Abstract
Kinésica, Kinesics, 身势学 , Кинези, Comunicación no verbal, Nonverbal communication, Невербальное общение, 非言語コミュニケーション , Sözsüz iletişim
IMAGOLOGÍA, IMAGOLOGY, ИМАГОЛОГИЯ
IMAGEN PÚBLICA, PUBLIC IMAGE, ИМИДЖ
PAISOLOGÍA, REGIONAL AND CULTURAL STUDIES, СТРАНОВЕДЕНИЕ
PLAGIO, PLAGIARISM, ПЛАГИАТ, PLÁGIO
[…] ¿Y acaso es novedad que esos y esas “CORRETEADORES DE CHULETA”, tanto LOS DE ARRIBA como LOS DE ABAJO, se roban todo lo que pueden robar? […] No hablemos ya del plagio de todo lo que se pueda plagiar, del robo de todo de lo que se pueda robar, del robo de conocimientos, del robo de ideas, del robo de proyectos, del robo hasta de palabras y términos, del robo de textos, del robo de materiales publicables, hasta del robo del pensamiento, si es que pueden descifrarlo, cosa que se les hace muy difícil por supuesto. ¿”Robo del pensamiento”…? Sí, “robo del pensamiento”, por eso hay que pensar “en ciertas circunstancias” en “idiomas raros”, hay que pensar en ruso […] asunto éste del plagio al que ya se han referido muchos colegas, y al que también se ha referido Ikram Antaki en su libro El pueblo que no quería crecer, en la página 64: “la acusación que se lanza más comúnmente en el medio cultural mexicano es la de plagio” […]
LA COMUNICACIÓN NO VERBAL. GENERALIDADES.
Qué es comunicación no verbal.
Ø Es la comunicación que se produce por cualquier medio que no sea la palabra.
Ø Esta comunicación se realiza:
· Entre los seres humanos: A través de:
§ Cabeza, cara y cuello.
§ Contacto visual.
§ Postura corporal.
§ Gestos.
§ Piernas y pies.
§ Orientación del cuerpo.
§ Boca.
§ Voz.
§ Pelo.
§ Distancia corporal.
§ Olfato.
§ Tacto o piel.
§ Silencio. Para considerar las particularidades del silencio y sus tipos en la comunicación no verbal, véase: http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/cuidado-con-el-silencio-el-silencio/19j6x763f3uf8/197
· Entre los seres humanos y el medio circundante. Aquí intervienen:
§ Ecosistemas.
§ Animales.
§ Floras.
§ Faunas.
§ Tiempo, horario.
§ Cortesías.
§ Protocolos.
§ Gastronomías.
§ Músicas.
§ Bailes.
§ Vestuarios.
§ Signos especializados.
Qué estudia la comunicación no verbal.
Ø Los mensajes que envía el cuerpo humano, a lo que se llama lenguaje corporal.
Ø Los signos y símbolos del medio circundante, especialmente los llamados signos internacionales, como las señales de advertencia, la información pública, las marcas de control de calidad, los símbolos matemáticos, físicos y químicos, las notas musicales, los signos de las organizaciones internacionales, los escudos y banderas, los signos deportivos, las etiquetas de lavado y planchado que aparecen en toda la ropa, y los signos y símbolos generados por las ciencias y las técnicas en general.[1] Esta es la comunicación no verbal sígnica especializada.
En la comunicación habitual decimos más con la COMUNICACIÓN NO VERBAL que con la COMUNICACIÓN VERBAL
Ø A través de la comunicación no verbal decimos un………………………….. 93%
Ø A través de la comunicación verbal decimos un………………………………. 7%
Tanto la comunicación no verbal de tipo corporal como la comunicación no verbal especializada, están estrechamente relacionadas con la comunicación verbal.
Ø Es imposible “hablar normalmente” sin hacer gestos, sin emplear la comunicación corporal. Aquí vemos claramente comunicación verbal + comunicación corporal (Ruano, 2001).
Dentro de la comunicación no verbal de tipo sígnica especializada hay que destacar algunos códigos, dada la trascendental importancia que tienen en la vida diaria de los seres humanos. Los signos no verbales de las ciencias exactas –de la misma manera que los signos verbales de esta área–, como los de la matemática o la física, tienden a la universalidad, se entienden fácilmente por el grupo de individuos conocedores de esta ciencia o estas ciencias; pero los signos no verbales de las ciencias o las esferas sociales, del arte, de la cultura –de la misma manera que sucede con los signos verbales de las ciencias sociales y las humanidades– tienden a la confusión, a la ambigüedad, a veces no son entendidos acertadamente ni por los mismos especialistas del área. Esto es bastante frecuente en el tratamiento de los signos que se relacionan con los ámbitos sociales, humanísticos y artísticos y deportivos (Ruano y Makoviétsky, 1984).
Es por esto que ha sido necesario clasificar de manera práctica los tipos de signos, para que las personas no especializadas en el tema, pero que trabajan de una u otra manera los signos, verbales o no verbales, y sus implicaciones, puedan entender los problemas y matices sígnicos. La siguiente clasificación nos brinda un panorama funcional de los tipos de signos y códigos:
1. Sistemas de signos lógicos o códigos lógicos (Guiraud, 1994: 61-86; Aicher y Krampen, 1991: 14). Deben proporcionar una descripción, explicación y pronóstico racionales del entorno y una efectiva regularización de los modelos de comportamiento y operaciones, así como un aumento de la función lingüística.
Algunos ejemplos de sistema de signos al servicio de la comprensión del entorno son los procedentes del campo científico, pero también los pre-científicos –por ejemplo la astrología, la fisionomía, etc.–. Los sistemas de signos “prácticos” cuyo fin es la regularización de los modelos de comportamiento con las “señales” –en el sentido del lenguaje corriente–, las instrucciones para el manejo y los programas –por ejemplo, programas de computadoras, planos como programas de construcción y montaje, etc.–, así como los sistemas de signos que deben procurar un aumento del rendimiento de la lengua que ésta, por sí misma, no sería capaz de alcanzar. A estos sistemas pertenecen, por ejemplo, los códigos para la transmisión de lo hablado con independencia del tiempo y del espacio –escritura morse, alfabeto de las banderas, Braille–, traducciones de la lengua a otras modalidades sensoriales –en casos en que se carece de las capacidades sensoriales normales en el hombre: Braille, el lenguaje de los sordomudos con los dedos–, o los métodos auxiliares de la lengua como la gesticulación y la mímica.
Cuando hablamos de “signos lógicos” o “códigos lógicos” o “señales lógicas” o “señas lógicas” o “gestos lógicos”, etc., en la comunicación humana, tenemos que recordar que “la lógica” y “lo lógico” se consideran a partir de toda una serie de circunstancias socio-comunicativas, socio-lingüísticas, contextuales y espacio-temporales concretas de los grupos de usuarios de los signos, de los códigos, de las palabras, de las señales, de las señas, de los gestos, de los ademanes, etc…. De tal manera, así como una palabra puede tener muchos significados según los dialectos sociales, geográficos y profesionales, “según los contextos”, también los signos, los dibujos, las señales, los gestos, etc., tendrán muchos significados según sean los grupos de usuarios y sus contextos particulares. Veamos a continuación algunos signos empleados por delincuentes y por vagabundos y sus significados:
Nada tiene de excepcional la tendencia del Franquismo a la proliferación de símbolos y al levantamiento de monumentos y estatuas, ya que es común a la mayor parte de las dictaduras habidas y por haber. Dos cuestiones principales favorecen esta circunstancia: por un lado, la ausencia de legitimidad democrática, que impulsa la búsqueda de legitimidades alternativas de corte carismático y, como consecuencia de ello, la necesidad de ensalzar simbólicamente a los detentadores del poder; por otro, la falta de pluralismo, que, junto con la ausencia de crítica interna, fomenta el culto al líder y a lo que representa, tanto por él mismo como por los que le rodean. Hasta tal punto la representación escultórica de un dictador en un espacio público está cargada de simbolismo que, no pocas veces, el derribo de su estatua significa la caída del régimen al que representa. Por el contrario, la permanencia de los símbolos, monumentos, esculturas y demás lugares de memoria de una dictadura tras su desaparición puede ser entendida por diversos grupos sociales como claro ejemplo de la subsistencia de su ideario, memoria y valores. Para estos grupos, la continuidad de los símbolos se convertiría asimismo en signo de persistencia del régimen anterior, por haber logrado uno de los objetivos para el que fueron creados: perdurar. Independientemente del grado de acuerdo con este juicio, la ocupación del espacio público por símbolos políticos de una dictadura reciente convierte a éstos en memoria histórica viva, llamada al desencuentro y a la discordia. Cuando un régimen sucede a otro violentamente, por lo general, los símbolos políticos ubicados en el ámbito urbano son retirados de inmediato. La toma de una localidad por las fuerzas franquistas durante la Guerra Civil, por ejemplo, era seguida inmediatamente por la retirada de aquellos rótulos callejeros cuyos nombres recordaban a personajes o hechos relacionados con el régimen republicano. Incluso cuando el cambio no se produce de forma violenta, como ocurrió unos años antes con la llegada de la II República, los lugares de memoria, en este caso de memoria monárquica, pueden verse afectados. Sin embargo, cuando las dictaduras no caen estrepitosamente, sino que desaparecen fruto de un proceso de transición democrática, hay cuestiones delicadas, como las relacionadas con la memoria, que no sólo no son tratadas por ser necesario atender a otras prioridades (la configuración de un nuevo marco político e institucional), sino por evitar males mayores (la involución de los sectores más reacios a las reformas, la amenaza de un golpe de Estado o el enfrentamiento civil). No obstante, los problemas aplazados siguen sin estar resueltos y, tranquilizadas las convulsas aguas de la transición y de la consolidación democráticas, al cabo del tiempo vuelven a aflorar. La retirada de los símbolos puede aplazarse estratégicamente, e incluso es posible que en un primer momento, al iniciarse la transición, ni tan siquiera se plantee qué hacer con ellos, pero una vez desactivado el peligro involucionista y consolidado el nuevo sistema político, su presencia incómoda abrirá la discusión sobre lo adecuado o no de su permanencia. Su carga simbólica, su contradicción con el nuevo sistema y, especialmente, su encarnación de la memoria representada, a la que su presencia dota de lo que podemos denominar “razón histórica”, inevitablemente convoca a partidarios y detractores a un enfrentamiento más o menos definido. Precisamente, como he señalado al comienzo, la discusión (y las propuestas realizadas en torno a ella), por producirse la disputa en un terreno simbólico, suele ser poco moderada. Para sus defensores, la supervivencia de los símbolos será sinónimo de victoria; para los contrarios a su presencia, la retirada saldará las cuentas, eliminando con ellos un pasado y una memoria indeseables. En cualquier caso, cuatro son las cuestiones básicas que confluyen en el estudio de los símbolos políticos, y que, por tanto, son susceptibles de ser estudiadas en este o en cualquier otro caso: la representación simbólica del poder; las políticas públicas de implantación de símbolos y de creación de una memoria (en el caso que nos ocupa, tanto las del Franquismo como las llevadas a cabo durante la Transición); la formación de identidades políticas y los fenómenos de socialización política e ideologización ciudadana; y determinados procesos de movilización social (Sanz, 2006).
Para tratar estos temas, recomendamos la consulta de los siguientes materiales:
Ø Ikram Antaki. El manual del ciudadano contemporáneo.
Para considerar específicamente el comportamiento general de los mexicanos, al nivel general y al nivel empresarial, en comparación con el comportamiento de los estadounidenses promedio, recomendamos:
3. Sistemas de signos estéticos o códigos estéticos (Guiraud, 1994: 87-105; Aicher y Krampen, 1991: 14). Aquí me refiero más concretamente a las “expresiones propiamente artísticas”. Estos signos y códigos posibilitan la expresión subjetiva, las reacciones emotivas sobre el mundo, la naturaleza y los hombres. Este tema se trata generalmente en la semiología del arte o semiótica del arte. Resulta particularmente difícil determinar o aprehender los sistemas de signos estéticos. Estos sistemas de signos, estos códigos, se basan en definiciones de acuerdos convencionales –convenios–. Es necesario recordar que existen “simbolizaciones” que son casi individuales, afectando a los sentimientos de un círculo íntimo o reducido y que suponen un grado menor de acuerdo […] Por ejemplo, los códices o escrituras prehispánicos, y posthispánicos, se ubican en el ámbito de la escritura y el arte, en el ámbito de lo lingüístico y lo estético, en el ámbito de la escritura dibujada o pintada, en el ámbito de las pinturas-escrituras o textos pintados, y sus creadores han sido y son escritores pintores o pintores escritores […] Este tema lo analizaremos detalladamente a través del film o película TLACUILO […]
PROCESO DE COMUNICACIÓN
Modelo I
EMISOR ————————————————————-> RECEPTOR
C O N T E X T O DE S I T U A C I Ó N
Misma lengua
Mismo dialecto
Mismo código verbal
Mismo código gestual
Tema común
PROCESO DE COMUNICACIÓN
Modelo II
No misma lengua
No mismo dialecto
No mismo código verbal
No mismo código gestual
No tema común
Traducción
Interpretación
Reformulación[3]
Este modelo es muy común en situaciones de pluriculturalidad, bilingüismo, plurilingüismo, desajustes culturales y cognoscitivos profundos, en áreas de migrantes, desplazados, con protocolos y etiquetas diversos, idiomas y dialectos en conflicto, empresas multinacionales y multiétnicas, encuentros comunicacionales con grupos y personas con discapacidades discursivas y comunicativas variadas, etc.
SEMINARIO
Las actitudes mentales básicas y los lenguajes corporales y verbales en la sincronía interaccional
Estados Unidos de América
ruanofaxas@gmail.com
Todo depende de la manera en que podamos o queramos ver el mundo que nos rodea (Møller y Hegedahl, 1983: 83-92), de nuestros puntos de vista en los análisis que realizamos de las realidades propias y de las realidades ajenas: ¿desde qué parte del mundo, desde qué país, desde qué etnia, vemos “lo bueno” y “lo malo”, “al bueno” y “al malo”, al “violentador” y al “violentado”, al “invasor” y al “invadido” hoy y también a través de la historia?; ¿desde qué estrato social, cultural y económico damos nuestro parecer lingüístico y corporal –actitud–?; ¿cuál es el sexo del emisor y cuál es el sexo del receptor que intervienen en una “determinada comunicación de carácter polémico”?; ¿qué o cuáles son nuestros criterios acerca del “otro” o la “otra”, o el “otro-otra” u “otra-otro”, que vive y se comunica en nuestro mismo entorno?; ¿cuáles son las ideas (Antaki, 2001: 65-86) que condicionan nuestras experiencias y, por consiguiente, nuestras expresiones lingüísticas y corporales?
SEMINARIO
La comunicación de los latinos o hispanos en situaciones de globalización en Estados Unidos de América
Cómo se comunican los sumisos, los agresivos y los asertivos
ruanofaxas@gmail.com
Estados Unidos de América
A los hombres siempre les ha interesado el estudio del lenguaje corporal.[9] En nuestros días la Imagen Social, la Imagen Pública y la Imagología, desde una óptica multidisciplinaria, consideran el lenguaje corporal a los efectos de “proyectar una buena imagen para lograr tener seguridad en uno mismo y a partir de ella conseguir comunicar confianza para provocar la credibilidad en nuestra persona y en nuestros actos.”[10]
En la actualidad, en el estudio del lenguaje corporal, el aspecto que presenta el cuerpo en general, de hombres y mujeres, es un tema latente tanto al nivel de la cultura popular –con todos sus matices de creencias e imaginerías– como al nivel científico –al nivel de los estudios que están relacionados con la convivencia de los individuos en determinados espacios de socialización, ecosistémicos, geográficos, arquitectónicos, laborales y empresariales–, en especial debido a los diferentes enfoques que aparecen a la hora de hablar del mismo origen y evolución del hombre. Los lenguajes corporales de los hombres, de los grupos sociales humanos, están relacionados directamente con la tradición, con la cultura, con la herencia de los pueblos, con las particularidades del nacimiento y la evolución del mismo hombre y las religiones.
En condiciones normales, el cuerpo tiende a la libertad de movimientos según las situaciones en las que nos encontremos; pero es necesario destacar aquí que esa “libertad corporal” tiene sus inconvenientes, tiene sus limitaciones. Así como existen las limitaciones o restricciones en el uso de las palabras, también los movimientos corporales, los gestos y los ademanes tienen sus limitaciones, especialmente en las culturas atrasadas, en las culturas tabuizadas, en las culturas tercermundistas y cuartomunditas, en los grupos cerrados, en las áreas especializadas, en las sociedades con evidentes diferencias socioeconómicas, socioculturales, sociopolíticas y socioconfesionales, en las dictaduras –cualesquiera que sean éstas– y también debido al uso de los protocolos y las etiquetas. El movimiento corporal, los gestos, los ademanes, pueden ser un territorio peligroso en la comunicación. No olvidemos el dicho popular: “Un gesto dice más que mil palabras”, y si este gesto no es bien interpretado, entonces estamos en presencia de un posible problema (Ruano, 2001) […] Siempre han existido y siguen existiendo mil posibilidades para expresar, de cualquier forma, todo el maravilloso mundo del lenguaje corporal tabuizado, del tabú corporal http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/imagolog%C3%ADa-del-falo-pene-o-pinga-a/19j6x763f3uf8/153# , http://culo.interscope.com/ , http://www.youtube.com/watch?v=prrVS7IwbbQ&feature=player_embedded […] El libro CULO de Mazzucco
[…] La obesidad, el raquitismo, la bulimia, la anorexia, la ortorexia,[11] la estresorexia, la vigorexia y la dismorfobia también condicionan el lenguaje corporal (Ruano, 2001, en http://openlibrary.org/b/OL21783353M/El_lenguaje_corporal_humano._Un_enfoque_imagol%C3%B3gico_en_base_a_criterios_verbales_y_no_verbales ).
Para tratar el lenguaje corporal, tenemos que considerar los siguientes puntos:
Cómo se clasifica la comunicación no verbal de tipo corporal.
En tres grandes áreas:
Ø Comunicación no verbal pública: lo que dice nuestro cuerpo habitualmente en sociedad, en nuestras actividades diarias.
Ø Comunicación no verbal especializada o en el trabajo: lo que dice nuestro cuerpo en el trabajo o en cualquier otra actividad especializada, como el deporte y los juegos de mesa.
Ø Comunicación no verbal íntima o familiar: lo que dice nuestro cuerpo en las relaciones familiares, en las relaciones de pareja y en las relaciones sexuales.
2. Contacto visual (eye contact).
3. Postura o cinestesia (posture, human positions).
4. Ademanes o gestos (gesture). Los brazos y las manos en acción.
5. Piernas y pies (legs and feets).
6. Sincronía interaccional u orientación del cuerpo (synchronization, body orientation).
7. Boca (mouth).
8. Voz (voice).
9. Pelo (hair).
10. Ropa, adornos y joyería (clothing, jewellery).
11. Proxémica o distancia corporal o distancia física (proxemics).
12. Olfato y aromas (olfaction, smell).
13. Piel o nivel áctico o sentido del tacto o comunicación táctil o comunicación háptica (skin).
14. Tiempo (time).
15. Medio ambiente o lugar (environment, place).
16. Las relaciones sociales y la cortesía en público, en el trabajo y en la intimidad (social relation, social interaction, politeness).
17. Las formas de alimentarse como objeto de análisis en la comunicación no verbal (food, ways to eat).
1. CABEZA, CARA Y CUELLO.[13]
Estas partes del cuerpo pueden comunicar, entre otras cosas, lo siguiente:
UBICACIÓN DE LA CABEZA QUÉ SIGNIFICA
Ø Se lleva hacia adelante Atención, cariño, violencia
a donde se encuentra el
interlocutor Distracción, indiferencia
Ø Inclinada hacia adelante Miedo, rabia, inseguridad, sumisión
Ø Inclinada hacia atrás Resistencia, duda
Ø Inclinada hacia un lado Interés escéptico, incredulidad, vanidad
Cuando en la cara se combinan la forma de la boca y el ángulo de las cejas, entonces aparecen variados estados de ánimos y sentimientos. Veamos los siguientes ejemplos que nos dan Møller y Hegedahl (1983: 70):
Indicando:
1. Indiferencia.
2. Hostilidad, sarcasmo.
3. Felicidad.
4. Indignación.
5. Tristeza, malhumor, arrogancia.
6. Alegría, inocente, infantil.
7. Malestar, cansancio, apatía.
8. Contrariedad.
9. Falsa alegría; acuerdo con aquello que se ha dicho, pero de lo que no se puede o no se quiere hablar.
10. Desesperación, angustia.
11. Escepticismo, desconfianza.
12. Dolor sincero.
El cuerpo del hombre social no está desnudo, por lo que la vestimenta también “habla”, “expresa”, “dice”… En el cuello del hombre que usa traje, lo que más debe destacar es la corbata o moño –también llamado “bigote de gato” y “pajarita”–, anudada en cualquiera de sus cuatro formas habituales: four-in-hand, semi-Windsor, Windsor y el moño tradicional, y puesta en el cuello de una camisa con la talla adecuada, ni más grande ni más pequeña. El cuello de la camisa debe lucir impecablemente planchado, sin arrugas. Por ningún motivo deben aparecer a la vista ni cadenas ni escapularios por encima de esas corbatas y moños, por lo menos entre los grupos cultivados.
2. CONTACTO VISUAL.
Para el lenguaje corporal, las impresiones visuales son lo más importante dado que gracias al contacto visual se registran:
Ø Apariencia externa y física, ademanes, gestos, mímica.
Ø Temperamento, ritmo de movimiento de avance, capacidad de reacción.
Ø Manifestaciones emocionales.
Ø Utilización del espacio (Ruano, 2001).
3. POSTURA O CINESTESIA.
Las posturas corporales emiten señalas claras y señales dobles. Podemos decodificar las señales claras en la medida en que conozcamos mejor al emisor. Si el emisor de una señal es un extranjero, un desconocido, un advenedizo, cuya cultura o subcultura no conocemos bien, entonces tenemos que tener mucho cuidado, porque es posible que no sepamos decodificar bien sus señales corporales (Ruano, 2001).
4. ADEMANES O GESTOS. LOS BRAZOS Y LAS MANOS EN ACCIÓN.
Cuando hablamos de ademanes nos referimos en especial a los movimientos de los brazos y las manos al hablar. La facilidad o dificultad que se tiene para usar los gestos, para expresarlos libremente o refrenarlos en algún momento, está relacionado directamente con la personalidad, con la nacionalidad, con la pertenencia deliberada y consciente o encubierta a un grupo social u otro. El hombre instruido, culto, globalizado, tiene que tener mucha precaución y tacto a la hora de interpretar los significados de los gestos, de los ademanes. Cuando estamos conversando, dialogando, cuando vemos a las personas, cuando hablamos, no es difícil interpretar los ademanes y gestos, especialmente si conocemos la cultura de los individuos con los que interactuamos. El problema radica, o puede radicar, en cuando tratamos con la literatura escrita, con los textos escritos, porque ahí tenemos que hacer consideraciones mímico-gestuales que pueden estar fuera de nuestras posibilidades culturales, de nuestras experiencias, de nuestro marco de referencia inmediato. Imaginemos estar frente a un cuento o una novela, por ejemplo, de un escritor árabe, chino, tailandés, maya, zapoteco, kirguizio, etc., y que tengamos que recrear en nuestra mente movimientos y gestos de esas culturas. ¿Fácil con nuestra mentalidad occidental? Recordemos que las particularidades socioconfesionales o religiosas, las herencias culturales, las particularidades políticas de un grupo social, el folclor, la música y el baile, condicionan los gestos (Ruano, 2001).
Los gestos tienen muchas clasificaciones:
Ø Gestos expansivos: movimientos amplios, proyectados hacia adelante.
A través de los tiempos, y con los cambios en las modas, las piernas y los pies han transmitido señales diferentes. Hoy unas piernas largas y delgadas en la mujer son signos de belleza y elegancia, inclusive para grupos raciales que debido a sus características genéticas nunca podrán portarlas. Debido al clima, especialmente cuando hace calor, muchas personas –especialmente las mujeres– olvidan las señales que pueden enviar las piernas, como, por ejemplo:
UBICACIÓN DE LAS PIERNAS QUÉ SIGNIFICA
Piernas muy abiertas Arrogancia, imposición
Piernas poco abiertas Seguridad, corrección, educación
Muy juntas Tensión, miedo, nerviosismo
Sentados y poco abiertas Control de sí mismo, relajamiento
Sentados y muy abiertas Mucha concentración
Sentados y juntas Tensión, temor
Sentados y cruzadas Comodidad, pero también inseguridad
Mujeres y hombres deben cuidar mucho todo lo relacionado con medias, calcetines y zapatos y su limpieza (Ruano, 2001; Kalil, 2001: 132-147).
6. SINCRONÍA INTERACCIONAL U ORIENTACIÓN DEL CUERPO.
La sincronía interaccional: http://knol.google.com/k/por-qu%C3%A9-la-gente-no-se-acepta-y-se-rechaza-con-tanta-frecuencia-y-si-se-acepta#edit , se da en el encuentro entre personas o, lo que es lo mismo, una reunión de dos o más individuos que entran en interacción y en donde se supone que habrá una relación interaccional y, posiblemente, una sincronía interaccional.
En una conversación los ritmos sociales son muy importantes. Se ha comprobado que salvo raras excepciones –como cuando el receptor tiene un dominio bastante completo de sus movimientos corporales o por situaciones de trastornos de conducta–, el que escucha también se mueve al compás del relato del que habla, lo que se ha llamado sincronía interaccional (Davis, 1995: 133-163).
Todos los encuentros sociales presentan sus dificultades, sus requisitos o exigencias. La conciencia de grupo, de clase, de rango, la jerarquía,[14] es decir, el deseo de suprimir los desacuerdos por todos los medios y adaptarse al punto de vista del líder, siempre está presente en la sincronía interaccional. A la hora de tratar la sincronía interaccional u orientación del cuerpo tenemos que recordar que en los actos comunicativos existen ciertas particularidades relevantes. Unas están relacionadas con condiciones físicas y, otras, con condiciones sociolingüísticas. Las condiciones físicas que afectan la sincronía interaccional u orientación del cuerpo son:
Ø Temperatura.
Ø Ventilación.
Ø Humedad.
Ø Grado probable de atención de diferentes auditorios.
Las condiciones sociolingüísticas que se relacionan con la sincronía interaccional son múltiples. Una de esas condiciones tiene que ver con la pertenencia o no del hablante a un grupo sociolingüístico determinado, es decir, si el emisor porta o no signos verbales y no verbales que lo identifican o no lo identifican, parcial o totalmente, con el receptor o los receptores de la comunicación (Hudson, 1982: 180-193). Otra particularidad se concatena con la categoría o subcategoría de los participantes en la interacción:
Ø Personas de la misma categoría: hermanos, hermanas, amigos, colegas, presos, discapacitados (Dimitrius y Mazzarella, 1999: 270-272), compañeros de viaje, enfermos con un mismo mal, etc.
Además, los papeles que se desempeñan en la interacción también están condicionados por la naturaleza de la comunicación. En la comunicación verbal, el discurso se puede clasificar en conversaciones cotidianas, dadas en contextos informales, por iguales, como es el caso del acto comunicativo entre los pasajeros de un medio de transporte. Pero existen comunicaciones más específicas, que adquieren otros matices, y que son planeadas, que se producen en un lugar y un tiempo determinados, en donde generalmente se explicitan el tema y la función de la conversación, y en donde hay participantes que por su función/rol/cualidades profesionales tienen el derecho o el deber de establecer el objeto de la conversación, ponerle término, estimular determinados actos del habla, inducir a ciertos gestos, etc. Algunas de estas comunicaciones “especiales” son las siguientes:
Existen, además, conversaciones públicas y privadas; abiertas –puede haber testigos– y cerradas –sin testigos.
El estar familiarizado o no con el tema que se aborda en la comunicación es también muy importante, porque esto permitirá que se produzca un contacto ocular más sostenido y gestos más frecuentes y pronunciados (Birdwhistell, 1979).
Queda claro, en resumidas cuentas, que las características sociolingüísticas generales y elementales de los usuarios de los discursos son claves relevantes para que se pueda producir una adecuada sincronía interaccional. Nos referimos aquí a cuestiones como: 1. capacidad verbal, 2. buena dicción –según sea el dialecto o norma lingüística–, 3. vocabulario adecuado, 4. educación corporal, etc.
La capacidad de escuchar y las diferentes técnicas de escucha también deciden la sincronía interaccional. Escuchar no es oír. Oír es una actividad pasiva y escuchar es algo activo. Cuando ejercemos control sobre lo que oímos, no estamos simplemente oyendo, sino escuchando activamente.
7. BOCA.
La boca emite el juicio y simboliza la palabra (Flusser, 1994: 41-47).
¿Qué nos dice la boca?
Ø Labios. Los labios de mujeres y hombres siempre han sido una poderosa región erótica, y desde tempranas épocas la pintura labial se ha empleado para resaltar esta área. El grosor y la carnosidad labial, que son signos de sexualidad, se logran a través de la pintura labial y la cirugía cosmética.
Ø Dientes. La imagen bucal, el cuidado de los dientes y el aseo bucal en general distinguen a las culturas civilizadas y desarrolladas de las culturas atrasadas y tercermundistas.
Ø La onicofagia es el hábito de comer, masticar o roer uñas, que generalmente son las de las manos, pero también pueden ser las de los pies, y que generalmente son las propias, pero también pueden ser las de los demás, en especial en situaciones de intimidad afectiva y sexual. Muchas personas se muerden, mastican o comen las uñas en la intimidad, cuando están solos, pero la mayoría de los onicófagos hacen –o tienden a hacer– este acto antisocial, enfermizo y traumático en sociedad, mostrando así ante los demás su estado de desasosiego, nerviosismo, estrés u ociosidad. Las personas afectadas por la inactividad, por el hambre, por el estrés, por el miedo y por síndromes relacionados con desórdenes mentales, sociopáticos y psicopáticos, tienden a la onicofagia. Esta afectación es más común en los hombres que en las mujeres. Esta manía de comerse las uñas tiene muchas más afectaciones –tanto para el mismo cuerpo como para la imagen social o pública– que lo que habitualmente imaginamos.
Ø Sonrisa, que puede ser de dos tipos:
· Social.
· Espontánea o duchenne.[15]
Ø Bostezo. El bostezo es una respuesta natural a la fatiga y el cansancio, pero en nuestras sociedades, erróneamente, se considera una falta de cortesía y respeto.
Ø Aliento. Su cuidado es decisivo para la imagen personal y las relaciones interpersonales. E mal aliento, halitosis, fetor ex ore o fetor oris es un factor que afecta decidida y grandemente las relaciones sociales, laborales y, peor aún, las sexuales. La imagen de una persona con mal aliento es totalmente negativa.
Ø Beso. Los besos pueden ser de diversos tipos. Existen culturas afectivas, que al saludarse muestran su cariño y respeto a través de los besos; pero en otras culturas no existe esta costumbre y puede ser tomado de manera no grata (Morris, 1994: 119-125). Es en extremo grato la relación afectiva y la cercanía espitirual que se establecen a través de los besos, en cualquiera de sus formas o madalidades o estilos; pero sabemos que en situaciones de ciertas epidemias e infecciones masificadas los besos pueden ser de alto riesgo.
Ø El acto de fumar. Fumar es una de las tantas tradiciones; pero también es un hábito que se relaciona con situaciones sicológicas especiales, con la “succión no nutritiva” y los llamados “pezones ciegos” (Morris, 1994: 180-183). La historia del tabaco y el acto de fumar está estrechamente ligada a la historia de la Conquista, a la historia de América,[16] a la historia de las religiones, de la Inquisición, de la brujería, de la santería, a la historia de los más exclusivos, exquisitos y elevados protocolos y etiquetas del mundo entero…:
Una de las plantas estimulantes que más importancia tiene en el mundo actual es el tabaco, otra solanácea del género Nicotiana, nombre dado por Linneo en honor del embajador francés en Portugal, Jean Nicot, quien introdujo el tabaco en Francia, para unos en 1560 y para otros en 1579. Si bien es cierto que existen varias especies del género utilizadas como fumatorio y masticatorio, solamente dos se difundieron en el resto del mundo: Nicotiana rustica y Nicotiana tabacum. La primera especie fue la enviada por Francisco Hernández al rey Felipe II en 1558, alabando sus virtudes medicinales. En el siglo XVI también alcanzó Europa la otra especie, es decir Nicotiana Tabacum, la de cultivo más común en todo el mundo […]
La práctica de fumar se inició entre los aborígenes americanos, quienes también inhalaban el humo despendido de las hojas quemadas, o masticándolo. En Europa se empezó a fumar hacia 1586; era consumido en forma de rapé por los franceses y en pipa por los ingleses (Martínez, 1988: 49).
Todos conocemos las estrictas restricciones acerca de fumar y las actitudes cada vez más hostiles contra los fumadores, más los daños que ocasiona este hábito a la salud de los fumadores activos y los fumadores pasivos –incluyendo al feto–: “El consumo del tabaco, planta estimulante de origen americano, está sólidamente arraigado entre los usos y costumbres sociales de muchos países que desconocían sus propiedades hace solamente cuatro siglos” (Martínez, 1988: 46). No obstante, es muy frecuente que en determinadas ocasiones, especialmente las grandes ocasiones, según las esferas sociales y sus tradiciones y protocolos, los hombres y algunas mujeres fumen puros, lo que se considera entre muchos grupos un signo de distinción, de elegancia, de poder, de bonanza y de buena imagen. En estos casos, recomendamos consultar las normas de la etiqueta del fumador de puro, porque es evidente que la mayoría de las personas que fuman puros en sociedad en muchos lugares, y en este caso concreto en el Distrito Federal, no conocen en parte o en lo absoluto esta exquisita tradición y sus rigores. En lo tocante a la etiqueta del fumador de puros, de la misma manera que para cualquier otro fumador de cigarros, es necesario tener en cuenta que no en todos los países y culturas está bien visto o es de buen gusto el encender el cigarrillo o puro al otro o la otra: vecino o invitado, funcionario o nuevo colega, asistente al evento o transeúnte, salvo ciertas circunstancias como cuando un mesero o sirviente se acerca para prender o encender tu cigarro, puro o tabaco. En algunos lugares, esto puede ser visto como una invasión a la privacidad y al espacio personal, como una violación al protocolo personal del acto de fumar, puede ser visto como una ofensa o un desconocimiento del acto de fumar, especialmente si lo que se va a fumar es un puro y más concretamente un excelente puro. De aquí que recomendemos que tanto funcionarios como ejecutivos, que constantemente están en estrecha relación con otros grupos culturales, se asesoren de manera correcta al respecto.
“Tabaco” es palabra que proviene del árabe tubāqe. Los mejores tabacos o puros del mundo son los de Cuba, y también los de Indonesia y la República Dominicana. En Cuba, por su tamaño y grosor, generalmente se les conoce por once nombres. Si usted quiere impactar, hacerse notar, en una reunión social, lleve un Cohíba, que los que conocen de puros le envidiarán. Si es hombre, puede llevar un “Espléndido”, un “Corona Especial”, un “Siglo V”, etc.; si es mujer, éstos no le quedan; en este caso para usted es mejor un “Panetela” o un “Exquisito””; son de más caché entre las mujeres. Los puros cubanos han alcanzado en el mercado internacional el precio de 400 y 500 dólares por unidad, cada puro. ¿¡Por qué será!?
Los puros también están relacionados con la historia del smoking.[18] En Inglaterra aparece en el siglo XIX esta prenda exclusivamente para ir a los clubes de billar y fumar puros.
8. VOZ.
Llamamos voz al sonido producido en la laringe por la salida del aire –espiración– que, al atravesar las cuerdas vocales, las hace vibrar. Desde hace mucho tiempo se sabe que la “calidad” de la voz del hablante es muy importante, debido a que a través de esta calidad los individuos evalúan la personalidad del que habla. Los sujetos hacen identificaciones a partir de ciertas características de la voz, de aquí que en las sociedades occidentales existan ciertos prejuicios en torno a las voces “buenas” y “malas”. Es verdad que muchas condiciones de la voz son anatómicas, pero otras responden a ciertos ajustes musculares del conducto vocal, adquiridos por imitación social y mantenidos después como hábitos inconscientes. Estos acondicionamientos adquiridos, que son reflejos de las clases sociales, son tomados como “buenos” o “malos” por los grupos, de ahí que las personas sean evaluadas de una u otra forma por la comunidad, lo que afecta su ascenso social, su participación en determinados grupos, su posibilidad para alcanzar determinados puestos laborales y, en fin, su éxito social o no. Existen pistas vocálicas que ayudan mucho a descifrar los mensajes corporales. Así, por ejemplo, hay que tomar en cuenta: voz alta, voz baja, expresión rápida, expresión lenta, vacilaciones, tono, entonación y énfasis, acentos, murmullos, voz ronca, voz entrecortada, voz quejumbrosa, voz afectada y voz monótona e indiferente (Ruano, 2001).
Cuando consideramos la voz, tenemos que tomar en cuenta que existen pistas vocálicas que ayudan mucho a descifrar los mensajes corporales, entre otras cosas. Así, por ejemplo, se considera:
9. PELO.
Cuando hablamos de “pelo” o “pelos” nos referimos también al largo del pelo, a la textura del pelo, a la forma del pelo, al color del pelo y al peinado.[19] El pelo, tanto de los animales como de los humanos, siempre ha sido motivo de reflexión, de investigación, de gustos, de selección. Cuando Cristóbal Colón llegó al Nuevo Mundo y vio a los indígenas “[…] se dedicó a examinarlos con verdadero espíritu descubridor. Les pasó las manos por el pelo, que concluyó era como crines de caballo […] Pero no menos sorprendidos quedaron los indios de ver a los españoles y se empeñaron en tocarles las barbas […]”.[20] Los animales y los seres humanos, al tocarse, al palparse, consideran siempre el pelo, su existencia o ausencia, sus particularidades y su función biológica y estética; es un mecanismo de mutuo descubrimiento en las relaciones animales y sociales humanas.
El pelo siempre ha sido motivo de preocupación para todos los animales. En el caso de los seres humanos, desde la antigüedad, se ha considerado expresión de belleza, poder, fuerza y energía del cuerpo. El pelo puede revelar muchos secretos del cuerpo y la personalidad (Dimitrius y Mazzarella, 1999: 77-84; Ruano, 2001).
10. ROPA, ADORNOS Y JOYERÍA.
La ropa, los adornos y la joyería son rasgos diferenciales que nos hablan acerca de la filiación de quien los porta. Este tema es muy importante, en especial con respecto a la moda, una industria multimillonaria que en nuestros días se relaciona con la “producción ética” y con la “producción no ética”, en dependencia del respeto que se tenga o que no se tenga a los que confeccionan los productos –especialmente niños que trabajan en situación de esclavitud en los países tercermundistas y cuartomundistas– y al cuidado del medio ambiente. Estos tres aspectos: ropa, adornos y joyería, reflejan las diferentes formas en que la sociedad considera al individuo, así como la forma en que cada individuo se ve a sí mismo. La ropa que vestimos, el estar vestido, o el carecer de ciertas partes del vestuario, trasmite mucha información sobre nosotros, nuestra identidad o “identidades” y aspiraciones (Ruano, 2001).
11. DISTANCIA CORPORAL, DISTANCIA FÍSICA O PROXÉMICA.
Cuando los individuos entran en contacto comienzan a observarse, consciente o inconscientemente, y empiezan a tener reacciones provocadas por el respeto o la invasión de sus espacios y por el hecho de ser tocados. “Proxémica es el estudio de todos aquellos aspectos de la CNV –comunicación no verbal– que se refieren a la distancia o proximidad física que existe entre las personas que están manteniendo una comunicación” (Ellis y McClintock, 1993: 71).
Las convenciones sobre el contacto, la cercanía o la lejanía, tienen que ver con la historia, con los espacios, con las culturas, con los grupos, con las profesiones, con las relaciones íntimas y también, al parecer y según algunos investigadores, con la pobreza (Fast, 1999: 171-172). Para la cultura occidental se han establecido ciertas distancias –relativas, por supuesto– en las relaciones entre individuos:
Ø Distancia íntima. Muy cerca, hay contacto corporal; lo más lejos está entre los 20 y 60 cm.
12. OLFATO Y AROMAS.
“El sentido menos considerado, el más injustamente ninguneado, el elemento ambiental del que muy pocos se acuerdan al estar diseñando sus escenarios, resulta que es uno de los más importantes: el olfato” (Gordoa, 2002: 254). El ser humano promedio puede reconocer hasta 10000 olores. Ciertas investigaciones indican la existencia de siete olores primarios:
Ø Acre o avinagrado.
En ocasiones se habla del olor del amor para referirnos a las feromonas, que son señales químicas utilizadas como sistema de comunicación (Davis, 1995: 164-165; Ostrosky-Solís, 2000: 180-197).
El olfato también condiciona el comportamiento de los seres humanos a través de la aromaterapia[21] y la aloterapia, que es un tratamiento que ha desarrolla la biotecnología. Mediante ciertas técnicas de aloterapia, el individuo puede reducir sus impulsos o deseos de consumir comida y de esta manera llevar una dieta natural.
Al hombre siempre le ha interesado la relación medio ambiente-olores. Existen culturas muy sensibles a determinados olores, en especial a los olores relacionados con el cuerpo. Es por eso que encontramos un sinfín de odorizantes ambientales que persiguen eliminar estos olores corporales, en especial en áreas cerradas. Con estos odorizantes tenemos que tener cuidado, debido a que a veces pretendiendo crear un ambiente grato lo que hacemos es todo lo contrario. Existen muchos odorizantes que en ambientes cerrados, donde no circula el aire, se convierten en olores muy fuertes y desagradables. Me refiero especialmente a algunos productos de limpieza y a ciertos tipos de incienso, que en lo absoluto son recomendables. Creo que es mejor consultar a expertos o preguntarle a los miembros del grupo, a los trabajadores de la oficina o empresa, qué creen acerca de tal o más cual odorizante.
En las empresas pluriculturales recomendamos no hablar muy cerca con las demás personas, respetar el espacio del otro, no respirar en la cara del otro y cuidar la transpiración, los cosméticos y los perfumes que usamos, en especial en áreas cerradas.
13. TACTO, SENTIDO DEL TACTO O PIEL.
El tacto es uno de los cinco sentidos de los seres humanos y de otros animales. A través del tacto el cuerpo percibe el contacto con las distintas sustancias y objetos. El tacto es el menos especializado de los cinco sentidos, pero a base de usarlo se puede aumentar su agudeza; los ciegos, por ejemplo, tienen un sentido táctil muy delicado que les permite leer las letras del sistema Braille. En la cultura occidental, en nuestra cultura, hace mucho tiempo ya que una piel suave, limpia y sana tiene gran importancia social y sexual. Las arrugas, la suciedad y las enfermedades de la piel han sido siempre antieróticas. Por otro lado, recordemos que en muchas culturas la epidermis deliberadamente marcada o tatuada, el tatuaje y otras alteraciones, tiene un significado totalmente contrario a lo que acabamos de decir y, según algunos especialistas, contribuye a la función de liderazgo y atracción sexual (Dimitrius y Mazzarella, 1999: 335-336). La depilación, por ejemplo, tiene miles de años. La practicaron muchas tribus primitivas, los griegos clásicos, los árabes… Con la piel se relaciona todo aquello que se percibe al tocar, el tacto y el sudor.
14. TIEMPO.
El tiempo que empleamos en nuestras relaciones públicas, laborales e íntimas es muy importante:
Sabemos hasta qué punto es sabiamente dosificado hasta por el más insignificante empleaducho, que se consideraría desposeído si no impusiera al visitante una espera de acuerdo a su rango y a su propia importancia. Ese tiempo es también puramente convencional y puede adquirir proporciones considerables en ciertas culturas y en ciertas situaciones […] El espacio y el tiempo desempeñan también un papel significativo en las ceremonias, los cortejos, los banquetes (Guiraud, 1994: 116).
El tiempo ha sido señalado como uno de los factores causantes de conflicto en las relaciones empresariales y gerenciales entre mexicanos y estadounidenses (Ruano, 2001; Kras, 1990: 73).
15. MEDIO AMBIENTE O LUGAR.
16. LAS RELACIONES SOCIALES Y LA CORTESÍA EN PÚBLICO, EN EL TRABAJO Y EN LA INTIMIDAD.
El modo en que utilice una persona los tratamientos puede revelar su origen geográfico, experiencia y educación […] Los tratamientos también se pueden utilizar con ironía o para demostrar respeto, o se pueden ignorar a propósito […] Para saber si el uso de un tratamiento refleja el origen cultural, respeto o algún otro estado de ánimo puedes preguntar: «¿Trata esa persona a todo el mundo del mismo modo?» (Dimitrius y Mazzarella, 1999: 207-208).
Los comportamientos sociales están marcados por las normas, en muchos casos rigurosas, que imponen las sociedades y los grupos en cada momento histórico concreto de la evolución de la humanidad:
Aprender a comportarse de acuerdo con las normas que marca nuestra sociedad –ello no significa seguirlas: incluso para romper las reglas es necesario conocerlas de antemano– es uno de los objetivos del aprendizaje de la socialización. Como resultado, contamos con un cierto conocimiento sobre los patrones que rigen la cortesía, y sabemos distinguir cuándo un acto es cortés y cuándo no. De otro lado, dentro de una comunicación presidida por algún tipo de principio general de cooperación, el uso del lenguaje [cualquiera que sea éste] tiende a mantener el equilibrio entre las diferentes posiciones sociales que se relacionan en el discurso […] La cortesía puede entenderse […] por el conjunto de normas sociales, establecidas por cada sociedad, que regulan el comportamiento adecuado de sus miembros, prohibiendo algunas formas de conducta y favoreciendo otras: lo que se ajusta a las normas se considera cortés, y lo que no se ajusta es sancionado como descortés. Esta cortesía se ha interpretado como un mecanismo de salvaguardia que establecen todas las sociedades para que la agresividad de sus miembros no se vuelva contra ellos mismos […] es esperable que lo que puede ser cortés en una sociedad, sea descortés en otra. De hecho, contamos con ejemplos bien elocuentes de esta diversidad (Escandell, 1996: 136-138).
Queda claro así, entonces, que convivir en sociedad es todo un arte, un arte que conviene cultivar al ciudadano común, pero en especial a quien pretenda considerarse un “ciudadano global”. Para ese ciudadano global, la convivencia social no se limita exclusivamente a tener una “buena imagen física pública”, o una “supuestamente buena imagen física pública”, unas “buenas relaciones públicas según los parámetros occidentales” o unas “malas relaciones públicas según los parámetros occidentales”. El ciudadano moderno tiene que estar consciente de los problemas y las leyes que afectan y regulan su entorno. El hombre y la mujer modernos, de nuestros tiempos, son personas que en su socialización habitual o especializada no solamente “hablan”, sino que también “dicen con su imagen pública”, con sus “gestos”, con sus “hábitos”, con sus “cortesía y etiqueta”, quiénes son, de qué núcleo familiar proceden, cuáles son sus estratos sociocultural y socioeconómico; pero además también “hablan” de “una empresa”, de “un grupo”, de “un país”, de “una nacionalidad”:
El arte de las relaciones es, en gran medida, la habilidad de manejar las emociones de los demás [y, para esto, se supone que son necesarias ciertas estrategias elementales] que rodean la popularidad, el liderazgo y la eficacia interpersonal. Las personas que se destacan en estas habilidades se desempeñan bien en cualquier cosa que dependa de la interacción serena con los demás; son estrellas sociales (Goleman, 2001: 64-65).
El lenguaje corporal, de la misma manera que el lenguaje verbal, refleja la cortesía, y ésta, a su vez, está ligada total y absolutamente a la imagen pública:
Se parte, pues, de la idea de que todos los individuos tienen su imagen pública, que todos quieren mantenerla a salvo, y que el buen funcionamiento de las relaciones sociales exige el mantener a salvo la de los demás. Ahora bien […] hay varios tipos de acciones que crean conflictos de intereses y que, por tanto, ponen en peligro la imagen pública, bien de uno mismo, bien del interlocutor: se trata de acciones que amenazan la imagen pública (face-threatening acts). En estos casos –y a no ser que se desee realmente amenazarla–, lo normal es que el emisor trate de suavizar la potencial amenaza: para ello, es necesaria la cortesía.
El nivel de cortesía que debe emplearse depende de tres factores:
Ø Poder relativo (P) del destinatario con respecto al emisor, y que constituye la dimensión vertical de la relación social.
Todos ellos son de naturaleza social, porque incluso el último depende de la consideración que cada tipo de acto reciba en cada cultura. El riesgo potencial que entraña una determinada acción que amenaza la imagen pública (AAIP) se calcula sumando los valores de estos factores (Escandell, 1996: 149; Ruano, 2001):
Riesgo (AAIP) X = (D + P + G) X
Una sociedad es un conglomerado de individuos reunidos en vistas de una acción común. Todos tienen allí su lugar y su función, todos se definen por medio de las relaciones […] Es indispensable que esas relaciones sean reconocidas e identificadas […] Cuando, por otra parte, los individuos se reúnen en vistas de alguna acción común, sus relaciones deben ser significadas: el que dirige y el que obedece, el que da y el que recibe, el que invita y el que visita, etc. […] Vestimentas, alimentos, gestos, distancias, etc., son signos que participan en proporciones y modalidades diversas, en la formación de los diferentes tipos de comunicación social […] El alimento es también uno de los modos importantes de la identificación del grupo y de la cortesía. Con frecuencia está rodeado de tabúes. Su preparación y el servicio de mesa están regidos por un sistema de convenciones constrictivas. En ciertos medios, rechazar un aperitivo significa un insulto particularmente agraviante (Guiraud, 1994).
Los alimentos también van acompañados de las formas y hábitos tradicionales que cada cultura emplea antes, durante y después de su consumo. ¿Quién no recuerda, por ejemplo, las agradables siestas que tomábamos “hace ya mucho tiempo” después de la comida –o almuerzo, para otras culturas–, con su función restauradora e importante para la digestión, para la salud y el rendimiento laboral? La “modernidad” ya no nos permite, a algunos, este disfrute.
El momento ideal para comprobar la carga de cortesía que portan los grupos sociales y las personas en particular es ese periodo durante el cual se come y se bebe, la alimentación, la mesa: “En la actualidad, la comida y la bebida son objeto de estudio de diversas disciplinas antropológicas o conexas y de otras especialidades, pero siempre ha habido testimonios sobre el tema, aun acerca de la gastronomía, tanto entre los historiadores y filósofos, como entre los poetas y escritores, así como entre los gourmets en general.”[22] Todas estas reflexiones acerca del comer y el beber también condicionaron estos actos a través de los protocolos, de las normas, de las etiquetas. El mexicano Alfonso Reyes decía que la línea más dinámica de una cultura es la cocina, y México se encuentra entre las tres gastronomías más importantes de todo el mundo, al lado de la francesa y la china:
Junto con la transición entre comer para satisfacer una necesidad y hacerlo para disfrutar de ciertos alimentos, se fueron desarrollando empíricamente diversas técnicas, recetas y patrones de comportamiento relacionados con la alimentación, los cuales se han transmitido […] de generación en generación, creándose paulatinamente tradiciones culinarias en cada etnia, en cada región y en cada país [en cada continente, en cada agrupación de países].
Por otra parte, la alimentación y otros aspectos relacionados con ella, asumieron una significación simbólica y se fueron vinculando integral y funcionalmente con la religión, con la economía y con la organización social y política (Gourou, 1984: 129-136; http://openlibrary.org/b/OL23663350M/Las_formas_de_alimentarse_como_objeto_de_an%C3%A1lisis_en_la_comunicaci%C3%B3n_no_verbal__imagolog%C3%ADa_gastron%C3%B3mica__paisolog%C3%ADa_gastron%C3%B3mica__protocolos_gastron%C3%B3micos__etiquetas_gastron%C3%B3micas__gastronom%C3%ADa_mexicana ).
No podemos olvidar que todos los grupos sociales han tenido y tienen en la actualidad sus creencias especiales acerca de lo bueno y lo malo en cuestiones de comidas y bebidas, y no solamente con respecto al organismo y la salud, sino también, y más especialmente, con respecto a la religión y los tabúes socioconfesionales, la vida y la muerte.
CONCLUSIONES
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http://openlibrary.org/a/OL6500100A/Ruano-Faxas%2C-Fernando-Antonio-y-Paulina-Rend%C3%B3n-Aguilar
[1] Alfonso Serrano Simarro y Álvaro Pascual Chinel (2003). Diccionario de símbolos. México, Diana; Miranda Bruce-Mitford (1997). Signos y símbolos. México, Diana; Otl Aicher y Martin Krampen (1991). Sistemas de signos en la comunicación visual. México, Gustavo Gili; Adrian Frutiger (1985). Signos, símbolos, marcas, señales. Barcelona, Gustavo Gili.
[2] Según Aicher y Krampen.
[3] Reformulación. Para tratar más detalladamente la reformulación, véase mi libro ¿Por qué las personas a veces no se entienden bien? Las cosas que hacen que la comunicación verbal y la comunicación no verbal sean un problema, con 316 páginas, disponible a través de http://openlibrary.org/b/OL23665469M/%C2%BFPor_qu%C3%A9_las_personas_a_veces_no_se_entienden_bien__Las_cosas_que_hacen_que_la_comunicaci%C3%B3n_verbal_y_la_comunicaci%C3%B3n_no_verbal_sean_un_problema?-Las-cosas-que-hacen-que-la-comunicaci%C3%B3n-verbal-y-la-comunicaci%C3%B3n-no-verbal-sean-un-problema . Reformular es expresar o decir lo mismo pero con otros recursos lingüísticos, con otros recursos gestuales, con otros recursos verbo-corporales; decir lo mismo pero con otras palabras, con otros gestos, con otros movimientos corporales, con el objetivo de garantizar la comprensión o dar un toque estilístico diferente o expresar ciertos estados de ánimo y emociones. Para considerar más detalladamente el modelo del proceso traductivo, recomendamos: Liudmila Chernávina y Fernando Ruano, 1987b, op. cit., y para tratar detalladamente la reformulación y su relación con la filología y la lingüística: Fernando Antonio Ruano Faxas (2004a). “La reformulación y su relación con la dialectología y la traductología”, en Diplomado en Traducción. Sociolingüística y Textología aplicadas a la Traducción. México, Universidad Iberoamericana-Educación Continua, disponible a través de http://openlibrary.org/b/OL22662021M/Socioling%C3%BC%C3%ADstica_y_textolog%C3%ADa_aplicadas_a_la_traducci%C3%B3n . La reformulación verbal y la reformulación gestual en los discursos religiosos pueden ser tratadas en mi libro La traducción y la interpretación de la Biblia. Una disquisición filológico-lingüística, disponible a través de http://openlibrary.org/b/OL23576608M/La_traducci%C3%B3n_y_la_interpretaci%C3%B3n_de_la_Biblia._Una_disquisici%C3%B3n_filol%C3%B3gico-ling%C3%BC%C3%ADstica .
[4] También podemos decir que paralenguajes son todas aquellas cualidades características de la persona, que acompañan a la voz en la expresión de un mensaje. Paralenguajes importantes son la gestualidad, el tono –entonación baja y alta–, la pauta –la frecuencia y la regularidad del sonido, por ejemplo una emisión lenta y vacilante comparada con un discurso rápido y exaltado, el timbre –tono y calidad del sonido, desde la voz cascada hasta la sonoridad plena–, el volumen –la intensidad del sonido, desde el susurro hasta el grito de alarido.
[5] Al respecto, pueden consultarse: Paul Ekman y Wallace Friesen (1975). Unmasking the Face. U. S. A.., Prentice Hall, y Daniel Goleman (2001: 141-146). Las reglas de demostración tienen que ver con los criterios de aceptación o rechazo que tienen los grupos sociales con respecto a cuáles sentimientos pueden mostrarse ante las demás personas y cuáles no y en qué contextos de situación. Estas reglas son, generalmente: 1. Minimizar las muestras de emoción: un ejemplo es la norma japonesa; 2. Exagerar las muestras de emoción: lo que hace el niño cuando corre hacia sus padres o su maestra, contorsionando la cara, con el ceño fruncido, los labios temblorosos, y le dice que su hermano u otro niño lo está amenazando; 3. Reemplazar un sentimiento por otro: en algunas culturas, como por ejemplo algunos lugares de Asia o México, es descortés decir “no”; es por eso que se dice “sí” o se hacen promesas que se sabe, que es evidente, que no se pueden cumplir. En estos casos todo el cuerpo adopta la “postura” del sí, del positivo, del se puede. Estas promesas verbales y no verbales falsas traen muchas complicaciones en el encuentro entre culturas diferentes, y, especialmente, entre culturas desarrolladas, en donde sí existe “el sí verbal y el sí corporal” y “el no verbal y el no corporal”.
[6] Ocho de cada diez mexicanos desconfían de los demás mexicanos, según datos de febrero de 2003. Imaginemos entonces cómo se da esta relación con los extranjeros. Para considerar los por cientos de confianza y desconfianza de los mexicanos en los ámbitos político, económico y social, recomiendo consultar: Secretaría de Gobernación. Dirección de Desarrollo Político. Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas (ENCUP 2001).
[7] Término del Paul Watzlawick para referirse a las indicaciones que los mismos hablantes dan sobre el tipo de comunicación: “Lo que quiero decirte es que no me parece justo”, “Lo digo sólo por tu bien”. “Entendimiento acerca de la lengua o bien de las expresiones lingüísticas aisladas. Por ejemplo, enunciados sobre el estar bien formadas manifestaciones lingüísticas o comprensiones del tipo: ¿Cómo debo entenderlo? ¿Puedes explicarlo otra vez?” ([1973]. Funkkolleg Sprache Eine Einführung in die moderne Lingüistik. Francfort, 96). “Lo metacomunicativo es un comportamiento lingüístico que habla sobre la comunicación al mismo tiempo que está situado en esa comunicación” (D. Wunderlich [1970]. “Die Rolle der Pragmatik in der Lingüistik”, en Der Deutschunterrich, 22: 5-42).
[8] En filología y lingüística la disemia, del griego disêma, que significa ‘doble signo’, es una forma especial de la polisemia por la cual un lexema, una palabra, adquiere dos sentidos distintos; por ejemplo, gato, que puede significar ‘animal’ y también ‘sirviente’. En etología, sociolingüística, sociología, sicología, siquiatría e Ingeniería en Imagen Pública, la disemia, del griego dis, que significa ‘dificultad’, y semes, que significa ‘señal’, es la incapacidad para aprender cómo funcionan y qué significan los mensajes no verbales. De cada diez niños, uno tiene esta discapacidad. El problema puede estar en una noción deficiente del espacio personal, que hace que el niño esté demasiado cerca mientras conversa o distribuye sus pertenencias en el territorio del otro; en interpretar o utilizar pobremente el lenguaje corporal; en hacer una mala interpretación o un mal uso de las expresiones faciales, por ejemplo al no establecer un contacto visual; o en una noción deficiente de la prosodia, la cualidad emocional del habla, que hace que hable en un tono demasiado chillón o demasiado inexpresivo (Goleman, 2001: 150). Véanse también los trabajos del sicólogo Stephen Nowicki que tratan las habilidades no verbales de los niños.
[9] El estudio del lenguaje corporal, de la comunicación no verbal de tipo corporal, de la imagen física, de la imagología corporal, es ya antiguo. Entre los primeros estudiosos de este tema Baltasar de Castiglione (1478-1529), con su genial libro El cortesano; el escritor y moralista francés Jean de la Bruyère (1645-1696), con el libro Los caracteres; el médico, anatomista, fisiólogo y teólogo natural escocés Charles Bell (1774-1842) con su libro Essays on the Anatomy of Expression in Painting, escrito en 1806; el naturalista británico Charles Darwin (1809-1882), con su libro La expresión de las emociones en el hombre y el animal, en 1873, y el antropólogo estadounidense Ray L. Birdwhistell, que en 1952 escribe su Introducción en la cinética y en 1970 Kinesics and Context. Essays on Body Motion Communication, que en lengua española se conoce como El lenguaje de la expresión corporal, a partir de una edición que en 1979 hizo la editorial Gustavo Gili […] El primer país de la América conquistada por Europa, y también uno de los primeros del mundo, que reflexiona en torno a las “buenas maneras de hablar” y las “buenas maneras de comportarse” considerando la cultura occidental, casi al mismo tiempo, algo así como si al juntar estas dos partes aparecieran las raíces de la sociolingüística en nuestro Continente, considerando las particularidades del entonces –lo que todavía tiene, después de siglo y medio, mucha vigencia–, fue Venezuela. En 1847, aparece la obra más célebre que se ha escrito en América acerca del buen uso del idioma español en este continente: Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos, del filólogo y jurista venezolano radicado en ChileAndrés Bello [Caracas, Venezuela, 1781-Santiago de Chile, 1865], y, en 1853, aparece el sensacional Manual de urbanidad y buenas maneras, del músico y pedagogo venezolano Manuel Antonio Carreño (Caracas, Venezuela, 1812-París, Francia, 1874).
[10] Víctor Gordoa (2002: 134). Las primeras investigaciones que estudian el cuerpo humano bajo el término de imagen pública (en inglés face-threatening acts) como tal, se producen con el objetivo de explicar los motivos y el funcionamiento de la cortesía, y se les atribuyen a P. Brown y S. Levinson, quienes en 1987 publican Politeness. Som Universals in Language Use. En Iberoamérica es Venezuela el primer país en donde se realizó una investigación de este tipo considerando la cultura occidental: el estudio del lenguaje corporal y sus variantes comportamentales tienen en esta área una rica historia, en especial a través del músico y pedagogo Manuel Antonio Carreño [Caracas, Venezuela, 1812-París, Francia, 1874] y su célebre Manual de urbanidad y buenas maneras, que viera la luz en 1853. Y, cosa interesante, otra vez podemos correlacionar el tratamiento del lenguaje corporal y el lenguaje verbal en este tipo de investigaciones sociolingüísticas. Para esa misma época, también en Venezuela, y en 1847, aparece la obra más importante que se ha escrito en América acerca del buen uso del idioma español en este continente: Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos, del filólogo y jurista Andrés Bello [Caracas, Venezuela, 1781-Santiago de Chile, 1865]. Estos son dos textos que, todavía en nuestros días, son de consulta obligatoria para los especialistas en Imagen Pública en el ámbito iberoamericano.
[11] La ortorexia es la preocupación irracional o desmedida por la calidad de los alimentos, lo que afecta el consumo de los mismos y los hábitos gastronómicos de las personas.
[12] Muchas culturas han tenido y tienen como normal la presencia de un “tercer sexo” o “preferencia sexual”. Por los motivos que sean, y desempeñando diferentes roles y funciones sociales, los hombres-mujeres han existido y existen en diversas culturas. Así, han sido llamados de diferentes formas: En la antigua Grecia, andrógino; en la antigua Roma, gallae; en la India, hijira; entre los indios navajos del sur, en EE. UU., nadle; entre los indios siux de EE. UU., winkte; en Kenya, pokot; en Omán, xanith; en Tahití, mahú; en Madagascar, sekrata y en México, específicamente en el Istmo de Tehuantepec, al sur del estado de Oaxaca, muxe.
[13] Véanse al respecto los siguientes materiales: Julio Caro Baroja (1988). Historia de la fisiognómica. El rostro y su carácter. Madrid, Alianza; Julio Caro Baroja (1993). La cara, espejo del alma. Barcelona, Galaxia Gutenberg. En inglés puede consultarse: Naomi Tickle, publicado por primera vez en 1997, It’s All In The Face. The Key To Finding. Your Life Purpose. El siquiatra español José Antonio García Andrade dice que “el espíritu no flota sobre el agua”, y que por eso “el hombre necesita un sustrato físico, la morfología se interacciona con los afectos… Claro que se puede saber la personalidad de un individuo a través de su cara, la cara del tonto es distinta de la del sabio”. Para considerar las particularidades sociales y físicas en el tratamiento de la conducta criminal, véase: Boris Danilóvich Ovchínnikos (1988). Problemas teóricos de la criminología. Trad. del ruso de Fernando Antonio Ruano Faxas. Cuba, Ministerio de Educación Superior, y Víctor Gordoa (2002: 122-126).
[14] Al respecto puede consultarse: I. L. Manis (1972). Victims of group think. U. S. A., Houghton Mifflin.
[15] Fue el anatomista, médico y fisiólogo francés Guillaume Benjamín Duchenne de Boulogne [1806-1895] quien la estudió y la identificó como tal.
[16] Todo parece indicar que fue Bartolomé de las Casas el primero en relatar, en 1527, en una lengua europea y de manera escrita, el uso del tabaco y las formas de fumar. Al respecto puede consultarse su obra Apologética historia de las Indias.
[17] Según informes publicados en el mundo entero, y en este caso a través del periódico español El Mundo: http://www.elmundo.es/internacional/clinton/puntosmaspolemicos.html .
El presidente [Bill Clinton] y Mónica Lewinsky mantuvieron 10 relaciones sexuales, ocho mientras ella trabajaba en la Casa Blanca y dos después. Normalmente, las relaciones sexuales tenían lugar en el estudio privado del Despacho Oval o en sus inmediaciones; y casi siempre en el recibidor sin ventanas que daba al estudio. Durante muchas de sus relaciones sexuales, el presidente se mantenía apoyado en la puerta del cuarto de baño, al otro lado del estudio, porque según explicó a Mónica Lewinsky, esto le aliviaba el dolor de espalda. La ex becaria testificó que su relación física con el presidente incluía sexo oral, pero no el acto sexual. Según Mónica Lewinsky, ella le hacía felaciones al presidente, pero la relación no era recíproca. En un principio, según la ex becaria, el presidente no le permitía llevar el sexo oral a su término. En opinión de Lewinsky, su negativa se debía a la “confianza; no me conocía lo suficiente” Durante sus dos últimas relaciones sexuales, ambas en 1997, eyaculó. Según Mónica Lewinsky, hizo felaciones al presidente en nueve ocasiones. En todas ellas, el presidente le acariciaba y le besaba los pechos desnudos. También le tocaba los genitales, a través de la ropa interior y directamente, llevándola al orgasmo en dos ocasiones. En una ocasión, el presidente le introdujo un cigarro puro en la vagina.
Los cubanos, que toda la vida hemos sido excelentes fumadores de puros, tabacos, habanos, además de chismosos, siempre nos hemos preguntado qué hizo Bill Clinton, “después del show”, con ese puro… ¿Se lo fumó? ¿Se lo regaló a Mónica como prenda de amor? ¿Se lo dio a Hillary? ¿Lo guardó para reciclarlo en cualquier otra oportunidad? ¿Lo guardó en el Tesoro Norteamericano?… ¡Y eso que nosotros los cubanos pensábamos que “en cuestión de puros” nos las sabíamos todas! ¡Ahhhhh, con estos estadounidenses… o gringos…!
[18] En Estados Unidos al smoking se le llama tuxedo, de Tuxedo Park Club, en donde se estrenó por primera vez en este país esa prenda de vestir en 1866. Lo llevaba puesto Griswold Lorillard, un rico y elegante miembro de la alta sociedad.
[19] Es interesante considerar cómo se produjo la desnudación del hombre en la evolución. En ese largo período de transformación del mono en hombre sabemos que se perdió el pelo, lo que parece que ayudó al “mono desnudo” a sobrevivir en un medio hostil. Pero, ¿por qué y cómo se perdió el pelo?, ¿por un mero cambio neoténico –alcanzar la madurez sexual antes de concluir el desarrollo somático, se refiere al desarrollo del cuerpo y sus funciones– como cualquier otro de los cambios que se produjeron en el nuevo ser?, ¿por la invasión de parásitos en sus nuevos cubiles, estables, fijos?, ¿por su manera desordenada de comer, lo que hacía que su piel llena de pelos se ensuciara terriblemente?, ¿por el creciente uso del fuego?, ¿debido a que el “mono salido del bosque”, antes de convertirse en “mono cazador”, pasó una larga fase como “mono acuático”?, ¿perdió el vello no por una reacción contra el medio físico, sino debido a un fenómeno de carácter social; es decir, no como artificio mecánico, sino como señal?, ¿perdió el vello como una extensión de la diferenciación sexual?, ¿la pérdida de vello se debió a que se considerara como un medio de refrigeración, dado que al salir de los bosques umbríos, el mono cazador se exponía a temperaturas mucho más elevadas que las que estaba acostumbrado a soportar, y por eso se le quitó “su abrigo de piel”, para evitar un exceso de calor? (Morris, 1996: 44-53).
[20] Manuel Lucena (1988). Descubrimiento de América. Novus mundus. Madrid, Biblioteca Iberoamericana, 5.
[21] En torno a este tema, puede consultarse: Gill Martin (2002). Aromaterapia. Introducción a la técnica y sus beneficios. Barcelona, Oniro.
[22] Dolores Ávila Hernández, J. Ramón Bastarrachea Manzano, Alberto Díaz Cardosa y otros (1988). Atlas cultural de México. Gastronomía. SEP-INAH-PLANETA, 5.
[23] Ibid., 169-182.