[…] A la “pobreza” se le ha definido de muy variadas maneras a través de la historia. En nuestros días, para referirse a ella, encontramos términos como: “pobreza absoluta”, “pobreza relativa”, “umbral de pobreza alimentaria”, “umbral de desarrollo de capacidades”, “umbral de desarrollo de patrimonio”, países subdesarrollados, países en vías de desarrollo, país de desarrollo humano medio, país de desarrollo humano bajo, Movimiento de Países no Alineados –NOAL o MPNA–, Segundo Mundo, Tercer Mundo, Cuarto Mundo –grupos que viven en situaciones de marginación, exclusión, segregación, injusticia social, riesgo social, desprotección y pobreza “dentro” del Primer Mundo–, etc. Es, sencillamente, humillante y ridículo ver cómo con denominaciones eufemísticas se le llama a “todo tipo de carencias y deficiencias” de la mayoría de los pobladores del mundo. Se le dé el nombre que se le dé a la pobreza, “¡de todas maneras, Juan te llamas!” […] ¡Es penoso, y triste, ver cómo se comportan en pleno siglo XXI algunos mandatarios y altos funcionarios religiosos del mundo! ¡Esos comportamientos desajustados, disfuncionales y patológicos son una vergüenza para la civilización humana! […]