[…] ¿Recuerdan ustedes aquellas estúpidas clasificaciones raciales que hicieron los mexicanos, dentro de las cuales podemos mencionar aquí principalmente a tres de ellas, difundidas sobre todo a partir de los siglos XVIII y XIX, del tipo de las clasificaciones de Riva Palacio, Larrauri Montaño, y una clasificación anónima conocida popularmente como Colección del Museo Nacional de México o Colección del Museo Nacional del Virreinato con sede en el ex Colegio Jesuita de Tepotzotlán, Estado de México? ¿Alguien de ustedes cree que estos traumas raciales ya no existen entre nosotros los latinos, los hispanos? Nada más miren a todos estos hispanos que en estas elecciones presidenciales votaron por Donald Trump y saquen sus conclusiones. Y aquí estamos hablando no ya de los hispanos rubios, güeros, que se creen más gringos que los siete padres fundadores de los Estados Unidos: John Adams, Benjamin Franklin, Alexander Hamilton, John Jay, Thomas Jefferson, James Madison y George Washington, sino de hispanos, latinos prietos, morenos, trigueños, oscuros, mestizos… ¡Mírenme nada más a “la raza” votando por un racista como Trump! ¡Qué barbaridad! ¡Qué aberración! ¡Pero en qué mundo viven estos poli-traumáticos raciales! ¿Acaso pensaron que porque votaron por Trump, ya, inmediatamente, se iban a convertir en rubios e iban a ser aceptados por los blancos de Estados Unidos? ¡Vivir de ilusiones para morir de desengaños! […] En América Latina tenemos más de 53 denominaciones popularmente conocidas para clasificar a la razas y las mezclas de razas, y, repito, esto sin contar aquellas denominaciones particulares de ciertos grupos, en regiones poco conocidas o nombradas […] Revisen, por ejemplo, las notas de Nicolás León Calderón en su libro Las castas del México Colonial o Nueva España, publicado en 1924 […] Como decía el brillante doctor cubano, médico cirujano, Rolando Augusto Cisneros Ramírez, hijo de la cubana Ana Ramírez y del británico-cubano Gabriel Vicente de Cisneros Cisneros, que a su vez era hijo de Froilán de Cisneros y Portuondo y Elimena Cisneros de Cisneros: “Acerca de quiénes fuimos y seguimos siendo los hispanoamericanos, esto se resuelve fácilmente: los negros quieren ser ‘aindiados’, los indios quieren ser apiñonados’, los blancos quieren ser ‘pirruris’ y los pirruris quieren ser dios.” Así, con todas estas confusiones de identidad, ¡qué nación verdaderamente respetuosa se puede formar! ¡Esto, por donde lo mires, no tiene arreglos; América Latina ha sido, es y seguirá siendo un desastre! […] Nunca olvidaremos esa frase célebre: “Mierda, mojón y cagao… […]”
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