“[…] Allí por soñar no matan; pero sí matan en cuanto conocen tus sueños. ¡Cuidado con contar los sueños allí! […]”
Entre Estados Unidos y América Latina, en especial México, nunca ha habido, ni habrá, una comunicación sincera, una comunicación seria. Como ha dicho Octavio Paz, esa comunicación que se produce entre estos países no son diálogos sino monólogos .

PAISOLOGÍA AMERICANA
[…] A propósito de la “Reforma Migratoria” #ReformaMigratoria #ReformaMigratoriaIntegral en Estados Unidos y la construcción del “doble muro” en la frontera Estados Unidos-México […] ¿¡Pero cuándo se han entendido realmente y sinceramente Estados Unidos y México!? https://ruanofaxas.wordpress.com/?s=m%C3%A9xico+estados+unidos , https://ruanofaxas.wordpress.com/?s=migrantes […] ¿Y cuál es “el trauma” de los políticos mexicanos con la construcción de este doble muro en la frontera Estados Unidos-México? ¿Acaso “los gringos” van a construir el doble muro en tierra mexicana? ¡Pero qué les importa a los mexicanos si “los gringos” gastan mucho o poco dinero en la construcción de este doble muro o en lo que sea! ¡Ése es un “un pedo” de “los gringos”, no de los mexicanos! […] ¿¡Y lo que les hacen los mexicanos a “los demás”, a los migrantes, en la frontera sur de México y en todo México!? ¿Por qué los mexicanos no hablan de esto “en serio y claramente”? […]
#ReformaMigratoria #ImmigrationReform #ИммиграционнаяРеформа
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#migrantes #migrants #migración #migration
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«Cuando se rompe con el pasado y no se tiene un presente y no se ve claro el futuro, entonces las reacciones pueden ser muchas y variadas y comprometedoras… No olvidemos que cuando los pueblos están en un callejón sin salida, el último recurso no es una opción, sino “el último recurso”… ¡Y el que “gana” en la contienda del último recurso no perdona! ¡Y el que “gana” no negocia! ¿Y si gana el “pueblo”?»

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[…] Y si es verdad lo que dice Roger Bartra: “La élite política mexicana es incoherente y analfabeta en su conjunto”, ¿con qué fundamentos, con qué criterios, van a “discutir” esos analfabetos los derechos de los mexicanos en Estados Unidos?, ¿qué político importante de Estados Unidos va a dedicarle “sinceramente” un minuto a un analfabeto, a un analfabeto funcional, de este tipo, a un “anormal de este género”, como decía Manuel Gamio? […] ¿Y quiénes son los culpables de que cada año se vaya de México más de medio millón de mexicanos? ¡Por supuesto que los políticos mexicanos! ¿Y entonces son esos políticos “culpables” de la migración ilegal y legal de mexicanos hacia Estados Unidos o hacia donde sea los que van a “defender” los derechos de los migrantes mexicanos en Estados Unidos? […] Entre Estados Unidos y México ni nunca ha habido ni nunca habrá relación seria y respetuosa. Como ha dicho Octavio Paz: “Es verdad que esta relación de oposición podría ser fecunda si la fuerza de uno de los interlocutores y la angustia del otro no empañasen y viciasen el diálogo. De todos modos, el diálogo es difícil: apenas se rebasa el nivel informativo y cuantitativo, la conversación entre norteamericanos y latinoamericanos se convierte en un arriesgado caminar en círculo entre equívocos y espejismos. La verdad es que no son diálogos sino monólogos: nunca oímos lo que dice el otro o, si lo oímos, creemos siempre que dice otra cosa” […] En fin, que “las relaciones entre Estados Unidos y América Latina son buenas, el único problema es que son malas” […] Veamos cómo se analizan las relaciones entre Estados Unidos y México, entre estadounidenses y mexicanos, en estos libros de autores relevantes […]
[…] Por ahí hay unas conferencias mías, una ya vieja, de 1996, y otras versiones, en las que he dicho:
[…] En otra de sus obras, La frontera de cristal. Una novela en nueve cuentos(1995), que acaba de salir y que ya hemos leído con mucho gusto y cierta tristeza, Carlos Fuentes retrata el paisaje de los sufrimientos de México, y con los de este país también los sufrimientos de toda la América Latina, en cuanto a la migración. Fuentes aquí trata los problemas de todos nosotros, la gran mayoría, es decir “el pueblo”, en especial el pueblo migrante, de una y otra condición socioeconómica y sociocultural, de los migrantes por problemas económicos y de los migrantes por problemas culturales, académicos, políticos y científicos, de toda esa gente que se va, que se tiene que ir, por múltiples necesidades, de ese medio millón de personas que cada año atraviesa, en condiciones infrahumanas, esa “frontera de cristal” que existe entre México y Estados Unidos:
Juan Zamora está pues de espaldas a ustedes. A él le tocó irse a estudiar a Cornell gracias a una beca cuando tenía veintitrés años de edad. Era un esforzado estudiante de medicina en la Prepa y luego en la UNAM, y él les jura a ustedes que con eso le hubiera bastado si a su madre no se le mete en la cabeza que en la época del auge mexicano se necesitaba una temporada de posgrado en una universidad yanqui […]
“—Un contratito de obras públicas, Gonzalo, nomás eso te pido que pidas. Te dan tu comisión y santas pascuas. Ni quién se entere. Nos podemos comprar con eso una casa en Anzures. Salir de la Colonia Santa María. Mandar a Juanito a una universidad gringa. Mira que el muchacho es muy buen estudiante y sería una lástima que se desperdiciara entre la chusma de la UNAM.” […]
[…] Dionisio “Baco” Rangel era una autoridad culinaria, celebrado y bien pagado, sobre todo, en el país al que más despreciaba por la pobreza de su cocina. Llevado y traído por los Estados Unidos de América […] Dionisio decidió que ésta era la cruz de su existencia: predicar la buena cocina en un país incapaz de entenderla o practicarla […]
[…] Por más que hagas el mundo no va a cambiar. Esos que llamas tus hermanos van a seguir viniendo. Cuando sus brazos hagan falta cruzarán la raya sin que nadie los moleste. Todos se harán de la vista gorda. Pero cuando estén de sobra, los rechazarán. Los golpearán. Los matarán en las calles y a la luz del día. Los expulsarán. El mundo no cambiará. Tú no lo harás cambiar. Eres una gota de agua en un océano de intereses que se mueven con grandes marejadas con ti o sin ti […]
Pochos, les dije, descastados. No se pongan del lado del enemigo […] Si del otro lado es peor, México es el lugar enemigo. Del lado mexicano hay más injusticia, más corrupción, más mentira, más pobreza […] Para donde mires, papá, de este lado de la frontera o del otro, hay injusticia y tú no la vas a arreglar […] Si creces en la frontera tienes que escoger: de este lado o del otro. Nosotros escogimos el Norte. No somos pendejos como tú […]
Oye Pancho, ya no te necesito. Lárgate. Acabo de denunciarte a la Migra. Yo nunca te contraté. Cuando te necesito te contrato Pancho, cuando me sobras te denuncio Pancho. Te golpeo. Te cazo como conejo. Te embarro de pintura para que todos lo sepan: eres ilegal. Mis muchachos van a organizar jaurías de caníbales blancos para asesinarte indocumentado mexicano salvadoreño guatemalteco. No, yo grito que no, no se puede hacer todo esto y hablar de justicia. Por eso luché toda mi vida […]
—Mi papá se encargó de todo el movimiento […] Dijo que el ejido ya no daba para más. La tierra se iba haciendo más chica y más seca cada vez que la dividíamos entre el montón de hermanos. Yo siempre fui activa, muy activa. En el ejido me encargaba de que estuvieran limpias las calles y pintadas de blanco las paredes, me gustaba preparar el papel picado para las fiestas, traer a los músicos, organizar los coros de los niños. Mi papá dijo que era yo demasiado lista para quedarme en el campo. Él mismo me trajo a la frontera, cuando tenía quince años. Mi madre se quedó en el ejido con los hermanitos más chicos. No se anduvo por las ramas mi padre. Me dijo que aquí yo iba a ganar en un mes diez veces más que toda la familia en el ejido. Yo era muy activa. No me iba a pesar. Mientras él se quedó aquí, me resigné. Él era como la continuidad de mi vida en el pueblo. No le dije que extrañaba la tierra, mi mamá, mis hermanitos, las fiestas religiosas, la Candelaria cuando se viste al niño Dios, la Santa Cruz y su coheterío tan alegre pero tan miedoso, el miércoles de ceniza cuando todo el pueblo trae su cruz de carbón en la frente, la Semana Santa cuando salen los judíos con sus barbas blancas y sus narizotas y sus abrigos negros a hacer travesuras contra los cristianos, todo, las posadas, los reyes, lo echaba todo de menos. Aquí busco esas fechas en el calendario, tengo que recordarlas, allá no, allá las fiestas llegaban sin necesidad de recordarlas, ¿me entienden? […]
—Sí, a mí me hace falta. Es mi culpa que Luís María esté en la cárcel. Debí estar a su lado cuando pasaron las cosas. Yo sí hablo inglés.
—Veré qué puedo hacer. De todos modos, vamos a pelear por salvar a tu marido […] Pero, ¿por qué delataron injustamente unos mexicanos a otros?
—Los que llegan primero no quieren a los que vienen detrás. A veces, somos injustos entre nosotros mismos. No nos basta que otros nos maltraten.
—Creí que eran como una familia.
—En las familias ocurren las peores cosas, señor.
No quiso mirar hacia abajo porque temía descubrir algo horrible que quizás sólo desde el cielo podía verse; ya no había país, ya no había México, el país era una ficción o, más bien, un sueño mantenido por un puñado de locos que alguna vez creyeron en la existencia de México… Una familia como la suya no iba a aguantar veinte años de crisis, deuda, quiebra, esperanzas renovadas sólo para caer de nueva cuenta en la crisis, cada seis años, cada vez más, la pobreza, el desempleo… Su padre ya no pudo pagar sus deudas en dólares para renovar la fábrica, la venta de refrescos se concentró y consolidó en un par de monopolios, los fabricantes independientes, los industriales pequeños, tuvieron que malbaratar y salirse del mercado, ahora qué trabajo voy a hacer, se decía su padre caminando como espectro por el departamento de la Narvarte cuando ya no fue posible pagar la hipoteca de la Cuauhtémoc, cuando ya no fue posible pagar la mensualidad del Chevrolet, cuando su madre tuvo que anunciar en la ventana SE HACE COSTURA, cuando los ahorritos se evaporaron primero por la inflación del 85 y luego por la devaluación del 95 y siempre por las deudas acumuladas, impagables, fin de escuelas privadas, ni ilusiones de tener coche propio, tu tío Roberto tiene buena voz, se gana unos pesos cantando y tocando la guitarra en una esquina, pero todavía no caemos tan bajo, Lisandro, todavía no tenemos que ir a ofrecernos como destajo frente a la Catedral con las herramientas en la mano y el anuncio de nuestra profesión en un cartelito PLOMERO CARPINTERO MECÁNICO ELECTRICISTA ALBAÑIL, todavía no caemos tan bajo como los hijos de nuestros antiguos criados, que han tenido que irse a las calles, interrumpir la escuela, vestirse de payasos y pintarse la cara de blanco y tirar pelotitas al aire en el crucero de Insurgentes y Reforma, ¿recuerdas el hijo de la Rosita, que jugabas con él cuando nació aquí en la casa?, bueno, digo en la casa que teníamos en Río Nazas, pues ya se murió, creo que se llamaba Lisandro como tú, claro, se lo pusieron para que fuéramos los padrinos, tuvo que salirse de su casa a los diecisiete años y se volvió tragafuegos en los cruceros, se pintó dos lágrimas negras en la cara y tragó fuego durante un año, haciendo buches de gasolina, metiéndose una estopa ardiente en la garganta, hasta que se le desbarató el cerebro, Lisandro, el cerebro se le deshizo, se volvió como una masa de harina, y eso que era el más grande de la familia, la esperanza, ahora los más chiquitos venden kleenex, chicles, me contó desesperada Rosita nuestra criada, te acuerdas de ella, que la lucha con los más pequeños es que no empiecen a inhalar goma para atarantarse de trabajar en las calles, con bandas de hijos sin techo que compiten con los perros callejeros en número, en hambre, en olvido: Lisandro, ¿qué le va a decir una madre a unos niños que salen a la calle para mantenerla a ella, para traerle algo a la casa?, Lisandro, mira tu ciudad hundiéndose en el olvido de lo que fue pero sobre todo en el olvido de lo que quiso ser: no tengo derecho a nada, se dijo un día Lisandro Chávez, tengo que unirme al sacrificio de todos, al país sacrificado, mal gobernado, corrupto, insensible, tengo que olvidar mis ilusiones, ganar lana, socorrer a mis jefes, hacer lo que menos me humille, un trabajo honesto, un trabajo que me salve del desprecio hacia mis padres, del rencor hacia mi país, de la vergüenza de mí mismo pero también de la burla de mis amigos; llevaba años tratando de juntar cabos, tratando de olvidar las ilusiones del pasado, despojándose de las ambiciones del futuro, contagiándose de la fatalidad, defendiéndose del resentimiento, orgullosamente humillado en su tesón de salir adelante a pesar de todo: Lisandro Chávez, veintiséis años, ilusiones perdidas, y ahora nueva oportunidad, ir a Nueva York como trabajador de servicios, sin saber que don Leonardo Barroso había dicho:
—¿Por qué todos tan prietos, tan de a tiro nacos?
—Son la mayoría, don Leonardo. El país no da para más.
—Pues a ver si me buscan uno por lo menos con más cara de gente decente, más criollito, pues, me lleva. Es el primer viaje a Nueva York. ¿Qué clase de impresión vamos a hacer, compañeros?
[…] No servía de oficinista, había dejado la escuela después del tercero de secundaria, no sabía taquigrafía ni escribir a máquina. Ser taxista era peor. Envidiaba a los clientes más ricos, despreciaba a los más pobres, la ciudad de México y su tráfico enmarañado lo sacaban de quicio, lo ponían encabronado, bravucón, mentador de madres, todo lo que no quería ser… Dependiente de almacén, empleado de gasolinera, lo que fuera, claro. Lo malo es que ni esas chambas había. Todos estaban desempleados, hasta los mendigos eran considerados como desempleados. Dio gracias de haber aceptado este trabajo en los Estados Unidos […]
País de piedra. Lengua de piedra. Sangre y memoria de piedra. Si no te escapas de aquí, tú mismo te convertirás en piedra. Vete pronto, cruza la frontera, sacúdete la piedra […]
País de piedra. Lenguaje de piedra. Sangre y memoria de piedra. Plaza de piedra. Si no te vas de aquí, te convertirás tú mismo en piedra […]
Detenido en la noche a la orilla del río, Benito Ayala estaba rodeado de hombres parecidos a él. Todos entre los veinte y los cuarenta años, todos tocados con sombrero de petate, todos vestidos con camisas y pantalones de mezclilla, zapatos fuertes para el trabajo en clima frío, chamarras de colores y diseños variados.
Todos levantan los brazos, los abren en cruz, cierran los puños, ofrecen su trabajo silenciosamente del lado mexicano del río, esperando que alguien los note, les haga caso. Prefieren exponerse a ser fichados que dejar de anunciarse, hacerse presentes: Aquí estamos. Queremos trabajo.
Todos se parecen pero Benito Ayala sabe que cada uno de ellos va a cruzar el río con un costal de recuerdos diferentes, una mochila invisible en la que sólo cabe la memoria particular de cada uno de ellos […]
El pueblo de Benito Ayala vivía de enviar trabajadores a los Estados Unidos y de las remesas que los trabajadores hacían al pueblo.
Así fue y así es, ¿y así seguirá siendo? ¿Y hasta cuándo esto seguirá así? Carlos Fuentes lo ha plasmado claramente aquí. No podría ser de otra manera: análisis minucioso que llega al latino, al lector o al que escucha la narración, como una daga que antes de matar se retuerce en lo más profundo de la americanidad. ¿Qué nos espera en ese futuro ya oscuro y no precisamente por el smog y los problemas normales y habituales que pudieran aparecer en los grandes países y las grandes ciudades?[47]¿Habrá una segunda parte de La frontera de cristal? ¿La frontera, que ahora es de “cristal”, llegará a ser en algún momento de “hierro y concreto”, una Muralla China, un Muro de Berlín? ¿Los que dirigen nuestros destinos latinoamericanos podrán entender lo que está diciendo ahora, en 1995, Carlos fuentes? Claro que esto depende de muchos factores: ¿sabrán quién es Carlos Fuentes? ¿Lo conocerán? ¿Tendrán idea de su vasta experiencia en los problemas sociales, políticos, económicos, culturales, no solamente de México y América, sino también del mundo entero? ¿Sabrán que es un escritor clásico, renombrado, un Premio Cervantes, un nominado en varias ocasiones al Premio Nobel de Literatura, una de las mentes más claras y agudas del pensamiento mundial? ¿Y leerán sus obras? ¿Y las entenderán? ¿Alguien les habrá dicho que deberían consultar esta obra porque en ella no sólo se refleja el dolor del pueblo latinoamericano, sino que también en ella se refleja el futuro que le espera a los depredadores, a los capos de nuestra América, a los negligentes, indiferentes, indolentes e incapaces de resolver nuestros verdaderos problemas latinoamericanos, a los “proyectores discursivos de la multiinestabilidad”? Como dice el dicho popular: “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”. ¿Los malsanos funcionarios de América ya han considerado cómo reaccionan los pueblos, tarde o temprano, al hartazgo? ¡Cuidado, señores mandatarios y geometrizadores de nuestra América, una masa de frustraciones nunca olvida sus pesares, nunca olvida sus humillaciones, nunca olvida a sus muertos, y entonces, cuando pueda, actúa, y aguijonea, y si puede mata![48] Darle largas a los reales problemas de América no conduce a otra cosa que a un caos multilateral, a una bomba de tiempo: ¡y las bombas explotan y no tienen nombres!:
40 empresas y el gobierno, en la mira de cinco guerrillas
Conmoción en la ciudad [Distrito Federal]. Desde las primeras detonaciones la noche del domingo hasta la bomba que fue desactivada ayer en un Sanborn’ s se produjo sorpresa y desconcierto en los capitalinos, que ahora se dan cuenta de que Oaxaca está mucho más cerca de lo que indica cualquier mapa.
Las cinco organizaciones guerrilleras que reivindicaron los atentados con explosivos ocurridos la madrugada del lunes [6 de noviembre de 2006] en la Ciudad de México advirtieron que sus acciones continuarán contra las 40 principales empresas y oficinas gubernamentales “espurias” asentadas en el país mientras siga la ocupación de las fuerzas federales en Oaxaca y el gobernador Ulises Ruiz en su cargo.
[…] En el documento [escrito y divulgado por estas cinco organizaciones] se detalla que fueron colocados ocho artefactos explosivos en distintos puntos de la capital [de los cuales explotaron seis] […][49]
Cuando se rompe con el pasado y no se tiene un presente y no se ve claro el futuro, entonces las reacciones pueden ser muchas y variadas y comprometedoras… No olvidemos que cuando los pueblos están en un callejón sin salida, el último recurso no es una opción, sino “el último recurso”… ¡Y el que “gana” en la contienda del último recurso no perdona! ¡Y el que “gana” no negocia! ¿Y si gana el “pueblo”? En nuestros días, con la civilidad, la medios de comunicación masiva y la globalización, ya no hay muchos lugares en donde esconderse… ¡Allí, por lejos que estés, te buscarán, te encontrarán y pagarás, tú y tu familia, el dolor de América! ¿O no? ¡Tiempo al tiempo! Mientras tanto, recordaremos a Alfonso Reyes: “Por lo demás, Hidalgo, Morelos, Juárez, tienen todavía mucha faena por delante. No se han quitado todavía las botas de campaña.”[50]
POSTDATA
Dieciséis años después de haber aparecido la primera versión de esta conferencia, es decir año 2007, ésta es la realidad de La frontera de cristal:
Washington. La militarización de la frontera sur de Estados Unidos es ya una realidad: desde hace dos décadas, soldados de la Guardia Nacional realizan labores de apoyo a la Patrulla Fronteriza, y el Pentágono ha desplegado equipo militar de alta tecnología para detectar y detener inmigrantes.
Tales acciones se reforzaron después de los ataques terroristas realizados el 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos. Ahora, el presidente Bush –quien el lunes 15 [de mayo de 2006] anunció el envío de 6 mil miembros de la Guardia Nacional a la frontera– le dio un nuevo empujón a estas medidas.
Lo hizo con prácticamente la anuencia del gobierno de Vicente Fox, el cual –pese a las evidencias– se niega a reconocer el hecho. “No se trata de militarización, quien lo diga ignora en realidad cuál es el papel de la Guardia nacional”, aseguró el vocero de la Presidencia, Rubén Aguilar.
A su vez, el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, declaró que no ve con beneplácito el envío de soldados de la Guardia Nacional, pero tampoco como “un gesto hostil”: “Lo veo como un punto en el cual el presidente de Estados Unidos está por primera vez pidiendo a su Congreso que haya una reforma en la que se combine seguridad fronteriza con un programa de regularización y de trabajadores temporales. Para nosotros eso es parte de la solución”.
De hecho, en el ámbito del derecho internacional, el traslado de tropas a la frontera de un país vecino se considera como un acto hostil que normalmente provoca protestas diplomáticas e iniciativas de condena al hecho en el seno de la Organización de Naciones Unidas.
“¿Para qué agarra uno a sartenazos a aquél? ¿Para qué echarle mentadas? ¿Para qué ponernos pesados, si vamos a estar juntos? Debemos tener una buena relación, constructiva, positiva”, dijo el presidente Fox.
Y añadió: “Eso no quiere decir que el presidente Fox sea débil ni que acepte de ninguna manera violaciones a los derechos humanos o vejaciones, en eso estamos firmes”…
Sin embargo, y ante el cúmulo de críticas de partidos políticos, legisladores y analistas, la cancillería mexicana entregó el jueves 18 –cuatro días después del anuncio del presidente Bush– una nota diplomática al Departamento de Estado en la que el gobierno de México expresó “su preocupación” por la construcción de muros y el despliegue de soldados de la Guardia nacional en la frontera.
Aviones de control remoto, helicópteros Hawk, información satelital, cámaras de seguridad, sensores, barreras móviles y mallas de acero… Es el equipo militar con el que se reforzará la presencia de los 6 mil soldados de la Guardia Nacional que el presidente de Estados Unidos, George Bush, ordenó desplegar en la frontera con México. Lo hizo prácticamente con la anuencia del gobierno de Vicente Fox, quien no obstante se niega a calificar la medida como “una militarización” de la línea divisoria.[51]
La construcción del muro, aprobada tras grandes debates entre los congresistas estadounidenses, equivale a un quinto de la Gran muralla china y tiene un objetivo no muy diferente al de los emperadores de las dinastías Qin a la Ming: mantener fuera a los bárbaros. Se le puede concebir como una nueva –y tres veces mayor– línea Maginot sin los búnkers o artillería de aquélla, pero con cámaras, sensores y aviones no tripulados y custodiada por miles de efectivos de la patrulla fronteriza y la guardia nacional […]
El muro por venir busca detener una intrusión masiva, pero pacífica que hoy experimentan lo mismo Europa que Estados Unidos, o partes de Asia: la irrupción de un ejército de pobres que no pretende destruir ni tomar nada, sino ofrecer su trabajo a cambio de lo que no tienen en su país de origen. Si acaso estos invasores intentan alguna conquista, es la de su propio destino. Este proletariado sin papeles, producto no deseado, pero engendrado por la globalización, se propone intercambiar con el mercado mundial un poco de dignidad material, pagándola con un trabajo duro, inseguro y mal remunerado. Es difícil negar la legitimidad de tal empeño, pero no hay ninguna sociedad rica que hoy esté dispuesta a aceptarlo en condiciones que no sean las propias.
En nuestro caso debemos asumir que desde el principio el muro ha estado ahí, lo único que ha cambiado es su forma. En 2005 y 2006 mucho se dijo en torno a la propuesta HR 4437, formulada por la Cámara de Representantes de los Estados Unidos para “criminalizar” la inmigración indocumentada (unos 11 millones, de los cuales siete podrían ser mexicanos), para perseguir a quien los emplee y construir un “muro inteligente” (doble valla con sensores) a lo largo de un tercio de la frontera. Sea cual fuere el destino final de esta idea del representante James Sensenbrenner (republicano), obligó a volver a poner en blanco y negro las diferencias y contradicciones de intereses entre México y su vecino del norte.[52]
La Habana, 6 Jul (Notimex) [2007].- Las delegaciones parlamentarias de México y Cuba acordaron profundizar la relación entre los dos países y condenaron la construcción del muro fronterizo por parte de Estados Unidos en la frontera mexicana.
Al clausurar los trabajos de la IX Reunión Interparlamentaria México-Cuba, las dos delegaciones emitieron una declaración conjunta donde manifestaron su condena a la construcción del muro fronterizo y demandaron abordar desde una visión integral el fenómeno migratorio.
En la declaración conjunta el presidente de la Comisión Permanente de México, Manlio Fabio Beltrones, y el titular de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Ricardo Alarcón, condenaron el tráfico ilegal de personas.
Asimismo exhortaron a los gobiernos de los dos países a que haya una mayor colaboración bilateral para combatir esta actividad delictiva.
También ratificaron su firme condena a todas las formas de manifestación del terrorismo y exigieron la colaboración de todos los países y gobiernos para un eficaz combate de estos crímenes y sancionar a los responsables […]
Así termina un periodo llamado “La frontera de cristal”. Ahora comienza el periodo de “La frontera de hierro, concreto y militares” […]
Y sí, hablamos de leyes y derechos, pero que conste que sólo “hablamos”, es el bla, bla, bla del nunca acabar, puras palabras y de hechos nada […] Todos sabemos muy bien cómo funcionan las leyes, la administración de justicia, el ejercicio del derecho, los malllamados “derechos humanos”: ¡fraudes y corrupciones y mentiras e impunidades!, como he comentado en http://knol.google.com/k/fernando-antonio-ruano-faxas/a-qué-llamamos-discurso-jurídico/19j6x763f3uf8/30# […]




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