla.
3. Dominio de los métodos correctos para el trabajo con los libros.
4. Habilidad para formular concisa y claramente un sentido determinado utilizando la terminología científica, los diferentes tipos de formalizaciones de los conocimientos y el aparato del entendimiento. En lo tocante a la terminología científica de las ciencias sociales, es bueno recordar que en el trabajo independiente que realiza el alumno con las ciencias sociales se requiere de reflexiones semánticas más complejas que cuando trabaja con la literatura técnica de ciencias como Física, Matemáticas, Ingeniería, Estadística, etc., debido a que, sobre todo, esta terminología científico-técnica desempeña de manera dominante una función referencial, se emplea el lenguaje de forma objetiva, el uso que se hace de las palabras es denotativo, no connotativo. Aquí el deseo de objetividad va unido en la exposición científica al de precisión y exactitud, se evitan las ambigüedades, las imprecisiones, las confusiones; se procura establecer un único sentido fijo para los distintos tipos de hablantes. Estamos en presencia, por lo general, de la monosemia y la univocidad, porque los términos científicos son monorreferenciales en cada uno de los dominios en que se emplean: sólo designan una cosa y no abarcan distintos tipos de realidades. Las ciencias exactas y técnicas intentan reflejar la estructura de la realidad mediante la forja de terminologías sistemáticas y coherentes; pero en las ciencias sociales esto no es así, como hemos visto ya anteriormente. [101]
5. Hábito de trabajo con las fuentes primarias.
Nuestras investigaciones nos han demostrado que es muy importante que al final del primer curso o período docente universitario los estudiantes, en promedio, dominen completamente los hábitos y habilidades señalados en los puntos primero, segundo y tercero, y estén preparados para asimilar los hábitos y habilidades formulados en los puntos cuatro y cinco. Imaginemos lo que pasaría en los estudios de postgrado si un estudiante universitario termina su carrera sin tener estas habilidades docente-educativas. La experiencia del trabajo con los alumnos de postgrado en América Latina lo dice todo.
Los educandos de los últimos cursos deben aprender a trabajar de manera independiente con los documentos y resúmenes de documentos, de la misma manera que deben aprender también a participar en los seminarios, en los debates, y dominar los hábitos de trabajo con el libro de carácter científico –obras de autores clásicos, monografías, etc., en el formato que sea–. Si esto no se logra al nivel de licenciatura, entonces todos estos problemas aparecerán otra vez en los estudios de postgrado, y se producirán los roces y conflictos entre docentes y alumnos de este último nivel educativo, entre alumnos y la dirección del centro de educación superior.
La continuidad en el trabajo independiente de los estudiantes tiene gran importancia para la profundización en el estudio de las ciencias sociales. A este problema es al que hay que presentarle mayor atención. En los últimos años el problema de la continuidad del trabajo independiente ha llegado a ser objeto de intenso estudio por parte de las cátedras de ciencias sociales de los CES de muchos países. En esto momentos nos encontramos en el período de perfeccionamiento de la metodología. Para el análisis de la etapa actual recomendamos:
1. Asegurar el desarrollo de los hábitos de trabajo creador e independiente en los estudiantes curso tras curso, teniendo en cuenta el perfil y la futura especialidad y los tipos de curso –diurno, nocturno, dirigido, de materias comunes–. Recordamos que el trabajo independiente que desarrollan los alumnos de especialidades diferentes en los cursos de materias comunes varía sustancialmente. Es deber de estas cátedras tomar cuidadosamente en cuenta este aspecto. El interés que pudiera presentar un alumno que se especializa en Contabilidad, Administración de Empresas, Física, Medicina o Ingeniería Naval, por ejemplo, ante materias como Religión y Religiones o Filosofía, no necesariamente es el mismo que presenta un alumno de carreras como Filología, Sociología, Ciencias de la Comunicación, Historia, Filosofía y Letras, Periodismo, Diplomacia o Derecho.
2. Elaborar los manuales metodológicos para los estudiantes respecto del análisis de las obras de los clásicos de las ciencias sociales.
3. Realizar seminarios para analizar algunas obras de los clásicos de las ciencias sociales, de la Filosofía, de los clásicos de la Teología, así como sesiones especiales con los estudiantes con el fin de tratar los problemas de cómo resumir las obras de los clásicos de las ciencias sociales.
4. Organizar visitas a diferentes bibliotecas, hemerotecas y pinacotecas prestigiosas con el fin de mostrar a los educandos las reglas de empleo de todo tipo de catálogos bibliográficos y hemerográficos, filmográficos, videográficos y musicográficos. Instruir a los estudiantes en la confección de resúmenes bibliográficos e historiográficos.
5. Ubicar en los cubículos destinados a fungir como cátedras o departamentos científicos destinados a las ciencias sociales murales, álbumes, mapas, láminas, CD, disquetes, cintas magnetofónicas, filminas y filmes que contengan consejos metodológicos para la organización del trabajo independiente de los estudiantes.
6. Debatir sistemáticamente con los estudiantes en las sesiones de los consejos y cátedras de ciencias sociales, así como en las conferencias científico-metodológicas, los problemas de la continuidad en el estudio de las obras de los clásicos del pensamiento filosófico.
7. Prever el constante empleo de los conocimientos obtenidos por los estudiantes en las disciplinas especiales y teóricas generales en el trabajo científico-investigativo de ciencias sociales.
8. Aumentar el papel coordinante de los consejos de cátedras de ciencias sociales en cuanto al aseguramiento de la continuidad en la organización del trabajo científico-investigativo de los estudiantes, las conferencias y los concursos de ciencias sociales para estudiantes.
La óptima combinación de todos los tipos de actividad docente de los estudiantes asegura la elevada efectividad y la misma continuidad del trabajo independiente […]
En lo tocante a que si los latinoamericanos conocen “inclusive de manera elemental” a los escritores y periodistas más célebres de América Latina, la situación es trágica: ¡claro que no los conocen! Y no nos referimos aquí a los latinoamericanos del pueblo, al pueblo inculto, atrasado, tercermundista, cuartomundista, fanático, ignorante, confundido, pobre, que es incapaz de reunirse ni con medio millón para protestar contra la impunidad y los crímenes y los malos gobiernos y la corrupción […] pero que cuando hay que recibir a un papa del Vaticano entonces llegan a 5 millones, o que cuando hay que ir a “dar gracias a la Virgen de Guadalupe por todas las cosas buenas que les ha dado” llega a 6 millones, ¡y lo superan! […] No, no nos referimos a ellos, a esa pobre gente que tiene que salir huyendo de nuestros países de América Latina, por muchas razones, pero principalmente por el hambre, por las necesidades, por las guerras, por los atropellos que se cometen contra ellos y sus familias y sus etnias o grupos indígenas o pueblos originarios, por las dictaduras, para venir a los Estados Unidos de América, al “sueño americano”, como también hemos hecho nosotros, como he hecho yo, para tener otra vida, una vida diferente, menos indigna, más humana, menos terrible, menos horrible, menos deprimente […] para que no me secuestren o me maten en una calle para quitarme unos zapatos o los tres pesos que llevo en el bolsillo o por el sencillo gusto de matar […] Y eso, si es que logran llegar a Estados Unidos y no los masacran, los asesinan, los secuestran en México: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/migrantes-o-espaldasmojadas-o-wet-back/19j6x763f3uf8/134# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/filmes-pel%C3%ADculas-documentales-videos/19j6x763f3uf8/146# […] No, no nos referimos aquí a esa gente. Nos referimos a los llamados “intelectuales” (?), a los “universitarios” (?), a los gobernantes, a los funcionarios, a los ejecutivos, que dirigen a los países sin pies ni cabeza, nos referimos aquí a esos “burros con liderazgo”, a esos “capataces con iniciativas sangrientas” que están llevando a América Latina a la total hecatombe, nos referimos a esos políticos, más bien politiqueros, a esos gobernantes, a esos “troles o trolls con títulos universitarios” que son el hazmerreír en todas las redes sociales porque no conocen ni a los escritores y los libros “elementales” de su mismo país, y mucho menos los de la cultura universal, y se las quieren dar hasta de escritores y grandes lectores […] tema que he detallado en otros muchos momentos http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/m%C3%A9xico-y-las-elecciones-presidenciales/19j6x763f3uf8/163# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/qu%C3%A9-significa-cantinflear-y-cantinfleo/19j6x763f3uf8/157# , http://knol.google.com/k/c%C3%B3mo-hablan-y-qu%C3%A9-hablan-los-pol%C3%ADticos-de-am%C3%A9rica# […] Estos individuos no tienen ni idea de la cultura escrita, es decir ni libros, ni revistas, ni periódicos, y si algún día ven el periódico será para ver las fotos, las imágenes, “los dibujitos”, en donde aparecen ellos con sus ridículas familias nacas y rústicas con ínfulas de “pirruris”, “fresas” o “bitongos” […] Esta gente no tiene ni ideas de lo que es literatura artística: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/escritores-y-periodistas-c%C3%A9lebres-de/19j6x763f3uf8/155# […]
Y en las lecturas no solamente no se pronuncian bien las palabras, no se entienden los significados de las palabras, las oraciones sintácticamente no se comprenden, sino que inclusive los más elementales signos de puntuación son desconocidos y por tanto no se registran en la lectura según sus funciones […] Por eso, cada vez que oigo por ahí a algunos decir “es que a mí me encanta éste o aquél autor o ésta o aquélla autora y los leo y los disfruto y los entiendo”, y refiriéndose a autores que son de culturas diferentes a las de esos lectores, que son extranjeros, que inclusive son de su mismo idioma pero de otros dialectos geográficos o sociales “distantes” a los del lector, ya sea por el tiempo o por la geografía o por el nivel de cultura, entonces yo les digo: “¿seguro que los entiendes, seguro que entiendes esos textos?” Y esto mismo pasa con los idiomas o lenguas grandes, difundidos internacionalmente. Y ahí están idiomas tan disfundidos como el inglés, como el ruso, como el chino, como el hindi, como el español, como el hebreo […] Y no es que solamente el idioma español sea grande, que esté muy difundido, sino que además tiene una historia escrita ya vieja, de siglos, y muy buena: http://knol.google.com/k/panorama-imagol%C3%B3gico-del-sistema-ling%C3%BC%C3%ADstico-espa%C3%B1ol-o-imagolog%C3%ADa-de-la-lengua# […] Y esto mismo pasa con los textos de toda la cultura latina: http://knol.google.com/k/por-qu%C3%A9-nos-llaman-latinos-qui%C3%A9nes-son-los-latinos-y-cu%C3%A1l-es-su-origen-y-el# […] Si inclusive dialectos grandes, macrodialectos, dialectos tan polimóficos, como es el español de México o el portugués de Brasil, presentan ciertos niveles de complejidad para la “intercomprensión nacional”, es decir para que se entiendan los ciudadanos del país: http://knol.google.com/k/quiénes-somos-los-mexicanos-por-dentro-y-por-fuera# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/ortografía-del-español-mexicano-o-lo/19j6x763f3uf8/100# […] Y esto mismo pasa con la Biblia: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/por-qu%C3%A9-existen-tantas-versiones-de-la/19j6x763f3uf8/142# , http://openlibrary.org/works/OL14931955W/La_traducci%C3%B3n_y_la_interpretaci%C3%B3n_de_la_Biblia._Una_disquisici%C3%B3n_filol%C3%B3gico-ling%C3%BC%C3%ADstica […] Solamente la presencia de las “realias” en los discursos, en los textos, en la literatura, en cualquiera que sea la literatura: artística, periodística, científica y técnica, en la televisión, en el cine, en la radio, en Internet, es una barrera, y grande, para la comprensión: http://openlibrary.org/works/OL14931952W/Las_realias_(%D1%80%D0%B5%D0%B0%D0%BB%D0%B8%D1%8F)_y_su_importancia_en_la_traducci%C3%B3n_en_la_interpretaci%C3%B3n_en_los_doblajes_en_los_subtitulajes_en_la_creaci%C3%B3n_hablada_y_escrita_de_discursos_en_la_lectura_y_en_Internet […] Por eso con tanta frecuencia hay que reformular, hay que hacer versiones de los textos, de los discursos, para que la gente pueda entender bien: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/la-reformulaci%C3%B3n-y-su-relaci%C3%B3n-con-la/19j6x763f3uf8/29# […]
Asuntos como los de las pausas, las puntuaciones, los signos ortográficos […] son temas ajenos totalmente a la inmensa mayoría de nuestros “universitarios” […] Como he dicho ya en http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/c%C3%B3mo-hablar-correctamente-en-p%C3%BAblico/19j6x763f3uf8/43# y en http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/ortograf%C3%ADa-del-espa%C3%B1ol-mexicano-o-lo/19j6x763f3uf8/100# :
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Philologist and Image Consultant Fernando Antonio Ruano Faxas
Филолог и консультант Фернандо Антонио Руано Факсас
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Hacia la calidad integral sin fronteras
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