CARLOS FUENTES, UN PRECISO EN EL MUNDO DE LOS IMPRECISOS, UN CLARO EN EL MUNDO DE LOS OBSCUROS, UN HUMANO QUE NUNCA DECÍA NI ESCRIBÍA LO GENERAL Y CONFUSO: “FLOR Y FRUTA”, SINO LO PARTICULAR Y CLARO: “JACARANDA Y CIRUELA”, POR ESO SIEMPRE FUE UNA PATADA EN LOS “GÜEVOS” PARA “LOS NEFASTOS”. EL MUNDO NO OLVIDARÁ A CARLOS FUENTES, PERO ¿Y MÉXICO?
PARTE DE LA CONFERENCIA
¿POR QUÉ JUAN RUIZ DE ALARCÓN, OCTAVIO PAZ Y CARLOS FUENTES NUNCA FUERON DOCENTES, PROFESORES, MAESTROS, EN LA UNIVERSIDAD MÁS RECONOCIDA DE MÉXICO?
¡BASTA YA DE CANTINFLADAS!
¿CÓMO VAMOS A TENER FUTUROS GRANDIOSOS SI EL PRESENTE ES MEZQUINO, LIMITADO, RÚSTICO Y TERCERMUNDISTA?
«Los discursos, las comunicaciones, en México, se producen como si los usuarios de la lengua que está establecida en el país como idioma oficial, es decir el idioma español, estuvieran dentro de la novela llamada Epepe o Metropole, del autor Ferenc Karinthy, es decir “nadie nunca entendió a nadie”»
Literatura oral, literatura hablada u oraliteratura y Literatura escrita. «¿Y no tenían otro tipo de animal “menos burro” para poner como presidente? ¿¡Tenía que ser un burro, y de ese tamaño!?» https://ruanofaxas.wordpress.com/2012/09/05/literatura-oral-literatura-hablada-u-oraliteratura-y-literatura-escrita-y-no-tenian-otro-tipo-de-animal-menos-burro-para-poner-como-presidente-tenia-que-ser-un-burro-y/
A propósito del excelente libro EL PUEBLO QUE NO QUERÍA CRECER, de Ikram Antaki: ¿Y el nuevo presidente de México y su gobierno también van a “deshacerse” de manera tan burda, tan brutal, tan bárbara e inmisericordiosa, de los “periodistas y escritores molestos de México”, como han hecho los gobiernos anteriores? Hay muchas maneras de matar, porque con el olvido y el desprecio también se mata. Esto es viejo, nada nuevo. Recordemos algunos ejemplos en México: Sor Juana Inés de la Cruz, Elena Garro, Ikram Antaki, José Gutiérrez Vivó…, ¡y muchos más intentos de exterminio! ¿Qué pasó “realmente” con ellos?, ¿quiénes los recuerdan? Y lo peor de todo esto es que el pueblo de México, con su olvido, ha contribuido a matar lentamente, poco a poco, a estos grandes de la historia de la cultura, la literatura y el periodismo. Claro, ya sabemos lo que van a decir “los aludidos y ofendidos”: “¡YO NO FUI, FUE TETÉ!” https://ruanofaxas.wordpress.com/2012/05/09/a-proposito-del-excelente-libro-el-pueblo-que-no-queria-crecer-de-ikram-antaki-y-el-nuevo-presidente-de-mexico-y-su-gobierno-tambien-van-a-deshacerse-de-manera-tan-burda-tan/
[…] En otros momentos https://ruanofaxas.wordpress.com/2012/05/02/y-por-mas-que-le-buscan-a-andres-manuel-lopez-obrador-actos-de-corrupcion-corrupcion-lo-que-es-un-terrible-cancer-terminal-en-mexico-no-le-encuentran-y-a-andres-manuel-lopez-obrador-lo-apoyan-inte/ , https://ruanofaxas.wordpress.com/2012/05/10/mexico-y-las-elecciones-presidenciales-del-2012-elecciones-federales-de-mexico-2012-mexican-general-election-2012-%D0%BC%D0%B5%D0%BA%D1%81%D0%B8%D0%BA%D0%B0%D0%BD%D1%81%D0%BA%D0%B0%D1%8F-%D0%B2/ […] he comentado lo siguiente:
[…] Y por más que le buscan a Andrés Manuel López Obrador actos de corrupción, CORRUPCIÓN, lo que es un terrible cáncer terminal en México, no le encuentran http://www.proceso.com.mx/?p=303239 […] Y a Andrés Manuel López Obrador lo apoyan intelectuales reconocidos en México, reconocidos internacionalmente, empezando por los dos más importantes “vivos”, hombre y mujer, que son Carlos Fuentes y Elena Poniatowska […] http://www.youtube.com/watch?v=cLVs7jPAsss&feature=player_embedded […] y si Carlos Fuentes y Elena Poniatowska, que son hoy, y desde hace bastante tiempo, las dos personalidades más brillantes, más relevantes, más destacadas, hombre y mujer, de la cultura en México, apoyan abiertamente a Andrés Manuel López Obrados y no a “los otros”, pues eso ya, eso solo, ¡ES SUFICIENTE PARA TENER UNA CLARA IDEA DE LO QUE SE TRATA EN ESTAS ELECCIONES PRESIDENCIALES MÉXICO 2012! […] y creo que nadie “normal” se atreverá a cuestionar las múltiples capacidades de Carlos Fuentes y Elena Poniatowska, en ningún sentido, porque aquí estamos hablando de la flor y la nata de la cultura y también del abolengo, brillantes y ricos, muy brillantes y muy ricos, y encima de eso, por si fuera poco, ELENA PONIATOWSKA ES PRINCESA […] ¡se imaginan lo que darían muchas “gatas” y muchos “gatos” de México, de América, que inclusive son millonarios y millonarias, por ser príncipe a princesa, o lo que sea en este sentido de la nobleza!, pero no, nada, se ven en ciertos casos, en la inmensa mayoría de los casos, muy rústicas y rústicos, muy “pelusa” […] Claro, de que esta chusma politiquera mexicana, americana, se atreve, pues claro que se atreve […] Elena Poniatowska: ¿homo literatus u homo politicus? ¡Claro que primero homo politicus!, y después homo literatus (conste, que primero en ella es periodismo) […] Elena Poniatowska es “camisa de once varas” […] Hay que tener mucho cuidado a la hora de hablar con Elena Poniatowska. A “los demás” y a “las demás” los puede entrevistar “cualquiera”; pero ella, Poniatowska, puede poner, pone en aprietos, inclusive a “no cualquiera”, imaginen entonces en la situación en que puede poner a “cualquiera”, claro si es que ella quiere, e inclusive aquí también hay que pensar en el subconsciente de Elena Poniatowska, en las muchas Elenas que hay en Elena Poniatowska, en todas esas mujeres que hay en Elena Poniatowska, como lo dice su mismo nombre: Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor […] ¿y quién sabe “de verdad” cuándo es que habla o cuándo es que escribe cada una de estas 8 mujeres que están dentro de Elena Poniatowska?, ¿cuál tiene más poder o menos poder?, ¿cuál es extrovertida y cuál es introvertida, si es que acaso alguna de esas 8 mujeres lo es?, ¿puede saber inclusive la misma Elena Poniatowska cuándo es que está hablando o escribiendo una de esas ocho mujeres o varias a la vez? […] Y aquí no vayamos a dar una respuesta cualquiera, rápida, sin pensar muy bien, primero, en “las trampas” de la herencia genética y de la herencia cultural. ¡Y cómo hay sorpresas en los dos sentidos! […] Miren el panorama de la cultura en América Latina, miren el panorama de cultura la en toda América. Por eso decimos que Elena Poniatowska es “otra dimensión” […]
[…] #literatura #literature #литература #littérature #literatur #letteratura […] #periodismo #journalism #jornalismo #журналистика #journalisme #journalismus #giornalismo […] Ok, hablemos entonces de “la literatura de mierda” […] En absolutamente todos los lugares en donde he estado, de una manera u otra, siempre me preguntan, entre otras cosas, que para qué me ha servido la literatura […] siempre contesto lo mismo […] que la literatura me ha servido para muchas más cosas que lo que habitualmente la gente cree […] ya con Castro en el poder a Cuba no entraban los libros de la inmensa mayoría de los autores famosos en el mundo, y me refiero a los famosos de antes y a los famosos de ahora, me refiero a los muertos y a los vivos, fueran de donde fueran y de la época que fuera, muchos de ellos estaban prohibidos, la inmensa mayoría de los autores que todo el mundo leía en los demás países en Cuba ni se conocían, ¿¡y cómo conocerlos si no existía Internet!?, ahora esos autores sí los pueden conocer los cubanos de Cuba, porque aunque estén prohibidos en Cuba, aunque no se vendan en Cuba, aunque no estén en las bibliotecas de Cuba, el cubano “que puede” entra a Internet y ahí se da “el banquetazo” […] entonces cuando yo lograba tener una copia de uno de esos libros, de uno de esos autores, lo disfrutaba al máximo, y tan es así que todavía recuerdo los detalles de cómo leía a “los más prohibidos en Cuba”, y lo recuerdo perfectamente inclusive ahora, después de 40 años, una buena cantidad de esos libros prohibidos, o de copias, me llegaba a través de los hijos o familiares o amigos o “tracatanes” o “guatacas” de “los pinchos”, a los que siempre agradeceré su “gran traición a los principios castristas”, si no hubiera sido por ellos y “su generosa y amable traición” yo nunca habría podido leer a aquellos autores, aquellos libros, aquella literatura […] siempre había que estar “con la guardia en alto”, atentos, porque en Cuba se publicaban los libros, la literatura, de “los amigos de Cuba”, pero en cuanto ese “supuesto” amigo o amiga de Cuba, escritor o periodista, o las dos cosas (que era lo casi común) entraba en conflicto con Fidel Castro, es decir con “los principios de Cuba”, en automático retiraban sus libros, su literatura, hasta de las bibliotecas, o sea “finish”, “caput” […] había que ser algo así como un brujo para leer el futuro de la cultura en Cuba, y si te imaginabas que un autor se iba a conflictuar con Fidel castro, repito, “sólo de imaginarlo”, entonces tenías que ahorrar rápidamente los kilitos que pudieras y comprar sus libros antes de que llegara el conflicto. De lo contrario, “¡adiós libritos!”, algo así como que “hoy sí, mañana no”. Y eso era constante, fueron tantos casos, con la literatura y la música, con los autores, con los músicos, con los artistas, con los deportistas, ¡qué barbaridad! No era fácil “predecir” el mundo de la literatura y el arte en Cuba, y menos en provincia: en Cuba todo lo que sabía el pueblo era a través de lo que decía Fidel Castro, ¡y ya! Claro, teníamos aquellos magníficos radios de onda corta soviéticos, gracias a los cuales oíamos todos los días la información que daban “los gusanos”, “los contrarrevolucionarios”, y gracias a ésos “los malos” podíamos tener una idea lo que pasaba realmente en el mundo “en un amplio sentido”, fuera de Cuba ¡Y TAMBIÉN DENTRO DE CUBA! Gracias a “la gusanera” podíamos conocer los detalles de todo lo que pasaba dentro de Cuba, inclusive en las más altas élites del Castrismo, porque cuando la gente se iba de Cuba, en especial los “ñángaras” (altos jefes), entonces “soltaban la sopa” completa y decían lo que era y, también, de paso, lo que no era […] sigo creyendo que los cubanos son la gente más buena del mundo. Aquí en Miami, en la Florida, vas por la calle, por cualquier calle, y ves a un montón de gente, hombres y mujeres y tercer sexo, que en Cuba eran ñángaras, chivatones, y ahora son gusanos, y nadie les hace nada. Es más, hay cubanos aquí en las calles que en Cuba estuvieron implicados en delitos graves, es decir delataron, “chivatearon”, a gente que fueron encarceladas y hasta fusilados, ¡y mírenlos!, van por ahí como por su casa, y nadie les hace nada, tal vez en alguna ocasión alguien les ha gritado en la calle “chivatón”, o tal vez “asesino”, y de ahí no pasa el asunto. Y conste que no me refiero solamente al ámbito militar, a los que fueron policías en Cuba, del G2, del “Ministerio” o “MinInt”, no, me refiero aquí a gente del arte, a artistas, a escritores, a periodistas, a deportistas, a científicos […] Y también, que conste, que esto que estoy diciendo todo el mundo lo sabe muy bien, aunque el tema no se toque, creo que serían muchos los implicados. Algunos de estos “cubanos implicados” prefirieron no llegar a Estados Unidos, mejor se quedaron por ahí, por España, por México, por cualquier lugar de esos, para “evitar”, porque ¿¡qué tal si sí…!? Otros esperaron un “tiempo prudencial”, para que la gente olvidara… ¡Y tuvieron razón! […] y debido a la censura la mayoría de los libros y autores que se vendían en Cuba, que estaban al alcance de los cubanos promedio, eran de temas de socialismo, comunismo y de “lavadera de coco”, y esos libros, esa literatura, también yo los adquiría, los compraba, los guardaba, porque eran imprescindibles en mi vida. Yo, por mi gusto, no leía esos libros de “coco wash”, pero los compraba, creo que casi nadie los leía “por el gusto de la lectura”, aunque también recuerdo aquí que tuvimos que leerlos en la escuela, en la universidad: “¡no había de otra!”, “¡a cojones!”, “¡a güevos!”, “¡o le entrabas o le entrabas!” Afortunadamente, nunca recordé esos libros, los olvidaba en el mismo momento en que yo hacía el examen en la escuela o en la universidad. ¡Qué gran poder tiene el cerebro, la mente, la memoria humana, para expulsar la mierda tóxica y contaminante! […] ¿que entonces para qué compraba esos libros, esa literatura?, bueno, eso todos los cubanos de Cuba lo saben muy bien: ¡para limpiarme el culo! Claro, si no había papel higiénico, si no había papel de baño, teníamos que limpiarnos el culo con lo que se podía, o lo hacíamos con ese papel de libros, periódicos y revistas o te tenías que limpiar el culo con la mano: “¡a elegir según las circunstancias!” Y si los cubanos nos tuvimos que limpiar el culo alguna vez, o muchas veces, con las manos, “a lo musulmán”, pues entonces nos quedaba la tranquilidad (¿o “resignación”?) de que ni éramos los únicos ni los primeros que lo hacíamos en el mundo. En este sentido “ya había llovido mucho” en la tierra […] a veces el papel de esa “literatura coco wash” era muy duro, carrasposo, con tinta mala, por lo que al pasar por el culo era como una tortura, “culo rallado”, había que hacerlo con mucho cuidado, y humedecer el papel, y eso cuando había agua disponible […] a veces se agarraba cualquier página de una revista soviética para limpiarse el culo, pero a veces había que elegir, porque si la página tenía una imagen con mucho color, entonces no podía usarla, tenía que dársela a mis hermanas, porque con ese papel hacían collares y pulsas, claro tampoco había collares y pulsas, y las cubanas algo tenían que ponerse en el “cocote”, para una cubana salir a la calle sin algo que le cuelgue en el “cocote” es como salir desnuda, había que “agenciárselas en contexto”. Si estabas en la casa, a veces era más fácil echar mano a cualquier papel, porque era casi seguro que al baño hubieran llegado las revistas ya revisadas por mi mamá, mis tías, mis hermanas, mis primas y “semejantes”…, y entonces ya todas las páginas que tenían más colores habían sido arrancadas. Hasta mi papá y mis tíos, hombres mayores, viejos, sabían que tenían que ser muy “selectivos” con las páginas de las revistas soviéticas con las que se limpiaban el culo, si querían que las mujeres de la familia se vieran bonitas, hermosas, adornadas, con sus “joyas papeleras”. En realidad, si el periódico o revista eran cubanos, te podías limpiar el culo con todas las páginas. Ninguno tenía colores bonitos y, por otro lado, eran de mejor calidad para absorber la mierda, porque los soviéticos lo que hacían eran regar la mierda, no eran buenos para esos fines, había que usar el doble y el triple de hojas, y eso para que quedara “medio limpio” el culo, ¡y los periódicos cubanos eran excelentes! […] Siempre dijeron que los cubanos tenían los culos más ilustrados del mundo, porque “leían” […] Si mal no recuerdo, en algún momento hubo un intento por hacer en Cuba algo parecido a lo que hacían los soviéticos, pero en eso de competir en hacer periódicos y revistas llamativos, coloridos, bonitos, que al fin final de cuentas iban a terminar en el culo de la gente el gobierno de Cuba no pasó de ahí, de “intento”. La Unión Soviética siempre fue la mejor en editar periódicos y revistas “bonitos” para limpiarse el culo […] Pero, cuidado, que si por alguna de esas coincidencias en mi casa agarrabas una revista que no estuviera ya puesta en el baño, es decir “revisada”, y te limpiabas el culo con “una página de las bonitas”, ¡ay, mi madre, lo que te esperaba!, ¡un escándalo! No podías emplear en el culo lo que las mujeres emplearían en su cuello y sus muñecas. Y la regla era tajante para todos […] como decía mi tía Carmen: “al culo lo que es del culo, a los collarcitos y a las pulsitas lo que es de los collarcitos y de las pulsitas”. Por las noches, aquellas mujeres montaban su “taller de collarcitos y pulsitas”. ¡Qué imaginación!, ¡qué creatividad! Los de la NASA, la CIA, el FBI se quedaron cortos […] los varones de la familia tenían que participar del “taller” porque en aquel “trabajo en equipo” había que hacer algunas “cosas duras” como darle forma a cordeles de metal y “lo que se presentara” […] con respecto a la limpiadera del culo con papeles duros y de mil colores, nunca me pude ver el culo después de limpiarme con ese tipo de papel duro y con tintas coloridas malas, tipo publicaciones comunistas soviéticas, nunca lo pensé, no se me ocurrió, como era tan normal entre nosotros los cubanos, no imaginé que en el mundo podían existir personas que no se limpiaran el culo como nosotros los cubanos, ahora creo que debí haberle tirado una foto al culo después de “aquello”, aunque sólo hubiera sido en blanco y negro, no teníamos camaritas en colores (ésas sólo las tenían los “pinchos”), esa foto pudo haber quedado como imagen exótica o algo así, no creo que haya muchas imágenes de culos después de haberse limpiado con un papel de revista colorida rusa con textura lisa tipo “regador de mierda”, o sea, que imagino que el culo en algunos casos debió haber quedado así como, más o menos, cara de geisha japonesa, cuerpo pintado de indígena nubio, o algo semejante, según fueran los colores de las tintas que tenían los papeles lisos del papel con el que te limpiabas el culo […] y esto es para que vean la gran importancia de “la literatura de mierda”. ¿Qué habría sido de nuestros culos cubanos sin los periódicos y revistas comunistas? No quiero ni pensarlo, ¡TERRIBLE! […]
[…] Y las últimas palabras que escribiera Carlos Fuentes con sus propias manos estarían dedicadas a Elena Poniatowska “La Princesa Roja”, “La Princesa de Izquierda”, “La Princesa Comunista” http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2012/05/19/112136545-una-felicitacion-a-poniatowska-es-lo-ultimo-que-habria-escrito-carlos-fuentes/ “¿Pobre princesa? ¿O princesa pobre? Nada de eso: La ciudadana Poniatowska es nuestra y es rica: Rica en afectos, rica por lo mucho que da y lo mucho que recibe. ¡Rica Princesa!” […]
LITERATURE. SISTER JUANA, THE BEST FEMALE WRITER IN THE WORLD.
LITERATURA. SOR JUANA, LA MEJOR ESCRITORA DEL MUNDO.
LITERATURA. SÓROR JUANA, A MELHOR ESCRITORA DO MUNDO.
ЛИТЕРАТУРА. СЕСТРА ХУАНА, САМАЯ ЛУЧШАЯ ПИСАТЕЛЬНИЦА В МИРЕ.
Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana
“Sor Juana Inés de la Cruz”
“El Fénix de México”
“El Fénix de América”
“La Décima Musa”
(México, San Miguel Nepantla, Tepetlixpa, Estado de México 1651- Ciudad de México, Distrito Federal, 1695)
[…] Desde que llegaron los españoles a México, es decir en el período colonial, y también en todo el periodo independiente, es decir cuando México fue colonia de España y cuando no lo fue, las mafias de la “educación” (?) nunca permitieron, por el o los motivos que fueran, que todos sabemos muy bien cuáles han sido y cuáles siguen siendo, que “los grandes” formaran a los mexicanos, aunque hubo sus excepciones […] Esto sucedió con Juan Ruiz de Alarcón, con Sor Juana Inés de la Cruz, con Octavio Paz, cuestión que he comentado ya en varias de mis conferencias, cursos, textos […] Cuando analizamos la historia, la biografía, de Carlos Fuentes, “El gran escritor de la identidad mexicana”, vemos cosas como ésta: “ha sido profesor en las universidades de Columbia, Harvard, Princeton, Brown, Pennsylvania (Estados Unidos) y ocupó la cátedra Simón Bolívar en la Universidad de Cambridge” […] Y Carlos Fuentes muere a los 83 años, es decir toda una vida más que fecunda y más que brillante en el mundo de la cultura, de las letras, de la política, en el mundo del pensamiento elevado, en el mundo de las ideas de todo, de las ideas acerca de todo […] ¿¡Y por qué Carlos Fuentes nunca impartió docencia en su país, México, por qué nunca fue profesor, maestro, docente, en México, y en especial por qué nunca fue profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM!? […] Ya lo sabemos, pero veamos los detalles de este asunto, sin tapujos y pendejadas cantinflescas […] ¡Basta ya! ¡Ha sido suficiente! […] ¿Qué fue lo que hizo la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, el gobierno de México, los gobiernos de México, para que en el historial de sus docentes, de sus profesores, de sus maestros, de sus investigadores, no aparezcan nombres de titanes de la cultura mundial como Octavio Paz, Carlos Fuentes, Elena Garro, Elena Poniatowska…?
La educación en México, sus escuelas, sus instituciones de educación superior, sus universidades, se han visto privadas, “de manera inexplicable” y por razones inclusive estúpidas, de algunos de los cerebros más brillantes del país y de todo el mundo, cerebros mexicanos que impactaron en su tiempo y siguen impactando en la actualidad a las élites más exclusivas de la cultura mundial: esto pasó antes y sigue pasando en la actualidad. Así sucedió en tiempos de la Colonia, cuando México se llamaba Nueva España, concretamente con Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza (Taxco, 1581-Madrid, 1639), y también sucedió con el México independiente, hace muy poco, con Octavio Paz Lozano (Ciudad de México, 1914-Ciudad de México, 1998). El caso de Juan Ruiz de Alarcón, célebre escritor, dramaturgo, exclusivo entre los exclusivos, no solamente es penoso, sino terrible para la historia de la cultura mexicana y de toda América: este sensacional hombre de las letras universales, hijo de nobles españoles, nunca logró que lo aceptaran como profesor en la Universidad Mexicana: “Trata, sin ningún éxito, de entrar como profesor en la Universidad mexicana. Este factor y el escaso ambiente dramático que había en la Colonia, comparado con el de la Península [España], son quizás las razones que lo mueven a regresar nuevamente a España, en 1615”.[16] [Juan Ruiz de Alarcón] Obtuvo en la Universidad mexicana el título de licenciado en leyes, a raíz de lo cual aspiró, sin éxito, a las cátedras de instituta, decreto y código en dicha institución […] Regresó a Madrid en 1614; ahí radicó hasta su muerte […]”[17] El caso de Octavio Paz, esta gran gloria del mundo de las letras universales y del pensamiento elevado, y sus aspiraciones infructuosas de ser profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, también es un bochorno, una pena, una lamentación, para México y toda Iberoamérica, áreas geográficas más que saturadas de atraso, de incultura, de analfabetismo y de analfabetismo funcional http://knol.google.com/k/analfabetismo-funcional-analfabetismo-de-segundo-grado-o-analfabetismo-de-grado , https://ruanofaxas.wordpress.com/article/analfabetismo-funcional-analfabetismo-19j6x763f3uf8-6-2/ […] ‘Después de su renuncia a la embajada de México en la India y la publicación de Posdata, su respuesta a la matanza de Tlatelolco, Octavio Paz regresó a México y encontró un horizonte vacío para su vida cotidiana. No hubo institución que le ofreciera algún espacio. Pensaba, por ejemplo, que la UNAM hubiera sido un sitio natural para su tarea, maestro de doctorado en la Facultad de Filosofía y Letras. No hubo quien, subrayó alguna vez, lo hubiera invitado a dictar alguna conferencia’ (Scherer, 2008:223) […] Y esto es, solamente, dos ejemplos de lo que se han perdido los centros de educación superior de México, de lo que se ha perdido la docencia mexicana y, en fin, de lo que se han perdido los mexicanos con aspiraciones de verdadera cultura universal y globalizada… Otros ejemplos cabrían también aquí: ¿Y Elena Garro qué… (Amozurrutia, 2008:155-157)? [18] ¿E Ikram Antaki qué? [19] […] ¿Y los directores del cine actual mexicano qué… (Scherer, 2008:227-231)? ¡En fin…!” Si echamos una mirada al entorno de la educación en México en estos momentos, y desde hace mucho, muchísimo tiempo, veremos que la inmensa mayoría de “los grandes de verdad” (que son contados con los dedos, por supuesto) no tiene una cátedra en una universidad “prestigiosa” o “reconocida” internacionalmente, en la UNAM o Universidad Nacional Autónoma de México por ejemplo, o que no imparte cursos de postgrado, etc., veremos que una buena cantidad de “cerebros mexicanos probados” casi siempre o siempre está en el extranjero, ¿no le llama a usted esto la atención? ¡Claro que es un terrible problema que “los grandes de verdad” no estén formando hoy a lo que sería “el futuro” de México! ¿Cómo vamos a tener futuros grandiosos si el presente es mezquino, limitado, rústico y tercermundista? […]
[…] En absolutamente todos los cursos y conferencias que yo impartía para “especialistas” […] de ese país, para “diz que” imagólogos, paisólogos, asesores, estrategas políticos […] yo hacía la misma pregunta, y esto fue por más de 23 años […] “¿CUÁNTOS DE USTEDES YA HAN CONSULTADO LOS 4 LIBROS CLAVES PARA TRATAR LA IMAGOLOGÍA, LA PAISOLOGÍA […] EN MÉXICO?” […] casi generalmente, y en el mejor de los casos, me decían que habían consultado uno, El laberinto de la soledad, de Octavio Paz […] y cuando les hacías preguntas o comentarios “elementales” de este libro, no sabían qué constestar o lanzaban una de las habituales cantinfladas que se sueltan en tales condiciones de “analfabetismo funcional” https://ruanofaxas.wordpress.com/article/analfabetismo-funcional-analfabetismo-19j6x763f3uf8-6-2/ […] o me decían que sí lo habían consultado, pero “por arribita”, o que lo habían consultado hacía muchísimos años, en primaria o secundaria o preparatoria (bachillerato) y que ya lo habían olvidado “un poco” […] ¿Se entiende ahora de qué se trata todo esto de la cultura en México? Y volvemos a lo mismo de siempre, el famoso “¡Ni modo…!” […] los otros tres libros, es decir Instrucciones para vivir en México, de Jorge Ibargüengoitia, El pueblo que no quería crecer, de Ikram Antaki, y País de mentiras, de Sara Sefchovich, eran desconocidos para la mayoría de los consultados […] ¿Ahora se entiende por qué cuando se habla de los grandes desastres de México la mayoría de los “especialistas” […] de los periodistas, mencionan solamente y a veces El laberinto de la soledad y hasta ahí y “lo demás” no existe en “sus mundos intelectuales”? […]
Y en la historia de México hemos tenido a “formadores” geniales, maravillosos, de talla mundial, a verdaderos maestros de las grandes masas […] Veamos algunos nombres, de mujeres y hombres […] José Joaquín Fernández e Lizardi […] [20]
[…] ¿Cómo se enseña en las universidades [de México]? Igual que en el medievo. Cuesta trabajo encontrar una actividad tan conservadora como la docencia universitaria. Es curioso el radicalismo político aunado al conservadurismo profesional de los maestros universitarios. Los nuevos medios y técnicas audiovisuales, de comunicación e informática –cuyo uso es extenso y cotidiano en empresas y organismos públicos– penetran con dificultad en las casas universitarias.
Es cierta la penuria presupuestal, pero no es la única explicación. Un elevado porcentaje de los maestros universitarios es aficionado. ¿En qué otra actividad socialmente importante se trabaja sin cobrar, como ha ocurrido en muchas escuelas universitarias?
Sin un magisterio profesional, bien remunerado y, por lo tanto, con responsabilidades bien definidas periódicamente evaluadas, se podrá lograr poco. El profesionalismo implica desde el conocimiento de las misiones de las instituciones hasta el dominio –la maestría– de las técnicas modernas de didáctica.
El profesor debe volverse un administrador de medios (libros, revistas, video, computadora, pizarrón) para la transmisión eficaz del conocimiento […]
en palabras de Javier Beristáin (1993). “La educación superior: algunas reflexiones y propuestas”, en México en la década de los 90. México, Estudios Económicos y Sociales-Banco Nacional de México, 199 […]
Comparemos aquí estos dos comentarios, uno del siglo XVI y otro del siglo XX. ¿Hay diferencias? En las palabras de Francisco Cervantes de Salazar, quien, además, ya desde el siglo XVI vislumbraba la vida cultural y económica del docente latinoamericano cuando decía en su México en 1554:
[…] Convendría, por lo mismo, que a los catedráticos se diese un sueldo tal que sólo se ocupasen en lo que tienen a su cargo, sin distraerse para nada en otras cosas, y que les bastara para sustentar medianamente sus personas y familias. Resultaría de esto lo que es preciso que suceda en cualquier escuela bien organizada: que habría mayor concurso de sabios, y estudiarían con más ardor los jóvenes que algún día han de llegar a ser maestros […]
En este siglo XXI las cosas no han cambiado:
[…] México necesita atraer a la docencia y a la investigación a sus mejores hombres y mujeres. Para ello se requiere de programas sumamente agresivos de remuneración directa e inversiones en los medios que auxilian a los profesores. Cualquier comparación de sueldos demuestra la insuficiencia de los universitarios y, en general, del magisterio.
Casi nunca son completas las soluciones que se basan en gastar más. Sin embargo, hay casos donde la elevación cuantiosa y sostenida de los presupuestos es indispensable. El maestro universitario debe ser un profesional bien remunerado, para que pueda dedicarse con entusiasmo y convicción a sus elevadas responsabilidades.
El profesor por horas debiera recibir un honorario equivalente al del ejercicio independiente de su profesión. El de planta puede aspirar a un sueldo que equilibre la equidad de un tabulador interno con la necesidad de competir en un mercado profesional abierto. No es casualidad que las universidades tengan sus mejores maestros en campos donde no hay gran competencia. La flexibilización de las condiciones de contratación y pago parece conveniente para lograr un buen resultado en otras áreas científicas y profesionales […]
según Javier Beristáin (1993). “La educación superior: algunas reflexiones y propuestas”, en México en la década de los 90. México, Estudios Económicos y Sociales-Banco Nacional de México, 200 […]
https://ruanofaxas.wordpress.com/article/educacion-cultura-ciencia-tecnica-y-19j6x763f3uf8-133-2/
[…] Y ahora que murió este gran maestro de la cultura mundial, Carlos Fuentes […] nada de “México lindo y querido, si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido, y que me traigan aquí” http://www.youtube.com/watch?v=_du1udEh278&ob=av2n […] “¡A Francia…!” “¡A París…!” […] “El Maestro” Carlos Fuentes, por el o los motivos que sean, quiso que lo enterraran en Francia, en París […] así que entonces “La Marseillaise” […] http://www.youtube.com/watch?v=X1-vcsFjTdA
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