#DEBATE Se está decidiendo la suerte de México y los mexicanos “de adentro” y “de afuera” ¡y miren el tiempo que llevan analizando lo de la edecán JULIA ORAYEN! Como dice Poniatowska: “no somos un país para nada compacto, somos un país de lo más disperso”.
A México lo ha matado el PRI, y el tiro de gracia se lo ha dado el PAN.
Y si hubiera alguna oportunidad de resucitar,
el fanatismo, la ignorancia y el analfabetismo nunca lo permitirían.
“Ni modo” “¡Aquí nos tocó vivir!”
[…] Una cosa es divagar, el divagar “de vez en cuando” […] otra cosa es el cantinfleo, ese eterno cantinfleo, el cantinfleo del nunca acabar, es decir la eterna “habladera de mierda”, la eterna “escribidera de mierda” […] esa tremenda capacidad copro-creativa de coprolálicos o cacolálicos, esa eterna diarrea verbal crónica […]
[…] Claro que todo este asunto es largo, complejo, y todo tiene su origen en la casa, en las escuelas, aparte del factor genético en la medida en que ya se ha considerado internacionalmente según las áreas geográficas y los grupos humanos https://ruanofaxas.wordpress.com/article/como-trabajar-con-los-estudiantes-19j6x763f3uf8-21-2/ , https://ruanofaxas.wordpress.com/article/familia-mexicana-familia-educacion-y-19j6x763f3uf8-46-2/ […]
[…] Acerca de la cultura del mexicano promedio, ¡para qué hablar…! […] Si “esto” lo hace un “presidente”, ¿¡qué no harán “los demás”!? […] LA “EDUCACIÓN” (?) EN MÉXICO: ¿QUÉ COSA ES? MÉXICO Y SUS ETERNOS DESASTRES DE TODO TIPO, COMO LA HISTORIA DEL GATO QUE VIVE ETERNAMENTE PERSIGUIENDO SU PROPIA COLA https://ruanofaxas.wordpress.com/2012/07/16/la-educacion-en-mexico-que-cosa-es-mexico-y-sus-eternos-desastres-de-todo-tipo-como-la-historia-del-gato-que-vive-eternamente-persiguiendo-su-propia-cola/ […] ANALFABETISMO FUNCIONAL, ANALFABETISMO DE SEGUNDO GRADO O ANALFABETISMO DE GRADO SUPERIOR https://ruanofaxas.wordpress.com/article/analfabetismo-funcional-analfabetismo-19j6x763f3uf8-6-2/ […] #México #SegundoDebate #DEBATE2012 #DEBATE #GUADALAJARA La comunicación verbo-corporal del candidato Enrique Peña Nieto está dada a partir de dos factores principales: 1. Analfabetismo funcional y 2. Síndrome de culpabilidad o persona culpígena. En cuanto a las mentiras y la clasificación de Peña Nieto en el tipo de mentiroso, lo hemos clasificado en el tercer tipo: MENTIROSO EMPEDERNIDO. https://ruanofaxas.wordpress.com/2012/06/11/mexico-segundodebate-debate2012-debate-guadalajara-la-comunicacion-verbo-corporal-del-candidato-enrique-pena-nieto-esta-dada-a-partir-de-dos-factores-principales-1-analfabetismo-funcional-y-2/ […] WHAT HAPPENS WHEN THE BOSSES DON’T KNOW THEIR JOB? FUNCTIONAL ILLITERACY IN THE WORKPLACE (¿QUÉ PASA CUANDO LOS JEFES NO CONOCEN SU TRABAJO? ANALFABETISMO FUNCIONAL EN EL TRABAJO). HORRIBLE BOSSES. YOUR BOSSES ARE NORMAL OR ABNORMAL? YOUR BOSSES ARE APT OR INEPT? YOUR BOSSES ARE COMPETENT OR INCOMPETENT? IS YOUR BOSS AN ALCOHOLIC? https://ruanofaxas.wordpress.com/2012/03/10/horrible-bosses-your-bosses-are-normal-or-abnormal/ […] Llaman a Felipe Calderón, presidente de México, “verborreico”, en otras palabras. Javier Corral, un senador de su mismo partido, PAN, lo ha llamado monologador y no dialogador. “¡Para variar…!” https://ruanofaxas.wordpress.com/2012/09/12/llaman-a-felipe-calderon-presidente-de-mexico-verborreico-en-otras-palabras-javier-corral-un-senador-de-su-mismo-partido-pan-lo-ha-llamado-monologador-y-no-dialogador-para-variar/ […] «Los discursos, las comunicaciones, en México, se producen como si los usuarios de la lengua que está establecida en el país como idioma oficial, es decir el idioma español, estuvieran dentro de la novela llamada Epepe o Metropole, del autor Ferenc Karinthy, es decir “nadie nunca entendió a nadie”» https://ruanofaxas.wordpress.com/2012/05/30/los-discursos-las-comunicaciones-en-mexico-se-producen-como-si-los-usuarios-de-la-lengua-que-esta-establecida-en-el-pais-como-idioma-oficial-es-decir-el-idioma-espanol-estuvieran-dentro-de/ […] ¿CÓMO SE PRODUCE LA COMUNICACIÓN ENTRE POLÍTICOS Y PERIODISTAS EN MÉXICO? EN MÉXICO SI NO CANTINFLEAS NO ERES POLÍTICO. EN MÉXICO SI ERES PERIODISTA Y NO CANTINFLEAS, ENTONCES O TE SACAN DEL AIRE O “TE MUERES” O ERES UN PERSEGUIDO Y AMENAZADO DE POR VIDA O TE TIENES QUE IR DE MÉXICO. ¡NO HAY DE OTRA! https://ruanofaxas.wordpress.com/2012/05/18/como-se-produce-la-comunicacion-entre-politicos-y-periodistas-en-mexico-en-mexico-si-no-cantinfleas-no-eres-politico-en-mexico-si-eres-periodista-y-no-cantinfleas-entonces-o-te-sacan-del-aire/ […] ¿POR QUÉ A LOS GOBIERNOS DE MÉXICO “LES VALE MADRE” LOS CRÍMENES CONTRA LOS PERIODISTAS? REGINA MARTÍNEZ PÉREZ, GABRIEL HUGE, GUILLERMO LUNA… ¿Y AHORA QUIÉN SIGUE? ¿Y AHORA CUÁL SIGUE? ÉSTE ES EL RESULTADO DE PONER EN EL PODER A PRESIDENTES Y FUNCIONARIOS ANORMALES, DESQUICIADOS, CORRUPTOS, INCOMPETENTES, INEPTOS “Y MUCHO MÁS…” https://ruanofaxas.wordpress.com/2012/05/03/por-que-a-los-gobiernos-de-mexico-les-vale-madre-los-crimenes-contra-los-periodistas-regina-martinez-perez-gabriel-huge-guillermo-luna-y-ahora-quien-sigue-y-ahora-cu/ […] EL PERIODISMO Y LOS PERIODISTAS EN MÉXICO PERSEGUIDOS, AMENAZADOS, SECUESTRADOS Y ASESINADOS: ENTRE EL NARCOTERRORISMO, EL GOBIERNO Y LA IGLESIA CATÓLICA MEXICANA. DOCUMENTAL SILENCIO FORZADO Y VIDEO DE DECLARACIONES DE LA PERIODISTA MEXICANA ANABEL HERNÁNDEZ https://ruanofaxas.wordpress.com/2012/04/23/el-periodismo-y-los-periodistas-en-mexico-perseguidos-amenazados-secuestrados-y-asesinados-entre-el-narcoterrorismo-el-gobierno-y-la-iglesia-catolica-mexicana-documental-silencio-forzado-y-video/ […] EL PERIODISMO Y LOS PERIODISTAS EN MÉXICO PERSEGUIDOS, AMENAZADOS, SECUESTRADOS Y ASESINADOS: ENTRE EL NARCOTERRORISMO, EL GOBIERNO Y LA IGLESIA CATÓLICA MEXICANA https://ruanofaxas.wordpress.com/article/el-periodismo-y-los-periodistas-en-19j6x763f3uf8-147-2/ […] Panorama de la incidencia del periodismo y la literatura mexicanos en los cambios sociales en diversas etapas de la historia mexicana https://ruanofaxas.wordpress.com/article/panorama-de-la-incidencia-del-19j6x763f3uf8-135-2/ […] A propósito del “embute” y el “chayote“, del “embutero“, “chayotero“ y “mercenario”, es decir a propósito de “el falso periodismo”, y de las encuestas y los encuestadores “patito” en México en el marco de estas elecciones presidenciales México 2012: NO SE PUEDE TAPAR EL SOL CON UN DEDO, ¿O ES QUE ACASO “INTENTAN” COMPETIR EN CALIDAD, ALCANCES, ACTUALIZACIÓN, CON MEDIOS COMO THE GUARDIAN, DER SPIEGEL, THE WASHINGTON POST, REDES SOCIALES…? ESTÁ BIEN QUE “CORRETEEN LA CHULETA”, PERO NO LA CAGUEN ANTES DE COMÉRSELA. ¿¡VIVIR DE ILUSIONES PARA MORIR DE DESENGAÑOS!?, “O SEA, NO MAMEN…” ¿”SACAR EL COBRE” O NO SACAR EL COBRE?: ¡THAT IS THE QUESTION…! https://ruanofaxas.wordpress.com/2012/07/04/a-proposito-del-embute-y-el-chayote-del-embutero-chayotero-y-mercenario-es-decir-a-proposito-de-el-falso-periodismo-y-de-las-encue/ […] EUFEMISMOS DE EUFEMISMOS EN LOS DISCURSOS POLÍTICOS HABLADOS Y ESCRITOS DE MÉXICO O LAS MÁSCARAS DE LA CORRUPCIÓN, LA INCOMPETENCIA Y LA IMPUNIDAD https://ruanofaxas.wordpress.com/2012/07/20/eufemismos-de-eufemismos-en-los-discursos-politicos-hablados-y-escritos-de-mexico-o-las-mascaras-de-la-corrupcion-la-incompetencia-y-la-impunidad/ […] CARLOS FUENTES, UN PRECISO EN EL MUNDO DE LOS IMPRECISOS, UN CLARO EN EL MUNDO DE LOS OBSCUROS, UN HUMANO QUE NUNCA DECÍA NI ESCRIBÍA LO GENERAL Y CONFUSO: “FLOR Y FRUTA”, SINO LO PARTICULAR Y CLARO: “JACARANDA Y CIRUELA”, POR ESO SIEMPRE FUE UNA PATADA EN LOS GÜEBOS PARA “LOS NEFASTOS”. EL MUNDO NO OLVIDARÁ A CARLOS FUENTES, PERO ¿Y MÉXICO? https://ruanofaxas.wordpress.com/2012/05/16/carlos-fuentes-un-preciso-en-el-mundo-de-los-imprecisos-un-claro-en-el-mundo-de-los-obscuros-un-humano-que-nunca-decia-ni-escribia-lo-general-y-confuso-flor-y-fruta-sino-lo-part/ […]
[…] Aquí vamos a dar dos explicaciones acerca de cantinflear y cantinfleo y cantinflada […] una rápida y corta, la otra más amplia, más socio-académica […] Lo que pasa es que como el idioma español es tan amplio http://knol.google.com/k/panorama-imagol%C3%B3gico-del-sistema-ling%C3%BC%C3%ADstico-espa%C3%B1ol-o-imagolog%C3%ADa-de-la-lengua# y se habla y se escribe en todos los continentes, en las calles y las universidades, en las empresas, pues es necesario dar una explicación rápida acerca de lo que es cantinflear, de lo que es cantinfleo, de lo que es “cantinflada”, para que se entienda rápido y bien: “cantinflear”, “cantinfleo”, “cantinflada”, significa decir sandeces, decir estupideces, decir tonterías, hablar boberías, decir cosas incongruentes, ‘hablar mierda’, ‘llenarse la boca de cagada’ […] Cantinflear, cantinfleo, cantinflada, es algo que he definido como el ESTADO DEL PAPALOTEO MENTAL, PAPALOTEAR MENTALMENTE […] Serían muchas las definiciones según los grupos de hablantes, según los dialectos, según los idiomas, según los grupos socio-culturales, según los niveles de educación, según las profesiones, según los cargos o puestos […] Y se cantinflea hablando, y se cantinflea escribiendo, y se cantinflea gesticulando o haciendo ademanes, es decir se cantinflea también con el lenguaje corporal, con la comunicación no verbal […] El cantinflear, el cantinfleo, la cantinflada, está relacionado estrechamente con la adulación, con la lambisconería, con la “guataquería”, con el “hacer la barba” […] es decir con adular, lambisconear, “guataquear” […] http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/qu%C3%A9-es-la-adulaci%C3%B3n-lambisconer%C3%ADa-o/19j6x763f3uf8/27# […] Claro, existen muchas formas de decir las cosas, existen muchas formas de expresarse, con palabras y gestos, verbalmente y corporalmente, es decir con la comunicación verbal y con la comunicación no verbal, porque para eso están los estilos, como he comentado ya en http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/estilo-o-estilos/19j6x763f3uf8/10# :
[…] Sois poco inteligente, jovenzuelo. Pueden decirse muchas más cosas sobre mi nariz variando el tono. Por ejemplo, agresivo: «Si tuviese una nariz semejante, caballero, me la cortaría al momento». Amigable: « ¿Cómo bebéis; metiendo la nariz en la taza o con la ayuda de un embudo?». Descriptivo: « ¡Es una roca… un pico… un cabo…! ¿Qué digo un cabo?… ¡Es toda una península!». Curioso: «¿De qué os sirve esa nariz?, ¿de escritorio o guardáis en ella las tijeras?». Gracioso: «¿Tanto amáis a los pájaros que os preocupáis de ponerles esa alcándara para que se posen?». Truculento: «Cuando fumáis y el humo del tabaco sale por esa chimenea…, ¿no gritan los vecinos: ‘¡fuego!, ¡fuego!’?». Prevenido: «Tened mucho cuidado, porque ese peso os hará dar de narices contra el suelo». Tierno: «Por favor, colocaros una sombrilla para que el sol no la marchite». Pedante: «Sólo un animal, al que Aristóteles llama hipocampelefantocamelos, tuvo debajo de la frente tanta carne y tanto hueso». Galante: «¿Qué hay, amigo? Ese garfio… ¿está de moda? Debe ser muy cómodo para colgar el sombrero». Enfático: «¡Oh, magistral nariz!, ¡ningún viento logrará resfriarla!». Dramático: « ¡Es el mar Rojo cuando sangra!». Admirativo: « ¡Qué maravilla para un perfumista!». Lírico: «Vuestra nariz… ¿es una concha? ¿Sois vos un tritón?». Sencillo: «¿Cuándo se puede visitar ese monumento?». Respetuoso: «Permitidme, caballero, que os felicite; ¡eso es lo que se llama tener una personalidad!». Campestre: ¿Qué es eso, una nariz?… ¿Cree usted que soy tan tonto?… ¡Es un nabo gigante o un melón pequeño!». Militar: «¡Apuntad con ese cañón a la caballería!». Práctico: «Si os admitiesen en la lotería, sería el premio gordo». Y para terminar, parodiando los lamentos de Píramo: «¡Infeliz nariz, que destrozas la armonía del rostro de tu dueño!» Todo esto, poco más, es lo que hubierais dicho si tuvieseis ingenio o algunas letras. Pero de aquél no tenéis ni un átomo y de letras únicamente las cinco que forman la palabra «tonto». Además, si poseyeseis la imaginación necesaria para dedicarme, ante estas nobles galerías, todos esos piropos, no hubieseis articulado ni la cuarta parte de uno solo, porque, como yo sé piropearme mejor que nadie, no os lo hubiese permitido […] (escritor francés Edmond Eugène Alexis Rostand, en su obra Cyrano de Bergerac, 1897) […]
Pero una cosa es decir lo mismo con varios estilos o en varios dialectos, geográficos o sociales, es decir geolectos o sociolectos, y otra cosa es hablar y hablar y hablar y no decir absolutamente nada legible, lógico, normal, sino estupideces, sandeces, boberías […]
En México está presente “una forma especial de plantear las cosas”, de hablar, que se llama “cantinflear”, es decir, hablar mucho y no decir nada, “hablar deshilvanadamente, disparatadamente”,[3] hablar con un “estilo mítico” (Ruano, 1992b), “Hablar sin comunicar mensaje alguno ni cubrir el punto. También puede consistir en el expresarse con frases, o palabras incoherentes, incompletas o fuera de orden […] Historia: La palabra cantinflear surge para describir el particular modo de hablar del personaje Cantinflas creado por el cómico mexicano Mario Moreno Reyes quien participó en decenas de películas y obras de teatro (en el siglo XX). Este modo de hablar era utilizado por Cantinflas para intentar confundir o convencer a otros de que él tenía la razón aún cuando no necesariamente fuera ese el caso”,[4] lo que es muy común –pero no exclusivo–, por ejemplo, entre individuos con una limitada y deficiente educación e instrucción, con deficientes protocolos comunicativos-verbo-corporales, en especial en las nuevas situaciones comunicativas de globalización mundializada, y también este fenómeno lingüístico cantinflesco se puede observar en México en políticos, estadistas, administradores e impartidores de justicia, empresarios, funcionarios, ejecutivos, profesionistas, alumnos universitarios y alumnos de postgrado, jerarcas religiosos, etc. […]
Como digo en https://ruanofaxas.wordpress.com/article/que-significa-cantinflear-y-cantinfleo-19j6x763f3uf8-157-2/
Cuando nos referimos al idioma español hablado y escrito en México, enseguida recordamos “el cantinfleo”, “cantinflear” o “cantinflar”, “la cantinflada”, el “discurso mítico”, es decir: “Hablar [y escribir] deshilvanadamente, disparatadamente” (Jiménez, 1991: 47), una manera de expresarse, verbal y también corporalmente, peculiar de México, tanto al nivel de los emisores como al nivel de los receptores comunicativos, copiando al famoso y querido actor Cantinflas –Mario Moreno Reyes, 1911-1993–, también conocido como “El Mimo” y “El Cómico de la Gabardina”. El lenguaje verbo-corporal ( http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/la-comunicaci%C3%B3n-verbal-y-la/19j6x763f3uf8/48# , http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/qué-es-en-realidad-la-comunicación-no/19j6x763f3uf8/13# ,http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/temas-de-lingüística-y-comunicación-no/19j6x763f3uf8/3# , etc.) cantinflesco y el discurso mítico ( http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/en-esta-nueva-globalización-también/19j6x763f3uf8/148# ) se pueden observar fácilmente en todas las esferas socioculturales y socioeconómicas de este país, en cualquier centro educativo y en cualquier medio masivo de comunicación. En el discurso verbo-corporal cantinflesco el imaginario es ilimitado, inconmensurable, inventivo y reinventivo, creativo y recreativo, innovador…, y en una buena cantidad de casos este discurso cantinflesco es realmente “sorprendente” en su aspecto rústico, burlesco y ridículo, por lo menos a los ojos de las personas que tienen, inclusive, una educación regular, una educación no elevada. En el lenguaje verbal y en el lenguaje corporal de los mexicanos, en general y en cualquier contexto, tal pareciera que por encima de la precisión siempre imperará la imprecisión: nunca un “el”, nunca un “la”, nunca un “los”, nunca un “ese”, nunca un “esa”, nunca un “esos”, y siempre un “un”, un “una”, un “unos”… Como decía Antaki (1996): siempre lo general y confuso: “flor y fruta”, nunca lo particular y claro: “jacaranda y ciruela”. ¿Y por qué siempre “lo general”? Muy sencillo, porque a los mexicanos no les enseñan “lo particular”. Les enseñan a dar rodeos para todo, y lo directo se ve como feo, como grosero, como no mexicano, aunque todos sabemos lo que hay verdaderamente detrás de todo esto: “las máscaras mexicanas que tanto daño le han hecho a México y a los mexicanos, y también, de paso, a los países extranjeros y a los extranjeros”: mentir y mentir y mentir: “La mentira recita una lógica tan empobrecida que todo cabe en ella […] En Cartago, los padres de los niños sacrificados en el fuego gritaban: ‘¡No!, no son hombres, son ganado’, así que podían sacrificarlos” (Antaki, 1996) […]
1. Claridad. Expresión al alcance de una persona imbricada en un nivel cultural determinado. En este caso, no olvidar que se trata con personas de nivel universitario, no nivel científico propiamente dicho. Hay circunstancias en que se trata de grupos de educandos de diversas especialidades, de diferentes culturas y etnias, de diferentes afiliaciones políticas y religiosas, a veces de la misma religión pero con distintos enfoques, que toman la misma materia; pero que no tienen por qué compartir un mismo fondo científico, cultural, léxico o semántico. De aquí que el conferencista deba evitar las cacofonías, las confusiones, las anfibologías, las frases complejas. Debemos utilizar con el máximo rigor un vocabulario adecuado a la receptividad del oyente. Si los términos son complejos, desconocidos, etc., entonces recomendamos primero explicar lo que significan y luego emplearlos.
2. Concisión. Empleo de palabras indispensables y no florear o cantinflear. Concisión no quiere decir laconismo o ultracondensación. Sencillamente nos referimos a que la concisión es enemiga de la verborrea, de la redundancia, del titubeo. Tampoco concisión significa, como se ha dicho tantas veces ya, “que sea preciso cortar las alas a la fantasía ni a la imaginación, renunciando al color o a la magia de las palabras.” Ahora bien, si dentro de las cualidades del conferencista no está el “ser simpático”, la simpatía, el “ser gracioso” –usando la terminología de nuestros alumnos–, bromista, entonces conviene más limitarse al orden de la exposición del tema sin hacer comentarios “simpáticos”, chistes, chanzas, gracias o bromas que en todo caso lo que harían es crear un clima de animadversión o rechazo al expositor:
Nada hay en sociedad más delicado ni que necesite más fino tacto que el uso de las chanzas. Ellas sazonan a veces la conversación, amenizan el trato, y aun llegan a ser pequeñas demostraciones de aprecio y de cariño; pero, sea dicho en puridad de verdad, la naturaleza no ha concedido a todos discreción, delicadeza, tino que en tan alto grado se necesita para que sean verdaderamente aceptables; y no siempre basta tener una buena educación, ni estar animado de la intención más sana y amistosa, para saber dirigir chanzas tan finas y oportunas que dejen de ser bajo algún respecto desagradables o mortificantes.
Las personas que no poseen este don especial deben abstenerse severamente del uso de las chanzas; por omitirlas ninguno experimentará jamás un desagrado, por dirigirlas no será raro que turben las más sólidas y más antiguas relaciones de amistad.
Hay países, instituciones, empresas y familias en donde los graciosos sin gracia proliferan como epidemia:
Se tropieza de continuo con los graciosos sin gracia; sobre todos los países llueven estos insectos. Un buen gracioso es una pieza rara, y aun para un hombre que lo es naturalmente, es muy difícil sostener este papel por largo tiempo; no es común que el que hace reír se haga estimar […]
Se ven gentes que, en las conversaciones o en el poco trato que se tiene con ellas, disgustan por sus expresiones ridículas, por la novedad, por la impropiedad de los términos de que se sirven, y por la inconexión de ciertas palabras que sólo ellas usan y a las que hacen significar cosas que sus primeros inventores jamás tuvieron intención de hacer decir. Estos ingenios caprichosos no siguen en el lenguaje ni a la razón ni al uso, y su deseo continuo de chancear y lucir forma insensiblemente un guirigay que les es propio, y llega a ser en fin su idioma natural, a que acompañan un gesto afectado y una pronunciación contrahecha. Todas estas gentes se hallan satisfechas de sí mismas y de su entendimiento; no se puede decir que les falta del todo, pero causan compasión porque es muy poco, y lo que es peor, hacen sufrir […]
En las conversaciones hay un medio entre cierta pereza de hablar o un espíritu distraído que, llevándonos lejos del asunto, produce malas preguntas y necias respuestas, y una atención importuna en recoger y buscar un chiste a la menor palabra que se escapa, encontrarle un misterio que los otros no ven, y atribuirle ingenio y sutileza, sólo por tener ocasión de colocar la suya.
Infatuarse de sí mismo y persuadirse de que se tiene mucho entendimiento, es un accidente que no sucede con frecuencia sino al que no lo tiene o tiene poco. ¡Pobre del que sufre la conversación de un presuntuoso semejante! ¡Cuántas frases pulidas que tolerar!, ¡cuántas palabras aventureras que aparecen repentinamente, durante cierto tiempo y no se vuelven a oír! […]
Es una gran miseria no tener bastante talento para hablar bien, ni bastante juicio para callar […]
Para ciertos hombres es precisamente la misma cosa hablar y ofender; son cáusticos y amargos, su estilo está mezclado de hiel y de ajenjo, y la burla, el insulto y la injuria corren como la saliva de sus labios. Su espíritu y su vivacidad les daña más que a otros su inepcia, y les sería útil ser mudos o estúpidos. No les basta la acrimonia [aspereza] con que siempre replican: atacan con insolencia muchas veces, hieren cuanto no puede escapar a su lengua, a los presentes y a los ausentes, y embisten a todos de frente y de costado, como carneros padres. ¿Se podrá pedir a éstos que se quiten los cuernos? Del mismo modo que no se puede esperar que esta pintura reforme a unos hombres tan duros, indóciles y feroces, y lo mejor que se puede hacer luego que se les descubre y por lejos que estén, es huir a todo correr y no mirar atrás.
En todas las empresas, organizaciones, instituciones, grupos, medios de comunicación, etc., siempre hay un “gracioso” o, por lo menos, “alguien” que se cree verdaderamente “gracioso”. Pero entre “creerse” y “ser” hay una brecha inmensa. La sicología y la sociología del “gracioso” están matizadas por muchos problemas de personalidad, de inestabilidad emocional, la mayoría de los cuales aparecieron ya en los primeros momentos de la vida del “simpático” (?): infancia, adolescencia y juventud. Éstas son personalidades tipo “caja de Pandora”: abrir esas cajas es todo un triste riesgo:
[…] el «gracioso» casi siempre es un machito. Está bien tener sentido del humor, pero quedar encasillado como el payaso de la empresa perjudica a la carrera, excepto cuando uno trabaja en un circo. Si gusta más hacer reír que engrosar los números de la cuenta en el banco, sigamos cultivando esa imagen, pero sin olvidar que muchas veces la gente ríe la gracia por educación o por puro aburrimiento. Una sonrisa no siempre es muestra de aprobación [Tenemos] que cuidar el equilibrio entre nuestros dos lados, el serio y el humorístico. La gente necesita confiar en nuestra capacidad para hacer un buen trabajo, pero no confiarán si dudan de nuestro sentido común o si nunca están seguros de cuándo hablamos en serio y cuándo en broma.
“Un orador pesado puede adormecer a los asistentes, llevándolos a un estado en que casi estén dormitando. O dos miembros del grupo en extremos opuestos del salón pueden principiar una conversación interminable.” Consideremos aquí algunos puntos. Está claro que no podemos comparar, en cuanto a su complejidad lexicológica, terminológica, sintáctica, morfológica, estilística, semántica, etc., un discurso de una ciencia social con un discurso de una ciencia exacta, está claro que no podemos entremezclar sin ton y sin son estos discursos –no obstante haber “arriesgados”, “intrusos”, “advenedizos” e “ignorantes” que no solamente abusan de la terminología científico-técnica, de los conceptos científico-técnicos, en el contexto de las ciencias sociales y humanísticas, en el discurso jurídico, en el discurso político y hasta en el discurso público habitual, creando todo un océano de incongruencias, sinsentidos imposturales, estupideces, confusiones y cantinfleos –, está claro que no podemos crear toda una “guerra de las ciencias exactas y sociales y humanísticas”, y mucho menos llevar ese conflicto tormentoso, plurisémico, confundidor y antifuncional a los estudiantes. Si ya de por sí, en sí mismo, el discurso de las ciencias sociales, en general, es un tremendo problema. Claro está que la persona que en pleno siglo XXI, en plena globalización cultural, intelectual y científica, sigue empleando “solamente” los textos de autores de lengua española y de lengua inglesa, o los textos de una sola cultura, en un solo idioma, o que tiene que esperar las traducciones de los textos para “enterarse” de cómo anda el mundo de las ciencias, dirá que no, que esto no es así, que el discurso de las ciencias sociales y humanísticas no es ningún problema. Entonces nosotros diríamos aquí que no, que no nos referimos a estas personas “monoculturales” en situación de pluriculturalidad, a estas personas unipolares culturales en el mundo de la pluripolaridad cultural, a estos desfasados culturales; sino que nos referimos a los tantos y variados discursos que han existido y existen en las ciencias sociales, en las ciencias humanísticas, en “todas ellas”, sin “selección a discreción”: nuestras sociedades actuales están compuestas por grupos de muy variadas culturales, de manera manifiesta o de manera enmascarada, y no están compuestas por “grupos seleccionados a discreción”. Tenemos que recordar que, en una mezcolanza interdisciplinar y secular, a veces desmesurara, con frecuencia la filosofía, la oratoria, la historia, la filología, la lingüística, la politología, la imagología, la textología, el arte, la poesía, la literatura en general –oral o escrita–, el derecho, la sociología, la psicología, etc., se juntan, se entrelazan, se aparean, creando un arco iris lingüístico no fácilmente sujeto a clasificación discursiva, y aquí, en esta mezcolanza, la lexicogenesia y la terminogesia nos muestran sus inconmensurables fuentes creadoras. También recordemos que por medio de la lengua y los movimientos corporales el hombre no solamente expresa sus sensaciones, sino que además actúa, influye, en las sensaciones de los otros: se seleccionan, y a veces meticulosamente, muy cuidadosamente –como sucede en los altos protocolos: diplomacia, religión, monarquía, negocios, protocolos del amor y la sexualidad, etc. –, palabras y gestos “oportunos”, “adecuados”, para influir en los demás. A través del lenguaje verbal y corporal se puede producir en los estudiantes –así como en los individuos en general– un estado de ánimo mejor, impulsarlos a la nobleza del alma, elevar su autoestima; pero también ultrajarles, crearles indignación, molestia, etc. El lenguaje verbal posee particularidades estéticas que podemos observar, oír, diariamente no sólo en la poesía; en el habla coloquial se encuentran frases hechas, de cariño, exactas, que nos causan mucho agrado y nos hacen sentir bien, tranquilos, relajados, a gusto. No podemos olvidar que hay muchas frases o palabras con las que debemos tener cuidado. Los idiomas están esparcidos en una gama dialectal geográfica y social que pocas veces es dominada –ni parcialmente– por los conferencistas de un mundo globalizado. Es mejor informarnos, de ser posible, acerca de la significación y repercusión que pudieran tener ciertas lexías, especialmente cuando se trabaja en misiones de intercambio académico o se es conferencista invitado en otro país, en otras universidades, inclusive con el mismo idioma; no hablemos ya del extremo cuidado que debemos tener cuando la conferencia será impartida en otro idioma secundario, no materno, o mediante la traducción y la interpretación. Del carácter estético y preciso del lenguaje siempre dependerá la fuerza de la influencia del discurso en los receptores. También es verdad que en mayor grado las posibilidades estéticas del lenguaje aparecen en la poesía, y la fuerza de su influencia sobre los hombres muestra que esta función estética del lenguaje posee una gran importancia social. Por consiguiente, desde el punto de vista de su función, la lengua es un fenómeno multilateral, y cada conferencista la usa libremente, en correspondencia con sus objetivos, con sus intereses, con su estilo discursivo, etc.
3. Coherencia. Relación lógica entre las ideas expuestas.
4. Sencillez. No sólo se refiere la sencillez al buen gusto, a la expresión discursiva lingüística, sino también a la expresión corporal, al cuerpo –postura de pie o sentado, ademanes, distancia corporal, contacto visual, accesorios corporales: ropa, zapatos, maquillaje, perfume, etc., todo lo cual, obviamente, distingue a los seres humanos.
5. Naturalidad. Emplear su propio vocabulario, emplear su habitual modo expresivo. En el tratamiento de la “naturalidad discursiva” tenemos que tomar en cuenta los problemas de la “actuación” y de la “sobreactuación” https://ruanofaxas.wordpress.com/article/temas-de-imagologia-y-sociolinguistica-19j6x763f3uf8-119-2/ . Para cumplir la tan gran cantidad de importantísimas y variadas funciones en la sociedad, la lengua debe poseer una estructura muy compleja, en vista de que en el pensamiento de los hombres se refleja toda la realidad, todo un mundo infinito de imágenes e ideas. Incluso más, todo el mundo de sus sensaciones y aspiraciones el hombre tiene que expresarlo mediante la lengua y el lenguaje corporal. Para esto necesita de una gran cantidad de palabras, con particularidades muy variadas, con diferentes significaciones, con posibilidades de conexión en las cadenas oracionales, con un complejo fondo en cada significación, y esto, a su vez, crea la necesidad de poseer un adecuado sistema para la formación de palabras o lexicogenesia.
Para relacionar las palabras entre sí en el habla y formar los enunciados, es necesario todo un conjunto de medios de relación, que expresen atamentos lógicos entre las significaciones de las palabras en la oración, en la cadena oracional, en la unidad o lexía; la relación de la oración con la realidad extralingüística y también otras relaciones, incluyendo la emocional. Estos medios son de diferentes tipos: entonación, cadencia, forma de relación de las palabras, elementos de enlace, etc.
Generalmente pensamos que no es difícil “leer” las emociones en las personas, porque el “cuerpo habla” https://ruanofaxas.wordpress.com/article/que-es-en-realidad-la-comunicacion-no-19j6x763f3uf8-13-2/ , es decir, gracias al lenguaje corporal o lenguaje no verbal, que, como sabemos, representa aproximadamente un 90% de la comunicación, dejándole el otro 10% al lenguaje verbal. No obstante, la realidad es otra. No podemos considerar que las reglas que se cumplen para el lenguaje corporal de Occidente, de nosotros los mestizos americanos, son las mismas reglas del lenguaje corporal universal, y recordemos que estamos en un mundo “globalizado”, por un lado, y que en muchos de nuestros países existen comunidades indígenas, africanas, asiáticas y otras minoritarias europeas que no comparten este tipo de código; a veces lo desconocen totalmente. En fin, que muchas personas no pueden “leer” ese lenguaje corporal nuestro; y si lo pueden leer, entonces no lo entienden, no lo pueden decodificar, que para el caso viene siendo lo mismo. La “naturalidad” es una competencia social clave de la comunicación, pero varía a veces enormemente […]
[…] MACROMANÍA Y MICROMANÍA EN MÉXICO / MACROMANIA AND MICROMANIA IN MEXICO / МАКРО-МАНИЯ И МИКРО-МАНИЯ В МЕКСИКЕ […] ¡Cuántas veces hablamos de la #micromanía mexicana! ¡Cuántas veces hablamos de la #macromanía mexicana! […] Claro, el hacer las cosas a lo pequeño, en chico, en diminutivo, y mal, no es exclusivo de México y los mexicanos. Miren esos países que tienen todos los recursos del mundo, esos países tan ricos, como Venezuela, Brasil, Argentina, Colombia, Perú, Bolivia […] y, por supuesto, México, y peor no han podido estar en el pasado, y hoy están mal, y en algunos casos muy mal, como Venezuela y México. Esto de tener tantos recursos, tantas riquezas, y estar tan mal es como tener alas de águila y mente de pollo. “¡En fin…!” […] Y este asunto de la “macromanía” mexicana, es decir el hacer las cosas en grande, en ciertos casos y por un lado, y por otro lado la “micromanía” mexicana, es decir el hacer las cosas a lo chiquito, a lo pequeño, a lo cortito, e inclusive mal […] ese vivir entre “lo diminutivo” (la inmensa mayoría de la veces) y “lo superlativo” (rarísimas veces, salvo en el caso de la corrupción y la barbarie) […]






















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