Abstract
[…] Sólo la cara, con sus movimientos, refleja unas 7000 emociones […] Y así, todas las demás partes del cuerpo humano tienen sus “significados universales” o “significados generales” y sus “significados en contexto” o “significados particulares”, según se desarrollen los seres humanos comunicativamente en situaciones particulares o en situaciones de globalización o mundialización, en situaciones de la vida pública, en situaciones de la vida laboral o vida especializada y en situaciones de la vida íntima o vida familiar, considerando aquí que en nuestros días una “vida familiar” puede implicar la presencia de individuos pertenecientes a culturas muy diferentes, como es el caso, por ejemplo, de un matrimonio entre individuos chino y latino, estadounidense y africano, ruso y cubano, australiano y jamaiquino, etc., y en estos casos, en la decodificación de la información corporal, cada individuo aportará elementos y significaciones provenientes de su cultura particular, en un primer plano, y en un segundo plano, de su cultura mestizada […]
También podemos decir que el comportamiento sexual o acto sexual tiene cuatro etapas, que son las mismas en hombres y mujeres:
1. Deseo.
2. Excitación.
3. Orgasmo.
4. Resolución.
Por otro lado, existen grupos, empresas, instituciones y personas en particular que implantan rigurosos y seudomoralistas códigos de conducta, que rechazan o sancionan –por lo menos aparentemente– cualquier signo de sexualidad –limitativo o determinante–. Es más, algunos grupos humanos, empresariales, institucionales, parece que solamente aceptan en su núcleo laboral a individuos con fuertes traumatismos biológicos, sicológicos, sociales, físicos, en donde el signo más evidente en ellos es la asexualidad, la carencia de esos maravillosos detalles que todo animal normal, en especial el animal humano, desearía portar. Este es un problema mayor que el anterior; es, en realidad, una gran desgracia. Hay empresas e instituciones que parecen verdaderos zoológicos, sólo que en estos zoológicos en vez de haber animalitos simpáticos, chistosos y juguetones hay animalitos tristes, frustrados, dañados por la vida, y llenos de traumas de todos tipos. ¡Basta observar sus físicos, sus atuendos, sus gestos y ademanes! ¡Basta ver sus reuniones y oír sus temas de conversación, sus “palabras clave” por tan sólo un minuto, no más, y de lejos, porque la frustración y el complejo, como la gripe y la sarna, también se contagian! […]
En los ambientes laborales, en las empresas, en las organizaciones, en donde se supone que existen reglas que condicionan los comportamientos de los trabajadores, en donde existen sus propias jergas de los lenguajes verbo-corporales, a veces vemos cómo se infringen las normas establecidas dentro de esas mismas instituciones y las normas más elementales de convivencia y respeto, a tal punto que parece que las personas se conducen como si estuvieran en sus casas, en ambientes familiares de extrema intimidad (Ruano, 2003a), y olvidan las particularidades de los ambientes laborales, del área de trabajo, lo que incluye, por supuesto, hasta las estrategias sociolingüísticas para detectar los cambios de humor entre las personas para así prevenir sus efectos (James, 2002:171-180). Aquí no solamente me refiero a las marcadas diferencias comportamentales entre hombres y mujeres en ambientes laborales,
[1] a funcionarios y subalternos que pudieran “relajar” las relaciones ideales de trabajo, incluidos el respeto, las bromas, los saludos desagradables, los comentarios pesados, etc.; también considero ciertos comportamientos desajustados de muchos directivos que no tienen ni idea de lo que significa la administración en el mundo moderno y civilizado, o que no toman en cuenta las evidentes diferencias entre las actividades de management y administration en los Estados Unidos, por un lado, y, por otro lado, las actividades y los matices significativos de administración, dirección y gerencia en los países latinoamericanos, en este caso en México.[2] La dirección, los gerentes, de las empresas desempeñan un papel crucial en la búsqueda de la armonía del grupo de trabajadores, y no a través de la “magia”, sino del liderazgo. Una empresa en donde sus líderes administrativos no pueden ser líderes sociales y humanos, líderes respetuosos, entonces no es una empresa moderna y, muchos menos, globalizada; es un fraude disfrazado de cordialidad […] Y en esto sentido la lista pica y se extiende, como es ya más que conocido […]También queda claro aquí que no podemos olvidar las diferencias, las jerarquías, las tradicionales diferencias “normales” (?) entre directivos y subalternos, según las diferentes áreas geográficos y sus evoluciones en absolutamente todos los sentidos, pero principalmente sus “evoluciones educativas y culturales”: “El mundo de los negocios y de las empresas donde pasamos buena parte de nuestra vida también mantiene un código de conducta y tiene sus normas establecidas. Los buenos modales y la educación son muy importantes para la carrera profesional de un empleado. Son los mismos que los del ambiente social, sólo que traspuestos al ambiente de trabajo. Sin embargo, hay una diferencia fundamental: el ámbito de trabajo es un medio jerarquizado donde se debe respetar el rango. Ni la edad ni el sexo tienen privilegios especiales” (Beltrán, 1993:139).
En las empresas u organizaciones la imagen verbal y la imagen no verbal de los funcionarios, de los subordinados, de los trabajadores en general, de los componentes del grupo laboral, tienen sus particularidades:
Si pensamos que una organización comprende cierto número de individuos y grupos, cada uno de los cuales afecta a y se ve afectado por los otros, y que la organización misma es un sistema que influye y es influido por factores externos al sistema, parece obvio que la comunicación dentro de la organización tendrá un considerable grado de complejidad.
Nos interesa no solamente quién habla con quién [por supuesto, con sus variantes de lenguajes corporales] y para qué propósito dentro de la organización, sino también:
· La forma en que los grupos interactúan y se influyen unos a otros.
· Cómo se considera la organización con el exterior.
· Quién ejerce el liderazgo o papeles de poder en la organización.
· Qué otros papeles se determinan.
· Cómo se trasmite la información sobre el funcionamiento.
· El sistema de amenazas o recompensas en funcionamiento.
· La naturaleza, propósito y objetivos de la organización.
· La estructura y política de la organización (Ellis y McClintock, 1993:163-164) […]
La postura es el resultado de la reunión de varios puntos, que al juntarse dan las posiciones corporales. Los puntos son los movimientos de cabeza, párpados y manos, que ya reunidos crean una posición corporal, es decir “un gran movimiento de postura que implica por lo menos la mitad del cuerpo” (Fast, 1999:115). Los lenguajes corporales varían según las regiones, según los sexos, según la edad, según los estratos sociales, según las profesiones, según las nacionalidades, los grupos humanos, según los estados de ánimo, según las afectaciones o enfermedades, etc. […] Mientras más extremas so distantes sean las culturas en cuanto a origen o en cuanto a su posición geográfica, entonces puede suceder que el lenguaje corporal cambie drásticamente: “Es importante para un profesional [o cualquier ciudadano que se considere en situaciones de globalización, de internacionalización] que trata con personas de diferentes nacionalidades y raíces culturales [o para ciudadanos de países evidentemente pluriculturales, como es el caso de Brasil, México, Rusia, Estados Unidos, etc.] que sea consciente de este tipo de diferencias del lenguaje del cuerpo. Existe el peligro de, inadvertidamente, ofrecer […] una impresión de brusquedad, hostilidad e incluso de ofensa, a menos que sea consciente de estas tradiciones” (Møller y Hegedahl, 1983:68) […]
De la misma manera que sucede con los idiomas, con los dialectos, con las jergas, con los argots, con los cantinfleos, etc., las posturas corporales emiten señalas claras y señales dobles. Podemos decodificar las señales claras en la medida en que nuestro emisor esté mejor conocido por nosotros. Si el emisor de una señal es un extranjero, un desconocido, un advenedizo, un individuo de un estrato social que no conocemos bien, cuya cultura o subcultura no conocemos bien, cuyos lenguajes a veces son “herméticos”, “crípticos” o “cerrados” o “con dobles significados” o “significados ambiguos”, entonces tenemos que tener mucho cuidado, porque es posible que no sepamos decodificar “bien” sus señales corporales y sus señales verbales. Cuando estamos en una cultura conocida, por ejemplo en “nuestra cultura occidental” (?), de manera general y macrocontextual: “Por fortuna, la lectura del lenguaje corporal no exige más que una ojeada rápida, un vistazo de segundos. Durante el aprendizaje se necesitará más tiempo para ver y asimilar, pero una vez aprendidas las técnicas, el ojo funciona con celeridad” (James, 2002:129).
Las posturas corporales pueden ser múltiples y cada una de ellas tiene una “significación en contexto”, como se muestra en el siguiente cuadro con estas diferentes posturas en contexto […]
Las posturas corporales pueden clasificarse y analizarse a partir de cuatro grandes grupos posturales […]
Sigue diciendo esta misma autora que las posturas más importantes al estar sentados son dieciséis […]
Møller y Hegedahl hacen la siguiente clasificación de señales:
SEÑALES CLARAS
Cuando las ideas y las palabras de una persona concuerdan. El cuerpo tiende a formar una línea recta de la cabeza a los pies […]
SEÑALES DOBLES
Cuando las ideas y las palabras no están de acuerdo. La línea que va de la cabeza a los pies se romperá en algún punto […]
Las posturas corporales también están relacionadas con los estresores positivos y los estresores negativos, es decir, con el estrés:
[3] http://knol.google.com/k/an%C3%B3nimo/calidad-calidad-de-vida-y-corrupci%C3%B3n/19j6x763f3uf8/23# […]Algo que nos ha llamado mucho la atención en este sentido es que en nuestras sociedades modernas, y en este caso las latinas, es bastante común el hecho de que las personas estén siempre más preocupadas por su “postura pública”, su “postura social”, es decir, las formas que adopta el cuerpo cuando estamos “socializando” habitualmente, pero también es muy poco común el preocuparse por las posturas que se adoptan en los puestos de trabajo, en la vida laboral y profesional: “El mundo de los negocios y de las empresas, donde pasamos buena parte de nuestra vida, también mantiene un código de conducta y tiene sus normas establecidas. Los buenos modales y la educación son muy importantes para la carrera profesional de un empleado. Son los mismos que los del ambiente social, sólo que traspuestos al ambiente de trabajo. Sin embargo, hay una diferencia fundamental: el ámbito del trabajo es un medio jerarquizado donde se debe respetar el rango. Ni la edad ni el sexo tienen privilegios especiales” (Beltrán, 1993:139) […]
Si consideramos que la vida laboral moderna exige, en promedio, el trabajo grupal, durante largos períodos, en oficinas con cierto límite de espacio, generalmente inapropiadas para el ejercicio corporal, con equipos de cómputo –“el nuevo soberano”, al decir de Giovanni Sartori–, sin los cuales es prácticamente imposible cualquier trabajo moderno, entonces sería conveniente tomar en cuenta ese medio laboral que nos rodea y las posturas adecuadas que deberían observarse para evitar ciertas complicaciones o afecciones, seamos subordinados o jefes (García, 2002:238-245). Estudios científicos han sugerido que el pasar largos períodos de trabajo con las computadoras y equipos similares, el tener una configuración inadecuada del área de trabajo, los hábitos de trabajo inapropiados, las condiciones y relaciones tensas en el trabajo o los problemas con la salud personal pueden provocar lesiones, que de no ser corregidas pueden desencadenar otras complicaciones. Entre estas complicaciones por las posturas inadecuadas en el puesto de trabajo, en especial debido al trabajo con computadoras, aparecen las siguientes […]
En condiciones normales de socialización, los individuos se mueven de manera diferente, adoptan varias posiciones, entre dos y cuatro a lo mínimo. Estos movimientos son tan variados que tenemos que tener cuidado a la hora de interpretarlos:
Dada la tremenda variedad de movimientos individuales es en general difícil vincular determinados movimientos a un mensaje específico, pero es bastante cierto […] que el movimiento es el mensaje […] La dificultad para estudiar e interpretar estos movimientos es que son mociones kinésicas personales […] Las diferentes posiciones se relacionan con diferentes estados emocionales […] El hombre corriente que comprende el lenguaje corporal y lo emplea, posee el dominio de esas posturas, aunque puede no ser consciente de ello, y puede relacionarlas con los estados emocionales de la gente que conoce […] [Las modificaciones posturales] varían de cultura en cultura. En los países latinos los brazos desempeñan un papel más importante en la comunicación. Toda declaración va acompañada de amplios movimientos de la mano. En los países nórdicos más rígidos movemos poco las manos cuando hablamos […] La postura no es sólo un medio de puntuar la conversación, es también una manera con que las personas se relacionan entre sí cuando están reunidas (Fast, 1999:114-118).
En situaciones de socialización, las posturas se pueden dividir en tres grupos […]
Como habíamos dicho más arriba, la postura del cuerpo también se relaciona con las formas de dormir, con el sueño: «Dormir es desinteresarse». Pero, en nuestra época, ¿cuántas son las personas que ya no logran abandonarse, confiadas, al sueño? Según ciertas estadísticas, en bastante común que en el mundo desarrollado una de cada tres personas sufra de insomnio. ¿Qué es lo que pasa realmente con nuestro cuerpo en estas situaciones de sueño? ¿Cómo interpretar los mensajes corporales en estos casos?
[4] […]Las formas que adopta nuestro cuerpo al dormir hablan acerca de nuestra salud corporal y de nuestro carácter. De tal manera, especialmente para la cultura occidental, se han clasificado y estudiado algunas posturas corporales durante el sueño de los seres humanos:
· Dormir de costado.
· Dormir de costado, con un brazo debajo de la almohada.
· Dormir boca abajo.
· Dormir boca abajo en posición plana.
· Dormir boca abajo, incluso con la cabeza debajo de la almohada.
· Dormir boca arriba.
· Dormir boca arriba, con los brazos a lo largo del cuerpo.
· Dormir boca arriba, con las manos juntas sobre el pecho.
· Dormir boca arriba, en diagonal a la cama.
· Dormir en posición fetal abierta.
· Dormir en posición fetal cerrada.
· Dormir en forma de soldado.
· Dormir en forma de tronco. De lado, con los brazos estirados.
· Dormir en posición “estrella de mar”. Boca arriba, con brazos y piernas abiertos.
· Dormir con un dedo en la boca o una punta de la sábana o de la almohada entre los labios.
· Dormir envuelto en las sábanas, con las rodillas a la altura del mentón, las sábanas echadas encima de la cabeza […]
Además de esto, se pueden considerar otras formas de dormir, como son, sujetando la almohada, cubierto totalmente con las sábanas, con las manos en el sexo […] Todo lo cual tiene sus significados según los contextos culturales: “Es un hecho bien conocido que la posición que adopta sistemáticamente para dormir indica los grandes rasgos de su carácter. Según adopte la posición de costado, vientre o espalda, será usted informado sobre su estado latente de inquietud, de ansiedad, de irresolución y, por lo tanto, estará sujeto al insomnio mucho más que una persona de carácter tranquilo o linfático” (Brosse y otros, 1982:35) […]
Philologist and Image Consultant Fernando Antonio Ruano Faxas
Филолог и консультант Фернандо Антонио Руано Факсас
ЯRConsultores de Imagen Social®
Hacia la calidad integral sin fronteras
http://openlibrary.org/a/OL807084A
http://openlibrary.org/search?q=ruano+faxas
http://openlibrary.org/search?q=ruano+faxas&offset=20
http://openlibrary.org/a/OL6500100A/Ruano-Faxas%2C-Fernando-Antonio-y-Paulina-Rend%C3%B3n-Aguilar
[1] Las relaciones y comportamientos entre hombres y mujeres en los ambientes laborales y especializados siempre han sido marcadamente diferentes, por muchas razones. Para considerar este tema se puede consultar: John Gray (2002). Marte y Venus en el trabajo. Una guía práctica para mejorar la comunicación y la convivencia en el ambiente laboral. México, Océano. En la mayoría de las empresas e instituciones son comunes los problemas y escándalos sexuales, de todo tipo, lo que se relaciona con el coqueteo, las señales de flirteo, la jerarquía o poder, el rechazo, las amenazas y el extenso y variado protocolo del cortejo según sean éstos cortejos heterosexuales u homosexuales (Ruano, 2003e; James, 2002: 243-249).
[2] Los términos management y administration no coinciden ni nocionalmente ni prácticamente con los términos administración, dirección y gerencia empleados en México. Esto lo demuestran investigaciones como la siguiente: Raquel Kelly Medina Orozco, Jesús Alejandro Ramos Verti y Gabriela Romano Muñoz Cano (1995). Estudio puntual del término management: sus relaciones semánticas con administration y sus posibles equivalentes en el español de México. Tesis de licenciatura. Asesor: Filólogo e imagólogo Fernando Antonio Ruano Faxas. México, Instituto Superior de Intérpretes y Traductores-ISIT.
[3] Para considerar las particularidades del estrés, consúltese mi texto: Fernando Antonio Ruano Faxas (2003). Qué entender por calidad y calidad de vida en el trabajo en un mundo globalizado, en donde comento esto de manera extensa: http://openlibrary.org/b/OL22647950M/¿Qué_entender_por_calidad_y_calidad_de_vida_en_el_trabajo_en_un_mundo_globalizado?
[4] Para tratar lo relacionado con el sueño, y especialmente lo concerniente al lenguaje corporal debido al insomnio, consúltese, por ejemplo, J. Brosse y otros, op. cit., 216-236.