PARTE DE LA CONFERENCIA […] Y hablando de liderazgo, de management, de gerencia, de la Biblia, del Cristianismo, del Catolicismo, de cristianos, de católicos, este asunto tiene alcances todavía mayores […] Sahagún cuenta que ningún hombre descortés, vanidoso o vulgar era elegido dignatario. Cuando un alto funcionario hablaba en forma impropia o hacía bromas tontas, se llamaba tecucuechtli (payaso) […] El padre advertía al hijo que debía ser franco ante “nuestro dios (Tezcatlipoca); que tu humildad no sea fingida pues te llamaría titoloxochton (hipócrita) o titlanixquipile (fingidor); pues nuestro dios ve lo que hay en tu corazón y sabe todas las cosas secretas” […] (Álvarez, 1987, t. IV: 1852) […] El hombre americano tiene, en promedio y por encima de todas sus diferencias, como denominador común a la religión judeo-cristiana –además de las archiconocidas y archipracticadas, en todas las épocas y en todas las esferas sociales, santerías amerindias y africanas–, en situación de sincretismo religioso, claro está, como sincrético también es el mismo Cristianismo, el mismo Catolicismo, si tomamos en cuenta que el Cristianismo nació en Israel, que Jesús era judío, y que Israel está en Asia, por lo que Jesús, entonces, es de origen asiático: Las sustituciones de unas religiones por otras, los procesos de mestizajes religiosos, las transculturaciones religiosas, los sincretismos…, generalmente van de la mano de “imposiciones”, de “obligaciones”, de “la fuerza del amo sobre el vasallo”, de “la fuerza del conquistador sobre el conquistado”… Todo esto, siempre va acompañado, además, de malos recuerdos, de penas, de tristezas, de temores, de incertidumbres, de confusiones, de falsedades, de traiciones, y de un odio terrible. Cuando te obligan a hacer lo que no quieres, “algo” pasa; y no precisamente ese “algo” es bueno. Por otro lado, no creo que haya ninguna persona con media educación, es decir que no sea ignorante, que imagine –si es que todavía no se ha dado cuenta de la realidad– que una religión que aspire a la universalidad, que quiera ser universal, que quiera tener el control de todos y cada uno de los seres a como dé lugar, pueda no ser violenta, pueda ser tolerante. ¡Imposible! Y ya hemos excavado en las historias de las religiones lo suficiente como para conocer –por lo menos las personas que saben leer, particularmente los políglotas, los “no analfabetos”, e inclusive los que siendo analfabetos saben “entender”– sus misterios y sus reales objetivos y aspiraciones (Saramago, 2004). ¡Esto es pan comido! Una religión con estas características es, como ha mostrado y sigue mostrando la historia, la actualidad, violenta e intolerante. Una cosa son las religiones integradoras, es decir que “aceptan a los demás”, y otra cosa son las religiones excluidoras, es decir que “no aceptan a los demás”, salvo que se conviertan… (Todorov, 1999: 106-136) […] Que no se nos olvide que en cuestión de religión y religiones “los secretos” aumentan mucho más en aquellos grupos que “simulando” tener “una sola religión” es evidente, inclusive ante los ojos de los más ignorantes e indiferentes, que profesan “cultos alternativos”, que practican “ritos alternativos”, “cultos sincréticos” […] ¿“Religiones alternativas”, “religiones sincréticas”, ”cultos alternativos”, “ritos alternativos”, “cultos sincréticos”, “ritos sincréticos”? […] #ReligionesAlternativas #ReligionesSincréticas, #CultosAlternativos #CultosSincréticos, #RitosAlternativos #RitosSincréticos […] ¡Y justamente ésta es una característica histórica en América!, debido, ante todo, a la presencia y mezcla de grupos étnicos y socioculturales diferentes: amerindios, europeos, asiáticos, africanos…, con religiones muy diferentes, con sincretismos religiosos varios –y, claro está, también sincretismos lingüísticos, gestuales, protocolares… (Ruano, 2003e). Nosotros los americanos, los latinoamericanos, los iberoamericanos, con tradiciones católicas, cristianas, protestantes, leemos la Biblia, en cualquiera de sus versiones e idiomas, desde temprana edad. Nosotros los americanos asistimos a los cultos religiosos y ahí, muy temprano, comenzamos a amar y también a temer a Dios, a respetar sus palabras; por eso, “se supone”, no debemos hacer las cosas que a Él no le gustan, las cosas que Él nos tiene prohibidas, para que no nos castigue, en la vida y en la muerte. La palabra sagrada, de la Biblia, la conocemos muy temprano, en la niñez, ya sea a través del discurso oral de las demás personas, principalmente en nuestras comunidades latinas a través de los rabinos, de los pastores, de los imanes, de los sacerdotes, de los guías religiosos y espirituales de muchas sectas, logias, comunidades y religiones amerindias y africanas, como la santería, etc., o a través de nuestra propia lectura: ¿qué es el Catecismo, por ejemplo? Lo primero que te enseñan en el Catecismo –bueno, eso creemos porque eso vimos hace mucho tiempo, ¡pero con las mañas que de repente aparecen, que ya no son secretos, en contra de los niños en ciertas instituciones…!– son los Diez Mandamientos: 1. Amarás a Dios sobre todas las cosas. 2. No tomarás el Nombre de Dios en vano. 3. Santificarás las fiestas. 4. Honrarás a tu padre y a tu madre. 5. No matarás. 6. No cometerás actos impuros. 7. No robarás. 8. No dirás falso testimonio ni mentirás. 9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros. 10. No codiciarás los bienes ajenos (Éxodo, 20). Justamente por esto nos llama la atención la violación que se hace de la Palabra Sagrada, a la que supuestamente y en apariencias, tantos se subordinan. Esta subordinación y acatamiento de la Palabra Sagrada, al parecer, sólo se produce en la infancia, porque ya en el estado adulto: ¡miremos a nuestros alrededor, a todos lados! El alcance perturbador, disociante y tóxico de la mentira en nuestras sociedades en la actualidad, principalmente de las mentiras de nuestros líderes (?), incluyendo a una buena cantidad de líderes religiosos, llama profundamente la atención, porque en la Biblia este tema se trata de manera radical, tajantemente, con implicaciones fuertes, hasta de muerte. ¿Es que acaso no respetamos las palabras recogidas en nuestros textos sagrados? ¿Es que acaso no se supone que somos religiosos? ¿Cuál es el verdadero objetivo de nuestra asistencia, con todo y familia, con todo e hijos, a las iglesias, a los templos? ¿Cuál es la imagen, el ejemplo, que se supone que queremos con nuestra “devota” asistencia a los centros de cultos religiosos judeo-cristianos? La “mentira”, y sus implicaciones, se recoge en la Biblia con mucha frecuencia: 7 Huye de la mentira. No harás morir al inocente y al justo; porque yo aborrezco al impío (Éxodo, 23). 11 No hurtaréis. No mentiréis, y ninguno engañará a su prójimo (Levítico, 19). 3 que mientras haya aliento en mí, y me conserve Dios la respiración, 4 no han de pronunciar mis labios cosa injusta, ni saldrá de mi boca dolo ni mentira (Job, 27). 7 Tú aborrecerás a todos los que obran la iniquidad: tú perderás a todos aquellos que hablan mentira. Al hombre sanguinario y fraudulento, el Señor lo abominará (Salmos, 5). 16 Seis son las cosas que abomina el Señor, y otra además le es detestable. 17 Los ojos altaneros, la lengua mentirosa, las manos que derraman la sangre inocente, 18 el corazón que maquina perversos designios, los pies ligeros para correr al mal, 19 el testigo falso que forja embustes, y el que siembra discordias entre hermanos (Proverbios, 6). 4 La mano desidiosa produce la mendicidad; pero la mano activa acumula riquezas. Quien se apoya en mentiras, ese tal se alimenta de viento, y corre neciamente tras las aves que vuelan (Proverbios, 10). 22 Abomina el Señor los labios mentirosos; los que obran fielmente, esos le son gratos (Proverbios, 22). 5 Detesta el justo la mentira o calumnia; mas el impío, que infama, será infamado (Proverbios, 13). 5 No quedará impune el testigo falso, y no escapará del castigo quien habla la mentira (Proverbios, 19). 9 El testigo falso no quedará sin castigo, y perecerá el que habla la mentira (Proverbios, 19). 17 A primera vista grato es al hombre el pan de mentira; mas hincando el diente, se llena la boca de arena, o de chinitas (Proverbios, 20). 6 Quien allega tesoros a fuerza de mentir con su lengua, es un tonto e insensato, y caerá en los lazos de la muerte (Proverbios, 21). 7 Dos cosas te he pedido, oh Señor; no me las niegues en lo que me resta de vida. 8 Aleja de mí la vanidad y las palabras mentirosas. No me des ni pobreza ni riquezas; dame solamente lo necesario para vivir; 9 no sea que viéndome sobrado, me vea tentado a renegar de ti, y diga lleno de arrogancia; ¿Quién es el Señor? o bien que, acosado de la necesidad, me ponga a robar, y a perjurar el Nombre de mi Dios (Proverbios, 30). 11 Guardaos pues la murmuración, la cual de nada aprovecha, o daña mucho, y refrenad la lengua de toda detracción; porque ni una palabra dicha a escondidas se irá por el aire; y la boca mentirosa da muerte al alma (Sabiduría, 1). 13 No inventes mentiras contra tu hermano; ni lo hagas tampoco contra tu amigo. 14 Guárdate de proferir mentira alguna; porque el acostumbrarse a eso es muy malo (Eclesiástico, 7). 26 Es una tacha infame la mentira en el hombre; ella está de continuo en la boca de los mal criados. 27 Menos malo es el ladrón, que el hombre que miente a todas horas; bien que ambos a dos tendrán por herencia la perdición. 28 Deshonradas y viles son las costumbres de los mentirosos; siempre llevan consigo su propia confusión (Eclesiástico, 20). 44 Vosotros sois hijos del diablo, y así queréis satisfacer los deseos de vuestro padre: él fue homicida desde el principio, y creado justo no permaneció en la verdad; y así no hay verdad en él; cuando dice mentira, habla como quien es, por ser de suyo mentiroso, y padre de la mentira (San Juan, 8). En esta siguiente parte aparece el castigo que les espera a “las parejas que mienten de mutuo acuerdo”. En América, como muestran las informaciones diarias en todo tipo de medio masivo de comunicación, es común que “ciertas parejas” con poder, que algunas parejas presidenciales, mientan en total acuerdo, ¡pero en grande! También se debe considerar aquí a los efectos del castigo al “pareja”, es decir a los policías y vigilantes del tráfico vial extorsionadores que piden “la mordida”. Hablando de “parejas”, tal y como están las cosas y a partir de los tremendos escándalos de homosexualidad, de bisexualidad, de pederastia, de pedofilia en la Iglesia católica, también hablaríamos de las “parejitas” sexuales, reconocidas y secretas, entre los sacerdotes. Bueno, en este caso, parece que a estos pecadores les espera una muerte repentina, por mentirosos, más no por parejas: 1 Un hombre llamado Ananías, con su mujer Safira, vendió también un campo. 2 Y, de acuerdo con ella, retuvo parte del precio; y trayendo el resto, lo puso a los pies de los Apóstoles. 3 Mas Pedro le dijo: Ananías, ¿cómo ha tentado Satanás tu corazón, para que mintieses al Espíritu Santo, reteniendo parte del precio de ese campo? 4 ¿Quién te quitaba el conservarlo? Y aunque lo hubieses vendido, ¿no estaba su precio a tu disposición? ¿Pues a qué fin has urdido en tu corazón esta trampa? No mentiste a hombres, sino a Dios. 5 Al oír Ananías estas palabras, cayó en tierra y expiró. Con lo cual todos los que tal suceso supieron, quedaron en gran manera atemorizados. 6 En la hora misma vinieron unos mozos, y lo sacaron y llevaron a enterrar. 7 No bien pasaron tres horas, cuando su mujer entró, ignorante de lo acaecido. 8 Le dijo Pedro: Dime, mujer, ¿es así que vendisteis el campo por tanto? Sí, respondió ella, por eso precio lo vendimos. Entonces Pedro le dijo: ¿Por qué os habéis concertado para tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los que enterraron a tu marido; y ellos mismos te llevarán a enterrar. 10 Al momento cayó a sus pies, y expiró. Entrando luego los mozos, la encontraron muerta, y sacándola, la enterraron al lado de su marido. 11 Lo que causó gran temor en toda la Iglesia, y en todos los que tal suceso oyeron (Hechos de los Apóstoles, 5). 9 No mintáis los unos a los otros, en suma, desnudaos del hombre viejo con sus acciones, 10 y vestíos del nuevo, de aquél que por el conocimiento de la fe se renueva según la imagen del Señor que lo creó (Colonenses, 3). 14 Mas si tenéis un celo amargo, y el espíritu de discordia en vuestros corazones; no hay para qué gloriaros, y levantar mentiras contra la verdad (Santiago, 3). 21 No os he escrito como a ignorantes de la verdad, sino como a los que la conocen y la saben: porque ninguna mentira procede de la verdad que es Jesucristo (San Juan, 2). En esta parte no es fácil saber cuánto castigo les espera a “ciertos personajes” de nuestra América, que son “toda una joyita”, unos “verdaderos estuchitos de monerías”, que, como el taco mexicano, ya vienen “con todo y todo”: 8 Mas en orden a los cobardes, e incrédulos, y execrables o desalmados, y homicidas, y deshonestos, y hechiceros, e idólatras, y a todos los embusteros, su suerte será en el lago que arde con fuego, y azufre: que es la muerte segunda y eterna (Apocalipsis, 21). Aprovechando lo de “el lago que arde con fuego”, otra vez recordamos la canción de Celia Cruz: “¡Qué le den candela, qué le den castigo, qué lo metan en una olla y que se cocine en su vino…! ¡Qué le den candela, qué le den castigo, qué lo cuelguen de una cometa y que luego corten el hilo…! ¡Azúcar, azúcar…!” La mayoría de estas “joyitas” que pasan su vida en todo tipo de desatinos contra el prójimo, contra los demás, contra el pueblo, contra adultos y niños –principalmente los religiosos pederastas–, al llegar a la vejez o en los momentos finales de la vida, se desesperan, temen, se aterrorizan, porque la vejez y los momentos finales de la vida marcan los tiempos y los espacios adecuados para los arrepentimientos, las lamentaciones y las retractaciones, ya sea porque llegan las leyes de los hombres con su poder implacable, en cualquiera de sus formas: desde la pena capital hasta la humillación, el ninguneo y el abandono, o porque llegan las leyes de los dioses, las leyes religiosas, para los que son creyentes, que, según lo escrito en los textos sagrados de muchas religiones, son todavía peores que las leyes de los hombres. Éste ha sido el caso de muchos en la historia y es el caso de muchos también en la actualidad: Adolf Hitler, Augusto Pinochet, Benito Mussolini, Fidel Castro, Georg Karl Grossman, George W. Bush, Mobutu Sese Seko, Gilles de Rais, Henry Lee Lucas, Iósiv Stalin, Jack el Destripador, Jeffrey Dahmer “El carnicero de Milwaukee”, Luis Echeverría Álvarez, Marcial Maciel, Mohammad Reza Pahlevi, Nicolae y Elena Ceausescu, Saddam Hussein, Slobodan Milošević, Robert Mugabe, Swaney Beane…, y muchísimos más, hombres y mujeres, en una lista interminable y, claro está, muy desagradable, asqueante, maloliente. Sí, por supuesto, al llegar los últimos momentos, los momentos de las últimas reflexiones, estos “fuertes” se aterrorizan, y se convierten en nada, en inmundos residuos de escoria humana: La vejez es, en efecto, un estado de reposo y de libertad en lo que atañe a los sentidos. Cuando la violencia de las pasiones ha cedido y se ha amortiguado su fuego, el hombre se ve, como Sócrates decía, libertado de un tropel de tiranos furiosos. En cuanto a las añoranzas de los viejos de que hablo, así como por lo que se refiere a sus quejas de los malos tratamientos recibidos de sus allegados, no deben atribuir la causa de ellos a la vejez, Sócrates, sino a su propio carácter. La vejez es soportable cuando se tienen costumbres moderadas y cómodas; mas cuando se está dotado de un carácter contrario a esas costumbres, así la vejez como la misma juventud son infelicísimas […] cuando el hombre se acerca al término de su vida, siente temores e inquietudes por cosas respecto de las cuales no sentía antes el menor cuidado: lo que se cuenta de los infiernos y de los suplicios que en ellos se preparan para los malvados, acude entonces al espíritu. Empieza uno a temer que esas historias, tratadas hasta entonces de fábulas, no sean otras tantas verdades, débase esa aprensión a debilidad del alma, o ya sea que el alma distinga entonces esas cosas más claramente, a causa de su mayor proximidad. Siéntese, pues, el hombre lleno de inquietudes y de terror. Repasa todos los actos de su vida para ver si ha hecho o no daño a alguien. Aquel que, al examinar su conducta, la encuentra sembrada de injusticia, tiembla, se entrega a la desesperación, y a menudo, por las noches, el miedo le despierta, sobresaltándole, como a los niños. Mas aquel que nada tiene que reprocharse, encuentra de continuo a su lado una dulce esperanza que sirve de nodriza a su vejez, como dice Píndaro al presentar con graciosa imagen al hombre que ha vivido justa y sanamente […] (Platón, 1993, “La República o de lo justo”, 436-438) […] ¿Cómo es posible que una gavilla, que un grupo de gente inmunda, mentirosa, fraudulenta, corrupta y vulgar, trafique con la religión, con las imágenes y las palabras sagradas, que por siglos han formado parte de nuestros tesoros más protegidos: la familia, el corazón, los valores, el respeto, la moral? ¿Cómo es posible que permitamos, nosotros, los latinos religiosos y respetuosos de las tradiciones religiosas que nos han enseñado nuestros ancestros en el más honroso ambiente, que los “Nadies” y los “Ningunos”, deshonren nuestro patrimonio socioconfesional? ¿Acaso ya no es suficiente con lo que hemos visto y oído y con lo que seguimos viendo y oyendo? ¿Es que acaso no somos lo suficientemente morales, fuertes y respetuosos como para ponerle un hasta aquí a este contrabando y a este teatro secundón que se está dando con nuestras tradiciones religiosas y con las palabras de la Biblia? Nosotros, los descendientes de la tradición judeo-cristiana, respetuosos de nuestro patrimonio cultural, no podemos permitir, por ningún motivo, que nuestros valores religiosos sean atropellados por un grupo de pillastres caracterizados por los valores más representativos de la podredumbre social, que desde todo tipo de enclave, diariamente atropellan, pisotean y deshonran la palabra sagrada, la tradición sagrada, los valores sagrados. Nosotros, sencillamente, no podemos permitir que cualquier tipo de pseudos sacerdotes, pastores, guías espirituales, politicastros, pseudomandatarios gubernamentales, pseudoprimeras damas (?) y alquimistas de la política y de los gobiernos utilicen a la religión, a las religiones, a sus ritos y a la palabra bíblica para sus componendas, perversiones y beneficios personales y familiares deshonrosos y deshonrantes. ¿Pero es que acaso no tenemos ojos? ¿Hasta dónde se supone que llega nuestra confusión y nuestro analfabetismo social y religioso? Los que “no” pasamos de noche los estudios bíblicos, el Catecismo, recordamos a Jonás, el más antiguo de los profetas, el personaje bíblico que siempre ha sido altamente venerado por judíos y cristianos, y respetado como hombre, como personaje, como líder, inclusive por los ateos, gentiles, idólatras y paganos. De la infancia, del Catecismo, recordamos los cantos bíblicos, y ahí está Jonás: “Jonás no le hizo caso a la palabra de Dios, por eso en la mar profunda la gente lo tiró, y vino un pez muy grande, ¡prum!, y se lo tragó, porque no le hizo caso a la palabra de Dios”. Eso lo aprendí hace 45 años, y todavía lo recuerdo. El Catecismo, como se puede apreciar, no me lo enseñó ni el “Maestro Quiñones” ni el “Maestro Ciruela”, ni cualquier otro u otra parecidos, ¡afortunadamente!: 1 El Señor habló a Jonás, hijo de Amatí, y dijo: 2 Anda y ve luego a Nínive, ciudad grande, y predica en ella; porque el clamor de sus maldades hasta mi presencia. 3 Jonás, empero, tomó el camino de Tarsis, huyendo del servicio del Señor; y así que llegó a Joppe halló una nave que se hacía a la vela para Tarsis; pagó su flete, y entró en ella con los demás para aportar a Tarsis, huyendo del servicio del Señor. 4 Mas el Señor envió un viento recio sobre el mar, con lo que se movió en él una gran borrasca; de suerte que se hallaba la nave a riesgo de estrellarse. 5 Y temieron los marineros, y “cada uno clamó a su dios”, y arrojaron al mar el cargamento de la nave, a fin de aligerarla. Jonás empero dormía profundamente en lo más hondo de la nave, a donde se había bajado, 6 y se llegó a él el piloto, y le dijo: ¿Cómo te estás así durmiendo? Levántate, e “invoca a tu Dios”, por si quiere acordarse de nosotros, y nos libra de la muerte. 7 En seguida se dijeron unos a otros: Venid, y echemos suertes para averiguar de dónde nos vine este infortunio. Y echaron suertes, y cayó la suerte sobre Jonás. 8 Le dijeron pues: Decláranos los motivos de este desastre que nos sucede. ¿Qué oficio es el tuyo? ¿De dónde eres y a dónde vas? ¿De qué nación eres tú? 9 Les respondió Jonás: Yo soy hebreo, y temo o adoro al Señor Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra. 10 Y quedaron sumamente atemorizadas aquellas gentes, y le dijeron: ¿Cómo es que has hecho tú eso? (Es de saber que de la relación que les hizo Jonás comprendieron que huía desobedeciendo a Dios). 11 Entonces le dijeron: ¿Qué haremos de ti, a fin de que la mar se nos aplaque? Pues la mar iba embraveciéndose cada vez más. 12 Y les respondió Jonás: Cogedme y arrojadme al mar, y la mar se os aquietará; puesto que yo sé bien que por mi causa os ha sobrevivido esta gran borrasca. 13 Entre tanto remaban los marineros para ver si podrían ganar tierra y salvarse; mas no podían, porque iban levantándose más sobre ellos las olas del mar. 14 Y clamaron al Señor, diciendo: Te rogamos, oh Señor, que no nos hagas morir por haber dado la muerte a este hombre, y no hagas recaer sobre nosotros la sangre nocente; pues tú, oh Señor, has hecho caer la suerte así como has querido. En seguida cogieron a Jonás, y lo echaron al mar, y al punto cesó el furor de las aguas. 16 Con lo cual concibieron aquellas gentes un grande temor y respeto al Señor, y le ofrecieron víctimas, y le hicieron votos (Jonás, 1). 1 Y había el Señor preparado un gran pez, pata que se tragara a Jonás; el cual estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez. 2 E hizo Jonás oración al Señor Dios suyo desde el vientre del pez; 3 y después dijo: He invocado al Señor en medio de mi tribulación, y me ha escuchado benigno; he clamado desde el seno del sepulcro, y tú, oh Señor, has atendido a mi voz. 4 Y me arrojaste a lo más profundo del mar, y me circundaron las aguas; sobre mí han pasado todos tus remolinos y todas tus olas. 5 Y dije: He sido arrojado lejos de la misericordiosa vista de tus ojos; pero no; aún veré nuevamente tu santo templo. 6 Me cercaron las aguas hasta el punto de quitarme la vida; me he visto encerrado en el abismo; el inmenso piélago ha cubierto mi cabeza. 7 He descendido hasta las raíces de los montes; los cerrojos o barreras de la tierra me encerraron allí dentro para siempre; mas tú, oh Señor Dios mío, sacarás mi vida o alma del lugar de la corrupción. 8 En medio de las angustias que padecía mi alma, he recurrido a ti, oh Señor; dirigiéndote mi oración al templo santo de tu gloria. 9 Aquellos que tan inútilmente a la vanidad de los ídolos, abandonan su misericordia. 10 Mas yo te ofreceré en sacrificio cánticos de alabanza; cumpliré al Señor todos los votos que le he hecho por mi salud. 11 El Señor en fin dio la orden al pez, y este vomitó a Jonás en la ribera (Jonás, 2) […] Recordemos que fue Jonás quien dio lugar a la creación del Libro de Jonás, que es el quinto libro de los profetas menores y uno de los 12 libros proféticos. ¿Es que queremos vivir lo que Jonás? ¿Es que vamos a esperar “hasta el final” para recapacitar, y entonces arrepentirnos? ¡Por favor! […] #ImagologíaClerical #ClericalImagology #КлерикальнаяИмагология April 12, 2014 · ANALFABETISMO, ANALFABETISMO FUNCIONAL, ANALFABETISMO FUNCIONAL EN LA EMPRESA, ANALFABETISMO FUNCIONAL NO TRABALHO, CATHOLICISM, CATOLICISMO, CLERICAL IMAGOLOGY, CORRUPÇÃO, CORRUPCIÓN, CORRUPTION, CRISTIANISMO, ВАТИКАН, КАТОЛИЦИЗМ, КЛЕРИКАЛЬНАЯ ИМАГОЛОГИЯ, КОРРУПЦИЯ, ЛИДЕРСТВО, МЕНЕДЖМЕНТ, НЕГРАМОТНОСТЬ, ОБРАЗОВАНИЕ, ФУНКЦИОНАЛЬНАЯ НЕГРАМОТНОСТЬ НА РАБОТЕ, ХРИСТИАНСТВО, EDUCAÇÃO, EDUCACIÓN, EDUCATION, FUNCTIONAL ILLITERACY, FUNCTIONAL ILLITERACY IN THE WORKPLACE, GERENCIA, GERENCIAMENTO, ILLITERACY, IMAGOLOGÍA CLERICAL, LEADERSHIP, LIDERANÇA, LIDERAZGO, MANAGEMENT, VATICAN, VATICANO Print Post Email Tweet Authors Fernando Antonio Ruano Faxas Website: http://ruanofaxas.wo… #Comunicación #Communication / #Lingüística #Linguistics / #Filología #Philology / #Imagología #Imagology / #Liderazgo #Leadership / #Management https://twitter.com/ruanofaxas #TerrorismoReligioso #ReligiousTerrorism #РелигиозныйТерроризм México es un oasis, un paraíso de prostitución infantil, de pornografía infantil, de pedofilia, de pederastia clerical Share this:TwitterFacebookLike this:Like Loading...
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